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Colombia - Cargada el 07.09.2017 00:03:59 COT 

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Siga y siéntese cómodo.

México se tomó La Bastilla

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

19 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 18:44 COT

Refrescante. No es que se haya visto un gran partido, ni tampoco grandes estrellas, de esas que con un solo movimiento son capaces de desafinar una orquesta. Pero México ganó con un fútbol alegre, a veces desordenado, algo irresponsable, untado de tequila que es lo mismo que decir, jugando al zigzag, un poco atropellado y por qué no decirlo, con mucha verraquera. Y Francia perdió porque extravió la magia, porque se olvidó del fútbol, porque no basta sumar estrellas para crear el cielo, hay que acomodarlas para que aprendan a caminar juntas, sin zancadillas de por medio.

¿De qué sirve tener un entrenador al que ya despidieron? Aquí comenzó la debacle para Francia. No se puede confiar en quien nadie confía y es cuando aparece el irrespeto porque se pierde la autoridad. Dicen que Anelka lo insultó en el intermedio de este partido y Domenech, para remendar su autoridad, lo sacó del partido al comenzar el segundo tiempo. Anelka desmiente el rumor, pero lo cierto es que en la cancha, cada quien anduvo por su lado. Apenas intentos solitarios de golondrinas tratando de espantar el invierno sudafricano.
 
Diferente este verde que te quiero verde, que pasó vergüenzas contra Sudáfrica en su debut, pero que hoy se desquitó a lo México lindo y querido. Dicen sus seguidores que esperan al menos que juegue cinco partidos. En un Mundial que ha resultado el más democrático de todos, el sueño es posible. No hay oligarcas encopetados ni peones traídos para rellenar el espectáculo. Casi todos juegan más o menos a lo mismo, a no perder, que es lo mismo que a no dejar jugar, quitando balones y atropellando espinillas. Un Mundial muy nivelado, pero por lo bajo. Esto no le resta méritos a México que hizo lo suyo: corrió la cancha, fue mejor hombre a hombre que los franceses y le puso ají jalapeño al encuentro.
 
Esta vez Adelita no se fue con otro, vino con la selección como siempre lo han hecho las mujeres con sus machotes mexicanos, al pie del cañón y por primera vez con sus voces le cantaron a Francia lo que nunca habían podido hacer: “te vas porque yo quiero que te vayas, a la hora que yo quiero te detengo…” Por primera vez, desde que se inició el mundial, las vuvuzelas fueron calladas por los mariachis. No era para menos, 80 años esperando por un triunfo, no es de poca monta.
 
No fueron goles épicos pero siempre serán recordados. Muchos años atrás, los conservadores mexicanos se tendieron ante Napoleón II a ofrecerle la corona del segundo imperio mexicano. Hoy, un chicharito, apenas un mocoso como se diría en otros lados, proveniente de la Sub 17 campeona mundial, a espaldas de los zagueros franceses, en una cámara lenta insufrible y humillante, sólo ante el arquero, lo eludió por su derecha y sin nadie que lo estorbara, la mandó para la red. Una viveza del muchacho y una vergüenza para Francia, parada viendo su Arco de la derrota.
 
El segundo gol tampoco será recordado en la historia de los mundiales, pero si en cada mexicano, como por este lado lo hacemos con el de Freddy Rincón que le empató a Alemania en un partido épico, después de un pase del Pibe Valderrama. Pero esa es otra historia. Este, el mexicano, tiene dos valías. Una, la de sellar la suerte del partido. La otra, la de ser cobrado por un viejo que es emblema de México, Cuauthémoc Blanco, nombre de emperador y de señor de la cancha. Un penalti que lo coloca en las estadísticas como el mexicano que ha anotado en tres mundiales.
 
Los nuevos y los históricos, juntos, sellando la suerte de Rivery y su corte de egos lastimados, con un Tierry Henry en el banco, rumiando su suplencia. Nada más para destacar, salvo una bella mexicana en la tribuna. Con sus cabellos al viento y su rostro adornado con la pintura ritual de esta religión que también tiene su propio cielo e infierno y un purgatorio destinado a las almas en pena que pudiendo haberlo tenido todo, apenas les alcanzó la vida para dilapidarlo. Los franceses se retiraron abucheados y la bella mexicana abrió los brazos, aspiró el aire frío de Sudáfrica y como las de Pancho Villa y Emiliano Zapata, gritó: ¡Viva México, carajo!
 
– – –
 
Juego disputado en el estadio Peter Mokaba de Polokwane ante 35.370 aficionados. Temperatura cercana a los cero grados.
 
Alineaciones
 
Francia
 
Hugo Lloris, Bakary Sagna, William Gallas, Eric Abidal, Patrice Evra; Florent Malouda, Jeremy Toulalan, Abou Diaby, Sidney Govou (m.70, Mathieu Valbuena), Franck Ribery y Nicolás Anelka (m.46: Pierre Cignac). DT. Raymond Domenech.

México
 
Óscar Pérez, Francisco Rodríguez, Carlos Salcido, Rafael Márquez, Ricardo Osorio, Héctor Moreno, Gerardo Torrado, Efraín Juárez, Giovani dos Santos, Guillermo Franco y Carlos Vela (m.31: Pablo Barrera). DT. Javier Aguirre.

Goles: Javier Hernández (m.64); Cuauhtémoc Blanco de penalti(m.79).

Árbitro: Khalil Al Ghamdi (Arabia Saudita). Amonestó a Toulalan (m.45) de Francia y a los mexicanos Franco (m.4) Juárez (m.48), Rodríguez (m.82).

Alemania, del cielo al infierno con Serbia

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

19 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 11:47 COT

Italia, España, Francia, como un dominó fatídico, uno a uno van cayendo. Europa se conmueve. El turno ahora es para Alemania cuyo verdugo lo encuentran en los Balcanes, la tierra de la inestabilidad milenaria, en las piernas de los serbios, un pueblo que ha sufrido el yugo militar y político de los germanos y también ha contribuido a sus derrotas. El fútbol no es sino otro capítulo de esta historia de intrigas y pasiones.

Alemania no es el mismo de su primer partido. Es cierto que mucho va de Australia a Serbia, cuyos jugadores, desde que hacían parte de la extinta Yugoslavia, siempre aportaron al fútbol técnica y derroche de energía. Pero Alemania, igual ha mostrado que la nueva generación, proveniente de los sub-20, coge el relevo con propiedad encabezada por Özil, sangre fresca que renueva los antiguos genes arios, mezclándolos con otomanos y latinos.
 
Pero los Serbios hacen bien su trabajo. No plantan una defensa de forma grosera como Grecia, o de cuartel como Corea del Norte, ni asfixiante como Dinamarca. Ajustan las marcas, estudian al rival y comienzan a controlarlo no sólo físicamente sino buscando el desborde por las bandas, con centros que pueda capitalizar su gigante (2,02m) Zigic, al tiempo que sus rivales hacen lo propio con Klose.
 
Alemania queda maniatado en el medio campo y las ideas se pìerden entre un cerco de piernas en torno a Öxil, que poco puede hacer para escapar del encierro. Pero un encuentro árido en emociones cambia de curso al minuto 37. Klose es expulsado al recibir su segunda tarjeta amarilla y un minuto después, Serbia realiza una jugada que repiten varias veces durante el encuentro. Desborde, centro a Zigic en busca del cabezazo oportuno, para meterla en la red o para servirla. Esta vez se les da y se produce el gol que al final sentenciaría el partido.
 
Expulsión de uno de sus pilares y un gol en contra ponen a Alemania en cuidados intensivos. No obstante, en el segundo tiempo tratan de mejorar las cosas y Özil se echa el equipo al hombro y con pases inteligentes que recuerdan a Mathaus, trata de que Podolski, haga una de las que sabe hacer. Pero estos son los juegos en que por alguna extraña razón, todo se les niega a los perdedores. Podolski insiste una y otra vez, pero la pelota no entra. Y para colmo de males, un penalti que hubiera podido cambiar el partido, el propio Podolski lo yerra. Apague la luz y vámonos.
 
