El regreso de los fantasmas
Artículo destacadoPor Marsares
domingo 3 de septiembre de 2006 23:30 COT
Escribir sobre esto trae recuerdos dolorosos, heridas demasiado profundas que no ha sanado el tiempo. Los que me formaron en la universidad, los que me dieron la mano cuando apenas iniciaba mi vida profesional, murieron en confusas circunstancias. Años después, trabajando como abogado de la Procuraduría General de la Nación, tuve acceso a un expediente que se adelantaba a raíz de estos hechos.
Aunque yo no estaba encargado de la investigación, sí pude ver algunas de las pruebas practicadas y mi sorpresa fue mayúscula.
La muerte de los magistrados en el 4º piso
Durante la toma guerrillera que se hizo por el sótano, en un lapso largo, quizá toda la tarde, algunos magistrados, entre ellos el Dr. Reyes Echandía, presidente de la Corte, se resguardaron en sus oficinas del 4º piso. Desde allí el Dr. Reyes hizo los angustiosos llamados de cese al fuego que fueron desatendidos por su amigo, el general Delgado Mallarino, director de la Policía.
Cuando fue quebrada la resistencia del M-19, que había colocado a una guerrillera con una ametralladora para impedir la entrada de la fuerza pública al 4º piso, los militares entraron abruptamente disparando indiscriminadamente. Allí, por balas oficiales murieron varios magistrados.
Recuerdo que cuando se hicieron los levantamientos de los cadáveres, se pudo reconocer el del Dr. Reyes Echandía por una joya que llevaba, pues su cuerpo estaba totalmente carbonizado. Pero, aparte de eso, se encontró en su interior el proyectil que le causó la muerte. Había sido disparado por un fusil G3, arma que sólo llevaban los soldados.
El incendio
Hace mucho he venido oyendo la hipótesis de que el incendio lo causó el M-19 para quemar los expedientes sobre narcotráfico que reposaban en el sótano. No entiendo porque hizo carrera esta versión sin sostén probatorio alguno.
¿Cómo puede uno incendiar el sitio donde se está resguardando, sabiendo que por estar rodeado el palacio, no había ninguna posibilidad de escapatoria? Y mejor aún, ¿por qué empezar en el cuarto piso y no en el sótano como era obvio?
En el expediente vi que Medicina Legal había hecho varios peritajes para establecer las causas del incendio. Con muestras de la madera que recubría el Palacio, disparó sobre ella toda clase de proyectiles, granadas, etc, sin provocar el incendio. Únicamente con líquidos inflamables se logró el cometido.
Así las cosas, el incendio fue intencional. La pregunta que debe hacerse es a quiénes les convenía, ¿a los de adentro o a los de afuera? Una hipótesis es posible manejar. Al darse cuenta el ejército de que había dado muerte a los magistrados, decidió ocultar las huellas del crimen, incendiando el palacio desde el 4º piso.
La hipótesis se refuerza con la actuación posterior del propio ejército, impidiendo el acceso de Medicina Legal mientras se lavaba el sitio de la matanza. De este hecho, por fortuna, hoy da cuenta el grupo de fiscales encargados de reabrir el caso.
Las desapariciones
Varios fueron los desaparecidos, incluidos por lo menos dos guerrilleros, una de las cuales fue Irma Franco. Salieron vivos pero jamás se supo de ellos. El Consejo de Estado condenó a la Nación a pagarles a los familiares de ella el equivalente a 2.000 gramos oro. Pero, aparte de los 11 empleados de la cafetería y de la subversiva, hubo otros:
Un abogado de Legis estaba dentro del Palacio cuando se produjo la toma. Por fortuna, varios de los empleados de la Corte atestiguaron su procedencia cuando fue liberado con un grupo de rehenes y llevado a la Casa del Florero para ser interrogado.
Él asegura que uno de los guerrilleros quiso camuflarse con los rehenes y salió en su compañía, recordando cómo fue separado del resto del grupo e interrogado en una pieza aledaña. Después escuchó un disparo siguiéndole el silencio.
El regreso de los fantasmas
Se ha dicho profusamente en estos días que el país es otro. Quizás no tanto, pero por lo menos los hechos se encuentran suficientemente lejanos como para que una investigación no sea boicoteada como lo fue en el pasado.
