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Colombia - Cargada el 06.09.2017 21:52:14 COT 

Estancias

Siga y siéntese cómodo.

Una guerrilla en busca de identidad

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

21 dAmerica/Bogota Mayo dAmerica/Bogota 2014 4:20 COT

Tanja Nijmeijer en La Habana

A los cronistas utópicos no nos descorazonan los topicazos con los cuales se descalifica a la utopía. Sabemos –o al menos estamos convencidos— de que toda empresa humana para triunfar necesita una dosis mínima de utopía. Las grandes empresas la llaman ahora visión, una forma elíptica de evitar que se le relacione con la utopía.

Hoy en día los grandes estrategas políticos tienen la difícil misión de vender utopías en menos de 140 caracteres, el espacio de un trino o de un buen eslogan. Porque hoy en día los grandes estrategas políticos son los especialistas en mercadeo. “Vote por Fulanito, el candidato de la familia”, “Vote por Sutanita, ella acabará la corrupción”, “Con Menganito alcanzaremos la verdadera paz”. Todo esto acompañado por un lifting de la imagen del candidato o candidata. Por estos estrategas es que nos hemos quedado sin utopías relevantes, sin visiones que compartir. Las elecciones colombianas se resumen a día de hoy en votar por el menos malo o por el que menos mal caiga. El país se enfrenta a grandes desafíos y no hay un discurso, una visión, una utopía que movilice a los electores, algo que los comprometa a trabajar en común con un líder o movimiento. Es el final de la política (su fin es otro).

Varios miles de kilómetros al norte las Farc se debate por el escenario contrario: padece sobredosis de utopía. Todas las mañanas los negociadores se levantan con la ardua tarea de pensar en una nueva Colombia, en ver qué problema van a arreglar hoy y cómo logran venderlo en la mesa de negociación. Es tal la abundancia de ideas que ya se oyen los vientos de “Constituyente ya”; tal es el volumen de propuestas. Independientemente del contenido, la buena noticia parecería ser que la guerrilla piensa en serio sobre la vida en la sociedad civil. La mala noticia es que hay un chantaje subyacente a la sociedad: o aceptan nuestras ideas o se perpetúa la violencia.

En sus dos libros de memorias el expresidente Pastrana ha ayudado a comprender las dificultades de negociar con las Farc, en especial la exigencia de discutirlo todo según sus reglas. Con el tiempo se hizo claro que esta posición pertenecía al ala dura y tradicional de las Farc: sin Marulanda, Reyes ni Cano los actuales negociadores tienen más margen de maniobra. De todos los bandazos que le hemos visto a las Farc en su búsqueda de identidad como grupo armado, del marxismo-leninismo, de la combinación de todas las formas de lucha, del izquierdismo extremo, del ejército del pueblo al leve pensamiento socialdemócrata que alcanzaron a mostrar en el Caguán, la mesa de negociación de La Habana es la que ha tenido mayor libertad para distanciarse de discursos extranjeros y concentrarse en los problemas de Colombia. Haciendo énfasis en el campo, pues parecen recordar que ante todo son un movimiento campesino. No sorprende entonces que sus más radicales enemigos sean los hacendados latifundistas; los fundadores de las AUC, los paramilitares y los partidarios de acabar la guerrilla a bala limpia.

La estrategia del Caguán del expresidente Pastrana pasaba por facilitar las condiciones de aburguesamiento de la guerrilla: darles un espacio donde vivir en paz, duchas con agua caliente, para desmotivarlas de volver a la vida selvática. La misma Tanja Nijmeijer advirtió en su diario de los peligros del consumismo burgués entre las Farc, el gusto por las 4×4 y las mujeres deseando ponerse silicona. Las Farc corre el mismo riesgo en Cuba, y de nuevo Tanja demuestra que el expresidente Pastrana no estaba del todo equivocado: se ve mucho más saludable en La Habana que en la selva colombiana. El fracaso en los diálogos significará volver a la vida selvática, a tratar de cambiar el país a punta de bala. Porque a pesar de que sueñe con un mejor país, las Farc no debe olvidar que está en La Habana por el ruido de sus fusiles, por sus nexos con el narcotráfico y por el gasto que significa para el país seguir en una guerra sin objetivo ni final claro.

El viernes pasado se anunció con mucho bombo el acuerdo sobre el tercer punto de la agenda negociadora. En el fondo no es gran cosa lo que se logró: que las Farc corte sus nexos con el narcotráfico es una condición mínima, al igual que dejar las armas, para integrarse en la vida política colombiana. El cumplido desmedido que le hizo el gobierno fue decir que con este punto el país está más cerca que nunca de terminar con el problema del narcotráfico. En otras palabras, que las Farc es el cartel responsable del fenómeno. Una exageración absurda. Tanta demora en llegar a estos lugares comunes solo demuestra la intención de las Farc de lograr que el país se acostumbre a la célebre pesadilla de Monterroso: “Y cuando despertó, las Farc todavía seguía ahí”. Dejar que el país se vaya acostumbrando lentamente a que las Farc puede ser un actor político y no solamente armado. La alternativa es volver al monte y envejecer diez años más hasta un reencuentro en Caracas, Quito o La Habana de nuevo. No sabemos si la paz en Colombia sea posible, pero la desmovilización de las Farc sí se ve cada vez más cercana.

Reflexiones sobre las Memorias olvidadas del expresidente Andrés Pastrana

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

31 dAmerica/Bogota Marzo dAmerica/Bogota 2014 8:05 COT

Andrés Pastrana y Tirofijo
Imagen tomada del archivo del expresidente Andrés Pastrana

Para quienes nos preguntamos sobre el timing de las Memorias olvidadas del expresidente Pastrana las noticias son regulares: la respuesta queda en suspenso. La mejor pista está en la nota preliminar:

Lo que aquí entrego es un collage de época de un país en el que, para muchos que han tenido el valor de dar la batalla, el simple hecho de estar vivos es un verdadero milagro. Lo hago bajo la convicción de que en estos contados hechos históricos –a buen entendedor, pocas palabras– hay elementos apasionantes y entretenidos que, conocidos sus detalles íntimos, aún pueden tener una moraleja.

Moraleja es la palabra clave, ajuste de cuentas o vuelta de tuerca puede ser la cifra. Destaquemos algunas reflexiones a partir de las Memorias olvidadas del expresidente Pastrana. Siéntanse cómodos porque es una entrada larga.

  1. La verdadera lavandería

La mayor decepción de la segunda versión de Wall Street filmada por Oliver Stone es que no se asome ni de riesgo por el lavado de activos en la economía estadounidense. Breaking Bad se acerca un poco, así sea para utilizar una lavandería de forma metafórica para ubicar el primer gran laboratorio de Walter White; la forma en que las grandes multinacionales se lucran del narcotráfico aparece anunciada ligeramente y poco después se termina la serie: otra oportunidad perdida para comprender el narcotráfico en los Estados Unidos.

La macroeconomía del narcotráfico ha demostrado que si a la economía colombiana le entrase el 10% del dinero generado por el narcotráfico, estallaría. Algo similar a la inflación que vivió Cali en los noventa con el auge del Cartel del Valle. En otras palabras, más del 90% de las ganancias del narcotráfico se queda en los Estados Unidos y en Europa: ¿cómo lo están lavando y cómo se benefician sus países y sociedades de todo ese dinero? El expresidente Pastrana se lo preguntó a Escobar:

—¿Cuáles son los carteles de la droga de Estados Unidos?

—No se conocen públicamente, doctor Pastrana, pero existen. A ellos no los desenmascaramos porque se acabaría el negocio para ambos.

[…]

—¿Hay políticos de Estados Unidos asociados con ustedes? —averigüé.

—En los Estados Unidos sí que hay políticos involucrados y son amigos míos. Gobernadores amigos míos de los Estados Unidos llevan allá las avioneticas cargadas de droga —pero no me dio nombres.

