Colombia - Cargada el 06.09.2017 23:58:26 COT
De drama a culebrón retorcido, que Alejandra Borrero se arriesgó a protagonizar para volverse la boba que exaspera, junto a otro bobo, quienes, como todos los bobos, al final terminan embobados el uno por el otro y la audiencia, igualmente embobada, aplaude su bobería.
Una historia de dolor, de desprendimiento, pero también de amor y esperanza, reflejada en primeros planos que nos acercan con timidez a los sentimientos encontrados de sus protagonistas.
Lo que busca o debería buscar el socialismo del siglo XXI es el bienestar individual a partir del bienestar colectivo, sin excluir a ningún agente por muy “burgués” que fuere.
Si uno mira bien, estos pela’os tienen algo que les falta a los grandes. Alma, corazón, casta, eso que se lleva dentro.
Testimonio de Yoani Sánchez sobre el intento de secuestro de que fue objeto por las fuerzas de seguridad del gobierno cubano cuando se dirigían a una marcha por la paz en La Habana.
¿Tenía razón The Matrix cuando mostraba el uso de seres humanos como simples baterías de repuesto?
El sexo asociado al delito no sería más que una consecuencia del sexo asociado al pecado. Algo me dice que impedir la producción de la película basada en Historias de mis putas tristes no desanimará a los pederastas como debería hacerlo una eficiente acción de la justicia y que si el filme se realiza tampoco será fábrica de nuevos delincuentes sexuales.
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