Incluso, como no hay nada malo que no sea susceptible de empeorar, Serbia se acerca al segundo gol. Al minuto 66 un palo le niega sentenciar el partido. Pero ya cerca del infierno sólo falta terminar de empedrar el camino y Joachim Low lo hace con esas buenas intenciones que son el camino más expedito para llegar a su puerta, abrirla, y entrar a empellones. Es que no es fácil que a uno le pongan la zancadilla cuando está en la cumbre; se pierde la perspectiva.
 
Saca a quien tiene las ideas (Özil) buscando un delantero que desequilibre. Cacau es el escogido y se reza la novena completa para que rastrille el campo en busca de la chispa genial. Müller también paga el cambio de estrategia y es sustituido por Marín, cuyo juego rápido y capacidad de desborde, puede contribuir a fortalecer las bandas y generar nuevas oportunidades de gol. Eso en teoría suena bien, pero con la salida de Özil se acaban las ideas y así Cacau y Marin traten, si no hay quien construya, mucho menos habrá quien finalice, salvo una jugada fortuita o genial, pero ya se sabe, cuando se va cuesta abajo no hay barranco que ataje.
 
De ahí en adelante el monólogo es para Serbia que domina el partido a su antojo. Podolski a estas alturas sigue insistiendo, con la terquedad del que quiere romper el cántaro a las físicas patadas, pero ni eso. Siete remates, siete frustraciones. Los últimos minutos ven a una Alemania desconcertada, arando en el desierto, mirando la comedia del absurdo rodar con ella como protagonista. Ionesco estaría complacido.
 
Muchas veces se enfrentarán en el futuro y quizás vuelva a ganar Serbia una de ellas, pero Alemania triunfará en el resto porque tiene uno de los mejores equipos del mundo. Infortunadamente, en este torneo corto, donde los imponderables hacen su agosto, le tocó perder esta vez. Alemania está para cosas grandes. Esto no fue más que un accidente, doloroso, pero tan solo un accidente en su camino al título que seguramente disputará contra Brasil, la fiera Argentina o quizás la impredecible España.
 
La mesa está servida para el banquete, aunque las entradas han sido de una pobreza franciscana tal, que ya los comensales miran con desconfianza la cocina. A estas alturas, ¿si habrá plato fuerte?
 
– – – 
 
Partido del grupo D, disputado en el estadio Nelson Mandela de Puerto Elizabeth ante unos 40.000 espectadores.
 
 
Alineaciones:
 
Alemania
 
Manuel Neuer; Lahm, Mertesacker, Arne Friedrich, Holger Badstuber (Mario Gómez, m.77); Mesut Ozil (Marko Marin, m.71), Bastian Schweinsteiger, Sami Khedira, Thomas Müller (Cacau, m.70); Miroslav Klose y Lukas Podolski.

Serbia

 
Vladimir Stojkovic; Branislav Ivanovic, Neven Subotic, Nemanja Vidic, Aleksandar Kolarov; Milos Krasic, Milos Ninkovic (Gojko Kacar, m.70), Zdravo Kuzmanovic (Radosav Petrovic, m.75), Dejan Stankovic, Milan Jovanovic (Danko Lazovic, m.79); Nikola Zigic.

Goles: Jovanovic de Serbia (m.38).


Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (España).
 
Tarjetas: amarillas a Klose (2, la segunda en el m.37, expulsión), Khedira, Lahm y Schweinsteiger por Alemania, y a Ivanovic, Kolarov, Subotic y Vidic por Serbia.

Más cerca de Tanja

Estancias > Primera plana
Por: Daniel Ramos

16 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 17:09 COT

Entrevista con Leo de Boer, director del documental Más cerca de Tanja.

En el documental no hay testimonios de las Farc sobre Tanja o de la misma Tanja, ¿intentó contactar a la guerrilla?

Para el documental nos trazamos dos caminos: el regular y el subterráneo. Por éste llegué a su oficina en Suecia. Ahí exploramos varias posibilidades, desde contactar a Jorge Enrique Botero para tratar de conseguir una entrevista con Cano o viajar a Venezuela o Ecuador a encontrarme con otros miembros del Secretariado.

¿En Venezuela o Ecuador?

Sí, con los miembros del Secretariado que están allá.

¿Por qué no lo hizo?

Porque no quería caer en el mismo error que Nova [el programa periodístico holandés que pagó una entrevista con las Farc para tener noticias de Tanja y solamente logró una entrevista con Raúl Reyes]. Me ofrecían siempre hablar con los comandantes, pero no con Tanja y para mí era claro que yo quería hablar con ella, no con ellos. “No es posible hablar con ella” y entonces di por cerrado ese canal.

Dado que utilizó el canal regular, ¿cree que las Farc lo contactarían ahora para entrevistar a Tanja?

Sé que fui muy oportunista al tomar el canal regular: era la mejor opción que tenía. Pero si las Farc me contactan para entrevistar a Tanja, aprovecharía la oportunidad, empacaría la cámara y viajaría a entrevistarla. Me encantaría hacer una película en Colombia: es un país supercinematográfico y quedé muy impresionado con la gente también.

¿Fue el documental Guerrilla Girl alguna fuente de inspiración? ¿Se pueden hacer algunos paralelos entre Isabel (la protagonista) y Tanja?

Ese documental es en realidad una película pagada por las Farc para promover su ideología a través de bellas imágenes: jóvenes hermosas bañándose en ropa interior con el claro de luna cayendo en el río, todo embellecido. Recuerdo que lo presentaron en el IDFA y alguien muy furioso entre el público les hizo la crítica de que era pura propaganda para las Farc pagada seguramente con dinero fruto del narcotráfico.

Y no es la mejor propaganda.

¿Por?

Porque las personas pueden ver el tipo de entrenamiento que ofrecen las Farc: cartillas de comunismo para niños dictadas por profesores con métodos de enseñanza decimonónicos y castigos absurdos por la más mínima crítica del contenido.

No creo que las Farc hayan pensado que esto sería criticado en Europa. Quizás sea cínico de mi parte, pero creo que hay personas muy inteligentes, incluyendo a Tanja, que necesitan ese tipo de organización sin margen de duda, sin espacio para las preguntas existenciales que sofocan a las personas en Europa Occidental y les dan una sensación de orientación y sentido. Tanja entra en la selva con la guerrilla y su vida se vuelve muy básica, incluso ya no tiene que preguntarse qué va a hacer mañana, con qué se va a vestir hoy o qué zapatos va a comprar.
De hecho esto es de las cosas que más me fascinan en la historia de Tanja, esa crítica implícita a la vida en Occidente: ¿por qué una joven europea inteligente, que viene de una familia normal, con formación universitaria y todas las posibilidades abiertas para ella decide irse a combatir en la selva? Incluso si se mira su vida en Colombia: ella vivía en Pereira con su novio, un hombre muy simpático, con bastante humor e intelectualmente muy articulado, Pereira es además una ciudad muy agradable para vivir, ella tiene un buen trabajo pero aún así decide unirse a las Farc.

Hablando de Pereira, ¿cómo fue la llegada de Tanja al Liceo Pino Verde?

Pino Verde tiene un papel central en toda esta historia. No sé exactamente si Tanja ya había sido alistada en Holanda pero el trabajo en Pino Verde fue el que le permitió regresar a Colombia. El trabajo le salió rápido. Ella llamó a la mamá, que se encontraba en Canadá, y le dijo: “Me voy a hacer mi práctica en Colombia”. La madre queda sorprendida y le pide que espere a su regreso para discutir un poco esta opción y ella le dice que tiene que viajar rápidamente para no perder la oferta. Pero había algo más, porque Pino Verde les ofrece a los profesores visitantes la posibilidad de alojarse en el campus, como hizo otro estudiante holandés, pero ella prefirió vivir en la ciudad.

