Calificadoras de riesgo y UE
ColumnasPor Fabio Villegas Botero
viernes 8 de julio de 2011 11:54 COT
Hace menos de un mes escribía en estas mismas columnas “¿Quién califica o descalifica?” analizando los dictámenes de las calificadoras de riesgo, en ese momento favorables a Colombia, pero muy perjudiciales para Grecia, Portugal y otros países de la Zona Euro. Desde entonces han arreciado más y más las críticas de la UE contra las tres calificadoras norteamericanas: Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch. Aunque no lo dicen abiertamente, ven ahí una especie de complot del dólar, tan maltrecho en EUA y el resto del mundo, contra el euro, su fuerte competencia. Los ataques más recientes esta misma semana han sido contra Portugal, afirmando que el rescate que acaba de recibir no resuelve su problema, haciendo así que los intereses de cualquier préstamo al país se eleven por las nubes. Lo mismo contra Grecia, pero cuestionando igualmente a Italia, España, Irlanda y quizás otros.
Exceptuando unas críticas fuertes a raíz de la crisis que se desencadenó en EUA, que no la previeron, (¿es tanta su información?), y de los millones de dólares que recibían con sus buenas calificaciones a empresas e instituciones al borde de la quiebra y otras medidas similares, casi todos los países se tragaban entero sus calificaciones (si no, que lo digan nuestro gobierno y nuestros economistas y empresarios), porque les endulzaban el oído, y, supuestamente son las empresas más informadas. Hoy varios funcionarios y gobiernos de la UE y hasta el propio Parlamento Europeo rechazan como irresponsables y ¿especulativas? dichas calificaciones. Es más. El día de su toma de posesión, la nueva Presidenta del FMI afirmaba que Portugal no requiere ningún rescate adicional, y los propios bancos privados de la Zona Euro planean cooperar con la UE en ayuda de Grecia, quizás el país más golpeado.
Unas pocas consideraciones. Aun admitiendo que no hay mala fe de esas calificadoras, y que tienen la mejor información posible, ¿si es ético y responsable lo que hacen, por ejemplo, con Grecia y Portugal? Es que no se trata solo de un gobierno o de un país; se trata de una multitud de personas inocentes (aunque víctimas quizás de sus gobiernos y de un sector perverso de la economía propia), que van a sufrir terriblemente, no solo con la crisis que ellas dejaron desencadenar, sino con las medidas terriblemente duras que hacen tomar a sus gobiernos. Es más. ¿Qué derecho tienen unas empresas particulares a atacar implacablemente a unos gobiernos y unos pueblos que no son siquiera su propio país ni su propia gente? ¿El tener información autoriza a ponerla al servicio de especuladores irresponsables y hasta criminales?
Hoy se proclaman a los cuatro vientos todas las libertades. Libertad de pensamiento, libertad de prensa, libertad de religión, libertad de todo. Pero, ¿cada una de ellas no implica responsabilidades? ¿Será que todo vale en economía y en política? ¿Esto es el capitalismo; esta es la democracia?