El mejor gol del mundial, no por su belleza, que hubo otros mejores, vamos que sí, sino porque con él se cerró con broche de oro el ciclo de una generación brillante que la historia del fútbol recordará con admiración y cariño. No jugó su mejor fútbol en este mundial, pero tal vez no ha habido un campeón como España que la haya sufrido tanto, que se haya inyectado adrenalina a dos manos en cada partido, que con el corazón en un puño la haya luchado con la fe del que sabe que la historia tiene una deuda por pagar.