En el apartamento de Diana Ortiz…

Se ha dicho que Tanja fue víctima de un loverboy (proxeneta) político, pero en realidad se trata más de una lovergirl. La mamá de Tanja le critica mucho a Diana que, siendo madre también, no haya hecho nada por prevenir que su hija ingresara a las Farc, al contrario, le ayudó a entregarse a ella: para la mamá es el símbolo de la maldad. Si hay alguien a quien a ella le gustaría arrancarle los ojos en toda esta historia es a Diana Ortiz.

El Liceo Pino Verde no debe de estar muy contento con la noticia de que dos de sus ex profesoras están siendo acusadas por la Fiscalía de ser miembros de las Farc.

La mamá de Tanja fue muy crítica con el Liceo. En el documental se puede ver cómo le pregunta a Diana Ángel, la subdirectora, que si ella no había notado la relación estrecha entre Tanja y Diana. Ella dice que no. Cuando la madre le pregunta que si sabía que tanto Diana Ortiz como Tanja están siendo procesadas por la Fiscalía por ser miembros de las Farc, Ángel apenas acierta a pasar saliva, sorprendida por la noticia.

¿Qué pensaba el novio de todo esto?

Él no sabía nada. Tanja llevaba una doble vida.

En el libro de León Valencia y Liduine Zumpolle se dice que ella tomó la decisión de unirse a las Farc un domingo al mediodía en Manizales y que se la comentó a él esa misma noche, luego según los autores él sí sabía de la decisión de Tanja.

Él no sabía. Cuando la mamá viajó en 2005 a Colombia a verse con Tanja, pasó por Pereira a visitar al ex novio. Ella le contó que Tanja se había unido a las Farc y él entró en shock: lloraba y lloraba, no podía creer lo que le estaba contando. Cuando fuimos a Pereira en enero de 2010, acompañé a la mamá a visitar de nuevo al ex novio y ambos recordaron el shock que a él le produjo la noticia. Desafortunadamente no me permitieron filmar el reencuentro y la evocación de ese recuerdo, pero si yo hiciera una película sobre Tanja, este sería sin duda uno de los momentos de mayor tensión.

¿Qué le hubiese gustado incluir en el documental del libro?

Tuve acceso al libro, pude leerlo y comentarlo con León, en especial el primer capítulo, donde narra el ataque del Ejército y la fuga de Tanja dejando sus diarios atrás, me gustó mucho. Pero creo que es al contrario, hay cosas del documental que a ellos les hubiese gustado incluir en el libro, como las entrevistas a la familia de Tanja. El libro quiere mostrar a Tanja como ejemplo a no seguir y mi método es otro, no me dejé influenciar por este aspecto del libro.

Cuando invitó a la mamá a venir a Colombia, ¿León y Liduine no tuvieron la oportunidad de entrevistarse con ella?

Cuando la mamá fue a Colombia el libro ya estaba muy avanzado, no sé si hubiesen alcanzado a cambiar cosas.

¿Le contó a la mamá que León y Liduine estaban escribiendo un libro sobre Tanja?

Esa es una pregunta difícil. No exactamente pero sí se lo sugerí. Le dije que había información muy valiosa sobre Tanja que no le podía contar por teléfono y que era mejor que ella viajara a Colombia a verla por sí misma. Esto incluía también verse con Liduine. Le comenté también del material incautado en el portátil de Lozada, como las fotos de las vacaciones de Tanja, cosa que dejó en shock a la mamá. [En una charla informal con Liduine Zumpolle ella comentó que le presentaron a la madre el libro y le dieron la oportunidad de comentar su contenido antes de ser publicado. León y Liduine hicieron los cambios que consideraron pertinentes. N. del E.]

¿Existe la posibilidad de que Tanja lo acuse a usted algún día de haber puesto en peligro a su familia al utilizarla como carnada para que ella diera señales de vida o saliera de la selva?

Ojalá me acuse de eso. Esa fue mi primera motivación.

¿Poner a la familia en peligro?

La familia nunca estuvo en peligro. El Ejército fue muy profesional y organizó de manera impecable la visita al que fuera el campamento guerrillero donde Tanja se encontró con la mamá en 2005.

Pero el peligro existía. De hecho, la primera operación que le asignaron a Tanja fue participar en el derribamiento de un helicóptero.

De nuevo, la familia nunca estuvo en peligro. Pero pensando en términos de una posible película, esa sería una escena de máxima tensión: sin saber, Tanja trata de derribar el helicóptero en el que viaja la mamá.

En el documental la mamá dice que prefiere recibir una bala en Colombia que morir de un infarto en la cocina en Denekamp.

Fue un riesgo que la mamá decidió asumir, pero nunca lo hubo como tal. Igual está muy bien que Tanja sepa de los riesgos que tiene que correr su mamá por ella. Marloes (la hermana mayor de Tanja) y yo estamos de acuerdo en este punto: hay que presionar a Tanja para que dé señas de vida, ojalá los medios en Colombia transmitan el documental o que ella lo vea en Internet y se dé cuenta del impacto que sus acciones tienen para su familia.

Una señal muy clara del desespero de la familia es que la mamá finalmente acepte hablar con los medios, aparecer en el documental e incluso aceptar una entrevista con Semana.

Es un debate vigente y tenso al interior de la familia. Por una parte, el papá y la hermana menor piensan que hay que respetar la decisión de Tanja y no pronunciarse al respecto. Por otra parte, la mamá y la hermana mayor opinan que hay que valerse de los medios para que Tanja finalmente aparezca o les dé señales de vida. Es sin duda una familia afectada por el conflicto colombiano y tienen toda mi simpatía.

La entrevista con Zenaida Rueda, autora de Confesiones de una guerrillera, es muy breve y se corta justo cuando contaba el castigo del que fue víctima Tanja a raíz de la publicación de los diarios.

La verdad no me parece muy interesante saber los detalles exactos del castigo.

Apenas se publicaron los diarios la pregunta que muchos medios se hacían era si iba a ser sentenciada a muerte o no. Hay guerrilleros que han sido condenados a muerte por detalles menores.  La falta de contacto con la familia podría ser parte del castigo, por ejemplo.

Eso es algo que no se sabe y que es muy extraño porque si Tanja está encargada de las comunicaciones y de Internet fácilmente podría darle señales de vida a la familia. Coincido con los testimonios de Liduine y Felipe en el documental: las Farc no pueden ser tan tontas de ejecutarla, previendo entre otras el impacto internacional. La salvó ser holandesa.

Ese podría ser otro motivo para trasladarla al Frente del Mono Jojoy: si el Ejército lo ataca, corre el riesgo de matar a la Holandesa.

Sí, es como mantenerla en una jaula dorada, una rehén inconsciente. La pregunta que me intriga ahora es pensar sobre su futuro: ¿hay vida para ella después de las Farc? Después de 8 años en la guerrilla no creo que pueda volver a Denekamp a ser maestra de escuela, su proyecto de vida original. Como también creo que la tarea de nosotros los holandeses es decirle que hay otras posibilidades para ella en Holanda. Es una tradición humanística de este país: todo el mundo merece una segunda oportunidad. La presión mediática también puede ayudar a la familia, que nunca pidió estar en esta posición tan dura, vivir sin noticias de su hija y con la incertidumbre de si estará viva o muerta.

Si pudiera entrevistar a Tanja, ¿qué pregunta le gustaría hacerle?

Si pudiera hacerle una sola pregunta sería: ¿sabes lo que le estás haciendo a tu familia? A partir de esa pregunta creo que podría desenhebrarse su historia.

Un Quijote llamado España buscando su Dulcinea entre molinos de viento alpinos

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

16 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 15:49 COT

La monotonía del mundial de Sudáfrica se quebró hoy en el bellísimo estadio Moses Mabhida de Durban, cuya arquitectura resultó premonitoria. Su división simboliza dos mundos, por fin unidos en torno a una sola nación. Hoy, el partido entre España y Suiza fue eso, el encuentro de dos mundos. La España del toque, de los pases que encantan, de la diversión, contra la Suiza de los postes, las murallas, el cálculo y la previsión. Traspiés de España y satisfacción de Suiza que por fin pudo ganarle una. Desquite esperado por muchos años.

