Si se le pregunta a Robert Lemm, su respuesta es que no. El 15 de mayo pasado le dio la noticia al diario De Volkskrant basado una vez más en el testimonio del señor X, el mismo que le envió las cartas póstumas de Raúl Reyes. El padre de Tanja es más optimista: el 14 de marzo pasado afirmó que su hija vive aún, basado en fuentes de su entera credibilidad. Estas noticias hacen parte de una nueva ola de interés en los medios neerlandeses sobre Tanja Nijmeijer a partir de la publicación del libro Tanja, una neerlandesa en las FARC, de Liduine Zumpolle y León Valencia, y el documental Más cerca de Tanja, de Leo de Boer.
Tanja, una holandesa en las FARC
Hay que empezar diciendo que a pesar del esfuerzo de la editorial Sijthoff por presentarlo como
Non Fiction, el libro se inscribe en el género de
faction utilizado por Jorge Enrique Botero (
Últimas noticias de la guerra) y Robert Lemm (
Operación Fénix, autobiografía de Raúl Reyes). Comparte con el libro de Lemm que a ambos les hace falta la preciada escarapela “Biografía imaginada y no autorizada” que les ahorra dolores de cabeza jurídicos a las editoriales y disgustos a los lectores. Sí tiene una nota explicativa en el colofón en la que sin mencionar el género
faction, reconoce que el libro mezcla hechos reales con la interpretación de los autores y que por lo tanto no todo lo que contiene es fiable.
Al final del libro, los autores son más explícitos aún: señalan que les tomó dos años investigar los hechos publicados en el libro pero que igual se tomaron la libertad de darle alas a la imaginación para narrar los pensamientos de Tanja a lo largo de su travesía por Colombia para prevenir que otros jóvenes incautos holandeses caigan en el mismo error.
Desafortunadamente, haber escogido el faction es el gran inconveniente del libro. Son muchos los pasajes en los cuales no se puede diferenciar la especulación de la realidad, opacando por lo tanto el esfuerzo investigativo de los autores.
Baste mencionar los pasajes en los que la imaginación misma se contradice: por ejemplo, los autores revelan dos momentos exactos en los cuales Tanja tomó la decisión de vincularse a las Farc, pasando por alto el hecho de que no coinciden ni en el tiempo, ni en el espacio, ni en la secuencia narrada de las circunstancias: el primero fue en Holanda cuando se dirigía al aeropuerto para viajar a Colombia, “ese mediodía en el tren, cuando tomó la decisión de ofrecerle su vida a la revolución, a la causa de la guerrilla colombiana” (p. 45); el segundo momento fue en Pereira, luego de pedirle a su novio Gabriel que la dejara sola el fin de semana porque tenía que reflexionar sobre su vida: “Tanja tomó la decisión [de unirse a las Farc] un domingo al mediodía en Manizales” (p. 169). De regreso el domingo en la noche, Gabriel queda completamente atónito cuando Tanja le comenta que se va a Bogotá a buscar contactos dentro de la guerrilla porque ha decidido enrolarse definitivamente en las FARC (p. 170): esto implica que para ese momento Tanja no estaba segura de querer vincularse a la guerrilla, contradiciendo lo que los autores mencionaron en el primer capítulo. Lo único que coincide entre estos dos momentos es que cuando Tanja tomó la decisión de unirse a las FARC era mediodía.
No pasaría de ser una contradicción anecdótica de no ser por un personaje real que aparece brevemente en uno de los tantos flashbacks imaginarios que tiene Tanja en el libro y que parece ser que fue su enlace con las FARC: Diana Ortiz. “Si hay alguien a quien la mamá de Tanja le gustaría lanzarse encima y arrancarle los ojos es a Diana Ortiz”, afirma Leo de Boer. Tanja conoció a Diana en 1999 en su primer viaje a Colombia y fue ella quien la llevó a los cinturones de miseria en Bogotá, una experiencia que marcó a Tanja. El libro le pierde la pista a Diana desde el segundo capítulo, lo cual es sorprendente porque tal parece que Diana Ortiz fue el enlace de Tanja con las FARC desde 1999 hasta el momento en que ella decide enrolarse definitivamente en 2002. Llama más la atención este desvanecimiento de Diana Ortiz en el libro porque Tanja y ella fueron profesoras al mismo tiempo en el Liceo Pino Verde de Pereira (Ortiz de matemáticas y Nijmeijer de inglés). ¿Le consiguió el trabajo Diana a Tanja o fue a través de una organización de intercambio estudiantil holandesa? Más aún, en el documental de De Boer, la madre revela que en los correos electrónicos que recibía de Tanja, ella siempre hablaba de su relación con Diana. ¿Fue además Ortiz quien hizo el enlace entre Tanja y la Juco en Pereira que la llevó a la Caravana por la Vida y la Paz?
