Se rajó Brasil
Copa América 2007 > EstanciasPor Marsares
jueves 28 de junio de 2007 15:29 COT
México nunca ha creído en Brasil. Lo respeta pero no le pide autógrafos cuando sale a la cancha. Es que los mexicanos son otro cuento. Con el estribillo de que como México no hay dos, le juegan al que sea, con ganas o con técnica, pero le juegan. Y así pasó. Los grandotes de Brasil coparon la cancha, cerraron los espacios y dieron comienzo al banquete.
Pero la historia estaba para otra cosa. Los pequeños delanteros de México comenzaron a hacer de las suyas. Como avispas se colaron una y otra vez e incluso en algún pasaje del encuentro, el temido “olé” resonó en las tribunas. ¡No hay derecho! O mejor, sí lo hay y por eso, vino el primer gol, como debía ser, con un sombrerazo, a lo mero mero, de Nery Castillo.
Brasil no se la creía. Tampoco el resto. Pero los mexicanos sí. Por eso les metieron el segundo, apoyados seguramente por la Virgen de Guadalupe. Esta vez fue Morales y con pelota quieta, con la inspiración de siempre. ¿Sabrá jugar billar? Porque le dio donde era, produciendo esas curvas que deleitan la vista. 2 – 0 y Brasil rascándose la cabeza.
Algo le debieron decir a Robinho en el vestuario porque se despertó y puso a rezar novenas a los mexicanos. Hizo de todo, fintas, dribló, se desmarcó, se divirtió, pero de aquello… nada. Fueron 17 minutos de ensueño para el buen fútbol. El arquero mexicano en dos ocasiones, Pinto en otra, y dos palazos demostraron que a veces uno se levanta con el Cristo de espaldas y peor si es el Corcovado. La pelota no entró.
Los que si se metieron al campo de México fueron los de amarillo, pero tampoco. México la supo hacer. A punta de contragolpes siguió insistiendo, hasta que sucedió lo que tenía que suceder. Ambos terminaron sin piernas. Al final, y para que no quedara duda de que todo podía ser posible, vino una falla monumental. Castillo, luego de desbordar la defensa rival y dejar tendido en el piso a Doni, con todo el arco a su disposición, mandó la pelota afuera.
¡México lindo y querido, gritaban en las tribunas!
A Ecuador le bailaron la cueca
Los colombianos somos hinchas del seleccionado del Ecuador por muchas razones: porque somos casiparientes, porque un colombiano lo dirige, porque nos copiaron el uniforme, hasta porque nos reciben los desplazados (ya le estoy metiendo política) pero además, y eso es lo importante, porque juegan y hacen muchas veces lo que nosotros no queremos o no dejamos hacer por el lastre dimayoresco que no tocó en suerte.
¿Ahora si entienden porque celebramos el primer tiempo? Un Ecuador de rápidos desplazamientos, planteamiento incisivo, juego alegre, buen manejo de pelota, precisión en la entrega y una defensa que por momentos ponía una doble línea de cuatro, hizo parecer a Chile un convidado de piedra. Voladores y todos tan contentos.
Por eso cuando los goles vinieron, hubo celebración acá y allá del puente de Rumichaca. Apenas a los 15 minutos del primer tiempo, Valencia puso en ventaja a los ecuatorianos. Pero Chile, sin jugar bien, aguó la fiesta ecuatoriana. Suazo, con un tiro de media distancia, empató el encuentro, luego de una pared con Valdivia. Tres minutos después, Benítez devolvió las risas a la hinchada ecuatoriana anotando el segundo gol de cabeza, después de cabecear Espinoza que la colocó dentro del área. Con esta ventaja, Ecuador reafirmaba en el campo su superioridad, y pudo haber un tercero cuando Benítez estrelló la pelota contra el poste derecho.
Pero una cosa es bailar de primero y otra, reír de último. Aunque el segundo tiempo comenzó en la misma tónica del primero, los goles tricolores se quedaron guardados. Y en el fútbol es pecado y mortal. Pasados 35 minutos, Suazo empató el encuentro contando con la complicidad de Ulises de la Cruz. La angustia se apoderó del Ecuador. Faltando cinco minutos, Villanueva cobró una falta y anotó el gol que premiaba la perseverancia.
Al final, la cueca chilena nos puso a bailar a todos
viernes 29 de junio de 2007, 06:28 COT
Esta copa está como para alquilar balcón y yo desde mañana me la degustaré mejor. Sorpresas, aquí es lindo el fútbol.
Los Mexicanos cada día me convencen más de su sentido de pertenencia y su empeño y fuerza… sienten de verdad la camiseta de su país, algo que nos falta a los colombianos.
Un abrazo para tí Marsares!
lunes 9 de julio de 2007, 21:33 COT
[…] se paga caro. Brasil, por su lado, demostró, por fin, que es un equipo y no simplemente diez jugando para Robinho. Sus jugadores se asociaron y dieron una dosis de fútbol colectivo adornado de jugadas […]