Esta vez le faltó la cereza al pastel

Todo estaba dado para que la selección colombiana de fútbol femenino sub 20 fuera campeona sudamericana. La campaña perfecta de la primera ronda así lo indicaba: había jugado cuatro partidos, ante Ecuador, Chile, Argentina y Bolivia, y los ganó todos, marcando ocho goles y recibiendo solamente dos. Colombia no solamente obtenía los tres puntos en cada presentación, sino que, además, jugaba muy bien.

Y no era para menos. La base del equipo estaba formada por las mismas jugadoras que hace dos años ganaron el torneo sub 17, celebrado en Chile. Las muchachas, orientadas por Pedro Rodríguez, se impusieron en ese entonces en la liguilla final, y clasificaron al Mundial sub 17 de Nueva Zelanda. De allí hasta el presente, la selección fue creciendo no sólo en edad sino en experiencia, al tener continuidad en integrantes y esquema, y con algunas incorporaciones, Ricardo Rozo, el técnico de este combinado, supo armar una nómina sólida en cada línea.

El optimismo tenía razones para existir. Colombia se perfilaba como el favorito. Pero al frente iba a estar Brasil. La selección carioca había ganado las tres ediciones anteriores del certamen sub 20, y en este torneo, había aplastado a sus oponentes de manera indiscutible: Goleó 4-1 a Venezuela, a Uruguay le marcó siete, a Perú le hizo seis, y remató la fase de grupos con un 3-1 ante Paraguay. La artillería brasileña sumaba 20 anotaciones. Más del doble de las obtenidas por las nuestras.

Así las cosas, la ronda siguiente fue un mero trámite para los dos mejores del torneo. Colombia y Brasil no tuvieron inconveniente en deshacerse de Chile y Paraguay, respectivamente. Pero este campeonato tuvo una diferencia en su estructura con respecto al sub 17 de Chile en el que las colombianas alcanzaron el título. Primero, no daba tres cupos a la cita orbital, sino únicamente dos, y segundo, no tendría liguilla final sino dos series de muerte súbita para definir los finalistas y el campeón. En esta clase de sistema, se va a Santa Rosa o al charco, porque al perderse un partido o una definición por penales, se acaba todo. No hay mañana, ni segundas oportunidades, como cuando se juega todos contra todos.

Hace dos años, en Chile, las chicas sub 17 perdieron con Brasil 1-3 en el primer partido del cuadrangular final, pero pudieron reponerse del golpe en los otros dos juegos, pasándoles por encima 4-1 a Argentina y 7-2 a Paraguay. En cambio, anoche en Bucaramanga, eran solamente 90 minutos los que definían el nombre del dueño del trofeo, y eso pesó. Tal vez, el hecho de que al ser finalistas, ya tenían automáticamente el cupo al Mundial sub 20 de Alemania, pudo haber influido de manera involuntaria en el ánimo de las jugadoras, que de todas maneras buscaron insistentemente vencer el arco de Aline, pero a diferencia de otras presentaciones, no pudieron anotar antes de los 30 minutos del primer tiempo. El gol de Camila, a los 40, fue un golpe durísimo que descompuso el planteamiento del DT Rozo, que nunca había tenido el marcador en contra en este campeonato.

Con el reloj en marcha atrás, ya no había tiempo para muchos replanteamientos. Había que conseguir no uno, sino dos goles para lograr el título. No importaba cómo. A estas alturas, daba lo mismo ir perdiendo por un gol o por más. La única alternativa era lanzarse al ataque en busca de la hazaña. Colombia dominó, aparentemente, desde el comienzo del segundo tiempo, pero ese dominio no se tradujo en goles, y en cambio dejó huecos peligrosos en el medio y atrás, que en cualquier momento podrían ser aprovechados por las brasileñas. Ya cuando Rozo miraba preocupado el reloj porque se acababa el tiempo, y su colega Marcos Gaspar hacía fuerza para que las manecillas avanzaran más rápido, vino la puntilla. El golazo de Alana acabó con las esperanzas cafeteras e inició con seis minutos de anticipación la fiesta en el banco auriverde. Nada que hacer. Brasil fue superior y justo campeón.

Así como hace dos años, una selección colombiana ganó por primera vez en el extranjero un torneo oficial organizado por FIFA-Conmebol, esta fue la primera ocasión en que Colombia no queda campeón en un evento organizado en este país. De todas maneras, la selección cayó con las botas puestas y su clasificación al Mundial Sub 20 Femenino Alemania 2010 es un gran mérito.

Etiquetas: Campeonato Sudamericano Femenino Sub 20, Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2010, deportes, FIFA, fútbol, fútbol colombiano, fútbol femenino, Mundial Femenino Sub20 de Alemania 2010, selección colombiana de fútbol femenino

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