Tiempo de cambiar (2)

2010 se apuntala como el año del cambio para Cuba. En el evento Che Presente, el día de Solidaridad Nacional con Cuba que se celebra en Bruselas desde hace 16 años, el embajador cubano Elio Rodríguez cifró en la presidencia española de la Unión Europea (1er semestre de 2010) la posibilidad de que las relaciones entre Cuba y la UE se normalicen y cese la “Posición común” promovida por el gobierno de Aznar en 2003. A esto se suma que Bélgica asumirá la presidencia de la UE en el segundo semestre. A diferencia de Alemania, Suecia y Reino Unido, Bélgica ha sido un país con tradición de diálogo y cooperación con la isla.

La posición de Estados Unidos fue analizada en extenso por Andrés Gómez, periodista cubano que emigró en 1961 con sus padres cuando tenía 13 años a Miami y hoy en día es un cubano-estadounidense activista por el fin del embargo. Gómez sorprendió a la audiencia con el análisis sociológico que hizo de los cubanos en Miami durante las últimas tres décadas. Cada año, emigran legalmente 20.000 cubanos a EUA. Esta es una población que se diferencia radicalmente de la Derecha extremista en Florida. Son cubanos que tienen sus diferencias con el régimen o que abiertamente no lo apoyan en absoluto, pero que no están para nada de acuerdo con el embargo. El peso e influencia de esta población, dice Gómez, se reflejó en las elecciones pasadas. Tanto así que Obama no es indiferente a este proceso y uno de los primeros pasos que dio fue permitirles el viaje sin condiciones a Cuba. Otro termómetro –simbólico si se quiere– fue el concierto de Juanes: hace 20 ó 30 años, habría sido impensable. En cambio, la minoría que se manifestó en la Calle 8 este año recibió grandes muestras de rechazo.

El gran inconveniente que encuentra Gómez para que Obama agilice sus pasos son las elecciones para el Congreso en noviembre de 2010. De como juegue sus cartas, dependerá el futuro del cambio en las relaciones con la isla. Habrá también que ver si la nueva migración de cubanos le gana el pulso a los radicales.

A través del canciller español Moratinos, Obama envió un mensaje muy claro a Castro, titular de El País el domingo pasado: “Decidle a Raúl que si él no da pasos tampoco yo podré darlos”. La pregunta ahora es entonces cuáles pasos espera la administración Obama y cuáles puede dar el gobierno de Castro. Y cuáles le pide Cuba a Obama.

En este sentido, las conferencias del evento no fueron muy alentadoras. No hubo ningún intento de autocrítica, ni en la charla de Cuba en el mundo ni mucho menos en la de Los Derechos Humanos en Cuba. Los presos políticos en Cuba se justificaron porque son personas a las que se les ha comprobado que recibieron dinero de los EUA para hacer su trabajo. El problema no es que sean disidentes entonces, sino infiltrados (cuando no traidores). Esta fue la crítica del conferencista Salim Lamrani al informe de Amnistía Internacional sobre DDHH en Cuba, “una flagrante contradicción” en su opinión. En su charla, el embajador Rodríguez mostró a un gobierno ampliamente respaldado, tanto en Naciones Unidas como en el número de relaciones estables y normales que tiene alrededor del mundo: representación en 190 países: "Cincuenta años de embargo no han contribuido más que a escribir la historia de un genocidio, no a acabar el régimen cubano". No se escuchó por ninguna parte que hay algo que podría cambiar. ¿Qué pasos estará dispuesto entonces el régimen castrista a dar? La respuesta quedó como una gran incógnita en Bruselas.

Por el contrario, Gómez fue enfático en resaltar que el comienzo del diálogo constructivo con EUA pasa por la liberación de los Cinco, un paso que no se puede saltar. En el panel de conferencistas estuvieron presentes Olga Salanueva y Adriana Pérez, esposas de René González y Gerardo Hernández, dos de los Cinco prisioneros en EUA. Su testimonio fue desgarrador y se ganaron una vez más el aprecio, admiración y respeto de quienes estábamos presentes en la sala. Una historia que en su parte humana tiene mucha similitud con los soldados secuestrados por las Farc. Olga lleva ya 9 años sin poder ver a su esposo, pues EUA le ha negado la visa para ir a visitarlo. Cuando se le autorizó la salida de EUA, no se le permitió llevar a su hija, lo que las tuvo separadas varios años. Tanto Adriana como Olga elogiaron los logros de la Revolución Cubana, empezando por la educación que recibieron: otros latinoamericanos en las mismas condiciones que sus familias (orígenes obreros o campesinos) difícilmente habrían podido graduarse como profesioanales como lo hicieron ellas y sus esposos. Fue inocultable el orgullo que sienten por su logro más reciente: la rebaja de la condena de sus esposos el pasado 13 de octubre, que la fiscal del caso reconocío que se debía a la presión de las voces que claman por la libertad de los Cinco desde el exterior. Olga y Adriana lograron entre otros la firma de 12 premios Nobel de Paz.

Les hace falta entonces la firma de Obama, el más reciente Nobel de la Paz, y quien como presidente de los EUA tiene la potestad de liberar a los Cinco a través de la Clemencia ejecutiva, una figura de la Constitución estadounidense que le permitiría ponerlos en libertad. “Ese paso es el mínimo que puede dar Obama para restablecer el diálogo constructivo”, concluyó Gómez.

¿Dará Obama ese paso? Que el camino no es nada fácil lo puso de manifiesto el editorial del Wall Street Journal en el que nombraron al canciller español Moratinos “el hombre de Castro en Europa”. Sin embargo, esta posición está siendo criticada por los mismos militares estadounidenses. En un foro del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS por sus siglas en inglés), el coronel de la Marina Jeff Goodes afirmó que el embargo es contraproducente para la Seguridad Nacional estadounidense: no solamente mina la credibilidad estadounidense sino que además retarda la influencia positiva de su país en la región. "Más aún, el embargo unilateral seguirá promoviendo las alianzas de Cuba con Rusia, China y Brasil […] El embargo llevará a las naciones pobres del Caribe y Centroamérica a la alianza PetroCaribe de Venezuela […] Debemos enfrentar los hechos: los esfuerzos de EUA por aislar y promover el cambio de régimen en Cuba durante las últimas cinco décadas han fracasado".

Desde esta perspectiva de la Nueva Seguridad Nacional, el fin del embargo podría interpretarse como un caballo de Troya pues el objetivo final sigue siendo el cambio de régimen, sólo que con otro empaque, otra estrategia. No en vano los panelistas insistieron en la necesidad del díalogo basado en el respeto y la soberanía de los cubanos, ¿pero es esto suficiente? En otras palabras, ¿está lista Cuba para el fin del embargo? Vienen vientos de cambio, ¿pero hacia dónde soplan?

Etiquetas: Adriana Reyes, Andrés Gómez, Barack Obama, Caballo de troya, Ché Presente, CNAS, Cuba, derechos humanos, embargo, Emil Rodríguez, España, Jeff Goodes, Juanes, los Cinco, Miguel Ángel Moratinos, Olga Salanueva, Raúl Castro, revolución cubana, Tiempo de cambiar, Wall Street Journal

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