La discusión queda planteada. ¿Qué es mejor, manejo de balón y ataque continuo o defensa a ultranza, pelotazos al vacío y sorprender al rival? Depende. El fútbol es un espectáculo, cierto… ¡para la tribuna! Pero, sobre todo, es de resultados y en este terreno no se apuesta a quien trata mejor el balón sino a quien lo mete en la red contraria. Suiza lo hizo: dos, tres toques y adentro. Apenas dos llegadas en todo el partido y una de ellas la concretó y le bastó para ganar el partido. Más no se puede pedir.
 
La furia española, que hasta hoy fungía como la máxima favorita de este Mundial de Sudáfrica, viene del túnel del tiempo. De aquellos setenta en los que el espectáculo era la razón de ser del fútbol gracias a los brasileños y a esa generación de talentos que también en otras tierras nacieron con el balón amarrado a los pies. Pero hoy el mundo es otro. Se juega primero en los tableros, previéndolo todo, incluso el azar. Cada jugador, cada resquicio del campo, es esculcado, exprimido, violado, en busca de fabricar la estrategia que anule al rival y esconda las propias falencias.
 
Fútbol mecánico que le apuesta al descuido, al olvido, al error. Hay tantos intereses de por medio, inversiones, publicidad, cotizaciones en Bolsa, contratos millonarios, que no se puede dar el lujo de apostarle a la genialidad que vive de la improvisación, y por eso se le toma como accesoria. Lo que importa es la seguridad y esa sólo se encuentra en el laboratorio, la jugada repetida hasta el cansancio, la colocación precisa de cada jugador para que de memoria ganen los partidos y las acciones del equipo suban como la espuma al igual que los pases de los jugadores. Un negocio que no se puede dejar en manos de un irresponsable como lo son todos los genios, capaces de salirse del libreto y volver realidad sus sueños o tirarse el partido.
 
Gústenos o no, el fútbol es otro y ya Brasil comienza a entenderlo. España, para tribulación de los que deseamos que sea este el mundial que le rinda homenaje al espectáculo, aún porfía en el pasado. Claro, para fortuna del propio fútbol, no el de los empresarios sino el de la calle, el de la diversión, el de la golosina, el picadito, la floritura, la seducción de los instantes mágicos, aún tiene dolientes y de vez en cuando desbarata los guiones incoloros, inodoros e insípidos que se fabrican por encargo. Pero es la excepción que confirma la odiosa regla.
 
Suiza, como la propia Corea del Norte, ayer, como antes Dinamarca, como Grecia en 2004, juegan su propio partido antes de saltar a la cancha. Edifican murallas defensivas, aguantan, cierran espacios, apostándole a no dejar jugar. Fútbol que destruye, amarra, diluye como ácido corrosivo cualquier intento de armar una jugada. Una y otra vez lo hacen. Es más fácil demoler que edificar. Basta permanecen agazapados a la espera de un descuido. De repente viene el pelotazo largo, alguien que arriba espera y, por detrás de los defensores, clava la estocada, para luego volver a lo mismo, encerrarse hasta nueva oportunidad.
 
España lo hizo todo, bueno, casi todo, excepto meter el gol. Un equipo compacto, cohesionado, cada quien juicioso en su puesto, conducen el balón, pase tras pase, cambian de frente, abren la cancha, suben sus laterales, tan ofensivos que, como Ramos, terminan siendo volantes, incluso punteros. Tres cuartos de cancha, desborde por las bandas hasta la última jugada, el centro… y ahí, en la puntada final, el espectáculo naufraga. La diferencia con el pasado es que en aquellos tiempos del 4 – 2 – 4 había genios que en un metro fabricaban un gol, que en una gambeta armaban el desorden, que en un quiebre de cintura dejaban en el piso a sus marcadores y se embolsillaban los partidos.
 
Hoy los hay, pero son una especie exótica que muchas veces se diluye en los férreos esquemas defensivos. Messi se inventó varias jugadas ante Nigeria que justifican llamar al fútbol el rey de los deportes, pero fueron solo eso, chispazos que se apagaron como bengalas nocturnas. Pero España no tiene a un Messi. Cuenta con un equipo bueno, entre los mejores de este mundial, pero le apuesta a un juego que necesita de genialidades, milagros de la acrobacia, de la creación fulminante, y Torres, Iniesta, Silva, Villa, Navas, los Xavis, Puyol… no lo son.
 
Sus zagueros, sus volantes, sus punteros, están entre los mejores, capaces de ganar, pero mezclándole el juego de hoy, que privilegia la velocidad, la fortaleza física, el desborde, la potencia, sobre la habilidad del toque perpetuo y la jugada de portada de revista. Por eso perdieron. No importa cuantos pases hicieran, a los suizos poco les importó. Al igual que la tribuna, como espectadores veían que a veces España llegaba a la increíble suma en estos tiempos de 20 pases antes de emprender una acción de riesgo. Los suizos, atentos, con una jugada, tal vez dos, la simpleza de una pierna atravesada a tiempo, daban al traste con el intento español. Como lo es el martillo cuando rompe una porcelana; basta un golpe seco para cumplir su cometido.
 
Sí, España perdió porque trajinó el campo como en las añosas novelas de caballería, a lo Amadís de Gaula, montado en brioso corcel, con espada refulgente y pendón de ilustre estirpe en busca del Santo Grial. Hoy el mundo es el de Shrek, Facebook y el reggaeton de Don Omar. Simple, minimalista, el del plástico, las bebidas instantáneas y los iPads. Por eso, al final del partido, con las hilachas de los pendones, para infortunio de los que aún sueñan con gestas heroicas, España quedó convertida en Don Quijote buscando la Dulcinea de sus sueños entre molinos de vientos alpinos.
 
– – –
 
Para el recuerdo:
 
Partido disputado en el estadio Moses Mabhida de Durban ante 62.453 espectadores. Asistieron, entre otras personalidades, los Príncipes de Asturias y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter
 
España
 
Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila, Busquets (Torres, m.61), Xavi, Xabi Alonso, Silva (Navas, m.61), Iniesta (Pedro, m.77) y Villa.
 
Suiza
 
Benaglio, Lichtsteiner, Senderos (Von Bergen, m.35), Grichting, Ziegler; Barnetta (Eggimann, m.92), Inler, Huggel, Gelson Fernandes; Derdiyok (Yakin, m.79) y Nkufo.
 
Gol: Gelson Fernandes de Suiza (m.52).
 
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Grichting (m.30), Ziegler (m.73) y Yakin (m.94).

Brasil invadió a Corea del Norte

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

16 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 0:47 COT

A Brasil siempre le cuestan sus estrenos. Esta vez no fue la excepción frente a la enigmática Corea del Norte, que tiene la peor figuración (puesto 106) en el escalafón de la FIFA entre los participantes en este mundial.

Las apuestas no se hicieron a la victoria, que se daba por descontada, sino a los goles que esta ingenua selección se iba a llevar de baldón ante su máximo líder Kim Jong-il.

¿Pero realmente Corea del Norte es una invitada de piedra? No parece. Pese a sus limitaciones técnicas, comienza inquietando en Sudáfrica 2010. Si en 1966 irrespetaron a Portugal y eliminaron a Italia, en este no quieren pasar desapercibidos.

[sigue…]

Portugal y Costa de Marfil se hicieron pasito

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Por: Marsares

15 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 18:24 COT

¿Qué pasa con este mundial? Varias fechas y el fútbol, el buen fútbol, sigue sin aparecer. Aparte de Alemania que dio una muestra de su calidad, lo demás ha sido un fiasco. Este partido tampoco cumplió con las expectativas que se tenían. Flojo, improductivo, esforzado pero estéril. Incluso, con la frustración de no haberse podido dar el duelo entre Cristiano Ronaldo de Portugal y Drogba de Costa de Marfil, que con su fractura del cúbito quedó para otro escenario.

