La Copa América 2011, es la número 43 y se realizó en Argentina con la presencia de las diez federaciones afiliadas y dos invitadas, la de México y la de Costa Rica.

Con autoridad, buen fútbol y deseos de regresar al protagonismo que tuviera décadas atrás, Perú goleó a la esforzada Venezuela que, pese al resultado, mostró que para el futuro habrá que tenerla en cuenta como un adversario de cuidado.

Dos rivales en una semifinal inesperada. Tal para cual, guardadas las proporciones. Uruguay, que no se para en miramientos a la hora de marcar y con una dupla ofensiva que alumbró en el mundial de Sudáfrica; Perú, que tampoco quiere ser un pintado en la pared, también ajusta sus taches para aguantar lo que se le venga encima y dar la sorpresa con Vargas y Guerrero.

Dos errores, un penalti errado y la falta de definición echaron al traste el buen trabajo que estaba realizando Colombia en la Copa América, alo que se agrega que Perú supo leer el libreto del rival, aplicar el antídoto y mandarlos a casa.

Hay partidos que se recuerdan por lo memorable de su juego, y hay otros, como éste, entre Chile y Perú, que servirán como referencia histórica para mostrar que los partidos se acaban cuando pita el árbitro, y antes, cualquier cosa puede suceder.

Con las tribunas apenas pobladas con unos pocos valientes que se quedaron por amor al fútbol o porque no tenían nada más que hacer, los noventa minutos de peruanos y mexicanos transcurrieron entre la modorra y el frío de un invierno que encoge los cuerpos sin compasión.

Perú, con un plantel diezmado, le sacó un valioso punto a Uruguay, uno de los favoritos para ganar la presente Copa América, luego de su brillante participación en el Mundial de Sudáfrica.

Un primer año es muy poco para auscultar toda una década. ¿Qué nos deparará toda ella? Muy difícil predecirlo.

Foto: Miguel Vera vía Flickr, licencia Creative Commons BY

Hablar de navidad peruana es algo difícil; siendo éste un país en que conviven varias naciones e idiosincrasias era de esperarse que cada una asimilara esta celebración con un matiz regional propio. Sin embargo, con la llamada globalización las cosas se han ido “homogeneizando” hasta cierto punto y muchas costumbres foráneas han acabado de calar bastante profundo en la población.

En medio de una tormenta política sin precedentes entre Colombia y sus vecinos Venezuela y Ecuador, la reunión extraordinaria de presidentes de UNASUR en Bariloche (Argentina) se presagiaba difícil, controvertida y caótica, con Uribe defendiéndose y sus vecinos atacándolo sin piedad, pero al final primó la moderación, aunque cada quien se quedó con lo suyo. Si hemos de darle un calificativo al encuentro, terminó en tablas, con las tesis pro y antiestadounidenses incólumes.