Ganando valor de la resistencia del mundo natural
Estancias > Hibakusha ProjectPor Mainichi Shimbun
martes 2 de enero de 2007 0:01 COT
(Publicado originalmente el 31 de octubre de 2006)
Suzuko Numata (Takeshi Nishimura / © Mainichi Shimbun)
Un rayo de sol arroja un brillo pálido en el mentón y en el cuello de Suzuko Numata. “No sé cuánto voy a vivir”, dice. “Así que por favor piensen de lo que estoy diciendo hoy como mi última voluntad y testamento, y llévenselo a casa con ustedes a su país”.
Veintiséis de octubre. Numata, de 83 años, se dirige a un grupo de cuatro lituanos, incluyendo estudiantes graduados, que están visitando el Hogar de Adultos Mayores Harmony Miyuki en el distrito Minami de Hiroshima. Una sonrisa satisfecha le ilumina el rostro. Ella siente que su mensaje está llegando.
En constante dolor, deben darle una inyección de analgésicos. “No estaba segura de si iba a poder hablar hasta el final”, dice después. “Pero me alegra que haya salido bien”.
Numata está confinada a una silla de ruedas. La pierna derecha es visible bajo el chal marrón que le cubre las rodillas. Hinchada encima del zapato, la pierna deja ver el dolor.
Numata bajo el árbol de parasol de la China en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima en una foto de archivo del Mainichi Shimbun.
Ella tenía 22 años cuando bombardearon Hiroshima. Tuvieron que amputarle la pierna izquierda. En el Parque Memorial de la Paz hay un parasol de la China. Aunque el interior de su tronco fue destruido por los rayos termales de la bomba, sigue dando hojas nuevas cada primavera. El árbol le ayudó a Numata a darle el valor de seguir viviendo. Hace más de 20 años empezó a hablar acerca de sus experiencias como hibakusha. Siempre menciona el árbol.
Numata fue hospitalizada en julio. Los brazos se le paralizaron: el efecto, sin duda, de correr en muletas todos estos años para mostrarles a los niños alrededor del parque y luego, balanceándose en las muletas, pararse en una pierna mientras se dirigía a ellos desde la tarima.
Sus compromisos para hablar durante el verano tuvieron que cancelarse. “Quería tanto hablar”, dice. “Estaba terriblemente molesta por no poder hacerlo”. Ella regresó al hogar de adultos mayores el 28 de septiembre.
Numata tenía una razón especial para decidirse a hablar a sus visitantes a pesar de los analgésicos que le estaban dando. Después del ensayo nuclear norcoreano, el Presidente del Consejo de Investigación Política del (oficialista) Partido Liberal Democrático Shōichi Nakagawa afirmó que Japón debería considerar también poseer armas nucleares.
“Será terrible”, dice Numata, “si los jóvenes piensan que las armas nucleares son algo sencillamente normal. Por eso, antes de que sea demasiado tarde, debo comunicarles cuán importante es la vida y cuán atroces son las armas nucleares”.
Al escucharla, siendo la determinación de Numata. Mientras me alisto para irme, Numata les dice adiós a sus visitantes lituanos. Agitando la mano una y otra vez, con las venas viéndose a través de la piel de su frágil y delgado brazo.
Por Tetsuya Hirakawa, Mainichi Shimbun. Traducido del inglés por Julián Ortega Martínez
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jueves 1 de febrero de 2007, 14:44 COT
Me gustaria saber el apellido completo de esta mujer, el segundo apellido.. Pues conozco un amigo que su abuelo llego a mexico desde japon como refugiado de la segunda guerra mundial y se apellida numata.. seran familiares?
jueves 1 de febrero de 2007, 14:58 COT
Ana: Los japoneses no suelen tener "segundo apellido" ni segundo nombre como nosotros. Cuando se casan, la mayoría de las mujeres abandona el apellido propio y adoptan el del esposo (a menos que la familia de ella sea más rica o importante, caso en el cual es el hombre quien cambia de apellido).
Es probable que sean familiares lejanos, pues Numata no es un apellido muy común aunque tampoco es extraordinariamente raro. Uno nunca sabe…
domingo 20 de mayo de 2007, 00:02 COT
[…] en un hogar para adultos mayores del distrito Minami de Hiroshima, yo le había dicho a Suzuko Numata, de 83 años, cómo los mayores, muchos de ellos bastante solos en el mundo, estaban […]
domingo 30 de septiembre de 2007, 21:19 COT
[…] o árbol de parasol de la China, en el Parque de la Paz de Hiroshima. Una amiga de Komatsu, Suzuko Numata, es una hibakusha de 83 años que a menudo da charlas acerca de lo que ha pasado como […]
domingo 18 de mayo de 2008, 10:34 COT
[…] Invierno 2007: Ganando valor de la resistencia del mundo natural […]
jueves 19 de noviembre de 2009, 12:12 COT
pues…no se si yo sea ese amigo de ana…o ha de ser algun otro primo…q no mas tengo otro mas…y no se si esa señora sea mi pariente pero nos apellidamos igual hehe…