Pero el mundo sí es otro, indudablemente. La existencia de la Corte Penal Internacional para los crímenes de guerra y de lesa humanidad es una talanquera a la impunidad. Si el Estado donde se cometen estos crímenes no quiere o no puede perseguirlos, es obligación de la Corte acometer su investigación hasta sus últimas consecuencias.
Esto es válido no sólo para los militares que perpetraron esta matanza, también para los guerrilleros y paramilitares que so pretexto de procesos de paz piensan que quedan resguardados contra la justicia internacional.
Pese a la salvaguardia de 7 años que el gobierno Pastrana hiciera suspendiendo por este lapso la jurisdicción de la Corte, pronto será posible llevar a los responsables de todas estas violaciones de los derechos humanos para que reciban el justo castigo.
Por fortuna tenemos una fiscalía que quiere esclarecer el caso. Ojalá logre su cometido y consigamos desterrar estos y otros fantasmas que tanto daño están causando a nuestra precaria democracia. Sólo exorcizándolos podremos construir verdaderos caminos hacia la paz.
lunes 4 de septiembre de 2006, 03:23 COT
Hola Marsares,
Esa es una herida profunda en la historia de Colombia. Fijate que no se ha hecho nada desde el poder por esclarecer estos hechos. Por el contrario: lo que hoy sabemos es gracias a las presiones de las victimas, de periodistas valientes y de ONG.
Este caso me hace decir que antes que hablar de “justicia” -o, incluso, de “perdon” (que fue el tema del convite)- pienso que es necesario hablar sobre la “verdad”. La verdad, digamos, historica, llana: los hechos. Es necesario conocerlos? Es preferible ignorarlos?
lunes 4 de septiembre de 2006, 07:56 COT
Estoy contento que equinoXio le dedique atención al tema, y espero que sigais con más artículos.
Saludos, Doppiafila
lunes 4 de septiembre de 2006, 08:44 COT
ES UNA PARTE DE LA HISTORIA DE COLOMBIA QUE MUCHOS QUIESIERAMOS BORRAR …..
OJALA EN ALGUN MOMENTO COLOMBIA CONSIGA SABER LA VERDAD….
ABRAZO VIRTUAL
lunes 4 de septiembre de 2006, 09:30 COT
Marsares, leyendo su muy súper interesante crónica, me surge una pregunta pendeja:
Si bien es cierto, la torpeza y brutalidad del Ejército permitió el desangre que conocemos, ¿no es cierto también que la responsabilidad sobre los hechos es plenamente compartida con los fascinerosos del “ala dura” del M-19 que planearon y ejecutaron este golpe macabro contra la institucionalidad del país, en un momento en que el presidente Betancur nos tenía dibujando palomitas para abrirles la puerta a la vida pública (como luego se hizo) a quienes robaron la espada de Bolívar como símbolo de admiración a su lucha, pero olvidaron las palabras pronunciadas por este, aunque estaban grabadas en la fachada del Palacio: “Colombianos, lar armas nos han dado la libertad, las leyes nos darán la paz”?
lunes 4 de septiembre de 2006, 12:31 COT
De los hechos del Palacio de Justicia tengo un recuerdo latente en el corazón. Primero, porque yo iba, como periodista de Caracol, todos los días al Palacio para obtener información, tanto de la Corte Suprema de Justicia como del Consejo de Estado. Pero un par de días antes de ocurrir esos hechos, me cambiaron de fuente y entré a la sección Económicas.
Estábamos en una rueda de prensa en la Caja Agraria, porque Mariano Ospina Hernández iba a presentar la nueva imagen corporativa de la entidad (la que hay actualmente). Empezó el tiroteo y todos salimos corriendo hacia el Palacio de Justicia, y se quedó don Mariano hablando solo.
¡Cuántas “chivas” tuve con el doctor Alfonso Reyes Echandía! ¡Cuántas más con el doctor Patiño Roselli! Y así podría mencionarlos, porque fueron mi fuente informativa durante muchos meses. Entre tanto, los de la cafetería, aunque no eran amigos, sí los veía porque ahí almorzaba con cierta regularidad.