Y para completar, la lesión de Nani, del Manchester United, a pocos días del estreno, dejó a Cristiano Ronaldo con la presión de ser el hombre del gol, una responsabilidad que en su caso es más pesada si se tiene en cuenta que lleva 16 meses sin anotar en partidos internacionales.
 
Salvo las estrellas del cielo, las terrenales no brillan por sí solas. Sin un equipo que trabaje para ellas, serán solo eso, simples estrellas brillando en el firmamento. Lo de hoy lo confirma. Cristiano Ronaldo no tiene equipo. Durante la mayor parte del partido se le vio íngrimo, marcado al centímetro. “No puedo jugar solo. No hago milagros”, dijo recién, y tiene razón. Tan sólo a los 10 minutos, en un descuido de sus marcadores, la estrella del real Madrid lanzó un poderoso cañonazo imposible de atajar, excepto un poste, que lo mandó lejos de la red.
 
Ahí termina todo. Portugal trata de pasar del medio campo, tarea imposible ante las descomunales barreras de músculos marfileños que esperan para quitarle el balón y jugarlo a los costados, con rapidez pero sin concretar, en parte por su apuro o la falta de pericia, y también por la diligencia de Carvalho y Alves. A propósito de este último es el que más tiene el balón por Portugal transcurrida media hora del encuentro. De 31 pases, 29 han sido correctos.
 
Llueve en la cancha y la temperatura oscila entre los 2 grados centígrados. El derroche de físico de los africanos inquieta a los portugueses que se ven a calzas prietas para contener esas veloces flechas por los costados. El partido es fuerte. Apenas a los seis minutos Zocora es amonestado con amarilla y a los 19 Demel y Cristiano Ronaldo se unen a la lista, el uno por cometerle la falta y el otro por enfrentarlo con agresividad. El árbitro se cura en salud para detener el juego brusco.
 
Alves sube hasta media cancha, trata de transportar el balón con Carvalho, de generar juego, pero todo naufraga ahí. Luego viene la repetición del libreto. Costa de Marfil ataca en bloque por los costados. Deco y Danny desaparecidos, sin conectar con Cristiano Ronaldo. Para ilustrar su orfandad. Al término del primer tiempo, el madrileño apenas toca 13 veces el balón y ha hecho 9 pases.
 
El segundo tiempo cambia un poco el libreto. Costa de Marfil se convence de que puede ganar el partido y sale más decidido con un Gervinho que por la izquierda comienza a desbordar y el equipo que sube sus líneas hasta mitad de cancha. Portugal, cede la iniciativa a su rival y se limita a esperarlo en su campo. A los 52 minutos hay dos llegadas importantes de Costa de Marfil con posibilidades de gol, en especial un remate de frente de Kalou que controla Eduardo.
 
Sale Danny, con mucha pena y nada de gloria, y entra Simâo, mientras Gervinho insiste, convencido de que Portugal es como de la familia y se le puede faltar al respeto, no en balde su entrenador Carlos Queiroz nació en Maputo (Mozambique, vecino de Sudáfrica) e igual lo hizo la gran estrella del pasado, Eusebio, y para completar, en la propia Sudáfrica viven medio millón de portugueses que lo confirman con su nutrida presencia en las graderías.
 
A los 61 sale Deco y entra el jugador del Atlético de Madrid, Tiago. Con estos dos cambios en la linea de volantes, Queiroz busca mayor movilidad, creación, darle el balón a Ronaldo, sacar del congelador su capacidad y alimentar a Liedson, brasileño nacionalizado y goleador del Sporting de Lisboa, igualmente perdido en la cancha.
 
Tres minutos después las tribunas enloquecen. Drugba entra por Kalou. Los africanos, con un Eto'o desteñido, ven en Drogba, el titán que puede sacar la cara por el continente, y como lo destacaron los medios, un afiche en las graderías levantado por un alegre hincha, lo dice todo: “Drogba, make Africa feel it's here” (Haz sentir que África está aquí). Y tiene con qué demostrarlo. 41 goles en 68 partidos conforman un palmarés envidiable.
 
Pero la lesión de Drogba no lo va a dejar ser protagonista y para demostrarlo tenemos este partido. Es cierto que obtuvo el permiso de jugar con un aditamento especial para proteger su hueso fracturado, pero igual el temor a que algo pueda agravarle la lesión, lo mantuvo más como símbolo que como jugador que aportara de verdad al juego colectivo de los elefantes.
 
Resultó curiosa una toma televisiva del delantero del Chelsea yendo a abrazar al madrilista Cristiano Ronaldo. Dos grandes en la cancha, respeto y cariño, pero una imagen que sacada del contexto bien podría haber servido para ilustrar a dos amigos jugando un picadito en la cancha del barrio, festejando un domingo en familia.
 
Así pareció el final del partido, un corre corre de ambos bandos, sin intención de llegar a ninguna parte, excepto por una jugada de riesgo de Costa de Marfil, que en los últimos segundos bien podría haberle amargado la fiesta a Portugal: un pase de Keita a Drogba que prefiere centrar en ve< de encarar a Eduardo, sin que nadie llegue a dar el que hubiera sido el puntillazo.
 
Con un punto en su haber, ambos conservan intactas sus esperanzas frente a un Brasil cuya clasificación se da por hecha y una Corea del Norte que en el papel es un simple comodín y clasificará el que más goles le haga. Empero, como buen chico, cuando no se tiene nada que perder, una zancadilla puede cambiar el panorama. No hay que menospreciarla. Que lo diga Italia.
 
 
Duelo entre Portugal y Costa de Marfil, primer partido del grupo G, disputado en el Estadio Nelson Mandela en Port Elizabeth, ante 39.000 espectadores.
 
Alineaciones
 
Costa de Marfil
 
Barry; Demel, Kolo Touré, Zokora, Tiéne; Tiote, Eboué (Romaric, min 89), Yaya Touré; Didane, Gervinho Kouassi (Keita, min. 82) y Kalou (Drogba, min 66).
    
Portugal
 
Eduardo; Paulo Ferreira, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Coentrao; Pedro Mendes, Meireles (Rubem Amorim, min. 85), Deco (Tiago,  min.62), Cristiano Ronaldo, Danny (Simao, min. 55) y Liedson.
    
Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Mostró tarjeta amarilla a Zokora (min. 7), Demel (min. 21) y Cristiano Ronaldo (min. 21).

Italia la sacó barata con Paraguay

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

15 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 1:15 COT

El debut del campeón siempre llama la atención. No importa que venga precedido de críticas que no lo ven para repetir trono. Es cierto que no brilla, pero igual crea la expectativa. También había interés por ver a Paraguay sin el incansable Cabañas, alma y nervio de su selección. Estilos parecidos. Fortaleza y buen trato del balón. Un enfrentamiento para sacar chispas.

Fratelli d'Italia / L'Italia s'è desta” Si, a Italia no le queda otro camino sino despertarse de los laureles y por eso salta a la cancha con más entusiasmo que técnica a resolver el partido en una cancha difícil por la lluvia. Ante una férrea defensa paraguaya que, como los boxeadores que se fajan, le apuesta al cansancio del rival, Italia abre el campo por las bandas, primero por la izquierda, luego por la derecha con Zambrotta, a un solo toque. No es el equipo que enfrentó a México, alargado; el de ahora es corto, compacto y esto le ayuda a sobrellevar la carga de ganar para salvar la honra.

Paraguay olvida que es suramericano y en vez de amarrar el balón a los pies juega al pelotazo. El partido es intenso, se disputa en la mitad de la cancha, con desbordes, sin ceder un centímetro. Montelivo lo intenta lo mismo que Haedo hasta que llega la media hora y hay cambio de libreto. Paraguay se recuesta a la derecha y se sacude el dominio italiano. La paridad es evidente. Se llega a ambos extremos, pero sin contundencia. Mucho sudor, roces, patadas de más, lucha por el balón como si en eso se les fuera la vida.

