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Colombia - Cargada el 07.09.2017 00:01:24 COT 

Estancias

Siga y siéntese cómodo.

La nueva Selección Colombia se muestra en la Copa América

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

10 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 21:26 COT

 

Vamos por partes. Lo primero es que Colombia empieza a mostrar una identidad que no se veía desde hace tiempo, diluida en multitud de improvisaciones, alineaciones cambiantes y técnicos indecisos. Ahora es diferente, la Colombia de esta Copa sabe qué quiere, cómo llevarlo a cabo y cuándo hacerlo. Hay disciplina táctica, por decirlo de otra forma.
 
Comienza por cuidar los balones, quizás siguiendo el ejemplo del Barça. Mientras menos tenga el balón el contrario, menos oportunidades tendrá de construir su juego. Pero también los recupera con capacidad y, armada de paciencia, a veces desesperante, espera hasta encontrar la rendija.
 
Colombia también maneja los tiempos. De la lentitud que exaspera, de improviso cambia la marcha y aprieta el acelerador en forma notable, llegando en segundos a la portería contraria, con tres o cuatro jugadores que, con variedad de recursos buscan la red contraria.
 
No es fácil para el rival descifrar al conjunto del Bolillo Gómez y si continúa afinando su estilo, conseguirá construir un modelo que causará bastantes problemas a sus adversarios. La buena noticia es que tiene con qué, empezando por una zaga solvente con laterales explosivos.
 
El esquema sigue con un enlace que funge como apaga incendios y un medio campo que igual destruye la creatividad del adversario como pasa al ataque, creando un volumen de juego con riqueza de opciones, apoyado en un goleador nato con variedad de recursos para anotar.
 
Difícil el esquema, pero hay jugadores para llevarlo a la realidad. Por primera vez en mucho tiempo, se tienen once titulares que se amoldan a sus puestos, los enriquecen y dan los resultados que se esperan de ellos. En la zaga, Zúñiga, pero sobre todo Armero, son laterales que se proyectan a la ofensiva, mientras Yepes y Perea, dos centrales estupendos, protegen la portería.
 
Un sorprendente Sánchez completa el esquema de atrás, flotando entre la defensa y la zona de volantes, robusteciendo una y otra línea, mientras al frente suyo Abel Aguilar organiza el juego y respalda a Ramos y Moreno, al tiempo que Guarín se dedica a buscar los resquicios que le permitan los pases de profundidad con sabor a gol.
 
Y, por supuesto, adelante Falcao, el voraz atacante del Porto, que no se cansa de hacer goles en Europa y que ahora, por lo visto, comienza a repetir la dosis en casa. Se le nota alegre, confiado, seguro de sí mismo. Con Guarín como apoyo, sabe que puede reeditar sus éxitos europeos.
 
A diferencia de Batista que se rompe la cabeza buscando la fórmula de poner todo el equipo a jugar para Messi, el Bolillo la encontró para Falcao: jugar en equipo, con todos poniéndose el overol, incluyendo al propia Radamel que baja a defender y está listo para asistir a sus compañeros o anotar cuando esté en mejor posición.
 
Colombia no juega vistoso, y a veces se le nota desordenada, incluso falta de ideas o repartiendo invitaciones a la modorra, pero de improviso, sin nada que lo anuncie, lanza un ataque que crispa los nervios del adversario. Todavía persisten vicios, como excesos en el manejo del balón, falta de tino, desorden e individualismo.
 
Tareas para pulir y esta Copa América es una ocasión inmejorable para hacerlo. El ensayo de la velocidad europea, con desborde por las bandas o el pelotazo certero, con el manejo del balón al piso propio de estos lados, es una amalgama que aprovecha el Bolillo con la cantera que se forma aquí y allá, adaptándola al rival de turno
 
Hay esperanza.

Venezuela no cree en nadie

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

10 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 12:38 COT

 

Venezuela todavía no es un gran equipo. Sus carencias suman más que sus virtudes, pero el proceso que adelanta César Farías sigue por buen camino, dotando a la otrora cenicienta del fútbol sudamericano, de mentalidad ganadora que no se achica ante los grandes y por el contrario, les falta al respeto cada que puede. Valga la Copa América 2011, como el mejor ejemplo.
 
Lo hizo contra Brasil y sus estrellas que, con Neymar a la cabeza, todo el mundo quiere tener, y ahora le pinta la cara a un Ecuador que de la mano de entrenadores colombianos ha tenido una interesante evolución, al punto de convertirse en protagonista en las últimas eliminatorias mundialistas, pero que en esta Copa deja mucho que desear.
 
Apenas pasados cinco minutos, Venezuela dejó ver sus intenciones. Gabriel Cichero se coló por entre los defensas y tiró a rajatabla, pero la experiencia de Elizaga impidió que los venezolanos celebraran la apertura del marcador, igual que lo hizo con otras llegadas presurosas de los orientales.
 
Sin ideas en el medio, Ecuador jugó al pelotazo sin sentido, buscando en Caicedo el remedio salvador a su falta de recursos. Venezuela, por el contrario, explotaba las ideas de Lucena en la zoma medular, junto con las de Arango que adelante trataba de enlazar con Miku y Maldonado, en busca del tanto que los mantuviera con vida en la Copa.
 