Esto cuando el kilo de cocaína estaba a 8.000 dólares en los EUA, ahora se estima que cuesta diez veces más. Dado que el narcotráfico no ha disminuido y a los países productores de cocaína siguen llegando porcentajes bajos de las ganancias de la droga, solo se puede concluir que los carteles estadounidenses siguen activos y lavando en forma. La verdadera guerra contra las drogas que debería liderar EUA está en su propia casa, Pablo Escobar dixit.

  1. Sobre lo no dicho

La memoria La prueba reina es de las más confrontantes que trae el libro. Nos retrotrae a ese episodio traumático del Proceso 8.000, a la relectura del libro Poder, justicia e indignidad, la memoria de la Comisión Ciudadana de Seguimiento del proceso al entonces presidente Samper, donde se detallan todas las triquiñuelas de Samper para absolver sus responsabilidades por la financiación recibida de parte del Cartel de Cali. Advertencia a los lectores: aquí es necesario endurecer el estómago para resistir las náuseas de ese episodio.

La prueba reina a la que se refiere el expresidente Pastrana es a la carta que desde la cárcel en Colombia le enviaron los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela en la que aceptan que financiaron a Ernesto Samper Pizano y que él siempre fue consciente de dicha financiación. Nada sucedió a sus espaldas, mejor dicho. Y Samper sigue tan campante y en libertad disfrutando de su pensión de expresidente de Colombia. Ponga aquí su dedo el lector antes de salir corriendo al baño.

Lo que sí es de material psicoanalítico son los silencios que recorren este capítulo. Está el silencio de César Gaviria, que según declaró Joe Toft, exdirector de la DEA en Colombia en ese momento, sabía del contenido de los narcocassettes. ¿Por qué Gaviria no actuó ante esta información? Joe Toft asegura que Gaviria sabía del financiamiento meses antes de que Pastrana le llegara con las cintas. La única explicación que ha dado el presidente Gaviria es llamar al expresidente Pastrana “un loco de atar”. ¿Por qué la inteligencia colombiana no filtró los narcocassettes después de la primera vuelta? Parece que soltarle la bomba a Pastrana dos días antes de la segunda vuelta fue el Pastrana, salve usted la patria de la Inteligencia colombiana.

Aquí vienen las preguntas por los silencios del expresidente Pastrana: ¿por qué no hizo públicos los narcocassettes? Como dice en sus Memorias, tenía a mano los medios de comunicación de su familia TV Hoy y La Prensa. El expresidente se excusa diciendo que no estaba seguro de la autenticidad de las voces en las cintas, pero ¿qué margen de duda le podía caber dada la fuente que se los estaba entregando? Para que la Dijin diera el paso de entregarle los narcocassettes tenía que estar muy segura de su autenticidad. En este momento recordé mi charla con una persona que trabajaba en la campaña del expresidente Pastrana: pesó el favoritismo que tenía Pastrana en las encuestas. Tenía razones para creer que podría ser elegido y su campaña optó por esperar a las elecciones y luego, independientemente del resultado, dar a conocer los narcocassettes, tal como sucedió.

Pero sin duda el silencio más sorprendente fue el que guardó hasta la publicación de este libro el expresidente sobre la prueba reina, la carta de los Rodríguez Orejuela. Más aún, en la forma en la que la presenta en el libro, deja un gran interrogante. Pastrana dice que fue el médico Santiago Rojas quien le entregó la carta de los hermanos. Pero la carta misma, en su segundo párrafo, dice:

En cuanto a su pregunta, le queremos contestar con la sinceridad a la cual nos es posible llegar por el momento.

¿Cuál fue la pregunta de Pastrana? Según el libro, sería la que él le hizo a Santiago Rojas sobre si los Rodríguez Orejuela iban a reaccionar ante las revelaciones del libro de Santiago Medina, pero esta no es la pregunta que responden los hermanos… ¿por qué Pastrana siendo presidente no actuó en consecuencia con la información contenida por esta carta? De nuevo me temo que entraron toda clase de consideraciones políticas antes de cumplir con la obligación jurídica y moral de denunciar de nuevo a Samper, ahora sí con la prueba reina. Los Rodríguez Orejuela no iban a perder un careo con Samper después de firmar esta carta, ¿por qué no lo hizo Pastrana?

  1. Las lecciones del Caguán y la silla vacía

A Andrés Pastrana el país le debe el justo reconocimiento por su audacia y disposición para firmar la paz con las Farc. Cuando se celebraron los diez años del fin del proceso del Caguán, un grupo de académicos elaboró un documento con algunas lecciones para acercarse a la paz. La experiencia del Caguán fue tomada como un fracaso del cual se debería de aprender. Una lectura equivocada a mi parecer, pues no destacan por ninguna parte que el proceso estaba viciado por la agenda doble que tenía las Farc. Es una lástima que en sus Memorias el expresidente Pastrana no le haya respondido el guiño que le hizo Fidel Castro con su libro La paz en Colombia, a todas luces un esfuerzo de Castro por poner en perspectiva el esfuerzo de Pastrana ante el engaño de las Farc. Obviamente Castro, diplomático consumado, no lo pone así, pero es uno de los vectores principales del libro.

En otra memoria, el expresidente nos dice que finalmente conoció la respuesta a la pregunta del millón, por qué Tirofijo no quiso asistir a la inauguración de los diálogos de paz en la zona de distensión y dejó solo a Pastrana acompañado únicamente por una silla vacía. Pero, ¿encontró realmente la respuesta?

El primer cuento de Marulanda fue que había 3 o 4 paramilitares infiltrados en el Caguán que querían asesinarlo. Esto en medio de mil guerrilleros. No se lo creyó nadie y con justa razón Pastrana se lo recriminó: “Usted no me previno para nada y yo incluso asistí con mi hijo Santiago”. El segundo cuento, la respuesta que Pastrana toma por válida, fue la que le contó Tirofijo a Tony López, delegado del Partido Comunista en la embajada de Cuba en esa época. Este es el diálogo entre López y Pastrana:

—Yo siempre he creído que hubo algo extraño, muy distinto a las excusas inverosímiles de inseguridad alegadas por Marulanda —le anoté a Tony.

—Sí, Presidente: él no fue por otras razones.

—Écheme ese cuento, Tony.

—Yo fui con mis compañeros cubanos a hablar con él, a tratar de convencerlo de que asistiera a la instalación de la mesa: “No, yo no voy”, respondía, y repetía el cuento del atentado que tenían listo los paramilitares para matarlo.

“Es imposible que alguien pueda atentar contra usted con la gigantesca fuerza guerrillera que tiene desplegada. Aquí no puede alegar lo de los paramilitares”.

“Bueno, le voy a contar por qué no voy”, accedió por fin Tirofijo.

“Cuénteme”.

“Mire, yo no voy a ir porque el presidente Pastrana es muy carismático y es un gran tipo. Si yo me subo a la tarima él me va a saludar afectuosamente frente a las cámaras de televisión de todo el mundo y eso lo van a ver todas las FARC ”.

“De eso se trata”.

“El presidente Pastrana, por su forma de ser, me va a saludar afectuosamente, muy decente, como es él y, entonces, ¿cuál cree usted que será el mensaje de Andrés Pastrana saludando así a Manuel Marulanda?”.

“Dígame cuál”.

“El mensaje es que se hizo la paz y apenas estamos comenzando los diálogos. Las FARC van a creer que Pastrana y Tirofijo ya tienen un arreglo desde el comienzo y eso a mí me perjudica”.

El embajador López le aseguró en vano que estaba profundamente equivocado.

“Compañero, los guerrilleros me van a ver saludándome afectuosamente con el presidente y van a comentar entre ellos que los traicioné desde el comienzo de los diálogos. Ese es el mensaje que van a entender los guerrilleros: ‘Tirofijo se entregó a Pastrana’, van a decir”.

