La Constitución cumple 15 años
EditorialPor Álvaro Ramírez Ospina
lunes 3 de julio de 2006 0:01 COT
Es apenas una quinceañera. Moderna, bella y eficaz le ha servido a Colombia para despertar de siglos de sujeción, oprobios e injusticias. La Nueva Constitución Colombiana (NCC) les otorgó poder a los ciudadanos, repartió con mayor autonomía las funciones de las diferentes ramas del poder y secularizó la vida pública.
Promete mucho esta quinceañera y es hora de celebrar su aniversario con bombo y platillos. Le falta crecer, ampliar su rango de acción y desplegar sus mejores dotes democráticas. Pero la culpa no es suya. Es de los “padres de la patria” que se han demorado para terminar de regularla y aplicar todas sus benéficas ideas y principios.
Y más que celebrarla, hay que defenderla. Tiene enemigos acérrimos que han logrado modificarle algunas de sus mejores intenciones. Uno de ellos es el presidente reelecto. No gusta, ni a él ni a sus seguidores, su clara vocación de defensa de los derechos de todos los ciudadanos, porque ellos defienden y prefieren los derechos de la minoría que tradicionalmente se hizo al poder económico, político y social de este país desventurado, donde quienes más poder tienen no ven importante compartirlo con los demás, con los ciudadanos del común.
Esa ceguera centenaria ha mantenido al país en el atraso, la desigualdad y la injusticia. El que tiene y no comparte se convierte en esclavo de sus propiedades y en amenaza para los demás. Porque lo social es un tejido de intercambios, como muy acertadamente lo ha interpretado la Constitución (NCC) que tenemos los colombianos.
Y para que el tejido se expanda y cubra a todos por igual, habría que respetar y cumplir lo que está en dicha carta. Según el editorial de El Espectador de esta semana, “el propósito fundamental del Constituyente de 1991 se ha visto entorpecido por falta de influyentes defensores”. A pesar de todo y gracias a esta Constitución “los indígenas han podido dar duras batallas frente a poderosas petroleras y han logrado, después de 200 años de historia, que un indígena (Floro Tunubalá) se convierta en Gobernador de departamento y que varios indígenas lleguen al Congreso”, según El Tiempo.
Su presencia ha hecho posible que cientos de ciudadanos puedan semanalmente presentar sus querellas y reclamos en forma de tutelas, un mecanismo que ha empezado a darle un vuelco al sistema de justicia y que ha “empoderado” a los más pobres, a los más desvalidos y a muchos que estaban a punto de rendirse ante la ineficacia de las instituciones que se supone debían proteger sus derechos fundamentales.
El nacimiento hace 15 años de esta NCC debería celebrarse con una fiesta democrática y participativa en todos los rincones del país. En lugar de celebrar fiestas patrias marcadas por batallas de independencia ya prescritas, debería proponerse en estas fechas un par de jornadas de reflexión y de discusión del nacimiento de este poderoso instrumento de democratización y sendero seguro hacia un país más justo. Porque eso es ella. Un instrumento y un camino. Que cada cual, ya sea ciudadano, representante del pueblo, o mandatario, debería aprender a amar, respetar y defender, como si fuera su propia vida la que está en juego. Porque de hecho lo está.
lunes 3 de julio de 2006, 09:19 COT
[…] http://www.equinoxio.org/editorial/apenas-una-quinceanera/ 0 minutes ago 14 hours, 19 minutes ago […]
lunes 3 de julio de 2006, 13:37 COT
No es de extrañar que esta celebración pase inadvertida, mucho más cuando sabemos que al “rey electo” no le gusta ni poquito la progresista Carta magna que tenemos. Pero eso es lo de menos. La protección de nuestra carta debe estar en nuestras manos, sin duda.
lunes 3 de julio de 2006, 14:29 COT
[…] Challenges as the described above have been faced by the Constitution on recent years. The Presidents and the conservatives don’t like it. The former because it limited their power (although that changed last year, when the Court, pressured by Uribe’s popularity, allowed presidential re-election, reducing the independence of the State; so now we’re living 4 more years of the Uribist pseudomonarchy) and the latter because of the Court’s non-formalist approach, and its protection of the weaker’s rights. A former minister, Fernando Londoño, involved in a bank scandal, simply hates it. And so do others who "defend and prefer the rights of the minority which has traditionally seized the economical, political and social power of this unlucky country, where the powerful don’t see as an important matter to share it with the others". […]
martes 4 de julio de 2006, 11:03 COT
[…] Retos como los descritos arriba han sido enfrentados por la Constitución en los últimos años. A los presidentes y a los conservadores no les gusta. A los primeros porque limitó su poder (si bien eso cambió el año pasado, cuando la Corte, presionada por la popularidad de Uribe, permitió la reelección presidencial, reduciendo la independencia del Estado; así que ahora vivimos 4 años más de la seudomonarquía uribista) y a los segundos por el enfoque no formalista de la Corte y por su protección de los derechos de los más débiles. Un ex ministro, Fernando Londoño, involucrado en un escándalo bancario, simplemente la odia. Al igual que otros quienes "defienden y prefieren los derechos de la minoría que tradicionalmente se hizo al poder económico, político y social de este país desventurado, donde quienes más poder tienen no ven importante compartirlo con los demás". […]
martes 4 de julio de 2006, 15:47 COT
[…] Hoy hace quince años se suscribió la Constitución Política de Colombia, que entraría a regir solo el 7 de julio de 1991 y que sufriría la peor de sus laceraciones a manos y por voluntad del propio Uribe, como fue la reforma que, contra viento y marea, sacó adelante y que le permitirá celebrar otros cuatro cumpleaños como amo y señor del Palacio de Nariño, que es tal vez lo que mejor cumple, si revisamos el estado de sus cien puntos de gobierno ofrecidos hace cuatro años. […]
martes 4 de julio de 2006, 20:23 COT
Creo que no podemos considerar la posibilidad de la reelección Presidencial como un retroceso de la Constitución, sino como una posibilidad más, que se le abrió al universo político, pues es el pueblo, el mismo que resultó empoderado por la Constitución quinceañera, el que debe decirle Sí, o No, al Presidente que se quiera reelegir. La nueva Constitución debe hacer avanzar el país, y el país debe hacer avanzar la nueva Constitución. Merecido artículo sobre el quinceañero régimen nacional. Abrazo.
mircoles 5 de julio de 2006, 07:22 COT
[…] Esta semana la Nueva Constituci
mircoles 4 de julio de 2007, 16:06 COT
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