Homenaje a Wonder Woman (segunda parte)
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 20 de enero de 2010 0:17 COT
Como ya había mencionado antes, el efecto de las Tierras Infinitas también cobijó a Wonder Woman, su origen se respetó tal cual pero la modernidad de los años setenta demandaba un personaje más comprometido con las causas sociales, algo de hippismo, algo de ultraderechismo nixoniano, ¡algo de yerba (¿por qué no?)!
En fin, que llegados a los setenta Wonder Woman se vio obligada a dividirse en dos heroínas para garantizar la continuidad de la saga y evitar que los cambios sociales mostraran una Wonder Woman contradictoria, entonces cada Diana Prince tendría sus propias convicciones y pensamiento y cada cual por su lado defendiendo el American dream a su manera (algo así como Dos mujeres, un camino pero sin Erik Estrada):
WONDER WOMAN de Tierra 2:
Se preguntarán por qué empezar con ella… pues porque técnicamente es la primera. Esta peleadora de las causas patrióticas termina de ayudar a patear traseros nazis y se integra de lleno en la JSA (Justice Society of America, Sociedad de la Justicia de América [sic]) con todos los héroes catanos, en dichas aventuras no es que haya mucha tela que cortar, es más por romanticismo de época que uno las aprecia que como obras trascendentes del cómic.
En su calidad de Amazona, Diana no envejece al mismo ritmo que sus colegas y durante casi tres décadas lo máximo que le aparecen son unas canitas por ahí. Mientras tanto su historia se nutre de otros personajes como Wonder Girl y Wonder Child (esta última tan intrascendente y cargante que no sobrevivió ni hasta la crisis de las Tierras).
El amor de Diana Prince, el capitán Trevor, sigue dándoselas de machote y la heroína se independiza cada vez de ese ideal de relación sentimental melosa tan difundido por Luisa Lane y Superman y toma una posición más contestataria, es muy extraño que en Tierra 2 se mencione siquiera a Trevor, es como si a partir de los años setenta se lo hubiera tragado la tierra.
Wonder Woman enfrenta pues toda clase de bichos interestelares como era lo usual por allá en las locuras a go-gó de los sesenta y se las tenía que ver con su vida de civil, la misma que la llevaría a involucrarse muchísimo en la realidad estadounidense… quizás más de lo que los medios de la época quisieran que se divulgara, vale aclarar. Eran épocas de guerra fría y espionaje y su vinculación era casi inevitable. Sin embargo sorprende que en esta crisis se haya mantenido a cierta distancia, caso que no cobijó al pobre de Batman a quien lo metían de cabeza en cuanta historia de espías e intrigas internacionales se les ocurría… pero esa es otra historia.
Quizás por esto es que casi en un 50% las aventuras de Wonder Woman se desarrollan en inmediaciones de Isla Paraíso, es algo que tal vez Moulton quiso hacer para refrescar al personaje y alejarla un poco de la crisis de la posguerra. Los villanos por ende son dioses o semidioses asociados al mito griego, con algunas excepciones de reductos nazis o de personajes realmente ridículos. Un ejemplo de ello es el villano llamado Egg Fú, que fue catalogado por la revista Wizard como uno de los cien más ridículos en la historia del cómic, la imagen habla por sí misma:
Como lo comenté en el post de la Crisis, Wonder Woman de Tierra 2 fallece en la cataclísmica lucha contra Antimonitor. De ella queda el recuerdo que dará base argumental a la adaptación de este personaje en la televisión… tema al que llegaré más adelante en la tercera parte de este homenaje, por ahora es el turno de Wonder Woman de Tierra 1.
La consolidación de Wonder Woman de Tierra 1 se dio entrados los sesenta. En esta época de cambio sociocultural muchos cánones se revaluaron y la heroína enfrentó su propia crisis de identidad seguida de fluctuaciones en su atuendo y poderes.
En este momento de cambio Diana llega a la conclusión de que seguir pegada a las faldas de “mamá” Hipólita ha sido un error y en un momento de furor renuncia a su condición de Amazona para emprender una vida como vil mortal en medio de la creciente guerra fría que sacudía al mundo.
