La siguiente etapa del cine colombiano fue tal vez la única que haya dejado ver el talento narrativo chibcha… claro que como todo lo que pasa en este país, fue una etapa fugaz que se deterioró y fagocitó a sí misma.

De medios sin remedio

Templo de Apolo en Turquía (Foto: Rui Ornelas, licencia Creative Commons BY)

En un país donde muchos ciudadanos carecen del criterio y la información suficientes para decidir por quién votar, las encuestas se convierten en el oráculo, fuente donde nace su decisión de sufragar a favor del candidato señalado por la mayoría como el “ganador”. Es algo así como la ayuda del público que se usa en un conocido concurso de televisión.

¿Pretendía Clara Elvira Ospina transmitir en directo el levantamiento del cadáver de Lina Marulanda o conseguir imágenes “exclusivas” de la familia de la fallecida modelo?

En lo fundamental es una buena realización supervisada por Fernando Gaitán, y un equipo que recrea con buen tino la historia diaria del hospital, con la promesa de oxigenar las noches de RCN TV.

Como en la vida diaria, donde los unos dependen de los otros para vivir su vida, los dos canales privados de la TV colombiana también dependen el uno del otro para mejorar su negocio. En un círculo vicioso que ninguno osa romper, el uno propone lo mismo que el otro, al tiempo y sin derecho a réplica. Por eso, explicable que a la vida de Marbelle (Amor sincero) de RCN, el canal Caracol le enfrente su propia versión musical de la vida, inventándose un personaje menos escabroso, con Juanita Román.

RCN les apuesta por estos días a estos modernos pigmaliones con dos dramatizados que llevan detrás historias de éxito. Historias atractivas si se saben contar y los libretistas del canal hacen su tarea, sin duda.