[Interludio] Fanáticos de los cómics
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 11 de marzo de 2009 18:53 COT
Antes de continuar en este extenso camino del Cínec y las producciones que se estrenan este año quisiera dar un respiro al lector para hablar acerca de un tema propio del cómic sobre el que poco o nada se ha profundizado.
En el ámbito de los cómics existen, como muchos saben, gran variedad de géneros; a veces dependen de la cultura, otras de los países de origen y en muchos casos de la experimentación personal de autores que siempre buscan nuevas formas de expresión.
Tenemos entonces estilos tales como el norteamericano, el europeo, el manga japonés, el chino, el latino, el cubano (los dos últimos incipientes pero en proceso de consolidación) y también una gran gama de géneros que se multiplican y yuxtaponen: el superheroico, el detectivesco, el de aventuras, el de ciencia ficción, el de autor (que abarca infinidad de temáticas), el de terror, el de acción, el de antihéroes (más reciente), el thriller psicológico, el de época, el épico, el futurista, el postapocalíptico, el neorrealista… Quien vea aquí gran parecido con los géneros cinematográficos está en lo cierto: ambas expresiones artísticas van muy de la mano, de ahí que en muchas ocasiones las películas tipo Cínec tengan éxito. Y todo este universo de estilos e historias es regido por empresas que se encargan del mercadeo, pero eso es tema para otro momento.
Lo anterior, para introducir otra clasificación que expertos y doctos han descuidado en este universo complejo de los cómics, una variedad que cada vez se define con rasgos más claros y sobre la cual es necesario escribir: los fanáticos, ese gremio sin el cual los cómics nunca habrían trascendido como lo han hecho… Si algunos lectores se consideran fanáticos, entonces comiencen a ubicarse en sus respectivos puestos:
1. El freak
Esta persona escuálida y rechazada por la comunidad deportiva y un gran margen de la sociedad vive y transpira cómics. Sus magros ingresos se van como el agua frente a un estante, su debilidad mayor es que los compra todos y no le interesa la calidad, su hambre es tener y tener… Muchas veces no come por leer cómics y averiguar datos biográficos de los superhéroes en internet o en librerías especializadas, donde se deja estafar por cuanto avivato detecta su poca capacidad para negociar y regatear. Un buen día es encontrado seudomomificado por una pila de cómics que cayó accidentalmente sobre su cama y lo asfixió. Tips: Conseguir una biblioteca más estable, conseguir ayuda psiquiátrica.
2. El coleccionista
Este personaje pasa largas horas frente a los estantes de cómics y al final adquiere uno o dos títulos, prefiere revisar la calidad del dibujo y la historia como si fuera a comprar un carro. Cuenta con un sentido arácnido de la oportunidad y está pendiente de cuantas baratas hayan y cuanto roto venda cómics buenos a bajos precios, exponiendo a veces su integridad física en la consecución de tal o cual título. Su colección, si bien no es excesivamente numerosa, resulta la envidia de otros fanáticos. Tiene además un discurso monotemático y obsesivo sobre dibujantes, guionistas e historias que le acarrean en muchas ocasiones el quedarse hablando solo. Tips: Variar el repertorio conversacional, ir armado a los rotos… y sí, el de la foto es el que escribe.
3. El corsario
Es de temer entre los fanáticos, su meta principal es vivir de lo que sea capaz de arrebatar a sus amigos y su colección está compuesta de títulos sustraídos durante fiestas o que descaradamente pide prestados para no devolver jamás. Sus gustos son variopintos y tiene inclinación fuerte por las voluptuosas heroínas. Corre el riesgo de ser fichado por sus víctimas y terminar sus días en la cárcel cuando lo sorprendan escapando por una cornisa con varios títulos de Wonder Woman entre la camisa. Tips: Ver varias veces la película Para atrapar al ladrón, comprar camisas más grandes.
4. El agiotista
Es bastante despreciable, pues su meta más importante es el dinero y no los cómics, está muy atento a comprar la revista Wizard cada mes para tener una lista de las cotizaciones de cada título, luego se dirige a las librerías y compra hasta veinte ejemplares del mismo cómic, para luego venderlos a coleccionistas o a freaks, estos últimos le reportan cuantiosas sumas de dinero. Su meta es tener una tienda especializada de cómics y su mayor placer es ver las lágrimas de quienes empeñan hasta la camisa por comprar los títulos que él ha acaparado. Tips: Ensayar la sonrisa cínica frente al espejo al menos diez veces cada mañana.
5. El papanatas
Este ser es aún más despreciable pues cree que se las sabe todas. Se alimenta básicamente de los comentarios (por lo general errados) acerca de cómics en periódicos, en internet o de otros como él. Su colección se compone de títulos intrascendentes porque escuchó alguna vez que eran importantes. Carece de un criterio propio pero jura que sus gustos son exquisitos. Trata de disimular su ignorancia comprando camisetas de superhéroes o gorras (que por lo general están mal estampadas) y esgrime una pedantería subida de tono cuando habla de sus inocuas adquisiciones. Con el boom del Cínec se lo ve mucho alardeando de conocer las historias y saber de los personajes, pero a la hora de profundizar deja ver su palpable ignorancia y estupidez. Tips: Adquirir la número 1 de El hombre Caimán autografiada por Álvaro Lemon, desaparecer de la faz de la tierra… y sí, el de la foto lamentablemente existe.
6. El fresco
Es un tipo sin complicaciones que compra títulos ocasionalmente; pese a ello tiene buen gusto y lo poco que consigue le satisface. No desprecia ningún género y tampoco es obsesivo por ninguno, su charla es fluida y no tiene mayores intereses de profundizar en lo que no le interesa, presta sus cómics sin problema y muchas veces es la víctima ideal de los corsarios, pero a él no le importa gran cosa. Tips: Cerrar de vez en cuando la puerta de la casa.