Ese dia, pues, transmití en directo para Caracol, con Guillermo Franco y Carlos Ruiz, guarecido en la calle de la Casa del Florero.
De modo, Marsares, que ese episodio que tu iluminas con luz judicial, tiene para un afecto personal. Y, por supuesto, estoy con O-lu, que se conozca la verdad, y con todos los que piden también justicia, porque ahí fueron varios los actores que condujeron a esa muerte masiva. Abrazo.
lunes 4 de septiembre de 2006, 18:28 COT
Excelente artículo como siempre, Marsares. Y respecto de lo que plantea o-lu, pienso que por más dolorosa que sea, la verdad debe prevalecer sobre la impunidad y el ocultamiento, si no queremos repetir nuestra patética historia reciente.
martes 5 de septiembre de 2006, 05:43 COT
Excelente memoria personal y colectiva este artículo tuyo, Marsares.
Que además ha dado lugar a comentarios muy valiosos e inquietantes.
Impresionante el testimonio de Julio Suárez sobre la suerte que tuvo de andar cubriendo noticias en otra parte y la desazón de tener que seguir la tragedia posterior de gente que con la que él departía diariamente, como en tu caso.
La pregunta de O-Lu sigue resonando y su reclamo. Pero también la inquietud de Sentido Común. La responsabilidad de ése holocausto la tiene también el “ala dura” del M19 que quiso poner la justicia y el país de rodillas.
martes 5 de septiembre de 2006, 06:55 COT
o-lu:
No sólo no se ha hecho nada desde el poder por esclarecer estos hechos, sino que tampoco les importa. Recuerdo que en el segundo año, apenas unos cuantos nos acordamos de nuestros maestros y amigos y organizamos una simbólica marcha (no pasábamos de veinte) desde la Procuraduría hasta las ruinas del Palacio. Una corona de flores y la indiferencia de los transeúntes quedó para el recuerdo. Pero a quién le puede importar. Apenas eran unos cuantos magistrados, lejanos del poder. Si la toma hubiera sido al frente, en el Congreso, el país se hubiera arrodillado.
Y sí, tienes razón. Lo deseable es que se abra paso la verdad. Hay un moderado optimismo por lo que está haciendo la fiscalía y la Comisión de la Verdad que se instauró. Esperemos que llevan a feliz término su gestión.
Doppiafila:
Gracias por tus comentarios. Imposible no recordar la infamia de lo sucedido.
Guaguau:
Como lo comentaba con O-lu, lo deseable es que se saque a la luz la verdad de este hecho y de muchos más. El país restañaría sus heridas y seguiría adelante con más firmeza que los pasos temblorosos de hoy en día.
Sentido Común:
La responsabilidad del M-19 no está en discusión. Durante años se debatió, se aclaró, se señaló su responsabilidad, se realizaron las autocríticas correspondientes y se siguió adelante. A diferencia de lo que hoy se debate, el país tiene claro lo que realizó el M-19, con el mayor detalle posible. De eso no hay dudas por lo que resulta inncesario reabrir debates sobre lo ya sabido, esclarecido y confirmado.
Acá el hecho es otro. Hubo crímenes de Estado. No sólo "torpeza y brutalidad" que de eso hubo y mucha, sino asesinatos fríos y calculados de quienes dicen defender las instituciones. Se rompió el Estado de derecho. Se secuestró un presidente. Ciudadanos inermes fueron llevados a las tenebrosas guaridas de Usaquén para ser torturados, asesinados y luego desaparecidos sus cuerpos. Nunca se pudo adelantar una investigación al respecto. Siempre fue boicoteada desde el poder y sólo hasta ahora, aunque tímidamente, comienza a revelarse lo que pasó.
Arias Cabrales y sus subalternos, portando el uniforme del ejército colombiano, investidos con el poder que les da la Constitución y las leyes, pisotearon nuestras instituciones, se convirtieron en jueces y verdugos y destrozaron la civilidad. Y solo 21 años después. a estos criminales se les trata de investigar. Esa es la razón de ser de este artículo, de los múltiples que asoman en los medios y del estupor de un país que aún no se convence que estos criminales continúan bajo la sombra del poder, con otros nombres, actuando en igual forma.