Igual sucedió en el segundo tiempo, con manejo errático del balón, cuya posesión se rifaban insistentemente unos y otros, hasta la llegada del gol salvador que puso a Venezuela en la cima del grupo. Entre pérdidas y recuperaciones, el balón quedó en el área facilitando su rescate por Miku que presuroso se lo dio a González para que inflara la red, sin atenuantes.
 
Ecuador acusó el golpe quedando en el limbo, en trance de espectador pasivo, hasta que Caicedo rompió el hechizo llegando al área con intenciones serias de anotar, frustradas por la mala dirección que le dio al balón. Igual lo intentó Benítez, pero esta vez él fracaso se debió a la intervención oportuna de Vega.
 
Ya en el tramo final del partido, Venezuela le puso cerrojo a su portería, armando un muro defensivo contra el que una y otra vez, en desesperados avances, se estrellaban los ecuatorianos, urgidos del empate que los rescatar del abismo. Pero tenían la pólvora mojada. El encuentro finalizó con Ecuador desmadejado y Venezuela con la euforia de estar cambiando la historia con seriedad y compromiso.
 
Alineaciones
 
VenezuelaVega, Rosales, Perozo, Vizcarrondo, Cichero, Rincón, Lucena, González (Mesa, m.65), Arango, Miku (Rondón, m.75) y Maldonado (Di Giorgi, m.82).

Ecuador: Elizaga, Reasco, Araújo, Erazo, Ayoví, Castillo (Quiroz, m.76), Noboa, Arroyo (Montaño, m.73), Méndez, Benítez y Caicedo.

Gol1-0, m.62: González.

ÁrbitroWalter Quesada (Costa Rica). No mostró tarjetas.

Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo C de la Copa América 2011, disputado en el estadio Padre Ernesto Martiarena de la ciudad de Salta, ante 12.000 espectadores.

 

 

 

Un aguerrido Paraguay se dejó empatar de un pálido Brasil

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

10 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 11:11 COT

 

Paraguay tiene mucho para dar en esta competencia y contra Brasil demostró que es un firme candidato a un lugar de honor en esta Copa América que muestra la desilusión de una Argentina que aún no responde a las expectativas que creó.
 
A lo largo de todo el partido la garra paraguaya enfrentó a un Brasil timorato que no acertaba a responder. En cada sector de la cancha, los guaraníes pelearon el balón, se fueron hacia adelante y pudieron dar el puntillazo al inicio del partido si el disparo de Roque Santa Cruz no hubiera salido por encima del horizontal, con un Julio César convertido en espectador.
 
Contrariando su genética, Brasil caminó el campo, incluyendo al talentoso Alves que al igual que Messi, se apaga fuera del Barça. Sus mortíferos desbordes brillaron por su ausencia y la banda derecha, su territorio natural, apenas si la transitó en territorio ajeno, llegando a descuidos imperdonables en el propio.
 
Las otras esperanzas de Brasil, Neymar y Pato, fueron presa fácil de sus marcadores, que los tuvieron a buen recaudo en mitad de la cancha. La dupla en la que Menezes cifraba sus esperanzas, parecía amarrada a la gramilla, como si la magia se les hubiera evaporado transformándose en incapacidad.
 
Tampoco Ganso tuvo libertad para crear. Retrasado por Menezes al medio campo para servir de enlace con Neymar y Pato, encontró en Ortigoza una muralla que, laboriosamente, la mayor parte de las veces le atenazó los pies aunque bastó un par de muestras de su talento para cambiar la historia del partido.
 
Ahí estuvo el secreto. Marcaje intenso de Paraguay en la mitad con solvencia, recordándose el buen partido que tuvo contra Eslovaquia en el Mundial de Sudáfrica, encerrando a Brasil en su campo, incapaz de sacudirse el dominio de quienes saben que sólo el esfuerzo constante construye el futuro.
 
Pero la canarinha tuvo su momento de gloria cuando estaba por terminar el primer tiempo. Aquello de que las individualidades resuelven lo que un equipo no puede, se demostró a plenitud. Jadson, reemplazo de Robinho en la titular, sorprendió a Villar con un misil frentero que sacudió la red paraguaya, fruto de un pase talentoso de Ganso.
 
Sin merecimientos, Brasil se fue al vestuario adelante en el marcador, pero al regreso vio diluirse su buena fortuna. Paraguay entró a demoler al adversario y pasados diez minutos, su goleador, Roque Santa Cruz estableció la igualdad, luego de un pase que le sirviera Marcelo Estigarrabia desde la banda izquierda.
 
Dos minutos después el tata Martino le dio el ingreso a Nelson Haedo Valdez por Lucas Barrios para darle profundidad al ataque, cambio que mostró sus bondades en el minuto 67, fruto de un cortocircuito de Alves que no supo defender su territorio.
 
Incisivo en el desborde pero lento en la defensa, Alvez se dejó robar el balón por Riveros que de primera se lo dio a Valdez para que rematara a portería. Julio César despejó a medias, cayéndole de nuevo a Nelson Haedo que repitió la dosis, anotando el tanto que no sólo ponía a Paraguay a ganar el partido sino en cuartos de final.
 