Haedo y Lucas Barrios no se asustan ante los pergaminos del rival y le faltan al respeto. Corren la cancha, porfían, pero lo intentan por donde no cabe la pelota, por el centro, siempre por el centro. Los italianos no lo hacen mejor. Siempre hay alguien que les quita el balón, los acuesta, o los obstruye. En partidos así, disputados pero cerrados, donde nadie regala nada, ni un mísero centímetro, hay que buscar la pelota quieta. Nunca se sabe.

Ahí está la diferencia. Un tiro libre cobrado por Torres lo encara un suplente, Alcaraz, que se eleva entre De Rossi y Cannavaro, en un instante para recordar. El cabezazo fue preciso y el balón en el fondo de la red, le rinde un homenaje a Cabañas como lo quería el propio Barrios. El fútbol es una cuestión de actitud y los italianos se desploman. Luchan, es cierto, pero el gol es un fardo que les vuelve torpes las piernas y les enrarece el ánimo. Los reclamos se vuelven constantes cuando los nervios hacen de las suyas.
 
El inicio del segundo tiempo no presagia mejores cosas para los campeones. Buffon por razones médicas es reemplazado por Marchetti y los italianos continúan en su empeño de llegar al territorio paraguayo por las bandas, pero son controlados. Los volantes guaraníes actúan escalonados. Zambrotta convierte la banda derecha en su obsesión y con Pepe lo intenta todo, pero Paraguay responde y muestra que está cerca de convertir el segundo.

La pelota quieta sigue siendo la mejor opción y los italianos devuelven el favor con la misma moneda. Al minuto 62, un tiro de esquina cobrado por Pepe lo cabecea De Rossi ante una salida en falso de Villar que manotea el aire. Cuando peor estaba jugando Italia, se encuentra con este regalo que le cae del cielo. Paraguay comete un único error y sentencia el partido.

Martino mueve el banco y saca a Haedo por Roque Santa Cruz y a Barrios por Cardozo. Quiere refrescar el ataque, pero el aporte buscado se queda en buenas intenciones. Tampoco hacen las diferencia los cambios italianos. Camoranessi entra por Marquisio y Di Natale por Gerardino. El partido de desgaste planteado por Paraguay rinde sus frutos. Italia intenta el contragolpe pero los jugadores acusan cansancio. Sólo les queda el corazón pero no les alcanza.

Un partido extenuante, por ratos entretenido, intenso. Italia mostró sus limitaciones y Paraguay su disciplina y solidez.


Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo F. Estadio Green Point, de Ciudad del Cabo. 66.000 espectadores.


Alineaciones
 
Italia
 
Buffon (Marchetti, m.46), Zambrotta, Cannavaro, Chiellini, Criscito; Montolivo; De Rossi, Pepe, Marchisio (Camoranesi, m.58), Iaquinta y Gilardino (Di Natale m.73).
 
Paraguay
 
Justo Villar; Bonet, Antolín Alcaraz, Da Silva, Morel; Vera, Cáceres, Riveros, Torres (Santana, m.60); Nelson Haedo (Santa Cruz, m.68) y Lucas Barrios (Cardozo, m.76).
 
Goles: Alcaraz (m.39); De Rossi (m.63) 
 
Árbitro: Benito Archundia (MEX), Mostró tarjeta amarilla a Víctor Cáceres (m.62), y a Camoranesi (m.70)
 

Holanda gana, Dinamarca pierde y la tribuna se aburre

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

14 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 11:18 COT

 
¿Qué pueden hacer dos equipos que se conocen hasta la saciedad? Cuidarse, andar con pies de plomo, esperar el error contrario. Esto hicieron Holanda y Dinamarca. Como si fueran una reencarnación de las antiguas tribus nómadas, cuyos enfrentamientos de guerra se limitaban a desafiarse en mitad del campo con insultos y carantoñas, igual lo hicieron estos norteños.

La pelota rueda a trompicones. Avanza un poco, se estrella, retrocede, vuelve y juega, y otra vez atrás. Así transcurren los minutos. Holanda tiene el balón, pero Dinamarca no lo deja pasar. En el último cuarto de cancha se diluye el juego. Pesa la agresividad. En cuatro minutos, cuatro faltas de los daneses. En un juego tan cerrado, el gol se convierte en algo milagroso, una bendición del cielo, quizás por eso los remates buscan las alturas, para que arriba les den la bendición.

¿Que pasa con el balón? ¿De verdad es una pelota de jardín? A los ocho minutos el arquero danés la recibe a lo Robert Green, es decir, con rebote incluido, en dos tiempos, pero sólo es un pequeño susto. Fútbol de bloques aunque buscando la triangulación. Se ataca pero sin regalarse atrás, a diferencia del mundial pasado donde la defensa a ultranza era el nombre del juego.

Pelotazos largos sin nadie que defina. En partidos así, tan cerrados, las individualidades marcan la diferencia, pero acá están de vacaciones. Van der Vaart y Sneijder apelan a la media distancia sin inquietar la portería danesa resguardada por una doble línea de cuatro. Holanda busca una hendidura pero el cerrojo funciona. Ni la luz del sol penetra en el reino de Margarita II.

Media hora de juego y Holanda trata de abrirse por las bandas, pero nada parece animar este partido en el que Dinamarca le apuesta a no perder, quizás porque es consciente de que más no puede hacer y hay lugar para el desquite en los siguientes partidos. Las estadísticas dicen que Holanda ha tenido el 61% el balón, pero en el campo no se refleja. El juego es parejo, lento, interminable.

Lo mejor del encuentro a estas alturas, los hinchas. Se la gozan en la tribuna con sus trajes estrafalarios. La mancha naranja es mayoría y se niegan a perder el valor de las entradas, así que con bulla reemplazan la monotonía del campo, acompañando a las vuvuzelas sudafricanas que con su rumor de abejas, copan el bellísimo estadio, otro protagonista. Los zombies del campo deberían aprender de las graderías. Pero no. Apenas juego brusco y por eso ve la amarilla De Jong.

Se dice que el fútbol es el mejor espectáculo del mundo por lo imprevisible. Un andamiaje se puede ir abajo en un instante y en este partido se comprueba. A unos segundos de comenzado el segundo tiempo, un centro desde la izquierda de Van Persie, buscando un rematador, encuentra lo inesperado. Poulsen rechaza de cabeza pero a menos de un metro el balón encuentra el cuello de Agger, rebota y se mete al arco danés. Un autogol que nadie espera, pero que los holandeses celebran como fiesta nacional. Tantos abrazos que casi podría decirse que lo metieron. Pero es que ante tanta sequía, así el agua sea ajena, igual calma la sed.

Graves problemas para Dinamarca pero buenas noticias para el espectáculo. La búsqueda del empate permitirá ver un partido abierto… pero pensar con el deseo no basta. El partido sigue igual, incluso con faltas mayores y por eso a los dos minutos es amonestado con amarilla Van Persie. Claro que algo mueve a Holanda y con el transcurrir de los minutos arriesga más y Van der Vaart llega con propiedad. El arquero posa para la foto con una estirada estupenda.

Los daneses pierden el partido pero no la cabeza y siguen igual de ordenados que en la primera parte. ¿Habrá algo que los conmueva? Es curioso. En los primeros 45 minutos que tuvieron menos el balón llegaron varias veces y ahora que lo tienen un poco más (Holanda 56% – Dinamarca 44%) ni se arriman por la portería rival. Y para completar casi se meten el segundo autogol al minuto 77. Un disparo de Sneijder rebota en un defensa y el travesaño impide que Holanda celebre el segundo gol por obra y gracia de Dinamarca.

A estas alturas hay movimiento en el banco de Holanda y entra el moreno Elian, del Hamburgo, por Van der Vaart, para ponerle alegría al partido y fabricar el gol del puntillazo, aunque a decir verdad el enfermo estaba en coma, y el segundo gol sólo confirma el diagnóstico: su enfermedad es terminal y va a morir al minuto 90.