Una nota al margen, las palabras que cita no las dijo Bolívar, sino Santander.
Julio:
El día anterior, miércoles, había estado conversando con el Dr. Reyes en su despacho porque él los jueves permanecía en su casa adelantando trabajo de la Corte. Cuando sucedieron los primeros disparos, estaba en el centro y corrí hasta el Palacio. Eran algo así como las once de la mañana. Recuerdo que alcancé a llegar hasta el Ley, en momentos en que reinaba la confusión. Al mediodía ya estaba acordonado el sitio y pusieron barreras en la Avenida Jiménez que impedían el paso hacia el sur por la carrera séptima.
Subí al Externado y fue cuando me di cuenta que el Dr. Reyes estaba en el Palacio. Tratamos de comunicarnos con él pero fue imposible, lo mismo que con Emiro Sandoval, nuestro brillante profesor de penología y magistrado auxiliar de él, Manuel Gaona y Carlos Medellín. La angustia persistió toda la tarde. Con sorpresa vimos como el general Delgado Mallarino, amigo del Dr. Reyes y profesor nuestro de Criminalística en el Externado, se negó a pasarle al teléfono. El incendio del Palacio se llevó consigo cualquier esperanza de recuperar con vida a la flor y nata del Externado.
Recuerdos amargos, Julio, y como tú lo dices, ojalá se sepa toda la verdad, no apenas la parte del M-19, sino la que se ocultó durante tantos años en los cuarteles.
Julián:
Por supuesto, Julián, la verdad, sólo la verdad es lo que debe salir a relucir.
Álvaro:
Muchos recuerdos afloran en este momento y sí, lo que más deseamos los colombianos es que la verdad salga a la luz, pero como le dije a Sentido Común, de lo que aquí se trata no es de aclarar una resposabilidad guerrillera porque hace tiempos se hizo, como tampoco de olvidarla. La discusión se fundamenta en que a la par con dicha resposabilidad, están los crímenes de Estado que se cometieron y que fracturaron el Estado de derecho, hecho mucho más grave, a mi modo de ver, porque fue el Estado mismo el que se volvió delincuente.
mircoles 6 de septiembre de 2006, 12:20 COT
[…] Salvada la sucesión masculina en Japón, Las torres de Tanelorn, La agonía de los porotos y El regreso de los fantasmas (en equinoXio) […]
mircoles 6 de septiembre de 2006, 16:51 COT
Duro el recuerdo, pero al mismo tiempo me es imposible no solidarisarme con un soldado que entra temeroso de su vida en el cuarto piso y dispara a todo lo que se mueva, solo para luego ver que entre guerrilleros abaleados tambien hay magistrados.
Para mi lo mas dificil de juzgar siempre han sido las escenas asi donde las cosas pasan tan rapido y con tanta violencia que casi me parece un crimen juzgarlas lentamente , sentado con los “hechos” en la mano y nisiquiera la mas minima parte de los sentimientos de victimas y/o victimarios.
Todo es tan confuso que simplemente me declaro impedido moralmente para hacerme a juicios morales basados en tan pocas letras
mircoles 6 de septiembre de 2006, 17:28 COT
Kmilo, el punto de vista del soldado (tan humano, tan veloz, tan involucrado en los hechos concretos) en mi opinión no es el más importante. Hay que enfocarse en quien dió la orden de tomar el 4º piso sabiendo que ahì habia gente (guerrilleros y rehenes); en quien no planeó la contra-toma de manera a salvar la vida de los magistrados; en quien hizo de todo para quitarle importancia y eficacia a las opciones negociales. La responsabilidad que se busca es politica (decisiones) no militar (acciones en el campo, disparos).
Saludos, Doppiafila
jueves 7 de septiembre de 2006, 07:19 COT
Kmilo:
Los convenios de Ginebra dicen que en este tipo de situaciones, ante todo, hay que realizar operaciones militares pero tomando las medidas necesarias para respetar la vida de los rehenes.
Uno de los relatos que más agobian fue el de miembros de la Cruz Roja en el primer piso, cuando los militares se lo tomaban a sangre y fuego. Allí clamaron en vano para que les permitieran llegar al sitio donde estaban los rehenes para pressrvar sus vidas.
