Los más y los menos del interinato de Lara
Columnas > Con los taches arribaPor Rafa XIII
jueves 16 de octubre de 2008 13:26 COT
Con los resultados puestos en los dos partidos de Eduardo Lara como técnico interino de la selección colombiana de fútbol de mayores, tras la destitución del DT titular, Jorge Luis Pinto, es necesario ver lo que se puede rescatar de esta mini-era de Lara como estratega nacional y ver qué hacer con miras a los ocho partidos que quedan de la segunda vuelta de la eliminatoria a Sudáfrica 2010, que se reanudará en marzo del año entrante.
Lo bueno
Lo principal es el cambio de aire que rodea a la selección y el cambio de actitud que mostró el equipo en los dos partidos. Como siempre lo hemos sostenido, Pinto es y será un gran técnico y un estudioso del fútbol, pero su trato personal con los medios y con sus dirigidos está muy lejos de ser cordial. La selección salió de su acuartelamiento y encierro en Rionegro y se concentró en Medellín, para viajar sobre al hora a Bogotá y evitar los efectos adversos de la altura. Ya no se tuvo ese ambiente castrense de las concentraciones de Pinto, en el que, aunque si bien es cierto, la disciplina es buena y conveniente, tampoco era como para tratar a los jugadores como reclutas.
El sábado ante Paraguay, Colombia perdió, pero lo hizo con las botas puestas. Hubo entrega por parte de los convocados y se generaron opciones de gol, que por desgracia no se concretaron porque al frente estaba la defensa más sólida de la ronda clasificatoria. Es más, la anotación de Paraguay fue fruto de un error vergonzoso de Agustín Julio, no de una verdadera intención de gol de parte de Salvador Cabañas. Eso cambió la historia del partido, porque hasta ese momento Colombia era claro dominador. Había que ganar como fuera y no se pudo. Pero hay formas de perder, y esta derrota no fue como varias de las de la era Pinto, en la que se veía desdén y pereza de los jugadores. Aquí Paraguay ganó porque no era ningún monigote y se supo defender después del regalo de Julio.
Anoche en el Maracaná, indudablemente Colombia jugó los mejores pasajes de lo que va corrido de la eliminatoria. El sector derecho del ataque cafetero fue, durante casi los 90 minutos, un dolor de cabeza para los lentos y pesados Juan, Lúcio y Kleber, a quienes Wason Rentería, Carlos Darwin Quintero y Camilo Zúñiga, enloquecieron constantemente con su velocidad y despliegue. Nos quedan en la mente el tiro a boca de jarro que falló Rentería frente al portero Julio César, promediando el segundo tiempo, y un par de contragolpes que no se concretaron por centímetros debido a que ahí sí primaron las zancadas más largas de los gigantes zagueros auriverdes, frente a un Quintero que les queda en estatura por debajo de los hombros.
Son tres ocasiones consecutivas en las que Colombia hace un gran planteamiento táctico para traer el resultado de terreno brasileño. En 2001, con García, Colombia hizo ver tan mal a Brasil en el Morumbí, que los aficionados, durante 89 minutos abuchearon al técnico Wanderley Luxemburgo, le tiraban guijarros y le gritaban “¡Burro… burro…!” Pero en aquel nefasto tiro de esquina del minuto de adición, consiguieron el gol, y con el 1-0, nadie se acordó más de que Brasil jugó horrible. Con Rueda, en la eliminatoria anterior, se logró el 0-0, y quedó para la anécdota la jugada de gol mal anulada a Mario Alberto Yepes, que habría significado la primera victoria colombiana sobre los cariocas en una liguilla clasificatoria a mundiales, y la primera derrota brasileña como local en su historia. Ayer era imperioso sacar el puntico, y ya, si se daba el papayazo de ganar, pues bienvenido sería.
Lo malo
Seguimos sin goles. Son CINCO partidos seguidos sin marcar en el arco contrario. Ya no es problema de nombres, porque no estuvieron ni Rodallega ni Falcao García, que la rompen en sus equipos, pero en la selección tienen el arco entapiado con ladrillos. Wason se lo comió con la portería de frente. Darwin, llegando de atrás, fue peligroso, incisivo, gambeteador, pero de aquello, nada. Y Dairo Moreno, cuando entró, pareció querer hacer el gol desde cualquier lado, y cada que le llegaba el balón lo tiraba al arco, con muy buena intención, pero con muy mala puntería.
