El Tour sigue hablando español
Columnas > Con los taches arribaPor Rafa XIII
martes 27 de julio de 2010 4:43 COT
El título obtenido por Alberto Contador en la edición 97 del Tour de Francia es otro eslabón dorado para continuar con esta impresionante cadena de éxitos del deporte y de los deportistas de España, que incluye en lo que va del año al Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010; en tenis las victorias de Rafael Nadal en Roland Garros, Wimbledon y los Masters de Montecarlo, Roma y Madrid; el liderato actual del escalafón de motociclismo GP con Jorge Lorenzo; y la destacada participación de Fernando Alonso en la presente temporada de la Fórmula Uno de automovilismo.
Alberto Contador, en otros tiempos gregario de equipo y destinado a trabajar para que los demás compañeros ganaran, es hoy un referente obligado del ciclismo mundial. Esta tercera ocasión en la que se subió a lo más alto del podio en los Campos Elíseos de Paris, ha sido quizá la más dura. Si bien es cierto que el año pasado se tuvo que ganar el liderato del equipo a pulso, eclipsando al mismísmo Lance Armstrong y haciéndolo trabajar para él, en esta ocasión, libró un reñido cabeza a cabeza por el maillot amarillo con el corredor luxemburgués Andy Schleck, al cual solamente vino a arrebatarle la posición de privilegio en la polémica etapa 15, entre Pamieres y Bagnères de Luchon, cuando Schleck iba encabezando la escalada y repentinamente a su bicicleta se le soltó la cadena. Contador, que estaba detrás de él, aligeró su paso y siguió de largo.
Para muchos, esto fue un gesto de falta de juego limpio del ciclista español, pues sacó provecho de un competidor que estuvo momentáneamente en desventaja por un desperfecto mecánico. Para otros, entre los que me encuentro, Contador no cometió ninguna falta, ni le jugó sucio a su rival, porque lo que hizo no está penado por el reglamento de la carrera, ni por las normas ciclísticas mundiales. No existe un solo ítem que obligue a un corredor o grupo de corredores a esperar a un ciclista o grupo de ciclistas, si se produce un accidente o una falla mecánica. Es más, en el video, parece que Contador ni siquiera se dio cuenta de lo que le pasó a Schleck, y no tenía por qué detenerse a ver qué le había ocurrido. Tampoco era necesario que pidiera disculpas públicas, porque él no hizo nada ilegal.
De todas maneras, la diferencia de 39 segundos que allí logró el pedalista español fue a larga la que le permitió ser campeón. Como una forma innecesaria de desagravio con Andy Schleck, en la etapa 17, cuya meta era el mítico Tourmalet, Contador y éste llegaron juntos a la línea de sentencia y el ibérico dejó que Schleck ganara la fracción, poniendo fin a una supuesta enemistad entre ellos. Lo que sí queda planteado a futuro inmediato es una sana competencia entre dos de los más importantes ciclistas del presente y que se seguirá dando en todas las carreras en las que se encuentren de aquí en adelante. Contador, entretanto, se consolida como el mejor exponente del ciclismo español en este siglo, y con cada trofeo que levante, irá afianzado su estatura histórica, junto a compatriotas suyos como Federico Martín Bahamontes, Luis Ocaña, Pedro Delgado y Miguel Induraín.
Nota del autor: Con los Taches Arriba regresará en septiembre.