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Manifestación contra la ley 30 de 1992 en el oriente antioqueño

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domingo 10 de abril de 2011 21:29 COT

Con Cheli Melissa Llano Marín y Eisen Hawer López Chica

Marcha del 7 de abril de 2011 en la U de A seccional oriente. Foto: Erica Ramírez

Marcha del 7 de abril de 2011 en la U de A seccional oriente. Foto: Erica Ramírez

Entender el contexto

La ley 30 de 1992 ha sido hasta hoy la encargada de regular la educación superior en Colombia. Allí se plantea la educación universitaria como un derecho de todo ciudadano, no como un servicio, como fue definida recientemente por Juan Manuel Santos, presidente colombiano.

Toda entidad que preste el servicio de educación superior debe ser sin ánimo de lucro, es decir las ganancias deben ser reinvertidas, no repartidas entre los socios aportantes. Aún así si comparamos los costos de la educación superior colombiana y el acceso a ésta nos damos cuenta de lo retrasados que estamos frente a países como Holanda, donde quien quiera, sólo por eso, por querer, puede estudiar.

Al Estado le ha quedado muy sencillo decir que tiene facilidades de créditos para estudiantes, que se empiezan a pagar después de la graduación del profesional, sin embargo, es común salir a las calles y ver las largas filas de personas con un diploma de pregrado buscando trabajo como taxistas, empleados domésticos, entre otros. Con esto no queremos decir que sean oficios con poco mérito, sólo que ninguno fue a la universidad cinco años para no ejercer su profesión. En estas condiciones pagar un crédito resulta complejo.

Las marchas estudiantiles del 7 de abril de 2011 buscan no mejores garantías para la educación superior, estamos cansados de esa pelea, sólo queremos que no se empeore lo existente, que ser profesional no se vuelva un derecho, cada vez más, de las élites.

Desde el 1 de abril de 2011 comenzaron las manifestaciones en diferentes universidades públicas del país, algunos, desafortunadamente, terminaron en disturbios. A pesar del hecho, fue inevitable que se organizaran nuevas marchas que convocaron a todo el país y que tuvieron mucha acogida, porque la mayoría de la población colombiana no tiene más opción que la educación pública.

Esta vez todo fluyó con tranquilidad, con excepción de dos ciudades donde se presentaron pequeños inconvenientes. Colombia unió su voz y dijo no a la reforma de la ley 30, incluso en el Oriente Antioqueño se escuchó la voz de los estudiantes.

El punto clave de la reforma que inquieta a los manifestantes es la posibilidad de crear instituciones de educación superior con ánimo de lucro. Quienes presentan la reforma son muy prevenidos al anticiparse a cualquier reclamación diciendo que habrá más cobertura, mejores docentes, más investigación, en fin, pero ya conocemos cómo funciona nuestra amada Colombia.

Si un inversionista ve en la educación una forma de obtener ganancias, y esto implica contratar personal no calificado, reducir la oferta a las carreras que “den más plata”, o subir los costos de matrícula, seguro lo hará. La inversión del capital privado cerrará el círculo de profesionales a quienes puedan pagar los costos de la educación privatizada.

“Constituida la sociedad podrá recibir nuevos inversionistas, repartir dividendos, y vender acciones de acuerdo con lo dispuesto en sus estatutos y en la ley”, aparte del proyecto de reforma a la ley.

Si bien es cierto que desde 1992, año de la Ley 30, las condiciones del país y de la sociedad misma han cambiado mucho y que esas transiciones ameritan revisiones profundas en el sistema educativo superior público de Colombia, no pueden proponerse reformas con puntos dramáticos que merecen límites explícitos que aún no se hacen evidentes en la propuesta del gobierno nacional.

Otro de los reclamos más comunes es que los ejemplos que ponen los creadores de la propuesta son experiencias realizadas en naciones que no tienen un entorno similar al nuestro. Hace falta un estudio concienzudo de la cultura, la economía, el apoyo, la voluntad de estudio, la capacidad de endeudamiento y de inversión del país y ahí sí plantear cambios realistas en los modelos.

Muchos no apoyan nuestro reclamo, incluso lo critican, porque aseguran que como se dice en algún aparte de la reforma habrá más presupuesto para educación superior, pero ¿de dónde proviene ese presupuesto? Preferimos continuar como estamos, al fin de cuentas así, con limitaciones, la universidad pública en Colombia tiene los mejores profesionales del país, se exige desde el principio, sólo ingresa y permanece quien lo merece, y así queremos que siga siendo.

