Una mujer bajo la influencia
Especial Día Internacional de la Mujer 2009Por Marsares
domingo 8 de marzo de 2009 4:00 COT
“La vida toma el amor y lo tortura
Igual que una de esas máquinas
Que transforma vegetales
En purés, picadillos y jugos”.
Gioconda Belli
Trailer oficial de Una mujer bajo la influencia (A Woman Woman Under the Influence, 1974)
Agobiante. Cuando se prenden las luces y en la retina aún permanece el rostro de Mabel (Gena Rowlands) estrujado por la derrota, nos sentimos culpables por dejarla sola, por abandonarla a su suerte en el mundo gris de la “normalidad”, donde la felicidad está supeditada a transitar juiciosa dentro de la fila. Salirse de ella implica ser arrojado a las tinieblas exteriores que bien pueden ser un hospital siquiátrico o la soledad acompañada de golpizas.
Borges, al final de su vida, reconoció con franqueza desoladora haber cometido “el peor de los pecados / que un hombre puede cometer. No he sido / feliz…” Pero Mabel es una luchadora nata que quiere ser feliz… pese a su esposo Nick (Peter Falk), un trabajador de la construcción, pese a los amigos que siempre trae a casa, a los vecinos, a la cobardía de su padre, a la miopía de su madre, pese a que todas la ven “rara”, que quiere decir distinta.
Acá viene la parábola de esta historia. Nos hemos vuelto tan homogéneos, tan predecibles, tan simples, que cualquier matiz, tan sólo una sonrisa de más, una dosis de franqueza, un gesto a destiempo, concita el rechazo general salvo, claro está, que se trate de alguien importante. Las celebridades de alguna manera tienen patente de corso. Son “excéntricas” con derecho a impunidad ilimitada. Una ama de casa como Mabel, en cambio, será culpable hasta que no demuestre lo contrario.
- Faldas y guitarras: 10 mujeres en el rock (Ivonne García)
- Cinco mujeres de mentiras y otras cinco de verdad (Diana Luque Lavado)
- The Swing Girls (Bailarina)
- Mis heroínas admirables ( Johanna Pérez Vásquez)
- El matriarcado que me tocó (Julián Ortega Martínez)
- Guiomar y las otras mujeres de Rubem Fonseca (Marsares)
- Las cinco diosas del deporte (Rafa XIII)
Y lo que es peor, como el toro de lidia en el ruedo, Mabel no tiene posibilidades de ganar. No es justo, pero así pasa cuando una mayoría vociferante te grita que eres el equivocado. Perversiones de la democracia. Aquí la valentía queda como mera constancia, como el “prohibido prohibir” del 68 francés.
Pero no es la violencia la que derrota a Mabel. Tristemente es la ternura de sus hijos. Ellos la entienden, comparten sus secretos, son sus cómplices en las trampas que le juega a la vida, y por ello, solo a través de su madre tienen la oportunidad de escapar al destino de verdades preconcebidas. Por eso agacha la cabeza, maniata su libertad y se transforma en la esposa apacible con la que Nick ha soñado siempre.
El que haya en el futuro un posible “quizás”, tan sólo un pequeño “quizás” para sus hijos, la ayudará a sobrevivir.
domingo 8 de marzo de 2009, 21:37 COT
Cassavetes sigue impactándome con sus pelis, con su sello inconfundible y, tú Marsares por supuesto que también.
Te abrazo!
martes 24 de marzo de 2009, 11:03 COT
No la vi pero se agradece se tomen las mujeres en todas sus fases es un homenaje para cada mujer en su mundo, en su vida…en sus camino…
un espacio muy completo 🙂
abrazos,
sbado 28 de marzo de 2009, 18:39 COT
Lully:
Cassavettes, palabras mayores.
patricia:
El maravilloso universo femenino.