“Dioses” deportivos
Columnas > Con los taches arribaPor Rafa XIII
martes 27 de marzo de 2007 12:29 COT
Desde los albores de la Humanidad, ha sido común a todas las culturas la exaltación de la fuerza, la agilidad y la velocidad como valores fundamentales para asegurar la supervivencia. En esos tiempos arcaicos tuvo su origen aquella máxima sintetizada mucho tiempo después como “citius, altius, fortius” –más lejos, más alto, más fuerte-. En la dura vida de aquella época, en la guerra y luego en el deporte, comenzaron a sobresalir los más fuertes, los más habilidosos y los más veloces, que al triunfar, se volvieron ídolos, ejemplos dignos de ser seguidos, e incluso objetivos de adoraciones propias de auténticos dioses.
La llama olímpica que encendieron los griegos con sus juegos fue el punto de partida para el surgimiento de los dioses humanos, valga decir, aquellos deportistas que gracias a su brillante desempeño en las competencias, adquirieron una popularidad tan solo equiparable a la de las estrellas de Hollywood o los grandes cantantes de nuestros días. Los esbeltos atletas, gimnastas y luchadores atenienses y espartanos, los fornidos gladiadores romanos y los aguerridos caballeros de los torneos medievales de armadura y lanza, no tendrían nada que envidiarles a las figuras que hoy acaparan los grandes titulares de las publicaciones de los medios actuales. Aquí un breve compendio de los dioses del deporte.
La Santísima Trinidad del Fútbol
Alfredo di Stefano
Con algo más de 150 años de historia, el fútbol moderno, patentado en Inglaterra, tiene a tres hombres nacidos en Sudamérica como sus máximos íconos. De Edson Arantes Do Nascimento, Pelé (1940), es difícil hablar sin mencionar récords. Máximo goleador de todos los tiempos, con más de mil doscientos tantos anotados. Tres veces campeón mundial de mayores con Brasil. Dos veces campeón de la Copa Libertadores e Intercontinental de Clubes con el Santos FC, y con ese mismo club, ganador del torneo Paulista y Brasileirão en múltiples oportunidades. Campeón en Estados Unidos con el Cosmos. Marcaba goles indistintamente con la pierna derecha, con la izquierda y de cabeza. Alto y forzudo. Entregado a las causas sociales. Sencillo y amable. Diego Armando Maradona (1960), campeón mundial juvenil y de mayores con Argentina, estrella en España con el Barcelona, en Italia con el Napoli y en su país natal con el Boca Juniors. Poseedor de una zurda endiablada para gambetear rivales, tal como en aquella memorable jugada de México 1986 cuando él solo se llevó por delante a ocho jugadores ingleses antes de marcar el gol. Bajito y algo regordete. Más popular que el mismísimo Gardel. Alfredo Di Stéfano (1926), figura del River Plate en los años 40, de Millonarios en El Dorado de comienzos de los 50 y pieza fundamental de ocho campeonatos de liga española y de las cinco Copas de Campeones de Europa que el Real Madrid ganó en seguidilla entre 1956 y 1960, iniciando la senda victoriosa que consagró con el pasar de los años al equipo merengue como el más importante del mundo. Rubio. De carácter fuerte. Veloz y temible definidor dentro del área.
Los Ángeles Negros del Atletismo
Ben Johnson
Cuando el régimen de Adolfo Hitler quería imponerse en el orbe basándose en la teoría de la superioridad de la raza blanca, Jesse Owens (1913-1980), un atleta negro estadounidense, echó por tierra semejante despropósito, igualando el récord de los 100 metros planos y batiendo las marcas de 200 metros planos, 220 metros vallas y salto largo, todo en una misma semana, durante los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Su compatriota Carl Lewis (1961), décadas después, heredaría el legado de Owens, ostentando las marcas más importantes del atletismo en los 100 metros planos, 110 vallas y salto largo. El jamaiquino-canadiense Ben Johnson (1961) es la encarnación del Angel Caído que alcanzó el cielo, con ese maravilloso 9,79 segundos en los 100 metros planos, en los Olímpicos de Seúl 1988, pero cayó al infierno casi inmediatamente, al descubrirse que logró tal hazaña bajo los efectos de sustancias prohibidas. Lo que pudo ser su máximo momento de gloria terminó convertido en la peor vergüenza.