A renglón seguido, el expresidente dice que vista desde la lógica de Tirofijo, esta argumentación tenía razón. Difiero del expresidente. En su libro Doctor: algunas tendencias de la cultura colombiana, del letrado al gamín y el colono, el psicoanalista José Gutiérrez desnuda el poder de la palabra en la historia social de Colombia. En un país con alta tasa de analfabetismo el que publicaba un libro era rey. De ahí que la gramática se volviera una cuestión de estatus en nuestro país. El otro lado de la moneda era la indefensión de las personas poco educadas a la hora de pedir justicia, por ejemplo. Al ser incapaces de verbalizar su caso se quedaban impotentes ante la injusticia. Recordemos que hoy, en pleno siglo XXI, aún hay mecanógrafos ganándose la vida en el centro de Bogotá redactando cartas para personas que no saben escribir o no tienen máquina de escribir siquiera, o niños de la calle que saben leer a quienes los que no saben les pagan la boleta del cine para que les lean los subtítulos de las películas.

El libro y posterior película El lector, de Bernhard Schlink, nos dio un retrato muy elaborado de esta indefensión. Luego, la película El discurso del rey nos mostró lo que podía hacer el pánico escénico ante la incapacidad para hablar bien. Otro argumento a favor de que a Tirofijo le pudo más el pánico escénico y el exceso de cancha de Pastrana para no presentarse a la mesa del Caguán lo da el mismo expresidente:

En el transcurso de mi encuentro como presidente electo con Tirofijo, él, lo mismo que yo, dio su palabra de asistir a la instalación de los diálogos de paz, aunque siempre tuvimos dudas de que cumpliera.

“Si en la instalación de la mesa va a hacer presencia, ese día yo también hago presencia, y dejamos las mesas instaladas”, me prometió Marulanda la primera vez que lo vi.

Tras múltiples deliberaciones, Víctor G. Ricardo impuso su propuesta de celebrar un acto enorme para la firma del inicio de los diálogos, pero yo pensaba lo contrario: “Lo importante es que Tirofijo y yo firmemos un papel en el que quede constancia de que acaban de comenzar los diálogos entre el gobierno colombiano y las FARC. Eso debe ser todo, nada más”.

No obstante, Víctor G. consideró que la realización de un acto solemne y concurrido para la firma sería obligante para la guerrilla, así como una postura de transparencia en nuestro proceder frente a la opinión pública. Aún así, en las vísperas del evento continuaba dándole mis razones.

—Usted debe entender que Marulanda es rudimentario, medio analfabeto y consciente de que habla muy mal para hacerlo en público. Si yo me preocupo y me pongo nervioso con la idea de presidir ese evento frente a doscientos periodistas de todos los continentes, el cuerpo diplomático y delegados de decenas de gobiernos y organizaciones del mundo entero ¿cómo será Tirofijo, un tipo que ha pasado la vida escondido en el monte?

Recuerdo cuando alguna vez alguien preguntó en una reunión si había cigarrillos. El propio Tirofijo fue a buscar una cajetilla, al regresar la puso sobre la mesa con una caja de fósforos y exclamó complacido:

—Desde que haiga Marlboro aquí no hay problema.

El diagnóstico de Pastrana es muy acertado: Marulanda era rudimentario, medio analfabeto y consciente de que hablaba muy mal para hacerlo en público. Esto bien pudo ser lo que pesó más para no presentarse a la mesa, más allá de conspiraciones o mensajes a las miembros de las Farc, una organización en la que bastaba algo como “estamos negociando, no nos hemos entregado” de su parte para que nadie pensara lo contrario.

Lo que sí es de admirar en Marulanda es que a pesar de esos vacíos de formación fue capaz de liderar a las Farc durante tanto tiempo y llegar a convertirla en un movimiento de 20.000 guerrilleros que lograron hacer sentir débil al establecimiento antes de empezar los diálogos del Caguán. Y lo que el país debe agradecerle es que respetó en todo momento la integridad del expresidente Pastrana, quien dos veces tuvo el coraje indescriptible de encontrarse a solas con Marulanda rodeado de mil guerrilleros y sin ningún tipo de escolta. Si bien las Farc empezó los diálogos del Caguán con la idea de rearmarse y pararse de la mesa con buena imagen, no llegó al límite de secuestrar al presidente de la República. Queda como ejercicio imaginarse qué hubiera sucedido en la historia de Colombia de haber sido así.

Otro dato que traen las Memorias es que la idea original de la zona de distensión fue del presidente Santos. Pero antes vale compartir una anécdota reveladora del libro de Pastrana:

Ese mismo día, después del almuerzo, el doctor Santiago Rojas, buen amigo que me acompañaba en calidad de médico personal en esa ocasión, se puso de pie y se dirigió a la cúpula de las FARC.

—Señores, les voy a hacer magia —y sacó una baraja.

—¿Magia? —preguntó el guajiro Milton de Jesús Toncel Redondo, alias “Joaquín Gómez”.

—A ver, agarre una carta, yo me volteo para no verla pero usted se la muestra a los demás para que ellos sí sepan cuál es —le contestó al guerrillero incorporándolo al juego.

—Ya —respondió Joaquín Gómez tan pronto como sacó el as de corazones.

—Muy bien, vuelva a meter la carta en la baraja sin que yo vea.

—Ya —mintió el guerrillero, pues lo que hizo fue esconderla en un bolsillo.

—Muy bien —exclamó Santiago sin haber visto la carta ni saber qué había hecho Joaquín con ella—. Ahora, voy a adivinar cuál fue la que escogió.

Escarbó la baraja y no la encontró.

—Usted no la ha puesto. Métala sin que yo vea y le adivino cuál es.

—Ya la metí —volvió a mentir Joaquín Gómez.

—¿Está seguro de que la metió aquí? —preguntó Santiago luego de revisar de nuevo la baraja, carta por carta.

—Sí, seguro que la metí.

—¡Usted la tiene guardada y no me la devolvió! —protestó el médico.

Los guerrilleros que estaban a la mesa rieron a carcajadas y se acabó el juego.

Más tarde, Santiago me buscó:

—Presidente, la mentalidad de estos tipos es la mentalidad de la trampa.

La mentalidad de la trampa y del vivo colombiano. De la misma manera que el presidente Santos nos quiso cambiar la Operación Conejo por la Operación Jaque. Siguiendo la anécdota de Rojas, el mago de Santos debe tener varias cartas guardadas ante las Farc, como las tuvo con el expresidente Uribe. Pero aparte de estas formas de negociar y vivir la vida, lo que el libro de Pastrana también nos muestra es que la decisión de las Farc de hacer el tránsito de grupo guerrillero a partido político parece tener todo el apoyo interno del Secretariado. ¿Cómo se deduce esto? Porque Marulanda, Reyes y Cano eran la línea dura de las Farc, la que se oponía a negociar fuera de Colombia o insistía en luchar hasta tomarse el poder. El círculo se cierra luego de la publicación de La paz en Colombia de Fidel Castro: no es improbable que los Castro hayan autorizado los diálogos en La Habana siempre y cuando la intención de las Farc sea real y no estén jugando a guardar cartas en el bolsillo.

Siempre me intrigó que las Farc mencionaran los pollos y gallinas que fallecieron con los ataques a las repúblicas independientes, esos bombardeos que sembraron la semilla de las Farc. En el fondo, quizás Marulanda no quería más que seguir siendo un campesino y toda la reivindicación de la necesidad de la reforma agraria por parte de las Farc no es más que hacer el valer el derecho de los campesinos colombianos a cultivar su tierra en paz, sin que los maten a ellos ni a sus animalitos. Ya sin Marulanda, las Farc puede asumir un discurso más urbano y moderno si se quiere, propugnando por la socialdemocracia como hace ahora. La gran pregunta es si el país está preparado para ello.

Quedan más temas por tratar a partir de las Memorias olvidadas y probablemente habrá que esperar a una segunda edición para que el expresidente Pastrana nos cuente por qué es tan crítico con el actual proceso de paz, que es en gran parte heredero de la experiencia del Caguán.

