Mujer y naturaleza
Especial Día Internacional de la Mujer 2007Por Germán A. Quimbayo
jueves 8 de marzo de 2007 0:01 COT
Gracias a la vida me ha tocado casi de forma estricta la popular regla que predica sabiamente “… por un hombre hay siete mujeres…”. Sin embargo no sólo he tenido la compañía de mujeres como mi madre, mi hermana, el amor de mi vida, mis abuelas (ya fallecidas), tías, amigas, amantes, compañeras… sino de otras mujeres las cuales determinan mi posición frente a la vida; la música y la naturaleza. La primera más en torno a un placer personal que me ha permitido adoptar una actitud y postura (incluso política) frente a la vida. La segunda mujer que menciono se encarna en la madre Gaia. Sí, esa hermosa mujer reivindicada por James Lovelock en tiempos románticos pero a su vez agitados como fueron los años 60 de fines de siglo XX.
Sí, Gaia, Pacha Mama. Bachué, como se le quiera llamar, es la única razón teosófica, teológica, antroposófica, filosófica y con fundamentos en la cual verdaderamente creo. ¿Quién nos da la vida? ¿Quién determina nuestro entorno e incluso nuestras formas culturales de apropiación hacia ella? Sólo algo (o mejor alguien) como ella nunca nos falla, y al contrario nos da mucho sin que nosotros le demos siquiera las gracias.
La fuerza que ha movido el Planeta entero ha tenido su sello femenino, un sello casi de tipo materno. Por ejemplo la conexión cosmogónica y ancestral hacia la tierra, como la tienen algunos campesinos y pueblos ancestrales por medio de prácticas agrícolas. Es un amor que contrasta con el consumismo y el egoísmo, que han herido casi de muerte a nuestra madre. Estamos creciendo huérfanos de ella, no porque no la tengamos, sino por la forma bastarda en que la ignoramos. Parece que nuestra relación se ha transmutado de un amor puro y diáfano a un vampirismo incestuoso y fraticida.
De otro lado, y sin ánimo de hacer apología a corrientes que para mí son sectarias como algunos sectores extremistas del eco-feminismo, sí es importante reivindicar el sentido y valor de la mujer al interior de nuestras vidas y de la promoción de formas alternativas de vida que permitan la conservación de la misma. Cuando ellas se unen logran grandes movilizaciones. Dentro del movimiento ecologista que posteriormente se ramificó y generó visiones conservacionistas y ambientalistas, fueron las primeras en generar resistencia a procesos humanos que iban en contra de las formas de vida, como por ejemplo, la tensión frente a procesos como el de la Revolución Verde, tan nociva no sólo para la naturaleza silvestre, sino para la naturaleza humana.
Por algo será que la “Biblia del ecologismo” y obra básica para los movimientos ecologistas y ambientalistas de todo el orbe fuese La Primavera Silenciosa (Silent Spring), escrita por una mujer, Rachel Carson.
Es cierto que los hombres a lo largo de la historia no hemos sido los más condescendientes con el ambiente y la vida que nos rodea con nuestra tozudez y falta de sensibilidad. Pero esto no permite generalizar. Gracias a la presencia y esencia femenina de Gaia, hombres como yo han sabido valorar a la vida, respetarla y ante todo amarla.
Un saludo y ¡feliz día, mujeres!
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jueves 8 de marzo de 2007, 10:24 COT
La referencia a Rachel Carson me va a obligar a leer su obra que desconozco. Y la conexión que haces entre mujer y universo, bien argumentada y atractiva.
jueves 8 de marzo de 2007, 23:33 COT
Álvaro:
Gracias por tu honroso comentario. La obra de Rachel Carson es dramática e impactante pero a la vez interesante y escrita con un sentimiento profundo. Te recomiendo que la leas.
Saludos!
sbado 10 de marzo de 2007, 17:16 COT
Hola German:
Gusto en saludarte por esta casa. Acabo de salir del balcón y de hablar con una Mexicana y me encuentro con tus finas letras.
¡Qué bella forma de valorar con objetividad lo que representa la esencia femenina!
¡La madre naturaleza, un enfoque digno de imitar!
Todo un placer esta entrada!
Mi abracito equinoXial desde una tierra fertil y muy virgen de Antioquia!
sbado 10 de marzo de 2007, 21:09 COT
Lully, que bueno tenerte por acá y traer esa sensibilidad femenina que te caracteriza a este escrito. Simplemente escribo lo que siento, pero de forma en que todos y todas puedan entender de la mejor forma posible.
De otro lado Antioquia es una tierra hermosa y que me trae hermosos recuerdos, pero más que virgen, es muy femenina lo que la hace especial. Contrario al sentimiento y referentes machistas que se tienen de la cultura paisa, sin querer ofender a la misma, ni más faltaba.
Un saludo muy especial!
domingo 11 de marzo de 2007, 15:56 COT
Una hermosa referencia a la madre tierra, la que nos viste y alimenta, la que cuida de nosotros, la que hace sentir nuestra presencia en el universo, la que nos permite progresar y mirar a las estrellas, la que nos dios la vida y también nos la puede quitar. Nuestra soberbia nos ha hecho creer autosuficientes, olvidando que sin la madre tierra, no tenemos posibilidad de existir.
domingo 11 de marzo de 2007, 16:46 COT
Marco:
Más hermosa referencia la que acabas de hacer, jeje. Gracias por tu comentario.
Un abrazo
domingo 11 de marzo de 2007, 18:56 COT
Andres tu articulo sobre la mujer en la naturaleza es muy ancestral ya que retoma las creencias de nuestros indigenas los muiscas, pero yo te puedo agregar la diosa sie la cual es la que cumbre todo nuestro mundo de un color blanco y puro. Y un poema para las mujeres es que lo mas bello que puede tener un hombre es una mujer que lo comprenda, lo quiera, le tenga paciencia, lo soporte,etc y lo mas importante que lo ame con todo el corazon ya que hay mujeres que no han aprendido a querer a la persona que tiene al lado solo te puedo decir que las mujeres son como las flores de un jardin lleno de amor nunca se deben de olvidar siempre se tienen que amar. chao
domingo 11 de marzo de 2007, 19:32 COT
Israel, gracias hermano por tus palabras y por ese aporte del gran Sie que se me escapó completamente. Tu lo has dicho, es un privilegio tener una mujer que lo ame sin restricciones y que eso sea recíproco. Y claro son nuestras flores que debemos cuidar en el jardín de la vida.
Un saludo!