Pero los cambios también favorecieron las expectativas de Menezes. La entrada de otro talento que está en proceso de pulimento, Fred, en vez de Neymar, le arregló el partido a Brasil en el minuto 88. Ganso, de nuevo protagonista, de espaldas al arco le hizo un pase al recién llegado que, con sorpresa y contundencia, lanzó un disparo inatajable que salvó a Brasil del desastre.
 
Curioso grupo éste. Con la victoria de Venezuela contra Ecuador y el empate que selló éste encuentro, Brasil y Paraguay se ven obligados a ganar en la última jornada, so pena de quedarse en el camino. La vinotinto, con merecimientos encabeza el grupo y con su crecimiento como equipo, revolcó la tabla.
 
Alineaciones
 
BrasilJulio César; Alves, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Lucas Leiva, Ramires (m.70, Lucas Moura), Jadson (m.45, Elano), Ganso; Pato y Neymar (m.83, Fred).

ParaguayVillar; Verón, Da Silva, Alcaraz, Torres; Ortigoza, Vera, Riveros (m.68, Cáceres), Estigarribia (m.80, Martínez); Santa Cruz y Barrios (m.57, Valdez).

GolesJadson (m.38); Santa Cruz (m.55); Valdez (m.67); Fred (m.88).

Árbitro: Wilmar Roldán (COL). Amonestó a Jadson, Pato y Lucas Leiva por Brasil, y a Barrios y Cáceres por Paraguay.

P
artido de la segunda jornada del Grupo B de la Copa América jugado en el estadio Mario Alberto Kempes, de la ciudad de Córdoba, ante unos 57.000 espectadores.

 

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Perú le compra a México el boleto de regreso

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

9 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 23:45 COT

 

Con las tribunas apenas pobladas por unos pocos valientes que se quedaron después del partido Chile – Uruguay por amor al fútbol o porque no tenían nada más que hacer, los noventa minutos de peruanos y mexicanos transcurrieron entre la modorra y el frío de un invierno que encoge los cuerpos sin compasión.
 
Los peruanos entraron a mandar como era su obligación. Madurez obliga, o por lo menos eso se creyeron y temprano le avisaron a México que el martirio por lapidación había comenzado. La primera piedra la lanzó Cruzado en el primer minuto de juego, pero el balón salió desviado.
 
Otro minuto más y esta vez fue Lobatón el que quiso pero no pudo anotar, y tres minutos después Vargas repitió la dosis pero el guardameta peruano lo desvió a la última línea. Eso fue todo, salvo los solitarios intentos de Vargas que pugnaba por meterse con más voluntad que eficacia.
 
México resistió la andanada y poco a poco fue enfriando el partido, reduciéndolo a la media cancha. Como si estuviera escrito en un libreto, dormida la fiera, México se asomó por los predios peruanos con Fernández, dueño de jugadas aparatosas y Dos Santos, poniéndole garra.
 
La segunda parte no mejoró el panorama en el campo, Peruanos y mexicanos siguieron en la tónica del quiero pero no puedo, destacándose el palazo de Vargas cerca de cumplirse el primer cuarto de hora. Pero aunque los mexicanos con Dos Santos y Chávez, jugaban a la lotería de un tiro afortunado, la iniciativa era casi toda del Perú, .
 
Por ello, las oportunidades más claras provinieron de los sudamericanos, pese a la falta de puntería de Guerrero, un nuevo palazo de Vargas al cobro de un tiro libre, y un cabezazo de él mismo que Michel consiguió desviar con dificultad.
 
Pero los partidos no se acaban hasta que el árbitro no dé el pitazo final y mientras los mexicanos soñaban con su primer punto en la Copa, Guerrero, a siete minutos del final, aprovechó un balón dentro del área para convertir el único gol del encuentro.
 
Dos equipos limitados mostraron sus carencias y ganó el que menos mal lo hizo. México ahora debe enfrentarse a un urgido Uruguay, mientras Perú, con cuatro puntos en la cuenta, espera por un Chile que quiere terminar de primero en su grupo.
 
Alineaciones
 
Perú: Fernández; Carmona, Acasiete, Rodríguez, Vílchez; Balbín, Cruzado (Guevara, m.76), Lobatón (Ballón, m,85), Vargas; Advíncula (Yotún, m.46) y Guerrero
 
MéxicoMichel; Chávez (Ponce, m.74), Araujo, Reynoso, Aguilar (Pacheco, m.46); Mier, Reyes, Enríquez, Aquino (Peralta, m.86), Dos Santos y Márquez Lugo.
 
GolGuerrero (m.83).
 
Árbitro: Sergio Pezotta (ARG). Mostró tarjeta amarilla a Mier y Reynoso.
 
Incidencias: partido final de la segunda jornada del grupo C de la Copa América 2011, disputado en el estadio Malvinas Argentinas, de la ciudad de Mendoza, ante unos 10.000 espectadores.
 

Chile a un paso del cielo y Uruguay al borde del infierno

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

9 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 22:43 COT

 

A pesar del susto, Chile se puede dar por satisfecho. Luego de estar en desventaja, consiguió la igualdad que lo coloca como primero de su grupo y con un pie en los cuartos de final, mientras Uruguay, con la tarea a medio hacer, le apuesta todo a la última fecha para seguir avanzando en esta Copa América.
 
