En el mes de noviembre un vallenato que habla de la muerte
Columnas > Pasando revista al vallenatoPor Jaime Medina
martes 7 de noviembre de 2006 7:33 COT
El 2 de noviembre los fieles de la iglesia católica, apostólica y romana dedican este dia a los difuntos, a los que han partido hacia un sitio que no sabemos donde es porque ningún muerto ha vuelto para contarnos en dónde está y como se siente.
Las canciones vallenatas no han sido ajenas a cantarles a muertos y muertas, empezando por la tristeza de Juancho Polo Valencia por la muerte de su Alicia adorada, pasando por La muerte de Abel Antonio, La muerte de Eduardo Lora hasta una canción de Carlos Araque que grabó El Binomio de Oro de América y que se tituló El siniestro de ovejas de la cual se hizo una película.
Son muchas las canciones que hablan de la muerte, pero hay que de ellas que siempre me ha impresionado. Se titula La muerte a caballo, la compuso Gildardo Montoya Ortiz (el autor de la Plegaria vallenata, de quien les comentaré antes de finalizar este mes, pues cumple 30 años de su fallecimiento).
Les dejo la letra y la canción. Escuchen la voz y el acordeón de Enrique Díaz y me cuentan.
LA MUERTE A CABALLO
Montado en un caballo negro
se anda pasiando la muerte
voy a ver si me la encuentro
para que en el anca me lleve
Para que quiero la vida
si ya me dejó la negra
desde el dia de tu partida
mi corazón me duele y se queja
La muerte viene a caballo
allá se oye galopando
quiero que llegue a mi rancho
allí la estoy esperando
Ay negra porque te fuiste
dejándome a mi solito
sabiendo que yo te quiero
y no volviste al ranchito
Llevo en el alma una herida
mi negra cambio mi suerte
para que quiero la vida
me voy a ir con la muerte
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P.D. Para todos los lectores, especialmente Lully y Julio Suárez Anturi quienes en el anterior artículo sobre los Grammy Latino se mostraron interesados en conocer sobre Félix Carrillo Hinojosa, les dejo un primer enlace donde él mismo cuenta de manera muy particular todo el proceso para llegar a incluir el vallenato como nueva categoría y un artículo aparecido en El Tiempo en el blog de Liliana Martínez con una buena entrevista
martes 7 de noviembre de 2006, 20:46 COT
Este género incursiona en múltiples espacios. La canción es muy apropiada para esta época de las almas que han partido. Buen ritmo muy autóctono de la costa Colombiana.
Agradezco esos enlaces –oportunos- por la vigencia y por tu deferencia. Reconozco a Felix Carrillo como una enciclopedia del vallenato.
Un abracito equinoXial!
martes 7 de noviembre de 2006, 21:15 COT
Definitivamente, Jaime nos estás paseando por todo el folclor vallenato. Cada entrada tuya es una sorpresa. Riqueza desbordante de un género musical que sabe a pura Colombia. Por fortuna no ha sido derrotado por la marea reguetoniana y en estos tiempos de música desechable es mucho decir.
martes 7 de noviembre de 2006, 21:19 COT
Supongo que esto es clásico vallenato-cumbia, por ritmo, letra y melodía. Este es para tomarse unos tragos con los amigos y quedarse sentado esperando que caiga brisa.
mircoles 8 de noviembre de 2006, 07:35 COT
LULLY: El vallenato, ritmo muy autóctono de la costa colombiana, que ya dejo de ser de allá, ahora es de todo el país, del continente y de otras partes del mundo.
Felix Carrillo Hinojosa es un personaje muy intereante para el vallenato, el cual tiene mucho que agradecerle.
Gracias por tu visita.
MARSARES: Pasará mucho tiempo para que el valenato sea derrotado por otros ritmos. Es que el vallenato es de el pueblo.
THILO: Este vallenato es de lo más vallenato, suena a campo, pero hay que diferenciarlo de la cumbia, aunque ambos ritmos son de la familia, son de la costa norte.
Abrazo para todos.
domingo 14 de enero de 2007, 12:11 COT
[…] Un paisa dizque pasando revista al vallenato Columnas > Pasando revista al vallenato Por: Jaime Medina14 de enero de 2007 Todo empezó antes del 17 de septiembre de 2006. Resulta que a Lully le dio por entrevistarme para su columna que porque quería saber unas cosas de mí y del vallenato. El 19 de agosto me encarama en ese balcón y yo bien asustado porque me estaba invitando a bailar con ella en una baldosa y preguntándome que si había hecho el amor a punta de vallenatos. Llegaron entonces los comentarios y ahí Marsares se inspira para componer con la música de El Almirante Padilla la canción El paisita Medina. Y yo como para no quedar atrás agarro la música de Tierra de cantores para componer dizque Tierra de blogueros. Eso fue como una alucinación porque cuánto diera por ser compositor. En fin que después de eso me dice Lully que si aceptaba la invitación para escribir en equinoXio. La cosa me sonó y entonces convinimos con Marsares escribir los domingos cada 8 dias una columnita titulada Pasando revista al vallenato. Eso era un reto y un orgullo. Fue así entonces como el 17 de septiembre me puse a pensar en ciertas señoras en las canciones vallenatas, sale la primera columna y sigo escribiendo sobre la gente que conoce el vallenato. Se me fueron ocurriendo otras cosas como lo del vallenato Nobel, la historia de Miguel Yanet, su cachaquito, una cachaca y otro vallenato y un tema que me dejó preocupado sobre Sayco 60 años y el vallenato. En el mes de octubre fue un honor salir destacado por lo de los premios Grammy Latino en la categoría Cumbia Vallenato, que hasta en las noticias de google aparecí. Y más cositas se me fueron ocurriendo como lo de la Historia de brujos en una canción vallenata y para el mes de noviembre alguito se habló de la muerte, las reinas y del gran compositor muerto hace 30 años: Gildardo Montoya, el que hizo la plegaria vallenata. Luego hubo un temita algo espinoso relacionado con la Política, paramilitarismo, guerrilla y vallenato y aterrizamos el 2006 recordando el vallenato y la música parrandera paisa. Hay veces que yo no entiendo por qué un paisa, bien montañero como yo, se le ocurrió ponerse a escribir sobre vallenato. Puede ser por la misma razón por la que un cachaco como Beto Jamaica se le ocurrió ponerse a tocar acordeón y ganar en Valledupar el Festival de la Leyenda Vallenata. Ahí queda la inquietud. Y para este año 2007, espero, si Dios nos da vida y salud y si ustedes lo permiten, seguir escribiendo sobre esta música que arruga el sentimiento, el vallenato. […]