Transcurren 84 minutos de juego y Elian pica de izquierda a derecha, se lleva la marca, arranca dos metros y en diagonal manda la bola al palo izquierdo del arquero, la pelota rebota y la pesca Kuyt para cambiarle la trayectoria y meter el segundo gol. Nadie sabe para quien trabaja. Kuyt, desaparecido de la cancha, se lleva la gloria para la estadística. Pero en su favor hay que decir que estaba donde debía estar, que es lo que deben hacer los goleadores. No se necesita que brillen sino que anoten y Kuyt lo hizo.

Dos minutos después, casi llega el tercero, con un arquero vencido. El balón lo saca un defensa con un puntillazo a escasos centímetros de la raya de gol. Ultima emoción, bueno fueron tan escasas, que son como las estrellas fugaces, se recuerdan con alegría, así duren tan poco. Lo demás es manejo de balón y esperar el pitazo final.

Un 2 – 0 que no refleja el partido. Holanda se va en deuda y el equipo danés deberá mejorar mucho porque Japón y Camerún no son una perita en dulce. Alguno de los dos puede mandarlo temprano a casa.


Partido del Grupo E, disputado en el estadio Soccer City de Soweto ante 83.465 espectadores.

Alineaciones

Holanda

Stekelenburg, Van der Wiel, Heintinga, Mathidsen, Van Bronckhorst, Van Bommel, De Jong (De Zeeuw, m.87), Sneijder, Van der Vaart (Elia, m.68), Kuit y Van Persie (Afellay, m.77).
    
Dinamarca

Sorensen, Kjaer, Agger, Jacobsen, Simon Poulsen, Cristian Poulsen, Jorgensen, Kahlenberg (Eriksen, m.73), Enevoldsen (Gronkjaer, m.55) Bendtner (Beckmann, m.62) y Rommedhal.

Goles: Simon Poulsen de autogol (m.46); Kuyt (m.85).
    
Árbitro: Sthepane Lannoy (Francia).

Tarjetas amarillas: De Jong (Holanda) Kjaer (Dinamarca)

Alemania, sin despeinarse, goleó a Australia

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

13 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 21:16 COT

Dicen que cuando los alemanes salen de su país sin el peso del favoritismo, lo hacen mejor. Esta vez llegaron a Sudáfrica como uno más de los grandes. Mientras el mundo mira a España como la gran favorita, y ponen a Brasil y Argentina como los que le pueden disputar la copa, incluso la propia Inglaterra, los hombres de Joachim Low hasta hoy parecían meros invitados a la gran fiesta del fútbol.

Se les calificaba como un equipo joven, destinado por los críticos a conseguir la experiencia necesaria para futuros campeonatos. Mejor aún, la transición de una gran generación mirando el futuro. A partir de hoy, sin embargo, habrá que tenerlos en cuenta. No son el futuro, son un presente que inquieta. Van a ser protagonistas y al igual que hay un Messi destinado a brillar, los alemanes tienen al suyo, Mesut Özil, con apenas 21 años, destinado a ser una de las figuras de este mundial.
 
Hasta hoy es el primer equipo que abre el campeonato orbital con propiedad. Ordenado y letal, con la precisión de un cirujano, el seleccionado alemán estudia a su adversario y en el preciso momento, como un bisturí, le abre las entrañas, llega a su corazón y lo fulmina. Esto mostró con Australia, que montó una muralla de piernas en el medio campo, copó todos los espacios en los primeros minutos, centro y laterales, adelantó sus líneas y como un pueblo sitiado se sentó a esperar, luego de intentar una sorpresa en el segundo minuto, con un tiro que rechaza el arquero alemán.
 
El partido luce lento. Alemania toca, juego horizontal, los australianos miran, atentos, satisfechos de su muralla. De pronto la sorpresa. Un pelotazo al vacío, los australianos tratan de recuperar la pelota, la pierden, un desborde por la derecha, un pase de profundidad de Özil a Müller que le centra a Lukas Podolski para que cruce a la izquierda y dé comienzo a la fiesta germana con un gol que deja sin posibilidades al arquero australiano. Apenas 8 minutos
 
El partido no cambia de esquema. Los australianos siguen plantados en medio campo y su rival, tocando con parsimonia en el suyo hasta el pase de profundidad, el desborde, el peligro y Özil, divirtiéndose, brilla por la punta derecha, con pases precisos, creando juego, desequilibrando al contrario, para de nuevo, atrás, volver a caminar, afilar el estilete y continuar el ataque letal, hasta el minuto 26, otro pase de profundidad, con Lahn y Mülller de cómplices y esta vez Klose, que había fallado un minuto antes, de cabeza vuelve a perforar la valla australiana.
 
El segundo tiempo empieza igual. Australia apropiándose del balón, y Alemania en su campo, pensando en su próximo ataque, aprovechando las grietas del muro. Un equipo que siempre se caracterizó por su fortaleza física, ahora tiene un mago que del sombrero saca pases, inventa jugadas, analiza el momento, tiene visión periférica, engaña, atrae, desborda. Özil encanta al lado de los históricos. Le faltó su propio gol pero contribuyó para que su equipo siguiera atropellando a una Australia que manifiesta su impotencia con juego brusco. En el minuto 57 su goleador Tim Cahill es expulsado por una falta por detrás contra Schweinsteiger que funge como el organizador de las huestes germanas,
 
Podolski y Klose juegan de memoria, conformando esas pequeñas sociedades que desbaratan buenas intenciones defensivas. Klose, el goleador de Alemania con 11 tantos, con oportunidad de alcanzar y pasar el récord de Ronaldo, desperdicia una y otra vez las oportunidades. Alemania ataca, con tanta confianza, que hasta sus zagueros se suman. A veces siete hombres participan en la jugada y luego retroceden, ordenados, para neutralizar a la tímida Australia que no tiene cómo apagar el incendio.
 
Al minuto 68, Müller, otra de las jóvenes promesas de Alemania, anota el tercero, rasante, después de una jugada colectiva brillante que desacomoda a la zaga australiana. De derecha a izquierda, el balón pega en el palo y se mete con fortaleza. Todos atacan, incluyendo los volantes de primera línea y para aprovechar la ventaja numérica, lo hacen hombre a hombre para que uno flote y haga la diferencia. Todo calculado, con la frialdad del cirujano, precisos, compactos.
 
Klose crea situaciones pero no concreta, una costumbre malsana, por eso lo reemplaza Cacau, el brasileño nacionalizado que nunca estuvo convocado por la selección de su país. Y paga el favor con un estupendo gol a los 70 minutos. Pase de Özil desde la izquierda, pique profundo, apenas dos movimientos, y así de fácil, sin despeinarse, Alemania golea. Tan sencillo se lee el partido que hay que preservar a los mejores y por eso Low reemplaza a Özil por Mario Gomes.
 
Alemania descansa. El último cuarto de hora se dedica a saborear el resultado, a dormir la siesta después del banquete. Además, ya no tiene a Özil para encantar y vuelve a ser la Alemania de siempre, fría, calculadora, que ya piensa en el siguiente partido. Australia, la primera selección que llegó a Sudáfrica, va a ser la primera en irse. A los 80 minutos sale Podoslki y entra Marko Marin, otro de los diamantes que Low quiere pulir. Globalización. ¿Alguien hubiera pensado hace unos años que en la selección alemana hubiera apellidos como Gomes y Marín? Bueno, ahí los tienen.
 
Hay que ver a esta ordenada Alemania con un rival de mayor peso que los exija atrás, pero es indudable, vinieron a ganar. Ojo con ellos.
 
———
 
Partido del grupo D, disputado en el estadio "Moses Mabhida" de Durban ante 60.000 espectadores.
 
