El ratón guaraní le puso el cascabel al gato
Estancias > Primera planaPor Marsares
lunes 18 de julio de 2011 16:43 COT
Enseñan los libros -y la vida- que cuando el gato no está los ratones hacen fiesta, pero lo que no cuentan es que hay veces, con gato presente, que la parranda se arma. No importa lo grande, ni los colmillos, ni los zarpazos; cuando los ratones le pierden el respeto, se arma la jarana.
Brasil, como el Tom de los comics, se cansó de perseguir a los paraguayos que no lo dejaron ver ni una. Recorrió el campo, tiró desde todos los ángulos, cabeceó, pateó, putió, se arrastró, empujó, hizo todo lo que humana y gatunamente se puede, pero el balón no se metió.
Paraguay no hacía sino marcar (que lo digan Maicon y André Santos) , correr, brincar, zancadillear, cerrar los ojos y santiguarse, cada que veía a Neymar enchufar un pase, o a Ganso colar el balón por entre las piernas guaraníes, o a Pato, o a Robinho, o al que pudiera, zagueros, volantes, al único que le faltó subir fue a Julio César, que se quedó desempleado, viendo el avispero.
A estas alturas, si por trabajo fuera, Justo Villar ya tenía asegurada su pensión. Tapó lo que se le puso por delante, con las manos, con el pecho, con los pies, cuando no la veía se la encontraba y cuando se perdía, alguien la sacaba por él.
Antolín Alcaraz fue uno de los que le cuidó las espaldas. Pato, parcero de Neymar, se la entrega para que la meta, pero Antolín la manda de regreso al campo. Igual, Barreto, que se interpuso con un cabezazo digno de foto y autógrafo, cuando Fred esperaba estrenarse como goleador.
Nervios a flor de piel que también dieron para la guachafita. En el piso, Alcaraz y Lucas Leyva pelean un balón a lo potrero, con taches, uñas y dientes, involucrando a los demás que se empujan y rechazan, mientras el árbitro mira impasible. Los ánimos se calman y los protagonistas se van temprano a las duchas.
El cierre de los noventa minutos cambia por unos minutos el libreto de Paraguay, que había dejado a Valdez arriba, haciendo de amenaza fantasma. Sin aviso, emprende su propia cruzada con veloces contragolpes pero la efectividad quedó guardada en casa. Igual en la prórroga, aunque el propio Valdez, ante la incredulidad generalizada, por poco anota.
Novela histórica para Brasil no porque quiso y no pudo, sino por su incapacidad de anotar en la tanda de tiros desde el punto penalti. Cuatro intentos, cuatro frustraciones. Paraguay sólo erró uno. Los aciertos clasificaron a la semifinal a un equipo que, curiosamente, no ha ganado un solo partido en esta Copa.
Pero así son las reglas y esta vez le tocó al ratón ponerle el cascabel al gato.
Alineaciones
Brasil: Julio César; Maicon, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Ramires, Leiva, Ganso (Lucas, m. 99); Pato (Elano, m. 111), Robinho y Neymar (Fred, m. 80). No utilizados: Víctor, Jefferson, Alves, Adriano, David Luiz, Elías y Jadson.
Paraguay: Villar; Verón, Da Silva, Alcaraz, Torres (Marecos, m. 69); Vera (Barreto, m. 63), Riveros, Estigarribia, Cáceres; Valdez, y Lucas Barrios (Hernán Pérez, m. 82). No utilizados: Fernández, Piris, M. Cáceres, Zeballos, Martínez, Santana, V. Cáceres.
Árbitro: Sergio Pezzota (Argentina). Expulsó con roja directa a Leiva y Alcaraz (m. 103). Amonestó a Maicon, André Santos, Vera, Estigarribia, Marecos, y Barreto.
Penaltis: Elano, fuera (0-0). Barreto, fuera (0-0). Thiago Silva, para Villar (0-0). Estigarribia, gol (0-1). André Santos, fuera (0-1). Riveros, gol (0-2). Fred, fuera (0-2).
Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa América 2011, jugado en el Estadio Ciudad de la Plata ante 36.000 espectadores.
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martes 19 de julio de 2011, 08:43 COT
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No tiene desperdicio tu comentario, así que me resta sacarme el sombrero y hacerte una pronunciada reverencia…