De oligopolios y otros excesos

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

15 dAmerica/Bogota Diciembre dAmerica/Bogota 2013 15:02 COT

Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar

La trampa en la que cayó el alcalde mayor Gustavo Petro es un capítulo más en la historia infame del poder de los oligopolios en Colombia. De ingrata recordación es la imagen del entonces director del Grupo Santo Domingo, Augusto López, presidiendo desde la tribuna, cual emperador Augusto, la sesión del Congreso en la que se acordó establecer el impuesto de la cerveza sobre el valor de la producción y no del consumo. El ataque del que fue víctima el ministro de Hacienda en ese momento, Rudolf Hommes, fue despiadado. Su pecado fue señalar que la evasión de impuestos del sector cervecero (un eufemismo para referirse al monopolio del Grupo Santo Domingo) podría rondar el 30%. Hommes recibió una paliza mediática y en el Congreso que ningún otro funcionario público ha recibido hasta hoy en día. De pronto, como van las cosas, el alcalde Petro podría superarlo.

De manera un tanto cándida se preguntaba Luis Carlos Sarmiento si los cacaos tienen tanto poder como se les atribuye. Es tan caótica la situación colombiana que si hubiera un deus ex machina se notaría dicho poder. Pero es que la gracia del poder de los cacaos está precisamente en sustentar, sostener y fomentar ese caos.

¿Cómo lo hacen? Manteniendo el sistema político colombiano atomizado, el clásico divide y reinarás de Maquiavelo. Mientras no haya partidos políticos fuertes en Colombia, no existe la más remota posibilidad de que algún valiente funcionario público actúe (o siquiera se pronuncie) contra los oligopolios o monopolios en el país. ¿Qué puede hacer el ministro Hommes contra el Grupo Santo Domingo? ¿Obligarlo a pagar el impuesto sobre el consumo y no la producción? ¿Facilitar las condiciones para prohibir el monopolio (como se hace en la principal potencia capitalista, EUA) o promover la competencia? Lo intentó y sabemos cómo le fue.

¿O qué puede hacer el alcalde Petro contra el oligopolio de las basuras? ¿cómo le fue con el del transporte? Ya Emilio Tapia se encargó de explicar cómo se orquestó la sanción del procurador general Ordóñez contra el alcalde. Petro cometió el acto suicida para cualquier funcionario público colombiano: desafiar a los oligopolios. Sin una estructura partidista sólida que lo respalde, es un acto kamikaze. Lo peor es que a pesar de haber sido advertido por Tapia, fue a la guerra sin prepararse bien ante la trampa que lo esperaba. El oligopolio logró crear el caos de las basuras de hace un año y Petro dio papaya cometiendo varios errores administrativos.

Lo que podría marcar un giro estructural en este caso es la lucha de titanes que se avecina. Como ya lo han señalado varios constitucionalistas, dado el fuero especial del que goza el Alcalde Mayor de Bogotá, el Procurador no debió destituir directamente al alcalde Petro sino presentarle una solicitud en este sentido al Presidente de la República. Independientemente de la desproporción del fallo del Procurador, lo que es claro es que se arrogó poderes presidenciales. ¿Será sancionado por la Fiscalía General por prevaricato? El plato está servido.

De hecho, la sanción de la Fiscalía sería lo mejor que le podría suceder a Santos: así no tiene que mojarse en esta pelea Ordóñez-Petro, pues el fallo del Procurador sería improcedente. Si el fallo se sostiene jurídicamente, por ley tiene que actuar y conociendo el solipsismo del Presidente, tendrá que buscar una solución salomónica entre las partes: reconocer que hubo fallos de gestión de parte del alcalde pero que la sanción del Procurador es desproporcionada y, más aún, vulnera sus derechos como ciudadano al decretarle la muerte política. Pesa también que su ministro de Justicia ya se pronunció ante la necesidad de limitar los poderes del Procurador. Hay que añadir la presión de la Comunidad Internacional que está atenta a la sanción final, pues debe quedar la sensación de que se obró en justicia y no políticamente, es decir, que a Petro se le sanciona por una falla administrativa y no por su afiliación o pasado político. De cara al proceso de paz en La Habana es fundamental que el fallo sea sin mácula: lo contrario sería avalar la crítica de la falta de condiciones para ejercer la oposición política en Colombia.

Mientras tanto, los cacaos disfrutan del choque de gladiadores, siempre y cuando no desestabilice mucho el ambiente saludable para los negocios. Si hay algo positivo del horror y malestar que sienten los bogotanos por el Carrusel de la Contratación y uno de sus coletazos, el negociado del oligopolio de las basuras, es que esta situación debe cambiar por el bien de todos: no se puede seguir saqueando el patrimonio de la ciudad porque afecta directamente la calidad de vida de cada ciudadano.

Destituir por errores administrativos al hombre que se enfrentó al oligopolio es darle la señal a la sociedad de que lo que paga y vale en Colombia es usufructuar impunemente el patrimonio nacional. Esto solo se sabrá con el desenlace del juicio a Petro. En todo caso, como se siguen planteando las elecciones de cara al 2014, no habrá ni un solo grupo político que sea capaz de enfrentarse a los monopolios o los saqueadores del país. Así nos va.

Tanja Nijmeijer: vivita y negociando

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

19 dAmerica/Bogota Octubre dAmerica/Bogota 2012 10:49 COT

Y de ñapa, Tanja como portavoz de las Farc en los diálogos: hay costumbres que nunca se pierden. ¿Por qué ella y por qué ahora? Del seguimiento que equinoXio ha venido haciendo sobre Tanja en las Farc se desprende que el bumerán que la lanzó a la fama ya viene de regreso.

Todo empezó con la publicación de fragmentos de su diario por la revista Semana en septiembre de 2007. Fragmentos citados fuera de contexto que contribuyeron a dar la impresión de que Tanja se encontraba en contra de su voluntad en las Farc, que prácticamente era una rehén más. Se especuló incluso con que Tanja iba a ser sancionada por crímenes de guerra. Por fortuna para ella, las Farc interpretaron que la publicación de los diarios era un elemento más de la guerra mediática y no le dieron mayor credibilidad. Muy probablemente también contó a favor de Tanja su compromiso con las Farc, sus actos que demuestran diariamente que está involucrada con la causa, hechos que un diario manipulado no puede desmentir.

La cota más alta de popularidad de Tanja se dio con la emisión del documental Más cerca de Tanja y el libro Tanja, una holandesa en las Farc (ambos reseñados en equinoXio). El momentum mediático fue considerable y se sabe que el ministerio de Relaciones Exteriores holandés llegó a presionar al colombiano para que trataran de no dar de baja a Tanja en los combates o ataques a las Farc. Lo que para los holandeses era una señal del avance en la carrera de Tanja en las Farc, no era más que su uso como escudo humano por parte del Mono Jojoy: ella hacía parte de su anillo de seguridad más cercano.

Que el bumerán había alcanzado su punto máximo lo determinó la publicación de Out of Captivity (2009), la memoria de los tres consultores estadounidenses secuestrados por las Farc. En ella relatan que conocieron a Tanja y que ella demostró gran placer al decirles que si se portaban mal podrían ejecutarlos. A partir de este momento se empezó a cuestionar la imagen que se tenía de Tanja y se disminuyó la presión sobre el ejército colombiano para protegerla. Así fue como el ejército finalmente decidió bombardear el campamento de Jojoy un año después y correr el riesgo de que Tanja fuese víctima colateral del ataque, pero sobrevivió y se ganó la orden de captura internacional por su participación en el secuestro de los tres gringos.

Las Farc decidió contrarrestar el impulso mediático con la entrevista que le permitió hacer a Jorge Enrique Botero. En ella Tanja se mostró orgullosa de ser una guerrillera más, de estar comprometida con el cambio social en Colombia y advertía que cualquiera que fuera a rescatarla sería recibido con AK-47 y morteros. Se refirió también a la manipulación de sus diarios y cuestionó la credibilidad y responsabilidad de los medios al informar sobre el conflicto. La confesión que terminó por romper la imagen de víctima que los medios le habían forjado fue su participación en actos terroristas para ganar la aprobación de las Farc, actos que le costaron la vida a varias personas civiles.

