Sayōnara, Naka-chan
Estancias > Katherine EscobarPor Julián Ortega Martínez
mircoles 30 de agosto de 2006 20:28 COT
Japón tiene una larga lista de "animales" consentidos. A diferencia de lo que pasa en China, donde los perros son masacrados y los gatos muertos a taconazos, muchos japoneses se sienten fascinados cuando un animal se gana su corazón.
En noviembre de 2005, una foca barbuda hembra llegó a la ciudad de Nakagawa, en la prefectura de Tokushima, al sur del país. Poco a poco el animal se fue ganando el cariño de los ciudadanos, que la bautizaron Naka-chan (ナカちゃん). En marzo, las autoridades la declararon "ciudadana honoraria especial". Días más tarde, fue noticia casi mundial cuando resultó atascada en un bloque de cemento en el dique del río. Por fortuna, un equipo de rescate la salvó.
Sin embargo, en junio las patas traseras de Naka-chan se enredaron con la hélice de un barco. Finalmente, el domingo pasado, las autoridades confirmaron la triste noticia de su deceso. La autopsia, que nos cuenta que medía 188 cm de largo, tenía 110 cm de "busto" y pesaba cerca de 100 kilos, no arroja indicios sobre la causa de su muerte. La foca tenía un micrositio en la página de la oficina gubernamental dedicada al río que baña la ciudad y dentro de poco empezará la construcción de un monumento en su honor.
Sayōnara, Naka-chan. Tu ciudad te extrañará.
mircoles 30 de agosto de 2006, 21:36 COT
Julian:
Es hermoso este escrito por lo tierno y la preocupación que causó este hecho. La imagen me enterneció.
Escribes con muy buen gusto y muy buen criterio.
Un abrazo!
mircoles 30 de agosto de 2006, 23:35 COT
¡Snif!
viernes 1 de septiembre de 2006, 19:33 COT
Gracias por la solidaridad y el sentido pésame. Por los motivos que sean, la foca fue la “mascota” oficial de la zona. En esta página de la vecina ciudad de Anan hay más foticos, incluyendo unas de unos niños de escuela a los que pusieron a hacer muñecos de la foca. ¡Qué ternurita, ala!