Nuestra primera vez

Sí, no éramos muchos los que poníamos a prueba la capacidad pulmonar con gritos cargados de euforia; pero esos pocos dejamos claro, tras cada gota de sudor, el amor por nuestra Alma.

Típicamente el jueves no es el día que más concurre gente a la Universidad de Antioquia (U de A) Seccional Oriente, el frio y las constantes gotas invernales aunaron más las pocas presencias matutinas.

La clase transcurría entre bromas, chismes faranduleros y conceptos básicos de planeación. El reloj se acercaba a la décima hora del día y ya sólo podíamos escuchar el rugir de una fiera interna que exigía desayuno. Aún faltaban cuatro conceptos en la diapositiva cuando desde la puerta nos invitaron a la concentración.

Como muchos estudiantes de la Seccional, creíamos que ya no íbamos a estar presentes en un hecho así. Y es que la verdad aquí no es como en la Ciudadela, en estos siete semestres que hemos divagado por las rampas de la Universidad nunca hemos estado en paro o hecho una protesta, hasta hoy.

Todavía con un poco de escepticismo bajamos a la cancha, lugar pactado para una primera reunión. No más de diez estudiantes aguardaban que algo sucediera; sin embargo cuando nos unimos y regresamos la mirada al camino transitado, notamos con sorpresa que eran muchas más decenas las que esperarían sucesos.

Contrario a lo que muchos creen, no se decidió caminar o gritar antes de saber por qué. La mayoría conocíamos de ante mano la controvertida reforma a la Ley 30. Y aunque algunos crean que es absurdo, las posibilidades de capital privado y el obvio daño que ello le hace a la educación pública, nos motivaron a hablar.

Gorros de lana pasaron de mano en mano abogando monedas sacadas de los bolsillos casi vacíos propios de estudiantes universitarios. La colecta compró unos treinta pliegos de papel bond y unos cuantos marcadores baratos.

La masa se dividió tareas, unos escribieron una petición formal para una visita pedagógica desde la sede central. Otros fueron de salón en salón contándoles a los compañeros la ruta de marcha. Los demás creaban pancartas con mensajes extraídos de los propios fundamentos de la reforma.

Una vez todo listo se emprendió camino. Incluso, en medio de nuestra inocencia y buenas intenciones, llamamos a la Policía Nacional para que nos ayudara a no entorpecer el tráfico vehicular.

Esta vez fue imposible la requisa de bolsos en la portería, como una fila de hormigas, no borregos, salimos dispuestos a expresar lo que sentíamos.

Los pactos fueron simples, pero claros. Inicialmente iríamos hasta San Antonio, se ocuparía sólo un carril de la vía y, principalmente, se haría una marcha pacífica.

A paso lento y envueltos por un pavimento hirviente, empezaron los gritos. Sombrillas de todos los colores intentaban mitigar el medio día, el ambiente era festivo gracias a los dos instrumentos de percusión que acompañaban el trayecto, a las arengas propias de las protestas y a las constates chanzas de unos que comparaban la marcha con una procesión religiosa o un paseo de colegio.

Los medios locales se hicieron presentes, con sus cámaras registraban para la historia la primera vez que la Seccional se reunía para apoyar las otras manifestaciones que se hacían en el país.

La llegada a San Antonio dio nuevos bríos a los que estábamos inmersos en el recorrido, la gente salía de sus casas, negocios y colegios, algunos nos hacían gestos de aliento y aprobación. En el parque emblemático de este barrio decidimos que no era suficiente, que había que llevar la voz hasta la Plaza de la LiMibertad. No sospechábamos la ironía que significaría el nombre del Parque Principal de Rionegro.

Allí también fue donde, inexplicablemente, comenzaron las prohibiciones de la Policía. La “Fuerza Pública” intentó tajantemente detenernos, decidieron que no nos acompañaban más y que nuestra protesta era ilegal. Sin embargo, era demasiado tarde para detener la euforia, todos queríamos seguir, apoyados, por supuesto, en nuestro derecho constitucional de protestar. A pesar de las provocaciones, siempre nos mantuvimos pacíficos, aunque cada quinientos metros la Policía nos detuviera de nuevo, nos intentara quitar los carteles o llamara vía radio teléfono el triple de los refuerzos que habían llevado inicialmente. Inclusive, en una de las pausas, el grupo escuchó sin problemas a uno de los representantes de la institución quien intentó explicarnos desde la legalidad por qué no podíamos continuar. Pero lo único que logró fue demostrar su desconocimiento de las leyes, de la carta magna y de los derechos de la ciudadanía, no tuvo más remedio que permitir el avance de los manifestantes quienes ya habíamos consultado un abogado.