A partir de esta entrevista, el ministerio de Relaciones Exteriores holandés declaró que Tanja quedaba a su suerte y que no podía hacer nada más por ella aparte de brindarle sus servicios consulares cuando los solicitase.

Las Farc ha encontrado en los Díalogos 2012 la oportunidad para recoger los frutos de la imagen mediática de Tanja: de viva voz puede desmentir que está siendo obligada o retenida por las Farc, que por el contrario comparte sus ideales revolucionarios y la necesidad de la lucha de las Farc para Colombia. Que lo que se dijo de ella no es más que una demostración de la mala imagen que los medios difunden malintencionadamente sobre las Farc para retratarlas como el villano de la historia. Lo dice además una mujer joven (34), educada a nivel universitario, políglota y europea, una portavoz ideal para tratar de recuperar la imagen de las Farc entre la comunidad internacional. El bumerán lanzado en 2007 ya está de regreso a máxima velocidad.

El cambio en los medios también se empieza a notar ya. La académica Beatrice de Graaf acaba de publicar Mujeres peligrosas, libro en el que analiza el papel de las mujeres en la guerra y el terrorismo: clasifica a Tanja como una de las mujeres más peligrosas del mundo y aboga desde ya por romper del todo la imagen idealizada que se tiene sobre Tanja y las Farc.

Probablemente esta semana veremos el debut de Tanja como portavoz. ¿Qué tan bien preparada está para la tarea? Como abrebocas la semana pasada nos sorprendió con sus declaraciones radiales en las que decía: "Si el Gobierno y las Farc lo quieren, la paz se puede firmar en un día", en franca contradicción con las declaraciones de Iván Márquez en la apertura de los diálogos en Oslo, en la que advertía que las Farc no buscan una paz exprés. No será una tarea fácil sintonizar la imagen idealizada que tiene Tanja de las Farc con el mensaje propio de una negociación. Quizás las Farc reduzcan su radio de acción a contar su experiencia en las Farc, apostarle a ella para la renovación de su imagen en el exterior, demostrar cómo los medios no han sido actores inocentes o imparciales en el conflicto e invitar a nuevos simpatizantes a apoyar la causa. Veremos.

Reflexiones sobre las lecciones del Caguán

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

18 dAmerica/Bogota Febrero dAmerica/Bogota 2012 7:00 COT

Después de leer el documento A los diez años del Caguán: algunas lecciones para acercarse a la paz, me di a la tarea de escribir mis propias reflexiones sobre la experiencia del Caguán, que en varios puntos difieren de la lectura de los autores de las lecciones.

Reflexión 1: hay un ganador.

La guerra en Colombia tiene un claro ganador: el statu quo. De la misma manera en que se reconoce que el Estado colombiano no ha podido derrotar a la guerrilla en 60 años, también hay que reconocer que la guerrilla ha fracasado en su objetivo de la toma del poder. Que el ganador de esta guerra es el statu quo lo demuestra el hecho de que nunca, en toda su historia, el Estado colombiano ha tomado alguna decisión política, trascendental o intrascendental, consultando a las guerrillas colombianas. La única vez que la sociedad colombiana ha mostrado su apoyo o simpatía pública a estas ha sido en los escenarios democráticos: la votación masiva que recibió el M-19 para participar en la Asamblea Constituyente o las marchas de dolor e indignación por los magnicidios de Bernardo Jaramillo Ossa y Jaime Pardo Leal de la Unión Patriótica. Nunca en los años de conflicto se ha dado alguna marcha ciudadana a favor de algún grupo guerrillero; al contrario, son históricas las marchas de No más Farc. Que el statu quo esté lejos de ser el ideal para la mayoría de la sociedad civil es bastante claro, pero en la balanza de pesos y contrapesos previa a cualquier diálogo, debe ser claro que esta misma sociedad civil en su conjunto ha rechazado históricamente sus transformaciones mediante el uso de la violencia. Insistir en ella no llevará a ningún lado con la sociedad colombiana, solamente sirve para bloquear los procesos de cambio.

Reflexión 2: transparencia o el complejo de la silla vacía.

La paz no cabe dentro de la combinación de todas las formas de lucha. En su libro La paz en Colombia, Fidel Castro revela que representantes del Secretariado de las Farc en una visita a Cuba le dijeron claramente que el Caguán era un período de tregua para armarse y prepararse mejor para la toma del poder, no para llegar a ningún acuerdo. A la luz de esta revelación, la silla vacía se puede ver como un acto de honestidad de Manuel Marulanda Vélez: las Farc no estaba en el proceso sino en la ejecución de su plan principal. Esta falta de compromiso y transparencia (y, por qué no decirlo, de engaño nacional e internacional) fueron letales para el proceso desde su principio, de hecho, la principal razón del fracaso del proceso. 10 años después, el hecho de que los principales actores internacionales concuerden en llamar terroristas a las Farc debe de ser una lección importante de esa estrategia fallida.

Reflexión 3: escuchar a las protagonistas.

Aprender de los procesos anteriores también pasa por escuchar a los protagonistas del proceso. La ilusión posible, del excanciller Fernández de Soto, y La palabra bajo fuego, del expresidente Pastrana, son dos testimonios valiosos e imprescindibles para evaluar lo que sucedió en el Caguán. A través de ellos se pueden ver todos los esfuerzos y el compromiso del gobierno con el proceso de paz. Desafortunadamente, no tenemos una memoria similar de las Farc, salvo lo que se ha podido aprender por fuentes alternas, como el libro de Fidel Castro, las declaraciones de Tirofijo diciendo que Pastrana los derrotó internacionalmente y, muy en especial, la literatura del secuestro: todos los testimonios de los secuestrados coinciden en señalar que las Farc nunca ha abandonado o cuestionado su objetivo de la toma del poder por la vía armada. ¿Es viable pensar en diálogos cuando esta vía parece ser innegociable para las Farc?

Reflexión 4: paisajes después de la batalla.

Objetivamente, la experiencia de los cuatro procesos de desmovilización exitosos en la historia de Colombia no son un aliciente para el ELN y las Farc. Por el contrario, el panorama político colombiano es más desolador aún: si antes se podía criticar el secular bipartidismo colombiano hoy en día no se puede hablar ya ni siquiera de partidos políticos. La política colombiana actual está más dominada que nunca por el caudillismo y el carisma de candidatos formados por los expertos en (neuro)marketing. Las Farc también tiene su cuota de responsabilidad en este escenario: en la fase pos-Caguán, el país se alineó de manera casi unánime al discurso belicista del expresidente Uribe, que con cotas de aceptación del 80% hizo completamente irrelevantes otras voces políticas: sencillamente no tenían peso alguno ante el respaldo apabullante a Uribe. El país y el Estado están en mora de reglamentar la ley de partidos, en establecer criterios de responsabilidad política y mecanismos de control y ejecución de sus programas políticos: no es posible que siga primando la perversa mentalidad de que todos los programas políticos son promesas de campaña y por lo tanto la sociedad renuncie a la verificación y exigencia de resultados de sus gobernantes. Peor aún, el diagnóstico más dramático de la situación actual lo dio el honorable senador de la República de Colombia Juan Carlos Martínez cuando dijo: "qué voy a ser narcotraficante, nada da más dinero que una alcaldía". El Estado colombiano está carcomido por el cáncer de la corrupción y, por lo tanto, su margen de acción es cada vez menor: ¿a qué se puede comprometer cuando su capacidad performativa está tan debilitada?

Reflexión 5: pensar lo imposible.