WONDER WOMAN de Tierra 1:
Durante un tiempo breve pero intenso la joven Diana Prince deja de lado las aventuras fabulescas y mitológicas para adentrarse en el perverso mundo del espionaje internacional, de la mano de un Steve Trevor menos ególatra que el original y con mayor instinto de conservación.
En el trascurso de esta etapa tan curiosa en la vida de Wonder Woman el traje es reemplazado por una pinta a la moda del momento totalmente blanco, una especie de pureza inmersa en las inmundicias humanas.
Pero como todo en los cómics la cosa es solamente transitoria, así como lo fuera años después la muerte de Superman. Wonder Woman termina regresando más activa que nunca con su traje característico pero con una especie de experiencia adquirida que le permite encarar con mayor fuerza la realidad de los hombres (esto en el ámbito comercial de los cómics se resume a que este nuevo traje no pegó ni cinco).
Durante los setenta se da entonces un hecho que partirá en dos la vida de la heroína: su eterno amor cae acribillado sin que ella pueda salvarlo (claro que luego regresará, pero eso en los cómics es siempre de esperarse). El hecho es que durante largo tiempo, hasta mucho después de la Crisis en las Tierras, Diana Prince cargará ese lastre de haber perdido al amor de su vida, cosa que la endurece y convierte con el tiempo en una mujer mucho más recia y de carácter como nunca antes se había visto.
De allí que, para quienes tengan la oportunidad de verla como miembro de la JLA en la versión editada para los noventa, no sorprenda que sea capaz de darle en la jeta al mismo Superman y llegar a pelearse con compañeros de equipo o a dejar casi en coma a los villanos que tengan la mala suerte de ponérsele en frente.
Afortunadamente para todos, de nuevo esta etapa de transición es superada con la milagrosa resurrección de Trevor y un hecho de dolorosa trascendencia que la pondrá en la encrucijada de abrir su corazón al amor o perderse para siempre en la furia: la muerte de la mitad de sus hermanas a manos del semidiós del mal Darkseid.
Como se ha visto pues, la Wonder Woman de la actualidad compone todas las facetas que la hacen tan cercana al ser humano y que a la vez le dan el toque mítico que Moulton siempre quiso mantener. De allí que se haya mantenido vigente y tenga aún en nuestros días una fiel fanaticada que ve en su ejemplo la lucha continua del género humano… un continuo de caer y levantarse.
mircoles 20 de enero de 2010, 09:19 COT
Deliciosa lectura para repasar a Wonder Woman en sus diversos matices de los cuales, varios son memorables y me enlazan en momentos de disfrute al frente de la pantalla.
¡Hugs to you and happy new year!
mircoles 20 de enero de 2010, 10:41 COT
Un continuo de caer y levantarse: qué lo diga Superman después de esta paliza:
lunes 25 de enero de 2010, 13:25 COT
Tambien es cierto que aparte de Luisa Lane, Diana, es el amor de Superman y Batman.
Siempre que Superman cae o desaparece, es Diana la llamada a llenar el vacio que deja Superman.
Fijense que la pelicula de la Carter, respetaba el personaje. Quizas por eso nos gusta tanto la mujer maravilla. Tal vez tenga film propio en los proximos 3 años.
Y aqui viene Moulton de nuevo: Diana es virgen. Como todo en el mundo BSDM, Moulton el pervertido se entrega a la labor de subliminar el mito de la virgen. Por eso Diana finalmente teme a Trevor y a Superman.
Si hay boda de Diana estas siempre ocurren en un elseworld o en los sueños.
Diana lleva el lazo como simbolo de castidad y no de justicia. Moulton vuelve a jugarnos una gran pega.
Saludos
jueves 28 de enero de 2010, 16:06 COT
Hola
Soy de la revista Cartel Urbano y quisieramos saber si nos cederias algunos de tus textos (citando la fuente, por supuesto) para usarlos en nuestra página web.Si te interesa me puedes escribir al correo paular@cartelurbano.com. Gracias.