Las Flechas de Fuego del Automovilismo
Juan Manuel Fangio
Dos de los dioses de la Fórmula 1 ya no están con nosotros. El primero, el argentino Juan Manuel Fangio (1911-1995), disfrutó de una larga vida y se le brindaron todos los reconocimientos que merecía por su exitosa trayectoria en los autódromos, al ser campeón mundial de automovilismo en cinco oportunidades (1951, 1954-57). Fangio tiene además el mérito de haber logrado dichos triunfos en una época en la que la tecnología no era precisamente la más avanzada, en donde la falta de recursos debía suplirse con la pericia de los pilotos. El tricampeón brasileño Ayrton Senna (1960-1994) se proclamó en leyenda al morir trágicamente en la pista de Imola en mayo de 1994, dejando truncado un palmarés que prometía muchas más satisfacciones. A pesar de lo logrado, Senna fue la esperanza frustrada. El alemán Michael Schumacher (1969) vino a reivindicar la grandeza que pareció alejarse de las pistas. A su gran habilidad como corredor, se le agregaron todos los avances científicos y tecnológicos de hoy y el respaldo de una escudería todopoderosa como Ferrari. Fueron siete campeonatos los de “Schummy”, para superar el récord de Fangio y materializar la gesta inconclusa de Senna, alcanzando siete campeonatos mundiales de Fórmula 1 (1994-95, 2000-04).
Jinetes sin Armadura sobre Caballos de Acero
Bernard Hinault
El primer gran monstruo del ciclismo, sin duda, fue el pentacampeón del Tour de Francia Jacques Anquetil (1934-1987), imbatible en los Alpes, los Pirineos y los valles de su país, en 1957 y 1961-64. Fue el primero en ganar cinco veces la máxima prueba del deporte de las bielas, pero no el único. El también francés Bernard Hinault (1954), lo hizo en 1978-79, 1981-82 y 1985, teniendo este último año a “Lucho” Herrera y Fabio Parra como duros rivales en los despiadados ascensos a las cumbres galas. Eddy Merckx (1945), de Bélgica, que ha sido considerado por los expertos como el ciclista más completo de todos los tiempos, se impuso en 1969-72 y 1974, viendo su hegemonía interrumpida por el español Luis Ocaña. Un paisano de éste, Miguel Induraín (1964), vendría a ser el primer pedalista que ganó cinco vueltas a Francia de manera consecutiva (1991-95), pero la dicha le duró poco, porque el estadounidense Lance Armstrong (1971), a falta de ganar cinco toures seguidos, ganó SIETE (1999-2005). Independientemente de las reiteradas sospechas que se ciernen sobre él por acusaciones de dopaje, detrás de Armstrong está la historia de un hombre que contra todos los pronósticos de la medicina le ganó la batalla al cáncer que amenazaba con arrebatarle la vida.
Héroes a Puñetazos
Rocky Marciano
En el boxeo se habla de Mohammed Alí (1942) y del resto. Alí (conocido como Cassius Clay, antes de convertirse al Islam) fue el rey indiscutible de los pesos completos (1964-67 y 1974-78). Además de su destreza como pegador, adquirió renombre mundial por negarse a prestar el servicio militar, alegando objeción de conciencia, y por sus opiniones en contra de la discriminación racial en Estados Unidos. Fue quizá el más famoso, pero no fue el más duradero de los campeones de boxeo, puesto que Joe Louis (1914-1981) fue el monarca durante 11 años y ocho meses y siete días (1937-1949), realizando 24 defensas de su título antes de perderlo. Pero hubo un púgil que nunca conoció la derrota. Rocky Marciano (Francis Rocco Marchegiano, 1923-1969) fue campeón de 1952 a 1956. Como profesional disputó 49 peleas, y las ganó TODAS, 43 de ellas por nocaut. Renunció al título sin haber perdido ninguna pelea, aunque la muerte lo sacó del ring en un accidente de aviación.
Se acerca la Semana Santa. Para los religiosos, es un tiempo de acercamiento a Dios. Para los que consideramos al deporte como un ritual casi religioso, bien puede ser una oportunidad para recordar la vida y milagros de aquellos “dioses” inmortalizados que protagonizaron memorables jornadas en sus respectivos templos –pistas, canchas o cuadriláteros- para el delirio de sus fieles seguidores.
jueves 5 de abril de 2007, 18:31 COT
Excelente semblanza en el campo internacional, nada menos hoy estaba escuchando noticias de Maradona, esperemos que sí logre recuperarse, es un estado lamentable.
Un abrazo afectuoso para tì!