Siguiendo la pista de Ortiz, el documental registra el momento en que la madre de Tanja pregunta a Diana Ángel, subdirectora del Liceo Pino Verde, que si ella sabía que Ortiz era de las FARC y que será procesada por la Fiscalía junto con Tanja. Ángel apenas acierta a pasar saliva. Para Hannie Nijmeijer, fue Diana Ortiz quien estableció el puente entre su hija y las FARC.
Que el lazo con las FARC se remonta a 1999 lo sustenta también en el documental Felipe, un guerrillero desmovilizado cuya función era ser el enlace entre los jóvenes extranjeros y las FARC. Él conoció a Tanja por primera vez en la Caravana por la Vida y la Paz. Los autores dicen que en ese viaje Tanja solamente tuvo contacto con el ELN. Según el libro, Tanja llega al barrio Cuba de Pereira por un rumor que escuchó de que iba a haber una charla informativa allá. En esa visita conoce a los jóvenes de la Juco y a Fabián, el hombre que le da un curso de las FARC para principiantes. ¿Pero llegó allá por un rumor o por el contacto persistente con las FARC a través de Diana o Felipe que ya venía de antes?
Otro interrogante es el perfil que se presenta de Tanja: en esencia, para los autores, son su deseo de aventura y de escapar del aburrimiento en Holanda sus fuentes principales de motivación. Sin embargo, los testimonios de personas que la conocieron o tuvieron contacto con ella como el mismo Felipe, Gabriel (el ex novio), la madre de Tanja, los periodistas
Jan Blaauw y
Lieven Sioen, coinciden en mostrar a una joven con gran sentido social y hasta psicorrígida en el compromiso con las tareas que emprende.
De hecho, la crítica que hace a las FARC en sus diarios no es la misma que lleva a 14 millones de colombianos a las marchas contra las FARC (
“No más FARC”) o que las señala como una organización terrorista. La de Tanja les exige coherencia total a los comandantes de las FARC con sus principios, señala su disgusto por la desigualdad que hay entre comandantes y guerrilleros rasos y por los beneficios que reciben las novias de los comandantes. Hasta donde sabemos, Tanja jamás se ha preguntado por las formas de financiación de las FARC (narcotráfico, secuestro y extorsión), el reclutamiento de menores para la guerra o por la pérdida de los ideales políticos. Una mujer más papista que el Papa, en otras palabras.
Entre los varios aciertos investigativos que contiene el libro, se destaca el material de inteligencia como la
hoja de vida de Tanja en las FARC –una
prueba reina que utilizará la Fiscalía en caso de atraparla y llevarla a juicio– en la que se detallan varias de sus
acciones revolucionarias (cita literal): “La bonmba de la estacion de policia Kennedy en Bogota, insendiarias Al Tras milenio, Al Macro, Éxito, Gorro Chino, Bodegón, […]“ y la revelación de que el programa de periodismo investigativo
Nova de Holanda pagó con presupuesto público por la entrevista que le hizo a Raúl Reyes en 2007, cuando ya estaban declaradas como organización terrorista por la Unión Europea desde 2003.
En suma, queda la pregunta de por qué los autores optaron por emplear el faction en lugar de ceñirse a la información que juiciosamente recopilaron durante su investigación, a los pocos testimonios que se tienen directos e indirectos de Tanja, en lugar de transitar por esa frontera imprecisa para el lector entre los hechos y la especulación trazada a lo largo del libro.
Liduine Zumpolle y León Valencia. Tanja. Een Nederlandse bij de FARC. Ámsterdam: Editorial Sijthoff, 2010. 288pp.