Aunque nunca estuvo entre los planes del expresidente Pastrana, la Zona de Distensión nos dejó ver un atisbo de lo que serían las Farc en el poder al entregarles en custodia una región considerable de territorio, así el mismo expresidente explicara en Europa que el Caguán no aportaba ni el 0,001% a la economía nacional. Sin embargo, pensar lo imposible pasa también por considerar la creación de un territorio especial para las Farc, del tamaño del principado de Mónaco o Ciudad del Vaticano: un área de 2 a 4 kilómetros cuadrados, preferiblemente con salida al mar, donde las Farc puedan materializar su forma de ver el mundo. La misma pregunta que nos hacemos por los militares en el escenario del posconflicto se hace más acuciante aún en el caso de las Farc: ¿qué vida les espera en la sociedad colombiana? El país no ha podido superar el trauma del Palacio de Justicia. ¿Cuánto tiempo le tomará aceptar como representantes políticos a los miembros de una de las guerrillas más crueles en la historia de la humanidad? Quizás sea hora de aprender una de las lecciones de convivencia de la sociedad contemporánea: el Living apart together y abrir un espacio territorial para convivir con las Farc.
 

Voto electrónico: la experiencia holandesa

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

21 dAmerica/Bogota Marzo dAmerica/Bogota 2010 8:01 COT

La Registraduría Nacional había dado grandes pasos en el conteo de votos. En las elecciones anteriores acostumbró a los electores a recibir un primer boletín a las pocas horas del cierre de las mesas de votación y a tener contabilizado el 99% a la mañana siguiente. La demora injustificada en las elecciones del pasado 14 de marzo han puesto en cuestionamiento –en boca del mismo Presidente de la República– la confianza en la Registraduría y su capacidad para adelantar las elecciones presidenciales. De nuevo resoplan los vientos de modernización, a pesar de que la Registraduría ha recibido presupuestos enormes para esa tarea, incluyendo la elaboración de cédulas de ciudadanía (US$200 millones) y las elecciones. Una de las soluciones que se plantean de nuevo es la implementación del voto electrónico para agilizar el proceso ante la lentitud de los jueces de votación, que ha sido la defensa del registrador nacional Sánchez.

Introducir el voto electrónico es una tarea compleja, enorme, costosa y, lo que es peor, poco confiable. La experiencia holandesa con el voto electrónico resulta relevante al respecto. Holanda fue de los primeros países en adoptarlo (las bases jurídicas se encuentran ya en 1965), acogió la primera máquina especializada en 1991 (Nedap) a través de la cual se registró el 97,5% de todos los votos en las elecciones de 2006, dando a conocer los resultados prácticamente en tiempo real. La solución ideal, en otras palabras.

Pero expertos en seguridad decidieron examinar las máquinas con rigor y llegaron a la conclusión de que no son confiables. En la parte técnica descubrieron, entre otros aspectos, que los chips de la máquina se pueden alterar en menos de 60 segundos, que un navegador GPS se puede programar para captar la señal de la máquina en un radio de 25 metros, acabando así con el voto secreto (ver video), y que el mismo software puede ser alterado para beneficiar a algún candidato, algo que efectivamente sucedió en la práctica. Estos expertos crearon el sitio en Internet No confiamos en los votocomputadores en los cuales relatan con lujo de detalles los fallos de los Nedap y el proceso de cabildeo político que llevó a que dejaran de ser utilizados en las elecciones desde 2008.


Un receptor a 25 metros puede captar la señal que emite el votocomputador para saber si votó por el partido político CDA (Democristianos)

Ante las denuncias de No confiamos en los votocomputadores el ministro del Interior encargó a dos comisiones el examen del voto electrónico. La primera revisó la parte técnica, la segunda, la confiabilidad del sistema. La primera comisión validó las críticas de los expertos de seguridad, afirmando que el sistema no era confiable por los problemas de seguridad mencionados. La segunda comisión planteó el desafío más relevante y que terminó por decretar el desuso de los votocomputadores: no se puede controlar el resultado, todo lo contrario al voto en papel: al no quedar constancia física del voto electrónico, no se pueden recontar los votos en caso de duda o disputa. Holanda se convierte así, desde 2008, en uno de los países que primero adoptó el voto electrónico y en uno de los que primero lo descartó, junto con Alemania, Reino Unido e Italia: todos estos países están de regreso con el tarjetón electoral.

¿Está perdida la batalla del voto electrónico? Los alcaldes holandeses solicitaron que por favor se vuelvan a utilizar los votocomputadores: el trabajo de conteo es supremamente dispendioso y consume demasiado tiempo de su personal. La empresa productora de Nedap dice que ahora pueden imprimir el voto (con código de barras incluido) para que a su vez sea contado por otra máquina. Al final se cotejan los resultados para validarlos. Pero de momento, el Ministerio del Interior no quiere saber nada del voto electrónico. Aún así, Nedap sigue haciendo mejoras y cabildeo para reintroducir sus máquinas. La raíz del problema se llama entonces confianza y el desafío para Nedap es lograr el cien por ciento de confiabilidad en su sistema: toda una empresa utópica.

Recursos relacionados

Electronic Voting in the Netherlands: From Early Adoption to Early Abolishment, de Bert Jacobs y Wolter Pieters
Pruebas de confianza del Nedap (video completo, 150Mb)
Nedap, página oficial
No confiamos en los votocomputadores (página oficial)
 

La Registraduría Nacional de Colombia puede hacer seguimiento gratuito a los progresos de Nedap y ahorrarse los costosos estudios de consultoría al respecto. Pero más importante aún será el trabajo de la Contraloría al investigar por qué se dio este retroceso tan desastroso en las pasadas elecciones comparadas con las anteriores. El empresario Álvaro Navas ya ha hecho un primer análisis convincente del problema: de nuevo, son esos viejos malos hábitos administrativos los que nos demuestran por qué las cosas pueden funcionar pero no funcionan. Urge además celeridad en el trabajo de la Contraloría antes de que el país se embarce en el pastel delicioso de la licitación millonaria del voto electrónico, especialmente cuando el problema de fondo está en otro lado.
 

La metamorfosis

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

15 dAmerica/Bogota Febrero dAmerica/Bogota 2010 0:00 COT

Revista CambioUna de las utopías políticas más famosas (y necesarias) en Colombia es aquella que prodigó el ex presidente Turbay Ayala por allá a finales de los setenta del siglo pasado: "Hay que llevar a la corrupción a sus justas proporciones". La corrupción es un cáncer que mina y daña cualquier posibilidad de buen gobierno. Uno de los ingredientes básicos para alcanzar esta utopía es la existencia de medios críticos, proactivos, investigativos y eficaces, como la revista Cambio. El lector atento puede anticipar ya la conclusión de esta crónica utópica a manera de grafiti: Sin Cambio la corrupción en Colombia no se acabará nunca.

La versión extraoficial se la confirmó María Elvira Samper a Víctor Solano: algunas investigaciones de Cambio les resultan sencillamente incómodas a miembros de las directivas de la Casa Editorial El Tiempo (CEET). La versión oficial no deja de ser menos preocupante:

En el caso de Cambio, el declive mundial de las revistas de actualidad y política derivado de un cambio en los hábitos de los lectores y, como consecuencia de ello, el viraje en las decisiones de inversión de los anunciantes de este tipo de revistas, se ha producido ese ajuste.

Consciente de esas nuevas circunstancias, el nuevo modelo de la revista estará centrado en temas cercanos a sus lectores, tales como viajes, salud, deporte, medio ambiente y noticias nacionales e internacionales tratadas a manera de análisis de especialistas. Fuente.

La sorpresa de María Elvira Samper ante este anuncio debió de ser similar a la que sintió Borges cuando Perón lo nombró inspector de aves y conejos en los mercados públicos: ya no sería la editora general de la revista líder de investigación y análisis de Colombia, sino de un nuevo medio dedicado a los viajes, la salud y el deporte. Luis Fernando Santos logró la metamorfosis kafkiana a su manera: Cambio amaneció convertido en una cucaracha. María Elvira se descuida y le nombra de columnista a Madame Rochy porque el tema de las prepago vende más que el de los falsos positivos, por ejemplo. Era obvio que como a Borges, a María Elvira no le quedaba otro camino aparte del de la renuncia.