Por las expresiones emotivas de Eduardo Lara al final del encuentro, que al momento de irlo a entrevistar para televisión casi rompe en llanto, se nota que aún le queda grande el traje de técnico de una selección de mayores. Cierto es que hay un gran mérito en haber sacado un empate de visitante ante Brasil, con tan corto tiempo de trabajo y una gran cantidad de jugadores jóvenes, pero tampoco es para poner el ojo aguado ni soltarse a berrear de la alegría ante las cámaras por eso. No lo hicieron antes ni Chiqui García cuando perdió, ni Rueda cuando empató, mucho menos es para aceptar que Lara lo hiciera ahora.
Lo que viene
Esto parece una campaña institucional, pero vamos a mencionarlo otra vez. Ante la escasa, cuando nula capacidad de gol de los “artilleros” nacidos en nuestro suelo, hay que pensar en la alternativa del nacionalizado Sergio Galván Rey. Nada se pierde con llamarlo y menos con probarlo.
Es claro que Lara apagó el incendio de la falta de DT, con su interinato, pero debe volver a sus fueros, es decir, a las categorías juveniles. Los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol tienen tiempo para buscar a un entrenador que asuma el cargo en propiedad, para preparar un plan de trabajo de cara a los partidos que restan, frente a Bolivia, Perú, Ecuador y Chile, de local, y ante Venezuela, Argentina, Uruguay y Paraguay, de visitante.
Sobra decir que hay que ganar los cuatro mencionados en primer término, para sumar 23 puntos, y pensar por lo menos en ganar uno de los de afuera y empatar otro, para sumar 27, que es el umbral teórico para clasificar aunque sea al cupo de repechaje. En las dos eliminatorias previas, Colombia llegó con la necesidad de ganar el último partido en Defensores del Chaco, y lo consiguió 4-0 en 2001 y 1-0 en 2005, pero dependía de un resultado limpio entre Uruguay y Argentina. Esto no se dio, y en ambas oportunidades, los charrúas fueron al repechaje con Australia.
Pero ya sabiendo, con dos casos vistos, que es inútil e ingenuo pretender que otros nos clasifiquen, es mejor que al término de la octava fecha de la segunda vuelta, ante Chile (partido que seguramente será en Medellín o en Barranquilla), Colombia ya esté o bien clasificado, o bien, sin ninguna opción.
jueves 16 de octubre de 2008, 14:44 COT
Hola!
Quisiera comentar, o mas bien refutar la posicion del autor del articulo frente a las demostraciones de sensibilidad y buen corazon que protagonizo el tecnico lara en el partido en Brasil.
pues creo que llorar frente a las camaras no es reflejo de inmadurez para tomar las riendas de una seleccion mayor, al contrario pienso que el profe demostro valentia, pues quizas usted pena le daria demostrar la alegria frente a millones de personas.
un consejo respete!
gracias
jueves 16 de octubre de 2008, 18:52 COT
¿Y en dónde está la “falta de respeto”?
¿Entonces cada que alguien saque un punto en el Maracaná tiene que ponerse a llorar de la alegría por la hazaña? ¿El técnico de Bolivia se puso a llorar de contento en septiembre cuando también le sacó el empate a los brasileros? ¿El DT de Argentina, Alfio Basile salió berreando a moco tendido en junio cuando le sacó el 0-0 a Brasil?
Ahí está pintado el folclorismo criollo. No lloró de contento Maturana cuando Colombia goleó 5-0 a Argentina en el Monumental ni cuando ganó la Copa América en Bogotá que eso sí fueron momentos de gran emoción y heroismo, y sí hay que venir a celebrarle a la Lara que llore hasta cuando despide un tren de carga.
Eduardo Lara es buen técnico, pero para jovencitos, de los que todavía, como él, se les ablanda el corazón con un triunfo o una derrota. Eso no tiene cabida en el fútbol de mayores, en donde no hay lugar para sensibilerías.
jueves 16 de octubre de 2008, 22:34 COT
Cual error vergonzoso de julio? El balon hizo un efecto, ignorante. Vió el gol desde la camara contraria?
viernes 17 de octubre de 2008, 08:26 COT
Rafa, Maturana es un analfabeta de las expresiones… el tipo ni se inmutaba cuando Bolivia nos empacó el tercero en La Paz, no decia nada cuando Rumania nos ajustició en Estados Unidos ni mucho menos cuando ibamos 4-0 y estaban que nos eliminaban… ¿Qué clase de DT es ese?
viernes 17 de octubre de 2008, 08:29 COT
En el tercero hago referencia a las Eliminatorias 2002 ante Paraguay… mi punto es que Maturana pareciera que confundiera la pasividad con ecuanimidad, y cree que declarando frases de alto contenido criptico-filosófico se da a enteder.
viernes 17 de octubre de 2008, 11:21 COT
Alex, le regalo el IGNORANTE, que le queda mejor a USTED, porque el propio Agustín Julio reconoció en una entrevista concedida a Caracol después del partido que el gol de Paraguay era responsabilidad suya, porque él mismo creyó que el tiro de Cabañas era un centro y quiso salir a cortarlo, pero cuando intentó retroceder, ya era demasiado tarde y se metió con bola y todo en la portería.