Chile, con su ansiedad de siempre, corriendo y descorriendo la cancha y Uruguay, más pausado, tratando de hilvanar jugadas sin mayor fortuna, continúan sufriendo más de la cuenta. No es que no tengan con qué. Es que no han podido armonizarse.
 
Uruguay salió a especular con la prisa de Chile. Siempre lo ha hecho, confiado en la media distancia de Forlán y el oportunismo de Suárez, le apostó al cambio de ritmo. Chile respondió con la garra de Suazo y la habilidad de Sánchez, pero sólo Isla consiguió llegar por la punta derecha, mientras Suazo se perdía en el campo.
 
A pesar del derroche de energía, o por lo menos su intención, el primer tiempo se tornó predecible, sin sorpresas, hasta la mitad , con la aparición de Luis Suárez, la “mano bendita” del Mundial pasado, que solo ante Bravo, perdió la oportunidad de anotar al salir su remate desviado.
 
Más por errores ajenos que por virtudes propias, de nuevo Suárez se convirtió en protagonista, al aprovechar un pase retrasado de Jara a Bravo. Le salió al paso y le puso el balón a Forlán pero su cabezazo lo desvió Contreras con el pecho justo antes de traspasar la portería.
 
Un partido agitado pero al borde del aburrimiento por lo repetitivo, dio con una de esas jugadas de fantasía, más propias del tenis que del fútbol. Un despeje de Coates dio de carambola en el cuerpo de Isla, devolviéndose con tal violencia hacia la portería de Muslera que por poco se convierte en un gol de película, de no haberse estrellado en el horizontal.
 
El segundo tiempo no mejoró las cosas para Chile en los primeros minutos. Por el contrario, el voluntarioso Suárez le ganó a su marcador y se metió en la punta izquierda para habilitar a Pereira que dejó sin opciones a Muslera, anotando el primer tanto de la noche.
 
Pero Uruguay no contaba con el talento de Alexis Sánchez que devolvió los favores en el minuto 64, con otro tiro cruzado al que le puso el sello de gol. Igualadas las acciones y con un estadio poblado de compatriotas, los australes se fueron encima de su rival.
 
Pero ahí estaba Muslera. A diferencia del partido contra Alemania en el Mundial de Sudáfrica, no cometió errores sino aciertos para llevarse las palmas. Con Jiménez primero y con Isla después, frustró los deseos chilenos de ganar el partido. Estiradas magníficas que pintan para postal.
 
Empate que deja a Chile en inmejorables condiciones para pasar a la siguiente fase. Uruguay queda en cuidados intensivos, superado por Perú y Chile, aunque cierra esta primera etapa con el más débil del grupo, los juveniles mexicanos que, en el papel, son presa fácil,,, pero si algo enseña el fútbol es que no hay enemigo pequeño.
 
Alineaciones:
 
Uruguay: Muslera; Maximiliano Pereira (m.79 Lodeiro), Lugano, Coates, Cáceres; Pérez, Arévalo Ríos (m.85 Eguren), Álvaro Pereira; Cavani (m.46 González), Forlán y Suárez.

ChileBravo; Contreras, Ponce, Jara (m.63 Valdivia); Isla, Medel, Vidal, Jiménez, Beausejour (m.75 Paredes); Sánchez y Suazo (m.75 Carmona).

Goles: Álvaro Pereira (m.53). Alexis Sánchez (m.64).

Árbitro: Carlos Amarilla (PAR) que mostró tarjetas amarillas a Álvaro Pereira, Suárez, Cáceres, González y Coates de Uruguay y a Contreras, Ponce y Sánchez de Chile.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo C disputado en el estadio Malvinas Argentinas ante 45.000 personas, 30.000 de los cuales eran chilenos

 

Sicarios asesinan a Facundo Cabral en Guatemala

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

9 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 12:51 COT

 

La noticia, fría y despiadada, lo asegura. Asesinaron a Facundo Cabral. Así lo dicen, el que le cantaba al amor, el que luchaba por la vida, y entonces uno se pregunta, ¿a qué descerebrado, a qué maloliente conciencia se le puede ocurrir asesinar a Facundo Cabral?
 
Sólo pudo hacerlo alguien que le tenía mucho miedo y que, en su complejo de inferioridad, no encontró otra manera de callarlo que matándolo, y no de cualquier manera, sino con sicarios, fusiles de asalto, muchas balas, y en emboscada, para que quedara constancia de que Facundo se tenía que morir.
 
Dicen que fue camino del aeropuerto, que estaba terminándose la madrugada y que no había nadie en la carretera, sino Facundo y los asesinos. Allí murió Facundo, o por lo menos eso creen los matones, que en ese asiento, a esa hora, se deshicieron del caminante de la paz para siempre.
 
Cerebros primitivos. “El amor nunca se muere, sólo cambia de lugar”, lo dijo Facundo y no hay más remedio que creerle. No sorprende que se inaugurara para el mundo asegurando que “No soy de aquí ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir”, y a la par que luchaba contra la dictadura que lo obligó a exiliarse en México, aprovechaba para zaherir como pocos al poder, con una irreverencia singular:
 
"En aquella ocasión, mi hermano, acudió borracho a una fiesta del pueblo y sacó a bailar a una gorda vestida de negro, la que le dijo: No quiero bailar con usted por tres razones, porque usted está borracho, porque no sé bailar y porque soy ¡el obispo¡".
 
