Con Obama en la montonera
Especial elecciones en Estados Unidos, 2008Por Carlos Uribe de los Ríos
martes 4 de noviembre de 2008 5:03 COT
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Los proyectos y propuestas de Obama han pasado a segundo plano desde que se convirtiera en el candidato de la esperanza en el cambio. Es decir, las promesas electorales quedaron ocultas en la necesidad imperiosa de que Estados Unidos recupere de veras su papel y los espacios de la democracia en el mundo.
Por supuesto, a los estadounidenses les interesa la recuperación de la economía en quiebra, del empleo en desplome y de la salud de 50 millones de conciudadanos a quienes no se les cumple con ese derecho. Por supuesto quieren detalles y fechas sobre la salida de sus soldados de Iraq y de Afganistán. Desean tranquilidad con Irán y seguridad para Israel. Pero sobre todo necesitan que su país reasuma el liderazgo del mundo en el contexto de los acuerdos multilaterales, del respeto al vecino y de la atención en serio –ahora sí– a los problemas del calentamiento global.
Así lo sintetiza Juan Jesús Aznárez en El País, de Madrid: “Barack Obama, de 47 años, el carismático senador que encandiló al mundo prometiendo escuchar, convencer y entender la diferencia, representa el cambio. De ser cierto y factible lo prometido, el mundo asistirá al nacimiento de una nueva y esperanzadora manera de hacer política y resolver crisis internacionales”. Ese es el punto.
Pero es una lástima tener que decir que América Latina no está incluida dentro de esas coordenadas. Nosotros no aparecemos en la agenda de Obama –o de cualquier otro aspirante a la presidencia de Estados Unidos- sino por accidente o conveniencia de momento, por los votos, porque no se puede tampoco dejar el “patio trasero” tan a la deriva.
Eso explica las declaraciones conciliatorias de Obama con relación a Chávez y a Cuba. Eso explica sus palabras sobre Colombia y el TLC en uno de los debates con su contendor McCain. Eso explica que alguno de sus asesores en asuntos latinos haya salido a aclarar dudas y a responder las mismas preguntas de siempre sin comprometerse a nada, claro.
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No hemos visto ningún presidente de los Estados Unidos que se haya preocupado en serio por la consolidación de los proyectos económicos y sociales de la Región Latinoamericana, excepto cuando son de su conveniencia política. Es peor. En los últimos decenios, y con propiedad desde el fin de la II Guerra, todas las intervenciones memorables de EUA en América Latina han sido para defender y consolidar dictadores, para instaurar mandatos militares o para derrocar gobiernos que no le resultan simpáticos u oportunos, y aún para invadir pequeñas naciones con el pretexto de la seguridad nacional, tan provechoso para explicar diplomáticamente estos excesos.
Sin contar, por supuesto, los buenos negocios, las inversiones ventajosas, los daños ambientales, la corrupción de funcionarios, el espionaje para asegurar el control, y todo aquello que convenga a su primordial provecho como potencia.
Ni hemos visto ningún gobierno en Estados Unidos que asuma con seriedad, rigor y solidaridad los asuntos de la Región, en la perspectiva de consolidar las economías, de avanzar sobre los derechos sociales y humanos, y de colaborar desde la asistencia técnica en el cumplimiento de los compromisos que se desprenden de los acuerdos internacionales sobre el ambiente.
Por eso nos queda difícil ahora concluir con fervor y esperanza en que Barack Obama –si gana como parece la presidencia de EUA– va también a significar un cambio para nosotros los colombianos y latinoamericanos. Iremos en el montón, con un gobierno nuestro tratando de conservar los aportes del Plan Colombia y haciendo lobbies en el congreso estadounidense, como cualquier lagarto criollo que se respete, para ver si al final aprueban el TLC y darles así un empujoncito a la economía del país y a las particulares de quienes ya tienen de sobra.
mircoles 5 de noviembre de 2008, 05:07 COT
Comparto tu punto de vista y tu artículo me parece muy actual y atinado. Es muy triste constatar que el candidato de “la esperanza” no haya “podido decir” nada sobre lo que tiene pensado con respecto al apoyo a sus países vecinos y hermanos del sur del Rio Grande.