A lo mejor usted también cree que el gol de Claudio “El Piojo” López a Farid Mondragón en Barranquilla en la eliminatoria para Francia 98 fue virtud del delantero gaucho y no una embarrada de Mondragón, que dejó pasar la pelota pensando que iba para afuera y se le coló en el arco.
Link, Maturana no es precisamente el más expresivo de los técnicos, pero en el caso puntual de la alegría, se le vio sonreír abiertamente en el Monumental de Núñez el día del 5-0, (incluso hay una foto en la edición de El Tiempo del día siguiente en la que salta jubiloso junto con “Barrabás” Gómez, Diego Barragán y otros integrantes del banco) y en El Campín cuando ganó la Copa América en 2001. Lo que sí se guarda es la tristeza, o al menos la disimula muy bien.
viernes 17 de octubre de 2008, 15:43 COT
Hola, Rafa…
Si mal no estoy Salvador Cabañas no fue el del gol, fue Riveros, creo. Y en una entrevista, él dijo que nunca pensó en tirar el balón al arco, así que fue un chiripazo…
Me parece que deberían dejar a Lara lo que queda de las Eliminatorias, o intentar traer a un D.T. como Claudio Borghi o Juan Ramón Carrasco para que revolucione el fútbol colombiano, porque ya dejémonos de tonteras y del mismo comentario: “debemos recuperar nuestro juego: el toque-toque y balón al piso”. No, nada de eso, démole un vuelco a la historia a ver qué sucede.
Un saludo, hombre…
sbado 18 de octubre de 2008, 17:47 COT
El gol fue de Salvador Cabañas. Así lo ratifica el reporte oficial del partido, publicado por la Conmebol.
http://www.conmebol.com/articulos_ver.jsp?id=62661&slangab=S
.
sbado 18 de octubre de 2008, 21:59 COT
Puede ser Rafa, debo reconocer que yo hablo desde lo que he visto y recuerdo (videos del 94 + transmisión de Copa América -de hecho no tengo un recuerdo de que siquiera haya levantado la Copa-), así se convierto esto en un cpirculo cerrado.
Ahora, le pregunto: ¿Lara no debería sentirse emocionado al ver que en el Maracaná hubo 5 jugadores titulares que fueron formados como futbolistas de Selección por él? Algunos sonrien de la emoción, otros sólo pueden llorar; encuentro la reacción de Lara válida, pero fácilmente malinterpretada como “le empataron a Brasil y éste llora emocionado, qué mediocre”
Rafa: 5 jugadores Sub-23 en la titular, mucha atención a eso.
domingo 19 de octubre de 2008, 14:15 COT
Podia sentirse emocionado, pero no era para tampoco para berrear como un chino chiquito. En la eliminatoria anterior, Rueda TAMBIÉN sacó el empate allá , siendo en ese momento COLERO de la tabla de puntuación luego de la debacle maturanista, y alinenado a varios jugadores jóvenes, y no por eso se le aguó el ojo.
jueves 23 de octubre de 2008, 10:25 COT
Precisamente por eso de vijara una hora antes a Bogotá es que la selección se va de nuevo para Barranquilla
jueves 23 de octubre de 2008, 12:01 COT
Y ratificaron a Lara. Estamos repitiendo la misma historia de la eliminatoria anterior. En esa oportunidad sacaron a Maturana por inepto. Por dejarnos con un punto de doce posibles, y “ascendieron” a Rueda de las categorías juveniles al seleccionado de mayores. Rueda mató el tigre y se asustó con el cuero, porque su falta de carácter y sapiencia para mantener el empate ante Uruguay en Montevideo y la victoria ante Chile en Barranquilla, privaron a Colombia de la clasificación. Una cosa es con piano y otra es con guitarra. Es muy distinto dirigir a pelados que a jugadores viejos y mañosos.
A propósito de Barranquilla, a los desmemoriados o aquellos con memoria selectiva, no se les olvide que la eliminatoria anterior se jugó allá y COLOMBIA TAMPOCO CLASIFICÓ. Es más, su campaña de local fue deplorable: Perdió con Venezuela y con Brasil, y empató con Argentina, Paraguay y Chile. Solamente le ganó a Ecuador, Uruguay, Bolivia y Perú. De 27 puntos posibles en casa, sólo hizo 15.