Uruguay, el mejor de América
Estancias > Primera planaPor Marsares
lunes 25 de julio de 2011 13:21 COT
Ese es el problema, Uruguay juega con las entrañas. Lo lleva en los genes, desde aquella primera Copa cuando en el mundo no se sabía quien era el mejor, porque apenas se estaba inventando la competencia de colores, olores y sabores y Uruguay aún no perdía la inocencia.
95 años después de aquella primera Copa ganada por los charrúas en territorio argentino, regresó la Celeste a refrendar sus pergaminos con goleadores que heredaron la magia de Héctor Scarone y Severino Varela, comprobada por Justo Villar, obligado espectador en primera fila.
Paraguay sabía lo que le venía cuerpo arriba y por eso el Tata Martino hizo todo lo posible para prevenir el desastre, minando el centro del campo, con más cuidado que en el pasado, en busca del milagro de nuevos penaltis que le aseguraran un puesto en la historia.
Pero la historia la escriben los vencedores y desde el comienzo la Celeste arrasó con las trincheras paraguayas. Como una pesadilla sin fin, en los primeros minutos se ve a los guaraníes defendiendo la virginidad de su portería, al borde del colapso desde el cabezazo de Lugano.
Paraguay soporta esta primera andanada con uñas, dientes, ayudado por hombros, piernas, pechos y un escondido manotazo de Ortigoza que evita el probable gol de Coates. Pura garra que busca suplir las ausencias de Roque Santa Cruz, Lucas Barrios y Barreto, y añora la magia de Cabañas que los llevó al cenit en las pasadas eliminatorias.
Con la coyunda de la derrota, los paraguayos resisten como sólo ellos saben hacerlo en esta América que les ha dado la espalda muchas veces, enseñándoles a sobrevivir en las peores condiciones. Once largos minutos que se rompen con el remate cruzado de Luis Suárez que ligeramente se desvía en Verón, machacando el arco de Villar.
Pero algo pasa después, como si se hubiera producido un cortocircuito con la gloria, Uruguay manda al descanso el buen fútbol y desentierra el hacha de guerra para aplanar el partido. Pérez, Cáceres y Pereira, salen con los taches a encontrar lo que no se les ha perdido y ven la amarilla.
Por fortuna la calidad regresa a los 41 minutos. Cuando Paraguay trata de alejar el balón de su portería, Arévalo le roba el balón a Ortigoza y con rapidez se lo pone a Forlán que, por la izquierda, ve un resquicio en el arco de Villar y allí, con la zurda, pone el balón para reafirmar la superioridad charrúa.
El monólogo sigue en la segunda mitad con un Paraguay que acusa el cansancio de los extenuantes partidos empatados, pero que con Haedo Valdez insiste en no irse en blanco. Muslera, con la complicidad del travesaño, frustra su anotación. Si por esfuerzo fuera, Haedo se la merecía, pero el partido no se escribe para la albirroja.
Sólo queda el puntillazo. Cavani se interna como una exhalación por la izquierda y en una pared larguísima se la pasa a Suárez que corre por la derecha. De una, con un preciso tiro de profundidad, el mejor jugador de esta Copa se la entrega a Forlán que, sin miramientos, un poco tirado a la izquierda, fusila sin contemplaciones a Villar.
Lo demás es historia. Un país exultante, los cánticos de la tribuna y un grupo unido por el fútbol y el compañerismo, celebran un título, el quince, que los coloca como el equipo más laureado de la Copa.
Hoy, América se viste de azul. Uruguay reina en la región.
Alineaciones
Uruguay: Muslera; Maximiliano Pereira, Lugano, Coates, Martín Cáceres (Godín, m.88); Alvaro González, Diego Pérez (Eguren, m.79), Arévalo Ríos, Álvaro Pereira (Cavani, m.63); Forlán y Luis Suárez.
Paraguay: Justo Villar; Piris, Verón, Da Silva, Marecos; Vera (Estigarribia, m.64), Riveros, Víctor Cáceres (Hernán Pérez, m.64), Ortigoza; Haedo Valdez y Zeballos (Lucas Barrios, m.76).
Goles: Luis Suárez (m.11); Forlán (m.42 y m.89).
Árbitro: Salvio Fagundes (Brasil). Mostró tarjeta amarilla a Víctor Cáceres (16') y Enrique Vera (m.57), de Paraguay y a Diego Pérez (24'), Martín Cáceres (25'), Maxi Pereira (30') y Sebastián Coates (m.84) de Uruguay.
Final de la Copa América 2011. Partido jugado en el estadio Monumental de River Plate, ante 52.000 espectadores, con la presencia de Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
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Al final ganó el mejor.
http://guajiroarrepentio.blogspot.com/2011/07/definitivamente-dios-no-es-paraguayo.html
martes 26 de julio de 2011, 13:41 COT
America se viste de CELESTE !!! SALUDOS