Pero siempre, dando lecciones de libertad:
 
"Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.” 
 
Y la vivió a plenitud, sin ataduras, sin enmiendas, sin trampas ni revoltijos, desconcertando a muchos:
 
"Estábamos un día en Nueva York y, a la salida del teatro Lincon Center, se me acercó un periodista y me espetó: “ Señor CabraL. Yo estoy de acuerdo en todo lo que usted ha dicho esta noche, excepto en que Dios es siempre justo. Si Dios fuera siempre justo, usted debería tener tanto difusión, tanto éxito como Julio Iglesias.” A lo que yo le respondí: “ Claro que Dios es siempre justo. Julio Iglesias tiene más difusión, más éxito que yo puesto que necesita del dinero mucho más que yo para vivir. Yo, que necesito más libertad que Julio para vivir, por eso Dios me hizo más libre.” 
 
Libertad que le dio la lucidez para mostrar realidades en un mundo desigual, poblado de disfraces.
 
Un negro en la nieve es un blanco perfecto.” 
 
Superioridades de las que también se burló, incluyendo a su país, con su amigo Alberto Cortez:
 
Un día me dijo Alberto Cortez: “ Facundo: vos sabés porque los argentinos hasta los cuarenta años somos engreídos, petulantes, soberbios. ¿ Sabes por qué?. ¡ Porque a partir de los cuarenta somos perfectos¡”. Y yo le dije: ¡ Gracias, Alberto¡ 
 
Tampoco los patrones escapaban a su ironía:
 
Mi hermano trabajaba en correos y un día le pidió dos horas de permiso a su jefe y éste se las negó. Mi hermano le dijo: “ Mire usted, es que voy a ser padre. El jefe le dijo, haber empezado por ahí. Tómese el tiempo que quiera y que le vaya bien. Como a las cinco horas regresaba mi hermano y el jefe le dijo: “ ¡Qué, niño o niña?. “ Que se yo, viejo, ahora hay que esperar nueve meses.” 
 
Un hombre que se negó a vivir bajo los dictados de la sociedad de consumo que devaluaban la espiritualidad:
 
Si amas al dinero a lo sumo llegarás a un banco, pero si amas a la vida, seguramente llegarás a Dios.” 
 
Facundo, como pocos, cuestionó con sus trovas el poder, sin perder jamás la esperanza:
 
Me temo que Dios, a la hora del juicio final, nos juzgará por el promedio ya que, sería una ardua tarea juzgarnos uno por uno. No creo que Dios diga La Madre Teresa, 10 puntos, Margaret Tácher 2 puntos; no. Como digo, Dios nos juzgará por el promedio y, siendo así, estamos salvados ya que la mayoría son buena gente.” 
 
Pero ante todo, Facundo Cabral fue un poeta del amor:
 
" Dios te quiere feliz y para ser feliz hay que hacer lo que uno ama; porque el amor te acerca a todo, porque el amor es valiente; es la antítesis del miedo, que es el peor dictador" 
 
Tuve la fortuna de conocerlo a raíz de  los varios conciertos que dio en La Universidad Externado, y compartir su tiempo en una cafetería cercana. Bajamos varios con él la empinada calle 12 de La Candelaria que tanto admiraba, con su libertad a cuestas, una guitarra terciada en la espalda, unos bluejeans gastados y una camisa chaqueta de la misma condición.
 
Tímido, sencillo, apasionado de la vida, nos contó muchas cosas, riéndose, con un vozarrón que copó todo el sitio, asombrado de nuestro propio asombro. "Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla." Y qué felices fuimos ese día.
 
No te pido que descanses en paz, Facundo, porque aún tienes mucho camino por recorrer.

Costa Rica ahogó a Bolivia

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

8 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 13:07 COT

 

Dos sorpresas deja este encuentro. El apagón de Bolivia, que después de someter a Argentina se esperaba su confirmación como protagonista de este grupo. Y la eliminación de los jóvenes ticos que acudieron a esta cita con mucha pena y sin ninguna gloria.
 
Pero sucedió al revés. Bolivia no pudo con la responsabilidad de ganarse el pasaje a los cuartos de final. El temor de sus carencias le arrugó el ánimo y a trompicones quiso jugar a lo que no sabe: dirigir un partido, pasar a la ofensiva y anotar. Como el que no sabe bailar, el resultado fue penoso.
 
Mientras Bolivia trataba y no podía, los ticos, campeones de la ineficacia, sin un solo disparo a portería en la Copa América, despertaron. Al frente tenían a un rival timorato y lo aprovecharon para ganarse un lugar en la próxima ronda.
 
Se apoderaron del medio campo con Mora y Madrigal y le apostaron a la velocidad de Campbell, que con 19 años a cuestas le puso ganas al partido. Olió la sangre y se fue de cacería. Una pesadilla para los bolivianos que no atinaban a controlarlo, esto sin contar con el cabezazo de Martínez que Ronald Valdéz consiguió despejar.
 
No bastó el descanso para los bolivianos. Regresaron al campo a esperar un milagro, pero los ticos no estaban para rezos y comenzaron a fabricar su victoria. Campbell, a estas alturas convertido en figura, una y otra vez rompió la defensa rival.
 