Santos también nos anuncia lo que temíamos los seguidores de los medios: el síndrome Analytics, o el uso y abuso de las estadísticas de los sitios de internet para determinar las políticas editoriales. La versión en Internet de El Tiempo tiene al menos cuatro veces más lectores que la edición impresa, según lo dijo alguna vez Enrique Santos. Siendo el portal de noticias más visitado de Colombia, los analistas de mercadeo de El Tiempo tienen acceso al sueño de todo publicista y en tiempo real: ¿qué lee la gente? ¿qué les interesa? ¿en cuáles secciones se puede cobrar más alto por pautar? ¿cuáles secciones hay que cerrar? Esto es lo que oculta la frase final de la partida de defunción citada de Cambio: darle un giro editorial para centrarla "en temas cercanos a sus lectores, tales como viajes, salud, deporte", etc. Una carambola a tres bandas la que da entonces Luis Fernando Santos: se deshace de ese medio incómodo y lo metamorfosea en esa revista basada en la popularidad de los temas según las estadísticas de sus servidores.

Los costos de las políticas editoriales de Luis Fernando Santos los veremos los colombianos a largo plazo, por ambas bandas: la ausencia de un medio crítico como Cambio permitirá que la corrupción se desborde hasta poner en peligro (aún más) el tesoro público y los colombianos estaremos cada vez más expuestos al modelo exitoso de los noticieros (violencia, fútbol y tetas). Iremos a toda velocidad por la superautopista del empobrecimiento de la crítica y la cultura. A este paso, los únicos bastiones que nos quedan de periodismo crítico independiente son Daniel Coronell, Un pasquin y La Silla Vacía. Hasta que algún poderoso los encuentre incómodos. Quién iba a pensar que hoy iríamos a extrañar la lucidez de Turbay Ayala. Así vamos…

Haití, primeras lecciones diplomáticas

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

20 dAmerica/Bogota Enero dAmerica/Bogota 2010 9:24 COT

Según George Samuel Antoine, cónsul de Haití en São Paulo, las causas del terremoto en su país son bastante claras: “todo lugar donde haya africanos está jodido […] Esta fue una desgracia por tanto adorar a Macumba”, concluyó el diplomático. ¿Cómo explicará que sea el hijo de un africano el que está liderando los esfuerzos por ayudar a Haití? ¿No estará subestimando el poder de Macumba?

El señor Antoine lleva 35 años como cónsul en São Paulo. Valdría la pena preguntarle si no es precisamente la mentalidad de la clase dirigente a la que él pertenece la que le ha hecho más daño a Haití que los africanos, sus compatriotas que desdeña. Las declaraciones de Antoine son esenciales para saber qué caminos escoger para la reconstrucción de Haití: es el momento de desprenderse de ese tipo de dirigentes.

Lección diplomática la que da también Hugo Chávez con su llamado a boicotear la ayuda humanitaria estadounidense y su elocuente silencio también por el despliegue de poder gringo: en dos días puede ubicar a 10.000 soldados en Haití. De manera inexplicable Chávez no ha afirmado que esta invasión no podría haber sido posible sin las bases en Colombia y las Antillas holandesas. Una diferencia grande su matoneo con el gesto solidario de Cuba de abrir el espacio aéreo a los gringos para que puedan facilitar la llegada de recursos de EUA a Haití.

American Airlines está ofreciendo vuelos gratis a todos los médicos y enfermeros que quieran ir a ayudar a Haití: un misterio saber por qué creen el presidente Uribe y Valencia Cossio que su presencia puede ayudar más que dos médicos o bomberos que viajen en su lugar. Sale mucho más barato que Uribe coordine la misión humanitaria desde la Casa de Nari que desde Haití utilizando teléfono satelital.

¿Qué otras lecciones diplomáticas vamos aprendiendo?

Hugo Chávez, versión holandesa

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

4 dAmerica/Bogota Enero dAmerica/Bogota 2010 13:30 COT

Aló, ¿Presidente?

La política exterior venezolana no es muy difícil de comprender. De hecho, cualquiera que haya visto una telenovela venezolana puede descifrarla fácilmente: en esta serie gira sobre el machito que se toma unos tragos y le encanta irse a buscar furrusca a las fincas de los vecinos o sacar el revólver y ponerlo sobre la mesa, supremamente amable con las mujeres (todo un poeta), cuando se llama amigo de alguien es “hermandad o muerte” y le encanta pagar la cuenta por todos con su billetera llena de petrodólares. Álvaro Uribe conoce mejor que nadie a este gallito fino.

Pero en Holanda las telenovelas venezolanas casi no tienen acogida. Las declaraciones de Chávez siempre son tomadas con tono pintoresco. Los analistas más serios tratan de comprender qué es lo que sucede en Venezuela, y resaltan la polarización interna y externa del fenómeno Chávez preguntándose: ¿revolucionario o charlatán? Ahora que en las dos últimas semanas de 2009 Chávez acusó a Holanda de estar cooperando con los EUA para facilitar la invasión de Venezuela desde los aeropuertos civiles de las Antillas holandesas, la reacción ha sido de calma y expectación. Calma para analizar las declaraciones de Chávez, y expectación, por ver cómo se desenvuelve este nuevo episodio de la telenovela chavista.

En general, todos los medios han dado énfasis a las declaraciones del canciller Maxime Verhagen: “Son acusaciones sin fundamento, falsas y elaboradas de la nada”. Pero el canciller no se quedó ahí: llamó a consultas al embajador venezolano en Holanda para que elabore las acusaciones de Chávez. Después de la primera ronda de diálogo, el embajador se comprometió a ir a Caracas para aclarar mejor la situación y llegar bien informado. El canciller lo convocó a una segunda reunión la próxima semana donde le repetirá de nuevo la posición holandesa: el uso de los aeropuertos civiles por parte del ejército estaodunidense está restringido exclusivamente a la lucha antinarcóticos.

Las únicas voces que le han dado (cierta) credibilidad a las declaraciones de Chávez son el Partido Socialista (SP, por sus siglas en neerlandés) y el Círculo Bolivariano de Holanda. Harry van Bommel, miembro del Parlamento por el SP ha convocado al Canciller para que dé explicaciones sobre las denuncias de Chávez. Ya en 1999 el SP votó en contra del acuerdo con los EUA precisamente para evitar este tipo de situaciones. Lo curioso es que Van Bommel no menciona en absoluto la amenaza de una invasión estadounidense: para él lo importante es aclarar que los aeropuertos civiles no estén siendo utilizados para causar una provocación que pueda escalar la tensión entre Colombia y Venezuela. Los seguidores de Chávez, por supuesto, no tienen duda alguna sobre la veracidad de sus palabras y han emitido declaraciones de solidaridad a favor.

¿Qué escenarios esboza Chávez con sus declaraciones? Primero, dificultar o bloquear la renovación del acuerdo sobre el uso de los aeropuertos por parte del ejército gringo en las Antillas que vence este mes; Segundo, recopilar evidencia para fortalecer su política contra el Imperio y empezar a caminar por el filo de los países que no cooperan en la lucha contra el narcotráfico; y, tercero, el escenario más temido y que nadie ha mencionado hasta ahora, la nacionalización de las inversiones neerlandesas en Venezuela, empezando por Shell, que el año pasado firmó un contrato por un millardo de dólares para la construcción de un oleoducto, sin contar la larga tradición que tiene la empresa en Venezuela (desde 1914). Chávez utilizó el incidente con el rey Juan Carlos para agilizar la venta de las propiedades del Grupo Santander en Venezuela. Unilever, C&A y Philips también tienen intereses importantes en Chavolandia. Si Holanda renueva el acuerdo sobre las instalaciones en las Antillas, ¿utilizará Chávez esta herramienta para nacionalizar los activos neerlandeses y darle la razón a los analistas que alertaron que esto podría suceder? Difíciles de prever las consecuencias de esta acción para Chávez si llega a ejecutarla.