Más cerca de Tanja
“Nadie sabe lo que está pensando Tanja”, afirma Leo de Boer. Opta por guiar su documental asumiendo la voz narrativa y formulando las preguntas que guían su búsqueda para descifrar “el misterio de Tanja”. Liduine Zumpolle tiene un papel muy activo en el documental y es en gran parte la guía de De Boer en Colombia para rastrear a Tanja. A su pesar, porque entendió al principio que De Boer se iba a concentrar en el trabajo de su fundación
Manos por la Paz. ¿Qué llevó a Tanja a las FARC? De Boer interroga a las personas que tuvieron contacto con Tanja antes de unirse a las Farc, como el ex guerrillero Felipe, Gudrun (una alemana que no quiso revelar su actividad en Colombia), Diana Ángel (subdirectora del Liceo Pino Verde) y el periodista Jorge Enrique Botero, entre otros.
Cada testimonio revela diversos aspectos de Tanja: su convicción de que los cambios se realizan a través de la lucha armada (Felipe), su sensibilidad ante la injusticia social (Gudrun y su madre), la discreción con que llevó su doble vida en el Liceo Pino Verde (Ángel), la seriedad con que desarrolla su trabajo en las FARC (Botero), o parte del castigo que recibió Tanja una vez que se publican los diarios (Zenaida Rueda). A través de Liduine, De Boer tiene acceso a material no antes mostrado públicamente, como las fotos personales de Tanja guardadas en el portátil confiscado a Lozada al igual que a la integridad del video que grabó la mamá de Tanja en su visita a Colombia en 2005, en el que afirma que está segura de la decisión que tomó, que está donde debe de estar, que espera que cuando se reencuentre con su familia no la vayan a criticar por su decisión y que está feliz en la guerrilla.
De Boer logra convencer a la mamá, Hannie, y a su hermana mayor, Marloes, de que viajen a Colombia porque a través de Liduine pueden estar más cerca de Tanja, llevarle un mensaje personal y ver las señales de supervivencia que tiene el Ejército. Desde el encuentro de sus diarios en 2007 hasta el día de hoy, Tanja no ha dado ninguna señal de vida a sus familiares. Uno de los momentos de mayor tensión del documental es el encuentro entre la madre de Tanja y Liduine: la madre le criticó a Liduine que publicase fragmentos de los diarios de Tanja y Liduine emplea como defensa la primacía del interés público, en especial, para que otros jóvenes idealistas europeos no caigan en el mismo error de Tanja. Al final Liduine, Hannie y Marloes le envían mensajes en holandés. Liduine le sugiere una ruta para escapar, la pregunta que queda en el aire es si Tanja quiere hacerlo o no.
¿Vive Tanja aún?
En
un texto no exento de ironía publicado hace un par de meses, las Farc deja entrever que Tanja sigue viva aún y que es una guerrillera ejemplar que “intenta con sus actos y su ejemplo, contribuir a saldar una enorme deuda histórica” (el daño que le practicó durante siglos Europa a la América Latina, dice el autor). Resalta también que los diarios fueron manipulados a conveniencia, cuando no eran más que reflexiones e ideas sueltas pertenecientes a la intimidad de Tanja. Este texto es lo más cercano a una prueba de vida de parte de las FARC.
Según el documental de De Boer, los coroneles y generales entrevistados concuerdan en que está con vida, pero las pruebas se reducen a la intercepción de las comunicaciones de radio en las que mencionan a “la Holandesa” y los testimonios de los desmovilizados.
En caso de estar con vida, ¿cuáles son los escenarios a futuro para Tanja? 1. Se fuga; 2. Es capturada; 3. Muere en combate o en una operación contraguerrilla; 4. Se suicida, como han hecho guerrilleros de las Farc que no han podido fugarse; y 5. Es vinculada al proyecto de las Farc de abrir una oficina secreta en Ámsterdam. A partir de la publicación de los diarios, Tanja fue asignada al primer anillo de seguridad del Mono Jojoy, tanto para prevenir su fuga (tendría que atravesar los otros dos anillos de seguridad para encontrarse con el Ejército) como para servir de escudo contra el Ejército (se han intervenido varias comunicaciones de las Farc en las que hablan de la Holandesa). Y después de la experiencia de Iván Ríos con Rojas, es obvio el grado de confianza que le tiene Jojoy. De hecho, en el documental el general Pérez dice que ella tiene en ese momento (enero de 2010) la mejor opción para fugarse, “claro está, si ella quiere”. Otros escenarios menos probables implican que las FARC lleguen a una negociación de paz con el Estado colombiano y la cubra la Ley de Amnistía o que el conflicto siga per secula seculorum y muera de forma natural en las FARC, como Tirofijo.
A pesar de que gracias al libro y el documental parece que estamos más cerca de Tanja, el misterio sobre sus decisiones vitales sigue intacto aún.