Día Internacional del Ambiente
Ambientalismo > EstanciasPor Germán A. Quimbayo
martes 5 de junio de 2007 0:01 COT
Desde el año 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció la celebración del Día Internacional del Medio Ambiente. Cada año, existe un tema en específico y este año, para variar, es el cambio climático global. La celebración ha sido denominada de la siguiente manera: El deshielo, ¿un asunto candente? (Melting Ice – a Hot Topic?). El centro de las celebraciones se llevará a cabo en la ciudad de Tromsø, Noruega, una ciudad al norte del Circulo Polar Ártico, a manera simbólica pues es una puerta hacia el actualmente amenazado Ártico.
Más que un día mundial del medio ambiente, que en verdad debería ser del ambiente (pues éste lo es todo), deberíamos replantear nuestro actuar cada día y comprender que hacemos parte integra del mismo, y… bueno, de todo el resto de discurso que parece ya una letanía ecologista. Sí, es cierto que ya todos (o casi todos) sabemos lo que se nos viene pierna arriba con la actual crisis ambiental. Sería llover sobre mojado el repetir una y otra vez hasta la saciedad lo que ha venido pasando y seguirá pasando y desemboca en lo que actualmente vivimos: hasta no tener el problema enfrente y sufrir directamente sus consecuencias, no nos sensibilizamos ni tomamos una acción decidida para plantear alternativas y salidas para llegar a una anhelada sostenibilidad o sustentabilidad.
No sólo hoy 5 de junio, sino día a día vale la pena hacerse los siguientes cuestionamientos:
¿Qué pasa? ¿No es suficiente la movilización que se ha empezado a ver a nivel mundial y lo que se ha visto en especial caso con algunos gobiernos de países industrializados? ¿No es más fácil seguir viviendo como lo hemos hecho hasta ahora? ¿Será complicado darle vuelta al asunto? ¿Es cierto que nos enfrentamos cerca de un punto de no retorno?
Suficientes interrogantes como para devanarse los sesos. Lo que sí es cierto, es que con una sola acción de cambio, una simple acción por cada individuo, será suficiente para generar una cadena de buenas acciones, similar a la compleja cadena que nos ata a la vida planetaria bajo todas sus formas de expresión.
¿Tomará tiempo? Eso depende de nosotros mismos. Pero también es momento de pedir corresponsabilidades. Como ciudadanos del común no debemos darnos tan duro, pese a que buena parte de nuestras decisiones (de consumo, de orden político, entre otras) determinan el entorno que vivimos y construimos día a día.
Sin embargo y con la mano en el corazón, los mayores promotores de la crisis ambiental y de fenómenos como el cambio climático, son los eternos acumuladores de riqueza que potencian la inequidad social y la degradación ambiental, los dueños eternos del capital y del poder geopolítico internacional. Habrá que ver, pues ahora con una cumbre del G-8 a la vista y algunas voluntades políticas proclives al fenómeno electoral, ojalá no trunquen una movilización enmarcada que más que en la defensa de la vida se constituye en una lucha por la supervivencia no solo de nuestra especie sino del resto de seres vivos que comparten ‘patio’ con nosotros.
Un saludo.
martes 5 de junio de 2007, 13:26 COT
[…] colega Germ