Después de casi seis kilómetros de camino podíamos avistar la Clínica Somer, en señal de respeto decidimos hacer el trayecto de su ubicación en silencio y con los carteles arriba.

Caminar por la doble calzada Juan de Dios Morales fue más sencillo, excepto para los estudiantes que iban en moto. De nuevo la Policía intentó detenernos quitándoles el vehículo a nuestros compañeros, pero con papeles en mano todo continuó.

Durante el camino desde la U de A Seccional Oriente hasta el parque principal de Rionegro se sumaron otros estudiantes y simpatizantes, alumnos de colegios y escuelas manifestaron apoyo; sin embargo no los adherimos a la marcha porque eran menores de edad y decidimos ahorrarnos problemas.

Las calles estrechas que sirven de entrada al centro del pueblo fueron un escenario perfecto para que los gritos aumentaran de decibeles gracias al eco y la relevancia del sitio. En completa calma, como todo lo demás, se dio una vuelta a la Plaza de la Libertad cantando los mensajes que habíamos preparado y construido en medio de los pasos. Al frente de la estatua de nuestro prócer más ilustre, José María Córdova, el grupo descansó, se hidrató y empezó a sacar balances de la jornada.

Muchos de ustedes habrán oído o creerán esa fama que tenemos los estudiantes del Alma Mater de revoltosos y tira piedras. Pues evidentemente esas actividades sólo las realizan unos pocos entre los que no nos contamos, pero no se preocupe La Policía también nos creyó así, por eso llamaron refuerzos más especializados. Una camioneta decorada de camuflado trajo desde el batallón Juan del Corral un grupo de soldados profesionales armados hasta los dientes. Y pensar que la situación del Oriente ha estado tan violenta y ellos ocupados cuidando un puñado de estudiantes que comían helado.

Con la piel colorada, el rostro mojado y los huesos usados formamos un círculo en el que entonamos por última vez las consignas, aplaudimos el buen comportamiento y la participación de la Seccional en esta actividad.

En periodismo escrito se dice que un buen texto debe lograr transmitir sensaciones a sus lectores, rabia, gusto, asco, admiración o rechazo. Pues bien, la marcha fue una de esas buenas crónicas. Muchos criticaron la actividad, se burlaron y la denigraron, usaron las redes sociales para reducirla y restarle valor. Otros se unieron a las voces que pedimos con urgencia revisión de ciertos puntos de la planteada reforma a la ley 30 y aplaudieron el hecho. Mejor dicho la protesta fue todo un éxito, grande o pequeña logró desatar emociones y poner a hablar, twittear y escribir sobre lo que pasó. Se cumplió la labor.

La Universidad de Antioquia también vive en las regiones

Puede parecer atrevido si tomamos la palabra de todos (o la mayoría) de estudiantes de la Seccional Oriente de la U de A, cuando afirmo que nos tratan como el solar de la Universidad. Los estudiantes más antiguos de periodismo, llevamos tres años recorriendo cada uno de los rincones de nuestra sede, sintiendo, quizá de manera ilusa, que somos parte activa de la Universidad de Antioquia. Y efectivamente lo somos, al menos en teoría, pero han sido innumerables las veces que hemos manifestado el abandono por parte de ciudad universitaria con nuestra seccional. Es tanto el grado de olvido que, ni siquiera en temas tan relevantes como la reforma a la Ley 30, que nos va a afectar de la misma manera por llevar el nombre de Universidad de Antioquia, nos tiene bien informados.

Y aunque parezca ilógico, las propias directivas de la Universidad aceptan que la información no es suficiente y que el desconocimiento de la situación actual ataca la sede de Oriente. “No estoy completamente enterada del tema, porque esto es una propuesta grande que se ha venido estudiando. Sin embargo he venido estudiando algunos puntos que se proponen en la reforma (…)” , dice María Isabel Henao, Rectora de la Seccional Oriente de la Universidad de Antioquia.