7. El obseso
Este pobre ser pasa la mayor parte de su vida manteniendo su colección libre de polvo, empaca cada cómic en bolsa de polietileno y añora tener una cámara aislante donde sus cómics puedan estar a salvo de cualquier bacteria o insecto… Cuando se atreve a leer uno de sus títulos lo hace con guantes, pinza para pasar las hojas y tapabocas en una habitación libre de ruido y contaminación visual. Obviamente NADIE tiene acceso a su colección y su peor pesadilla es que un día el hermanito de tres años se le meta al cuarto para aprender a usar las crayolas encima de sus cómics. Tips: Cambiar periódicamente la combinación de la caja fuerte, limpiar telarañas y rociar insecticida cada veinte minutos.
8. El "tostado"
Este tipo dejó de leer cómics hace tiempo y comenzó a vivirlos… Es frecuente verlo caminar como si le hubieran metido un palo por el c**o. Por lo general tiene una mirada ceñuda y frunce los labios como si se quisiera tirar un pedo, viste de negro, porta un emblema incomprensible que se inventó y te pide que lo llames por su nombre clave. Algunos llegan al colmo de portar artilugios de su invención que no sirven para nada u otros objetos tales como espadas (de papel maché), dagas, pistolas de plástico, cadenas hechas con diversos materiales endebles, etc. El tostado ha perdido el contacto con sus amigos, su familia… y la realidad. Se ve frecuentemente rodeado de policías que revisan sus “armas” y luego lo despiden con una palmadita en la espalda, luego él te dice que les había confiado su amistad con el comisionado y por eso lo dejaron ir. Tips: Reforzar la protección del traje con las mallas de la abuelita, rediseñar el blindaje de la patineta atómica.
9. La fan
Es de lo más escasa, las mujeres en un 85% no tienen mayores intereses en conocer de cómics y mucho menos coleccionarlos, siendo seres casi míticos. Son codiciadas en cualquier conversación sobre el tema, son bonitas (a diferencia del gremio masculino), aunque algunas prefieren lucir pintas “alternas” para no sentirse tan femeninas. Sus colecciones son muy selectas y aunque aparentan preferir los cómics más underground no se resisten a las ediciones especiales de Hello Kitty, Barbie y los Animaniacs. Tips: Conseguir botas con la franja de Wonder Woman, comprar un piercing del Gato Cósmico para el ombligo… y sí, la de la foto pertenece a este gremio y dibuja muy bien… Un beso, ¡muuua!
jueves 12 de marzo de 2009, 10:56 COT
No me pude ver identificada en alguno… ¿Existe alguna categoría para los interesados pero no fans?
A mi me gustan los comics, pero no sé nada. La verdad considero que con esta columna estoy aprendiendo, que es lo que realmente me gusta de pasar por acá.
jueves 12 de marzo de 2009, 11:13 COT
Dos cosas: Una duda que me surgió: ¿Sumercé en qué categoría se ubica? por simple curiosidad.
Y dos… yo no soy fanática, la verdad, los comics me importan poco, no he tenido uno en mis manos pero he visto muchas películas basados en ellos, porque sí me encanta el cine de super héroes, creo que solo soy una espectadora. Je.
jueves 12 de marzo de 2009, 16:01 COT
Me encantó tu taxonomía comiquera, y aun más me gustó comprobar que de un lado al otro del charco los fanáticos de los cómics seamos tan parecidos. Yo creo que estoy a medias entre el coleccionista y el obseso, aunque ni tengo un discurso monotemático como el primero, ni leo mis cómics con guantes y pinzas como el segundo (¡aunque sí los guardo en bolsas, je!).
Saludos desde Barcelona, Dr. Cómic.
viernes 13 de marzo de 2009, 09:04 COT
Gracias por los comentarios, antes que nada debo aclarar que esto de las categorías es algo tan fluctuante como las olas del mar, en ese sentido temo que me debato entre “el coleccionista” y el “freak”…aunque he llegado a ser “corsario” en más de una fiesta
jueves 19 de marzo de 2009, 12:48 COT
Esto me hace recordar lo que es tambien el fanatismo de entre los seguidores del .
domingo 26 de julio de 2009, 01:48 COT
Haz dado en un punto interesante e imporatante,en cuanto a los generos, y seria bueno que profundizaras o escribirieras sobre otro tipo de historias en los comics, como por ejemplo lo que se llamo comic undergroung norteamericano,donde se puede encontrar una cantidad de grandes creadores (narrando historias comunes y corrientes), que le cambiaron ese matriz al comic de lectura liviana para chicos.
Cuando la gente piensa en comics cree que son historias fofas,de caracter debil y falta de sentido, igual que otras disciplinas artisticas el noveno arte como se le ha llamado al comic ultimamente, tiene su lado interesante y para nada son historietas para niños.
Seria interesante que enriquecerias este espacio con articulos sobre Robert Crumb, Harvey pekar,Adrian tomine, Joe sacco o Art Spiegelman que con su comic MAUS se ganó un premio pulitzer en 1992 y una exposición en el Museo de arte Moderno de Nueva York. Historia que narra el holocausto nazi dibujando a personajes con razgos de animales reprensentados los nazis como gatos y los judios como ratones, esta historia nace despues qu el señor Spiegelman entrevista a su padre para que le narre historias de la guerra.
Esto demuestra que los comics no son soloamente cosas para niños,jovenes sino que es un mundo amplio donde se pueden encontrar cosas interesantes aun mas ricas y deleitables que un libro.