No obstante, para sacarse el clavo, los militares decidieron recuperar el Palacio a toda costa. Y, aparte de eso, secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer a civiles que ellos "consideraron" subversivos.
Por eso van a ser juzgados, porque se convirtieron en criminales.
Doppiafila:
Das en el clavo. En aquel momento, el soldado estaba cumpliendo órdenes. De ahí que la investigación no se centre en los errores cometidos en la toma, sino en las órdenes que desconocieron los convenios internacionales firmados por Colombia, y decidieron atacar el Palacio sin importarles la vida de los rehenes. Y, luego, como los peores criminales, escoger a un grupo de civiles para torturarlos, asesinarlos y desaparecerlos.
jueves 7 de septiembre de 2006, 11:03 COT
el palacio en llamas es mi primer recuerdo. y ahora que ando dándole vueltas a esos temas, es una agradable sorpresa encontrar este buen recuento de los modos en que se retorció un episodio que el eme planteó mal y al que el gobierno respondió peor. gracias, mr. marsares. llega usted en el momento justo.
viernes 8 de septiembre de 2006, 08:16 COT
Y gracias a ti, pequeña Padawan, por la visita. La memoria ayuda a la razón para combatir la impunidad.
viernes 8 de septiembre de 2006, 12:35 COT
Hola a todos los miembros de equinoXio y a sus lectores. Felicitaciones por la nominación de este muy buen colectivo en la categoría de mejor Weblog que otorga la CCIT.
Saludos,
Víctor, el humilde y emocionado padre de otro nominado.
viernes 8 de septiembre de 2006, 14:20 COT
Que bien, felicitaciones a todo el grupo que ha creado esta excelente revista donde podemos poner nuestros comentarios y compartir la diversidad de pensamientos…
viernes 8 de septiembre de 2006, 14:43 COT
¿Debe un Estado de Derecho, reconocer los derechos a aquellos que niegan al Estado?
¿Es decir, es constitucional armar un ejercito armado de ideas contrarias a la constitucion nacional?
¿Habian perdido los derechos fundamentales los insurgentes?
Creo que la constitucion de 1991 abrio mas boquetes en cuanto al manejo de los insurgentes, la anterior constitucion era mas fuerte y protegia mejor a los ciudadanos contra este tipo de movimientos anti-estatales.
Yo apoyo 100% las acciones de mi Coronel Plazas, y Mis Generales Victor Mallarino y Samudio.
Finalmente resultaron ellos como responsables de la toma!!!!
Admirable.
Segun los romanticos admiradores del M-19, debiamos haber dejado que las instituciones democraticas fueran pisoteadas por un grupo alzado en armas, debimos dejar que los delincuentes juzgaran al presidente de Colombia en ejercicio, por falsos crimenes.
Supongo que hubiese sido peor si se hubiera dejado a Almaralez hacer cuanto queria y de todos modos los militares hubieran sido culpables!!!!
Palo porque bogas y palo por que no bogas.
viernes 8 de septiembre de 2006, 17:16 COT
Schlecter:
No se puede defender la ley, quebrantándola, salvo que estemos en una dictadura.
viernes 8 de septiembre de 2006, 17:21 COT
Víctor:
Felicitaciones mutuas. También para tí un abrazo.
Macladu:
Gracias igualmente por ser una fiel lectora y amiga de equinoXio.
lunes 9 de octubre de 2006, 09:40 COT
[…] Elegimos entonces al hombre de Amagá, quien quería cambios sociales de fondo, pero mientras dibujábamos blancas palomitas, la mafia comenzaba su régimen de terror a la vez que los picarones del M-19 se le tomaron el Palacio de Justicia y le pusieron conejo a la paz. Mucha poesía y las FARC… ahí. […]
viernes 15 de junio de 2007, 08:00 COT
[…] Justicia, perpetrada por el M-19 el 6 y 7 de noviembre de 1985 y retomada por el Ejército a sangre y fuego. La grabación fue difundida la noche del jueves por Caracol […]
martes 6 de noviembre de 2007, 21:12 COT
[…] El regreso de los fantasmas […]