Por otro lado, la Doctora Henao afirma que nos afecta directamente esta reforma, al dejar que los dineros privados incursionen en la educación pública, aunque la Ministra de Educación colombiana, María Fernanda Campo Saavedra, sustente que esto no significa privatizar la educación, sino invertir en investigación. De la misma manera, la Rectora de la seccional, afirma que la reforma afectará la autonomía universitaria, las cuales hasta el momento han hecho uso serio de los recursos y han rendido cuentas efectivamente al respecto.

Pero no sólo las directivas se pronunciaron al respecto. Varios estudiantes de la seccional pertenecientes a las carreras de Ingeniería de sistemas, Contaduría, Comunicaciones, Ingeniería de alimentos, entre otras, manifestaron el desconocimiento de esta reforma y la información superficial que poseen. En consecuencia, el jueves 7 de abril, día de marchas y manifestaciones a nivel nacional en contra de la reforma a la educación, la Seccional Oriente de la U de A se unió a esta jornada, con una marcha pacífica que salió de la seccional y llegó al parque principal del municipio de Rionegro.

El sentido real de la marcha quedó consignado en un documento elaborado a mano, y firmado por los asistentes a la marcha. Más que estar protestando por la ley 30 y su reforma, las peticiones eran claras: la presencia de un experto en el tema, el cual pudiera orientar a toda la comunidad universitaria al respecto y pudiera aclarar todas las dudas. Pero además de esto, se pedía la presencia de un comité de estudiantes provenientes de la ciudad universitaria, documentados al respecto que pudieran ilustrar los contras de esta reforma y cómo iba a afectarnos a corto, mediano y largo plazo.

Con un balance positivo de la marcha y varios intentos de entorpecimiento por parte de la “fuerza pública” los resultados fueron inmediatos. La Doctora María Isabel Henao anunció la aprobación por parte del comité académico de la seccional, la visita del señor Antonio Yepes Parra, ex ministro de educación y representante del consejo superior universitario, al tiempo que expresó su satisfacción por la inquietud de los estudiantes y respalda el hecho de protestar y manifestarse pacíficamente, siempre que sea producto del debate y la motivación de conocimiento de cualquier tema. Se espera la confirmación del señor Yepes para visitar la Seccional Oriente la semana anterior a Semana Santa.

Así mismo, la Doctora Henao se comprometió a transmitir las peticiones de la marcha al Director de Regionalización, para realizar la gestión pertinente para la visita del comité de estudiantes sugerido el día jueves en la manifestación. Por último, María Isabel Henao manifestó que la vía que está usando la universidad para mantener informada a toda su comunidad es la página web, en la que constantemente se está renovando la información e incluso hay foros de discusión. Sin embargo, esta no es garantía de que todos los estudiantes se enteren de lo que está sucediendo.

Ahora, si esto sucede en la seccional Oriente que se encuentra a una hora de Ciudad Universitaria, máximo, nos preguntamos, ¿en qué condiciones estarán las sedes lejanas como Caucasia, Andes o Puerto Berrío?

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12 comentarios a la entrada “Manifestación contra la ley 30 de 1992 en el oriente antioqueño”

  1. Andreata
    lunes 11 de abril de 2011, 10:55 COT
    1

    Esto nos da cuenta que la emancipacion pacifica, es necesaria para que los demas entiendan que la persistencia es tener cordura ante situaciones semejantes, aunque el colera de que propuestas asi puedan ser aceptadas por los gobernantes es grande, la calma ante la adversidad de propuestas asi es motivo de querer estallar en rebeldia, Oriente y creo que en Medellin tambien fue pacifica, para contrarestar y destituir despotismo semejante.

  2. Magaly
    lunes 11 de abril de 2011, 16:27 COT
    2

    los estudiantes de la universidad del pacifico NECESITAMOS QUE NUESTRA UNIVERSIDAD CRESCA Y SE DESARROLLE PARA TODOS NO SOLO LA REGIÓN SINO COLOMBIA ENTERA , ES POR ESTO QUE NOS UNIMOS DE ALMA, CUERPO Y CORAZÓN Y ESTAMOS DISPUESTOS HACER PARTE DE LA PROTESTA Y DE NO DEJAR QUE SE NOS MENOSPRECIE POR SER LA ULTIMA UNIVERSIDAD PUBLICA CREADA EN COLOMBIA. NOS UNIMOS Y GRITAMOS A TODO PULMÓN NO QUEREMOS PRIVATIZACIÓN.