Apenas llegando al cuarto de hora del segundo tiempo, su tesón dio resultados. Esquivando contrarios le entregó el balón a Guevara para que hiciera el primero de la noche, pero el rechazo de Arias le dio oportunidad a Martínez para lucirse anotando el primer gol de Costa Rica.
 
Con Marcelo Martins desaparecido, Bolivia trató de parar el vendaval a trompicones, ayudada por la buena suerte y la agilidad del propio Arias. De todo se vio en estos últimos minutos. Dos palazos (Campbell y Guzmán), porteros ad hoc (Rivero) atajando con el brazo un disparo de Mora, un penalti desperdiciado por Guevara, con doble rechazo de Arias y dos rojas que dejaron por fuera a Riveros y Flórez.
 
Con nueve hombres, Bolivia recibió el segundo tanto de Costa Rica, justo premio para Joel Campbell, una maniobra veloz y sencilla por la punta izquierda, con disparo cruzado, fruto de uno de los tantos contragolpes que los ticos realizaron, y que no aumentaron la cuota de goles, más por su inexperiencia que por virtud de los bolivianos.
 
Justo resaltar que en los últimos minutos en inferioridad numérica, Bolivia quiso hacer la tarea y se volcó sobre el arco costarricense. Jugó menos mal que en el resto del partido, pero no eran sino las pataletas enérgicas del que está a punto de ahogarse. Sólo faltaba el pitazo final.
 
Alienaciones
 
BoliviaArias; Álvarez, Raldés, Rivero, Gutiérrez; Arce, Flores, Robles (Chávez, m.67), Campos (García, m.79); Rojas (Peña, m.67) y Martins.    

Costa Rica: Moreira; Salvatierra, Duarte, Acosta, Calvo; Mora (Cubero, m.82), Guzmán, Leal, Madrigal (Guevara, m.46); Martínez (Elizondo, m.81) y Campbell.

  
Goles: Martínez (m. 59) capitaliza un rechazo de Arias. Campbell (m. 78) tiro cruzado desde la izquierda.   
 
Árbitro: Carlos Vera (Ecuador). Expulsó con roja directa a Ronald Rivero (m. 71) y Walter Flores (m. 76), de Bolivia. Amonestó a los bolivianos Álvarez (m. 35), Martins (m. 57), Rivero (m. 65) y Gutiérrez (m. 88) y al costarricense Guzmán (m. 30).   
 
Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo A de la Copa América 2011, disputado en el estadio 23 de agosto de la ciudad argentina de Jujuy ante unos 21.000 espectadores.
 
 

Argentina, a la sombra de Colombia

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Por: Marsares

7 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 12:31 COT

 

Argentina, la favorita para ganar la Copa América 2011, jugó a la sombra de Colombia. Poca creatividad, funcionamiento precario como equipo, falta de precisión en los remates y, sobre todo, complejo de inferioridad que los muestra incapaces de responder a su rica historia futbolera.
 
Los primeros minutos fueron de cautela. Cada quien estudiando al contrario. Bien por Colombia, que sin las angustias de los puntos, ni el fardo de anfitrión, se dedicó a esperar. Argentina, tocada por lo de Bolivia, observó el muro defensivo del medio campo propuesto por Bolillo y buscó las rendijas.
 
Messi lo intentó pasados nueve minutos y trató de asociarse con Tévez que desde la punta izquierda buscaba desmarcarse proyectando el centro que abriera el marcador. Zúñiga, sin embargo, puso el cerrojo y con una que otra excepción, consiguió controlar al apache que, con más corazón que pericia trataba de abrirle un boquete a la férrea defensa colombiana.
 
Mientras tanto, Armero hacía lo suyo con Lavessi, cuyos intentos de desmarcarse se estrellaban contra el aplicado defensa colombiano, a quien Yepes y Perea, apoyaban con eficacia, cerrando cualquier espacio que dejara, en una defensa escalonada que comenzó a deshilachar la ofensiva gaucha.
 
Sánchez, por su parte, adelante de ellos, comenzó a escribir el guión que provocaría elogios de propios y extraños. Con habilidad, tesón y por encima de todo, técnica, controló al mejor del mundo. Sin brusquedad, limpiamente, le restó efectividad impidiéndole que construyera paredes, hiciera pases de gol, gambeteara, minándolo sicológicamente.

En el medio, otra línea de cuatro colombianos, hacía lo suyo. Con disciplina táctica, dos, tres, encerraban al argentino que tuviera el balón, al punto que, visualmente, las camisetas amarillas se multiplicaban por el centro, recuperando balones y destruyendo jugadas, sin prisa, pero sin pausa.
 
Pero Colombia no iba a jugar como Bolivia, no iba a esconderse en su campo. Con Falcao en punta, Aguilar como volante de contención con algo de creatividad, y Ramos y Dayro Moreno, abriéndose por las puntas, comenzaron a crear opciones, llegando la primera al minuto 19, con un centro de Moreno que recogió Ramos frente a la portería gaucha, mandándolo por encima del horizontal.
 
Al minuto 25, los réditos del planteamiento colombiano,se veían en el campo. La presencia constante en el área de Moreno y Ramos, acompañando a Falcao, la aprovechó el segundo al capitalizar un error de Milito en una defectuosa devolución. Ramos amarró el balón a sus pies, eludió al arquero Romero, pero fue derribado en el área, cayéndole el balón a Moreno que, con la portería solitaria, remató desviado.
 
