De la yerba y otros demonios
Domingo 15 de Marzo de 2009 15:04 COTLo vi, con religiosa parsimonia, con el rito que no se ha podido llevar el tiempo ni la DEA, envolverla y luego sellar el bulto con saliva, armando el cachito de siempre. El olor se esparció por la habitación, dulzón, agradable, con sabor a picadura criolla. Lo aspiré con gusto, después de todo.