Alineaciones
 
Alemania
 
Manuel Neuer; Philipp Lahm, Arne Friedrich, Per Mertesacker, Holger Badstuber; Bastian Schweinsteiger, Sami Khedira, Mesut Özil (Mario Gomes, m.74), Thomas Müller, Lukas Podolski (Marko Marin, m.81), Miroslav Klose (Cacau, m.68).
    
Australia
 
Mark Schwarzer; Luke Wilkshire, Craig Moore, Lucas Neill, Scott Chipperfield; Brett Emerton, Jason Culina, Vince Grella (Brett Holman, m.46), Carl Valeri, Tim Cahill, Richard García (Nikita Rukavytsya, m.64).
    
Goles:  Alemania: Podolski (m.8), Klose (m.26), Müller (m.68), Cacau (m.70)
    
Árbitro: Marco Rodríguez (México).
 
Tarjetas
 
Amarillas: Alemania: Özil y Cacau; Australia: Craig Moore, Lucas Neil y Carl Valeri.
Roja: a Cahill de Australia (m.57) por una entrada contra Schweinsteiger.

Argentina emociona pero no convence. Nigeria desnudó sus falencias defensivas

Estancias > Primera plana
Por: Marsares

12 dAmerica/Bogota Junio dAmerica/Bogota 2010 13:31 COT

Increíble. De los primeros minutos de fantasía en los que Argentina mostró su cúmulo de talentos, se pasó después de promediar el segundo tiempo al sufrimiento producto de sus deficiencias defensivas.

Siempre es buena la llegada de un grande al campo de juego. Argentina piso la gramilla con la autoridad del que sabe su oficio, del que inventa a granel, del que reafirma su historia en jugadas que encantan. Juegan tan bien que todo lo vuelven sencillo. Sincronizados, demuelen a los adversarios.
 
Así fueron los primeros minutos. Un Messi reafirmándose como el mejor de estos tiempos, acompañado de Tévez. Pocos segundos en la cancha y arman el primer ataque. Aunque Nigeria responde con contraataques, Messi de nuevo aparece y centra a Higuaín que se encuentra donde los goleadores no fallan. Pero no todas las veces caza el tigre y con el arco a su disposición, tira desviado. Sólo han pasado tres minutos.
 
El banquete está servido y los comensales, ansiosos. Tévez, le pasa el balón a Messi que lanza el balón a la red, pero se le atraviesa Vincent Enyeama, el arquero nigeriano que con el correr de los minutos se fue erigiendo en un gigante, coronándose al final del partido como el mejor del campo.
 
El tiro de esquina lo cobra Verón abierto y atrás del tumulto, en una jugada de laboratorio. Heinze se desprende de su marcador, va al encuentro del balón y con un espectacular cabezazo, arriba, a la izquierda, vence a Enyeama, mientras Samuel impide al nigeriano que lo cuida estorbar a Heinze. Minuto cinco y se presagia un aluvión de goles.
 
Pero todo se queda en buenas intenciones que mueren en las espectaculares atajadas de Enyeama, el culpable del resultado apretado. Tévez y Messi insisten, pero Nigeria aguanta y a veces llega cuando Argentina pierde el balón en el medio campo. Argentina baja un poco el ritmo y Nigeria se instala mejor en el campo.
 
Los minutos pasan y el duelo personal entre Enyeama y Messi marca el partido. Al minuto 14, la pulga recibe un pase de profundidad que Enyeama neutraliza en dos tiempos. Tres minutos después Messi de nuevo aparece y Enyeama igual le frustra la anotación. Tres minutos más y ésta vez le para el balón con el pecho a Higuaín.
 
Pero no todo es hambre y ganas de comer. Al promediar el primer tiempo comienzan a notarse falencias en la zaga argentina. Por la derecha, Jonás Gutiérrez tiene problemas para marcar, una coladera que de alguna manera aprovecha Nigeria aunque con disparos desviados. Con cuatro zagueros y Mascherano de volante, los argentinos manejan el partido.
 
Sin embargo, la fragilidad defensiva de los gauchos comienza a notarse. Nigeria se acerca y en el minuto 27 un centro pasa interminablemente ante la portería. Solo la llegada tardía del nigeriano que debía rematar impidió que se empatara el partido. Media hora y Argentina hace la pausa. Nigeria espera su oportunidad.
 
Al minuto 36 de nuevo Messi se enfrenta a Enyeama quien, arriba, a la izquierda saca de nuevo el balón al tiro de esquina. Jonás Gutiérrez que se desmarca y crea situaciones comprometedoras, paga atrás sus falencias defensivas y ve la amarilla al bajar con violencia a un adversario.
 
El segundo tiempo empieza a un ritmo más pausado. Tévez lo intenta e incluso hay jugadas que encantan a la tribuna como un taco que le hace Messi. Jugadas que divierten pero sin resultados. La estrella de Nigeria, Martins, entra a los 52 minutos, en momentos en que la defensa argentina hace agua. Argentina ralentiza el partido, con Tévez luchando pero sin asociarse, Higuáin fallándolas todas, Messi creando fútbol y Di María ampliando las posibilidades por la izquierda.
 
A los 53 minutos un susto para la zaga albiceleste: un centro que ningún nigeriano aprovecha. La pregunta es qué pasará cuando Argentina se enfrente a rivales de mayor jerarquía. Situaciones como ésta no se la perdonan.
 
Mientras tanto, Messi lucha, se desborda, provoca faltas, tiros de esquina, busca el segundo gol. Nigeria sigue con lo suyo, el contragolpe, aunque para fortuna de los pupilos de Maradona, no tiene precisión. Apenas un cuarto de hora y Argentina pierde la iniciativa. Errores, como uno de Mascherano, provoca contragolpes africanos.
 
Pero también Argentina arma los suyos. Al minuto 64, Tévez emula a Bolt y en una frenética carrera arma una pared con Messi que tira a la izquierda, un poco desviado. Un minuto después Messi desborda a sus marcadores y se la pone a Higuaín. Pero Enyeama vuelve a frustrar el segundo gol. De inmediato Nigeria arma su contragolpe. El partido vuelve a ganar en intensidad.
 
Di María se agita por la izquierda, Messi hace túneles, Higuaín sigue fallando, cobros de tiro de esquina con variantes de laboratorio, pero la portería sigue cerrada, aunque también para los nigerianos. Un tiro rasante de Taiwo, casi les amarga la vida a los argentinos y al propio Taiwo que sale lesionado y entra en su lugar Uche. Por Argentina Maxi Rodríguez reemplaza a Verón. Luego saldría Higuaín por Milito.
 
Una amarilla se gana Haruna al tumbar a Messi que sigue con su duelo particular con Enyeama que de nuevo le niega la entrada al balón esta vez por el piso. Un minuto después, Nigeria se pierde la oportunidad más clara de empatar. Uche, de frente a Romero, con la zaga vencida, la manda a las nubes. Milito lucha pero se enreda, Burdisoo entra por Di María. Hay angustia en Argentina. Los minutos no corren con la suficiente rapidez
 
Al minuto 86 Obinna remata al arco. Argentina gana apurada, dando ventajas. El partido termina con Argentina tocando el balón, pase tras pase, esperadno que pite el árbitro.
 
Preocupación. Argentina tiene talentos, demasiados, pero no luce sólida. Ganó, pero no convenció.
 
Argentina
 
Sergio Romero; Jonás Gutiérrez, Demichelis, Samuel, Heinze; Mascherano, Verón (Maxi Rodríguez, m.74); Messi, Tévez, Higuaín (Milito, m.79) y Di María (Burdisso, m.85).
 
Nigeria
 
Enyeama; Odiah, Shittu, Yobo, Taiwo (Uche, m.75); Etuhu, Haruna, Kaita; Ayegbeni, Obinna (Martins, m.53), Ogbuke Obasi (Odewingie, m.60)
 
Goles: 1-0, m.5: Heinze de cabeza.
 
Árbitro: Wolfgang Stark (GER), amonestó a Jonás Gutiérrez por Argentina y a Haruna por Nigeria.

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