Nueve minutos después, en una de las pocas ocasiones en que Messi se soltó de Sánchez, le hizo un estupendo pase de profundidad a Lavezzi que desaprovechó la oportunidad de abrir el marcador, solo, ante el colombiano Martínez, de gran desempeño en su portería. En los minutos finales del primer tiempo, Moreno y Falcao también fallaron, gracias a las buenas intervenciones de Romero, que comenzaba a erigirse como la figura del partido.
 
El segundo tiempo mejoró Argentina y por momentos parecía que se sacudía el dominio colombiano que,  sin el brillo del primer tiempo, continuó haciendo presencia con autoridad en el medio campo, aislando a Mascherano, incapaz de apoyar a sus compañeros, mientras Banega y Cambiasso, sin espacios, seguían perdidos en la cancha.
 
Al minuto 62, Batista acudió al remedio que le funcionó contra Bolivia y metió al Kun Agüero en vez de Lavezzi y a Gago, por el intrascendente Cambiasso, en busca de mayor proyección ofensiva. Pero ya el libreto estaba escrito y, salvo un par de ocasiones que mostraron a un Martínez seguro bajo los tres palos, los argentinos no pudieron romper con su ayuno.
 
Por el contrario, la superioridad colombiana continuó mostrándose en sus ganas de quitarle los tres puntos a Argentina, y varias veces, en veloces contragolpes, la angustia cundía en las huestes gauchas y en los aficionados que colmaban el estadio, apoyando con sus cánticos a una desconocida Argentina, irrespetada en su casa.
 
Dos oportunidades de Guarín y Falcao, salvadas por un Romero que se erigía como el salvador de Argentina y el único que pudo sacar pecho al final del martirio, y una andanada colombiana en los últimos minutos, mostraron a los argentinos pidiendo tiempo, con la desesperación de quien está cerca del abismo.
 
Argentina tiene con qué ganar la Copa, pero su engranaje está trabado, quizás porque le apuestan a jugar en torno a Messi, pero Argentina no es el Barça. Colombia, por su lado, mostró un interesante planteamiento táctico y un cambio de velocidades admirable, aprovechando en debida forma a Falcao, que alimentado por Guarín y con Moreno y Ramos en los laterales, conforman un bloque ofensivo interesante.
 
Falta el gol, es cierto, pero desde ya se ve que de las jugadas fortuitas se está dando paso al funcionamiento como equipo y esto debe materializarse en las esperadas anotaciones. Si este proceso continúa y no fue simplemente un buen partido aislado, Colombia tiene posibilidades reales de pelear un cupo al próximo Mundial, pese a los duros rivales que deberá enfrentar.
 
Alienaciones
 
Argentina: Romero; Zabaleta, Burdisso, Milito, Zanetti; Banega (Higuaín, m.72), Mascherano, Cambiasso (Gago, m.62); Lavezzi (Agüero, m.62), Messi y Tevez . 

Colombia: Martínez; Zúñiga, Perea, Yepes, Armero; Sánchez, Guarín, Aguilar, Ramos (Soto, m.90), Moreno (Mosquera, m.90) y Falcao (Gutiérrez, m.88). 

Árbitro: Salvio Fagundes (BRA), que amonestó a Aguilar por Colombia y a Gago por Argentina. 

Partido del Grupo A de la Copa América de fútbol 2011 disputado en el estadio Brigadier General Estanislao López, del Colón de Santa Fe, ante unos 30.000 espectadores.

 
 

Chile jugó, sufrió y venció a un México que no se quería rajar

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

6 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 10:34 COT

 

Como a Pedro Navajas, las sorpresas que da la vida casi le amargan el debut al seleccionado chileno por cuenta de los juveniles de México que en una jugada aislada que culminó en gol, estuvieron a punto de mandar al peor de los mundos a los dirigidos por Claudio Borgui.
 
Pero el fútbol es así, impredecible. Los espectadores vieron una y otra vez intentarlo a Chile, con el niño maravilla, Alexis Sánchez, a la cabeza. Desbordes, fintas, desmarques, quiebres de cintura, pero sin precisión, morían al pie de la línea de cinco mexicana.
 
Ponce puso su cuota con un cabezazo, Suazo con un disparo que buscó las alturas, Mati Fernández errando por poco, Alexis con cruces que arañaban la oportunidad, Chile se esforzaba con talento, sin pausa, como en el Mundial de Sudáfrica, siempre adelante.
 
Pero también como en la cita orbital, Chile pagó su desorden en una jugada aislada, un cabezazo afortunado de Néstor Araújo que dejó sin opciones a Contreras, hasta ese momento un espectador más que apenas sí había visto el único esfuerzo inútil mexicano en los botines de Giovanni Do Santos, que se estrelló contra la bien parada defensa chilena.
 
La segunda parte siguió con la tónica del Chile ofensivo y los muchachos mexicanos aguantando con orden los embates de los esforzados australes que, a todo pulmón, seguían luchando por el partido, sin mayores oportunidades, salvo un disparo de Suazo que Michel contuvo sin problemas.
 