El embajador de Venezuela probablemente llegará con un discurso similar al que sostiene la abogada Eva Golinger (la novia de Venezuela como la llama Chávez): básicamente, que la lucha contra el narcotráfico es la fachada tras la cual se oculta la avanzada militar estadounidense (espionaje incluido) contra Venezuela: los sobrevuelos que han violado el espacio aéreo venezolano así lo demuestran…

Que los EUA utilicen la información recogida en la lucha contra el narcotráfico para hacer inteligencia contra el ejército venezolano no sería ninguna sorpresa: de hecho, es prácticamente inevitable. La pregunta para Hugo Chávez es si no es mejor cambiar de libreto, irse por uno de inspiración brasilera como el que está ejecutando Lulla da Silva, sin tanto ruido, trayendo cambios reales en la calidad de vida de su país y ahorrándose antipatías con declaraciones irresponsables (pero entonces no sería Hugo Chávez…). El embajador de Venezuela tiene su segunda cita en los próximos días con el canciller holandés. De la solidez de sus pruebas dependerán los argumentos para no renovar el acuerdo con EUA y parte de la credibilidad del SP. ¿Con cuáles pruebas irá a aparecer? Y si se renueva el acuerdo, ¿cuál será la movida de Chávez? ¿habrá mechoneo Chávez-Verhagen? ¿le espetará la reina Beatriz el majestuoso por qué no te callas? ¿responderá Hugo con su ya famoso se les advirtió? No se pierdan el siguiente capítulo de esta chavonovela.

De papayazos y apagones, o tiempo de cambiar (3)

Crónicas Utópicas > Estancias
Por: Daniel Ramos

20 dAmerica/Bogota Noviembre dAmerica/Bogota 2009 8:00 COT

I.

La política en el siglo XXI parece que está cada vez más marcada por el accountability, el deber de responsabilidad que tiene un gobierno ante sus gobernados. Esta es una tendencia que trazan tanto los medios masivos de comunicación como los nuevos medios en la Red (la blogosfera, el periodismo ciudadano, Twitter, etc.): cualquier persona puede elevar su voz y pedirle a los gobernantes que respondan por sus (in)acciones. Ni siquiera el gobierno cubano puede escapar a este proceso, como lo demuestra Yoani Sánchez y su blog Generación Y. Una lectura general y desprevenida del blog de Yoani refleja que ella no hace más que ejercer su derecho de preguntarle al gobierno cubano que responda por su trabajo: tenemos problemas de abastecimiento, no hay energía (“tengo que subir y bajar por las escaleras a mi apartamento porque no hay luz”), es muy costoso y restringido el acceso a Internet, no puedo salir de Cuba cuando yo quiera, no puedo participar en ciertos eventos en la Isla, el gobierno está infiltrando mi correo electrónico, los productos estadounidenses nos están invadiendo, etc. Sencillamente le está diciendo al gobierno cubano que no está haciendo bien su trabajo, un derecho que debe tener (y poder ejercer) cualquier ciudadano. O mejoran o cambiamos.
 
Yoani Sánchez, imagen tomada de cadal.org
El gobierno cubano se escuda bien sea ignorándola, llamándola oportunista o agente del imperio. Que Yoani ha sido convertida ahora en una ficha más de la guerra mediática es indudable. Y que este episodio lo está perdiendo el gobierno cubano (y por paliza), también. Que Obama le responda el cuestionario con las 7 preguntas que le envió es un acto de legitimación de la voz de Yoani contundente y la reacción totalmente indiferente del gobierno y la prensa oficial cubana, también: ni Granma ni Cuba Debate han informado en absoluto sobre esta jugada magistral de Obama. Les envió el mensaje de cambio con Moratinos y se los repite con Yoani. Les soltó además un dardo genial:
 
El gobierno y el pueblo estadounidense nos unimos a todos ustedes en anticipación del día que todos los cubanos puedan expresarse libre y públicamente sin miedo ni represalias.
 
Papaya servida, papaya comida. Como papayazo también el que les sirvió a los Castro la ONG Public Campaign y su informe sobre el dinero que invierten los anticastristas para que los senadores demócratas no aflojen el embargo y cómo lo están logrando: ¿qué tan libre puede expresarse el presidente Obama?
 
La iniciativa de Yoani deja al descubierto el desdén del gobierno cubano tanto por las voces jóvenes de su pueblo como su apatía total a la crítica. Como la misma Yoani lo ha expresado varias veces, es un régimen que se niega a concederle la mayoría de edad a sus gobernados. El ex canciller Pérez Roque fue destituido por su amor al poder, cuando en realidad no hizo más que burlarse de los que llamó “dinosaurios del poder”, refiriéndose a Raúl Castro y su corte. Le costó la cabeza y Cuba se quedó sin uno de sus jóvenes talentos capaces de continuar la revolución pero con los ajustes necesarios. Que son dinosaurios para el siglo XXI lo demuestra la forma en que están llevando el desafío impuesto por Yoani, una ciudadana que no está haciendo nada más que ejercer sus derechos civiles y ellos ocultos tras una cortina de hierro que muestra su inhabilidad para la política en el siglo XXI.
 

II.

Con su reflexión La revolución bolivariana y la paz, Fidel Castro dio una lección magistral de cómo se debe tratar a Hugo Chávez. Una lectura general y desprevenida (como la que se hizo con el blog de Yoani) diría que Castro está sencillamente devolviéndole favores a Chávez, cuando no delirando: decir que “los paramilitares de Colombia constituyen hoy la primera tropa de choque del imperialismo para combatir la Revolución Bolivariana” no deja más que un gran signo de interrogación (o en lenguaje de Twitter: #WTF?) sobre quién lo está asesorando en política regional. Pero la alabanza de Castro tuvo el efecto deseado: de inmediato Hugo “destacó la trascendencia de la reflexión del compañero Fidel”. La reflexión de Fidel es un llamado a la cordura a Hugo: son naciones hermanas, “se engañan los que creen que dividiendo a colombianos y venezolanos tendrán éxito en sus planes contrarrevolucionarios”. Lo invita a la hermandad, no a polarizar la situación. Todo un zorro político. Los colombianos podemos respirar tranquilos por un tiempo: mientras viva Fidel, Chávez no iniciará la guerra. Es tiempo de cambiar también para quien escribe los discursos de la Cancillería y la Presidencia colombianas: métanle un par de alabanzas al “venerable presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela” y a su “carácter vehemente con el que defiende sus ideas” y lograremos que se embobe y caiga ebrio con su propia imagen. Hasta de pronto en un "Aló, Presidente" destaca la trascendencia del discurso de Uribe.
 

III.

Otro elemento absurdo e inesperado en pleno siglo XXI para medirles el aceite y su accountability a los gobiernos latinoamericanos es el apagón. Accountability le pidieron los brasileños al Gobierno –empezando por la Fiscalía y terminando por la comunidad internacional con miras al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016– por el apagón del 10 de noviembre pasado: ¿cómo así que apagón a estas alturas? Accountability le piden los venezolanos a Hugo Chávez por los problemas de abastecimiento, los racionamientos de agua y energía, apagones incluidos. El modelo de Chávez está mostrando sus debilidades y la ciudadanía está en todo el derecho de reclamarle que un país rico como Venezuela no puede estar pasando por esas hoy en día. Accountability la que pide Yoani con el racionamiento general de todo en Cuba (apagón incluido) y accountability la que pedimos los colombianos con el apagón a que nos está llevando la seguridad democrática de Uribe y sus reformas alegres de los articulitos de la Constitución o el más reciente en el Congreso con la corruptela de Agro Ingreso Seguro: se les apagaron las luces a muchos senadores. ¿Bajo cuál gobierno prefieren vivir ustedes ciudadanos?

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