“No aparten los ojos”
Estancias > Hibakusha ProjectPor Mainichi Shimbun
martes 9 de enero de 2007 0:01 COT
(Publicado originalmente el 3 de noviembre de 2006)
Sumiteru Taniguchi en el Parque de la Paz de Nagasaki el 15 de octubre de 2006. (Noriko Tokuno / © Mainichi Shimbun)
Cuando Sumiteru Taniguchi le entrega a uno su tarjeta de negocios, uno queda mirando la espalda desnuda de un muchacho. El chico yace boca abajo. La espalda está terriblemente quemada, con la piel roja abierta y con úlcera.
Taniguchi, de 77 años, es el presidente del Consejo de Nagasaki de Víctimas de la Bomba Atómica. El muchacho es él. La foto fue tomada por personal del ejército de los Estados Unidos seis meses después del bombardeo de Nagasaki, y debajo está impreso: “Quiero que usted entienda, aunque sea un poco, el horror de las armas nucleares”.
El 9 de agosto de 1945, la espalda de Taniguchi fue chamuscada por el calor de 3.000 grados centígrados emanando de la bomba. Estaba a 1,8 kilómetros del epicentro de la explosión. La piel en los brazos se le peló y le colgaba en tiras. En la espalda, el tejido subcutáneo fue destruido y la piel no podía respirar más. Se le realizaron nueve transplantes de piel. Aún ahora, 61 años después, no puede dormir sobre la espalda sin despertarse a las pocas horas del dolor. “Vivir”, dice, “es una carga”.
La espalda del entonces adolescente Sumiteru Taniguchi fue quemada de forma terrible tras el bombardeo nuclear de Nagasaki. (Foto cortesía del Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki)
Siempre que habla en público de sus experiencias como hibakusha, lleva consigo fotos tamaño A3 de su espalda inflamada. El 1 de octubre las llevó a los EUA donde pasó 10 días con miembros del Consejo contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno del Japón. Las usa para ilustrar su argumento: “las bombas nucleares y los seres humanos no pueden coexistir”.
Estaba en los EUA cuando oyó del ensayo nuclear norcoreano del 9 de octubre. “No han oído del daño que hacen las bombas atómicas”, dice amargamente. “Han pasado sesenta y un años y todavía piensan en usar armas nucleares”.
Dirige su ira no sólo hacia Corea del Norte sino hacia el gobierno japonés, el cual aconseja que “guantes, sombreros, ponchos para la lluvia y similares limitan el daño exterior causado por las partículas radioactivas”.
“¡Idiotas!”, replica él. “De un ataque nuclear no hay hacia dónde escapar. Flash, bang y es todo. Se acabó”.
Con fotografías en mano se dirige a los estudiantes que lo visitan en paseos escolares. “No tengo deseos de hacer un espectáculo de mí mismo”, les dice. “Pero con las armas nucleares, olvidar es aprobar. No aparten los ojos”.
Taniguchi espera el día en que no haya más armas nucleares. Para mis oídos, las poderosas palabras dichas por la esbelta figura de este hombre resuenan una advertencia: “No olviden a Hiroshima ni a Nagasaki”.
Por Emiko Osanai, Mainichi Shimbun. Traducido del inglés por Julián Ortega Martínez
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martes 9 de enero de 2007, 13:49 COT
Creo que la campaña virtual que está haciendo equinoXio con esta serie de traduciones es loable en grado sumo. Personalmente no había visto la magnitud negativa de una bomba nuclear… y cada nueva entrada sobre el tema me deja sin palabras.
No quiero exagerar en alabanzas pero creeme amigo Julian que esto hace que como dicen los paisas por aca “me quite el sombrero”.
Un abrazo equinoXial!
lunes 15 de enero de 2007, 09:33 COT
Completamente de acuerdo con lully. Muchas gracias por esta labor, Julián. Es muy generosa y un gran esfuerzo de tu parte que creo se ve recompensada en el impacto que estos artículos están haciendo en nosotros los lectores.
Felicitaciones por tan excelente labor.
lunes 15 de enero de 2007, 10:12 COT
[…] Por su parte Juli
sbado 20 de enero de 2007, 19:34 COT
Gracias a los dos. Escribo para contarles que ha llegado la “edición de invierno”, que estará en los próximos días en español aquí en equinoXio.
lunes 22 de enero de 2007, 13:10 COT
Muy triste lo que le pasó a ese señor. No debería ocurrir.
Pero la vida es así, la humanidad es así. Y sigo sin comprender que de diferente tiene eso a las bombas incendiarias de Dresde.
martes 23 de enero de 2007, 10:02 COT
[…] Un lector envió también una copia del libro El cartero de Nagasaki, basado en Sumiteru Taniguchi, de 77 años, uno de los diez hibakusha de Nagasaki. Al final del libro, Taniguchi dice: "mirando a la sociedad recientemente, parece haber una tendencia a olvidar cosas como el sufrimiento del pasado. Pero le temo a ese olvido. Temo que el olvido conducirá a una renovada afirmación de las armas nucleares. Esto es me hará el último hibakusha, llevando el mensaje de abolir las armas nucleares por el mundo". […]
jueves 17 de mayo de 2007, 00:01 COT
[…] mediados de marzo Sumiteru Taniguchi, de 78 años, fue sometido a una cirugía para quitarle un bulto que se le había […]
jueves 9 de agosto de 2007, 02:25 COT
[…] Sosteniendo una foto de un niño terriblemente quemado por el calor de la bomba atómica, Itchō Itō hizo esta apasionada súplica ante el Tribunal Internacional de Justicia hace 12 años, no mucho tiempo después de haber sido electo alcalde de Nagasaki. En abril de este año, el ex alcalde Itchō Itō fue abatido en un gratuito acto de violencia. Prometemos mantener su compromiso con la eliminación de las armas nucleares, fieles a la declaración hecha junto a los hibakusha, sobrevivientes de la bomba atómica, de que “las armas nucleares y la humanidad no pueden coexistir”. […]