Tal vez no le convenía meterse en ése berenjenal, (al fin y al cabo los políticos tienen que cuidar mucho lo que dicen) o tal vez no tiene nada que ofrecer.
Esperemos que apenas asuma funciones no tenga temor en enderezar el curso de la política hacia el resto del continente americano.
jueves 6 de noviembre de 2008, 01:57 COT
Con la pena del mundo por ponerme en orilla contraria a tan destacados personajes, pero la verdad, creo que al presidente de EUA (como al de cuaquier otro país) lo eligen para gobernar para adentro, no para ver como favorece a los vecinos. Egoista, pero real actitud.
Algo que me ha causado curiosidad siempre es la ansiedad que generan las elecciones en EUA sobre nuestra gente. “Quien nos conviene más, quien menos”. Si esperasemos menos y actuasemos más, seríamos Estados menos dependientes, casi casi como los grandes.
Saludo, SC
jueves 6 de noviembre de 2008, 20:02 COT
Totalmente de acuerdo con SC, el presidente (de lo que sea) está para liderar adentro y no afuera, de lo contrario creo que no tendría sentido, aunque claro está, entiendo perfectamente que E.U es la economía más fuerte en América e interviene en casi todo en los países lationamericanos, sin embargo, sí deberían dedicarse más a sus problemas “locales” que no son ninguna nimiedad, pero claro, desafortunadamente temas como el TLC, comercios internacionales y demás penden de un hilo cuando se elige a tal o cual candidato…es una lástima.
Debo reconocer que me dio algo de escalofrío cuando, en su discurso, luego de haber sido elegido presidente, Obama decía algo así como: que conseguiría la paz o daría la paz a aquellos pueblos que la querían y que la necesitaban. Era como una especie de mesías del cual depende el futuro de muchos países (incluído el nuestro) y no, eso no debe ser así, él debería por encargarse de la paz de los E.U y no dedicarse a dar paz a otros. Fue ahí, donde yo me pregunté ¿Cuál es entonces, el objetivo de elegir presidente en E.U? ¿Cuál es su razón de ser?
jueves 6 de noviembre de 2008, 23:44 COT
Se le informa que en Iraq, Afganistán y demás países invadidos por EUA esperan (y no hablo precisamente de los miembros de al-Qaida) ansiosamente que el señor Obama saque a sus tropas de allá (o que al menos empiece a hacerlo). Como EUA INVADE países, debe “dedicarse a darles la paz” saliendo de allá.
Por desgracia, EUA sigue siendo la primera potencia mundial (aunque en declive), por lo tanto es ingenua esa actitud provinciana y parroquial de “no nos deberían importar las elecciones de allá”. Al fin y al cabo, y como se infiere del artículo, las decisiones buenas y malas que tomen allá nos afectan, así no nos guste ni cinco (máxime con la élite parásita y vendida a EUA que tenemos acá y que lleva 200 años robándonos y jodiéndonos).
Sí, las esperanzas sobre Obama son exageradas, pero después de 8 años de Bush y el desastre que dejó, ese señor, aparte de ser MUCHO mejor que el bruto beodo ese, tiene mucho trabajo que hacer. Un momento de alegría, de alivio (así el tipo simplemente sea “menos malo” que el otro), en un momento como este ayuda mucho, creo yo.
Curioso que ciertos personajes que añoran monarquías caducas y alaban países terroristas que sacamos a bala hace 200 años (y a quienes va a tocar volverlos a sacar porque están invadiéndonos otra vez) hablen de “esperar menos y actuar más”. La incoherencia de algunos me perturba cuando menos.
Un saludo.