  3. Luisa.
    lunes 11 de abril de 2011, 18:19 COT
    3

    Ayyy Don Eisen… De Nuevo Felicidades!.

    Definitivamente Cuando Sea Grande Quiero Ser Como Tú!

    =D

  4. Silvana Escobar
    martes 12 de abril de 2011, 10:12 COT
    4

    A todos muchas gracias por la participación. Para nosotros es muy importante generar debate a partir de los textos pues estos contribuyen al enriquecimiento de los mismos y de los espacios para opinar. Además estamos atentos a cualquier sugerencia y comentario, eso nos ayuda acrecer como periodistas en formació.

  5. Silvana Escobar
    martes 12 de abril de 2011, 10:12 COT
    5

    A todos muchas gracias por la participación. Para nosotros es muy importante generar debate a partir de los textos pues estos contribuyen al enriquecimiento de los mismos y de los espacios para opinar. Además estamos atentos a cualquier sugerencia y comentario, eso nos ayuda acrecer como periodistas en formación.

  6. Alfonso Vallesteros
    martes 12 de abril de 2011, 13:26 COT
    6

    Los felicito por esta crónica y me quedo con los mismos interrrogantes planteados al final con el aislamiento de las sedes de la universidad de Antioquia. Valioso que ustedes no se sumen a ser una simple sede y que se hagan sentir que no solo son parte de la universidad sino que son parte de Colombia y como tal deben debatir la reforma y no permitir que trascienda en deterioro de los ciudadanos que luchan por salir adelante por medio de la educacion pública.

  7. Luz D.
    martes 12 de abril de 2011, 14:06 COT
    7

    Esta experiencia de ustedes con la Policia deja lunares para pensar que la misma “seguridad” es la que ocasiona rebeldías en las marchas de los estudiantes. Siendo otros, se hubieran dejado manipular y caer en el juego.

  8. equinoXio » » Siguen las protestas en Colombia
    martes 12 de abril de 2011, 15:43 COT
    8

    […] al Ministerio de Educación.     Entre los objetivos que pretenden lograr con esta jornada, está además de evitar que prosiga el proyecto de reforma a la Ley 30 de Educación,   lograr el incremento salarial para los […]

  9. equinoXio » » ¿Qué pasa en las universidades en Colombia?
    martes 12 de abril de 2011, 15:45 COT
    9

    […] Ley 30 La reforma a la Ley 30 deja de concebir la educación como un derecho, para considerarla un servicio. Su continua serie de variables complejas  que afectan la  calidad de la […]

  10. Juan José Ossa
    sbado 16 de abril de 2011, 18:08 COT
    10

    que buen trabajo muchachas, me alegra mucho que un suceso como este no se quede en meras anécdotas, las manifestaciones serias son una forma de exigir los derechos, es un texto serio y claro, y creo que retrata muy bien lo sucedido, incluso las provocaciones por parte de la fuerza pública.
    Melisa, Silvana Felicitaciones.

  11. Juan José Ossa
    domingo 17 de abril de 2011, 13:02 COT
    11

    Ah, felicitaciones también a Eisen Hawer, no había visto su participación en el texto. Mil disculpas.

  12. jose orlando ramirez mejia
    sbado 7 de mayo de 2011, 19:03 COT
    12

    He visto muchas muertes y marchas. Muchas opiniones de rectores y estudiantes, pero propuestas desde la Academia a la reforma de la ley 30 qué?. El gobierno y los poderes detrás siempre han tomado la iniciativa hasta el dia de hoy y lograrán sus objetivos trazados desde hace años y nosotros cuándo despertaremos y tomaremos la delantera, funcion innata del pensar humano?
    UNIVERSIDADES Y TODAS LAS VARIACIONES DE LA EDUCACION EN COLOMBIA UNIOS EL ULTIMO BASTION DE LA LIBERTAD Y EL PENSAMIENTO LOS CUALES SERAN TOMADOS SUBYUGADOS Y EXPLOTADOS A LA n POTENCIA. NOS UNIMOS A LA ACADEMIA. Crear megaproyectos y enfrentar la muerte anunciada y del tsunami que se nos vino encima con la ola de la globalizacion, no por la ola invernal. Tenemos propuestas atrevidas innovadoras de paz y de prosperidad. Conversemos.
    “Si quieres rresultados diferentes, no siga haciendo siempre lo mismo”. Eistein
    José Orlando Ramírez Mejia



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