Pero Chile tenía sus secretos guardados en la pelota quieta y en un saque de esquina, al minuto 66, cambió el panorama. Un rechazo defectuoso le dio la oportunidad a Paredes de rematar con fortaleza al arco mexicano y devolver la justicia al encuentro, firmando el empate.
 
Los variados recursos de Chile se demostraron a los pocos minutos en un nuevo tiro de esquina que cabeceó con acierto Vidal para poner en ventaja al hasta el momento, el mejor equipo de la Copa América. Era el minuto 72 y Chile podía decirle a su afición que llenaba el estadio, que la tarea estaba cumplida en su debut.
 
Salvo el susto propinado por Claudio Bravo cuando estaba a punto de terminar el partido, con una oportunidad inmejorable de empatar, Chile se convirtió, con Colombia, en los únicos ganadores de esta primera fecha, a costa de México y Costa Rica, los juveniles invitados a esta contienda.
 
Alineaciones
 
Chile: Bravo; Contreras, Ponce, Jara; Isla, Medel, Vidal, Matías Fernández (Carmona, m.83), Beausejour (Paredes, m.56); Alexis y Suazo (Estrada, m.90). 
 
México: Michel; Aguilar, Araujo, Reynoso, Mier, Chávez; Aquino (Oribe Peralta, m.68), Reyes, Enríquez; Giovani y Márquez Lugo (Pacheco, m.88). 

Goles: 0-1, m.42: Araujo, de cabeza. 1-1, m.66: Paredes, en un rechace en un tiro de esquina. 2-1, m.72: Vidal, de cabeza en un tiro de esquina. 

Árbitro: Juan Soto (Venezuela). Amonestó al chileno Bravo (m. 72) y a los mexicanos Javier Aquino (m. 23), Diego Reyes (m. 26) y Pacheco (m. 90). 

Partido correspondiente a la primera jornada del grupo C de la Copa América 2011, disputado en San Juan, estadio del Bicentenario, ante unos 25.000 espectadores.

 
 

 

 

Perú asustó a Uruguay

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

5 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2011 17:15 COT

 

Perú, con un plantel diezmado, le sacó un valioso punto a Uruguay, uno de los favoritos para ganar la presente Copa América, luego de su brillante participación en el Mundial de Sudáfrica.
 
Después de las decepciones de los grandes, se esperaba que este partido fuera un monólogo charrúa, pero al parecer no hay equipo chico en esta Copa, pues no solo le dio lidia tratar de someterlo, sino que Perú estuvo a punto de llevarse los tres puntos.
 
En comienzo la celeste entró a mandar en la cancha, pero luego los peruanos adelantaron sus líneas y comenzaron a disputarle el medio campo, dejando en punta a Paolo Guerrero, que haciendo honor a su apellido la batalló durante todo el partido, poniendo en aprietos a la zaga rival.
 
Precisamente fue Guerrero el que dio la monumental sorpresa al recibir por el centro un pase de profundidad de Guevara y solo, a las espaldas de la defensa uruguaya, avanzó como una exhalación, esquivó a Muslera y tranquilamente anotó el tanto que mandaba al infierno al cuarto mejor equipo del Mundial de Sudáfrica.
 
¿Injusto? Si, pero en el fútbol gana el que mete goles y en ese momento, Perú mostraba que no era un invitado de piedra a la fiesta. Pero Uruguay no dio su brazo a torcer y sus mejores hombres se lanzaron en pos del empate. Forlán, Lugano y Suárez, llevaron angustias al portero Fernández.
 
Perú no pudo frenar la avalancha, ni menos aprovechó los espacios que su rival le puso en bandeja de plata aunque confiaba en irse ganador de la primera parte, pero con Uruguay nunca se sabe. Un desmarque por la derecha de Cáceres, un pase a Lodeiro que le dio el balón a Luis Suárez, para que de primera rematara al palo izquierdo, venciendo a Fernández, firmó el empate.
 
En la segunda parte, el partido ganó en emoción, tratando cada quien de desnivelar el marcador, con un Guerrero que siguió incursionando en predios uruguayos, pero sin mayor fortuna, la que sí tuvo Forlán, frente a Fernández, pero mandó el balón por encima del travesaño.
 
En busca de enderezar el camino, ambos entrenadores movieron sus fichas. Vargas entró en el onceno peruano y Hernández y Rodríguez lo hicieron por Uruguay, pero el partido siguió en la misma tónica, aunque a punto de terminar el partido, Guerrero tuvo la oportunidad de la victoria, pero desperdició el cabezazo.
 
Alineaciones
 
Uruguay: Muslera; Rodríguez, Victorino, Lugano, Cáceres; Pérez, Arévalo Ríos, Lodeiro (Rodríguez, m.78); Suárez, Forlán y Cavani (Hernández, m.78).
 
Perú: Fernández; Revoredo, Acasiete, Rodríguez, Vilchez; Balbín, Cruzado, Guevara (Lobatón, m.57), Yotum (Vargas, m.58); Guerrero y Advíncula (Chiroque, m.90+).
 
Árbitro: Wilmar Roldán (COL) que mostró tarjetas amarillas a Guerrero, Acasiete, Cruzado y Vargas en Perú y a Cáceres en Uruguay.
 
Partido inaugural del Grupo C de la Copa América, disputado en el estadio San Juan Bicentenario, con aforo completo correspondiente a unos 25.000 espectadores.
 

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