Actualizado: 22 de julio de 2009.
¿Cuál fue el origen de la Operación Jaque? De los interrogantes planteados en la crónica utópica anterior, se desprende que hay un eslabón perdido en la versión oficial presentada por el Ejército colombiano. En esta segunda crónica, presentaré otras dos hipótesis sobre el origen de Jaque.
La Operación Conejo
Poner conejo es una práctica campeona en Colombia. DMG, la evasión tributaria del Grupo Santodomingo con el traspaso de acciones de Bavaria, el impuesto a la producción y no a la venta de la cerveza, las promesas de los políticos, la subfacturación, etc. La segunda hipótesis dice que la Operación Jaque en realidad debería llamarse Operación Conejo.
Hace un año, el periodista Gonzalo Guillén publicó el artículo Detalles inéditos de la Operación Jaque. En este artículo, Guillén cuenta que dos abogados colombianos, Carlos Arturo Toro López y su socio, fueron contactados por intermediarios de la guerrilla para negociar la liberación de los secuestrados. Según esta versión, los cerebros detrás de la Operación Jaque fueron –sin saberlo– los mismos carceleros Gafas y César:
El contacto principal que mantuvo el puente entre los abogados y los dos carceleros de las FARC expuso que ‘‘ellos van a dar unas coordenadas a las que hay que llegar en helicópteros, los dos guerrilleros se subirán con los rehenes, se producirá la liberación y se les debe garantizar que no van a ser extraditados a Estados Unidos”, contó el abogado no identificado.
Es decir, la idea del rescate a través de los helicópteros fue de César y para nada inspirada en la operación Entebbe o alguna otra estrategia de la inteligencia israelí: 100% colombiana, como afirma el Ejército. Paradójicamente es uno de estos helicópteros pedidos por César el que ilustra la portada del libro de Torres y el que se volvió el símbolo de la Operación. No estaría demás entonces reconocerle en algo su parte en los derechos de autor de la Operación a César. El engaño electrónico vendría a ser la forma en que el Ejército estableció la comunicación con César para guiar la operación de rescate y hacerle creer a la guerrilla en caso de que los escucharan que todo marchaba según los procedimientos de las Farc.
El botín que estaba en juego por la liberación de los secuestrados era de cien millones trescientos cincuenta mil dólares (US$100.350.000): cien millones por la liberación de Ingrid, 350.000 por la de los interventores gringos. El grupo de abogados que conformó Toro estaba muy interesado en concretar esta negociación y recibir su comisión, pero cometieron una asunción grave:
Ambos [Toro y el abogado de Atlanta Jeffrey Manciagli] aceptaron encargarse de llevar el caso ante las autoridades norteamericanas, porque "si tú negocias aquí [Colombia] y no negocias con los gringos, no has negociado nada”, dijo el socio de Toro López en diálogo con este reportero.
La Inteligencia colombiana tiene más que infiltradas las comunicaciones de las FARC. Basta recordar la intercepción de las pruebas de supervivencia que las FARC les habían enviado a Chávez y Piedad Córdoba en noviembre de 2007. Es probable que interceptaran al correo negociador de los carceleros de las FARC y se propusieran como objetivo organizar la Operación Jaque para hacerles creer a César y Gafas que la entrega de los secuestrados se estaba haciendo tal como ellos se la propusieron a Toro. En otras palabras, se trataba de ponerles un conejo histórico, al igual que al equipo negociador-negociante de Toro, que no contó con la astucia de la inteligencia colombiana: además del golpe a las FARC, se ahorraban los 100 millones de dólares de la recompensa.
Este posible origen de la Operación lo señala indirectamente el presidente Uribe, testimonio que sin duda pudo poner en peligro a la Operación Jaque:
Mientras las copias del poder viajaban hacia el sur de Colombia en manos del intermediario para que las firmaran los dos carceleros en sus guaridas amazónicas, el 13 de junio del 2008 el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, reveló que Ingrid Betancourt aparentemente formaría parte de un grupo de secuestrados que iban a ser liberados por guerrilleros que esperaban beneficios a cambio, entre ellos el de no ser extraditados a Estados Unidos.
"A un guerrillero que está ofreciendo que va a entregar a Ingrid Betancourt y a otros secuestrados, se le mandó una carta que él pidió. La mandó la directora del DAS [policía secreta] con mi autorización, de que si cumple con eso no se le extradita. Ojalá esto sea verdad”, dijo Uribe aquel 13 de junio durante un discurso en Bogotá pronunciado en un foro llamado Inseguridad, dolor evitable, al que asistieron varios ex presidentes de América Latina.
Al lado de la avaricia económica hay también una historia de amor: el 1 de febrero de 2008 fue capturada Doris Adriana, la compañera de alias César. No se sabe con claridad el papel de ella en toda la Operación, quizás hizo de canal con César y Gafas y los convenció de seguir adelante con el intercambio. La recompensa por la liberación de los secuestrados era entonces un negocio redondo para la pareja de enamorados, Gafas y el grupo de abogados de Toro. De ñapa, se convertían en los gestores de la liberación de los secuestrados más famosos del mundo: mejor, imposible.
Pero el mensajero de Toro que viajaba a mediados de junio de 2008 con el poder avalado por el mismísimo presidente Uribe se perdió y no se volvió a saber de él, hasta el 2 de julio que se conoció el éxito de la Operación Jaque. Ese mismo día Toro, su equipo de abogados, Gafas, César y Doris Adriana descubrieron que su plan había sido infiltrado, les pusieron conejo y se quedaron viendo pajaritos en el aire o, como dirían Tola y Maruja, un chispero. La genialidad de la Operación Jaque estaría entonces en la capacidad de reaccionar rápidamente ante esta oportunidad que la avaricia (y, por qué no, el amor incondicional) de César les brindó para liberar a los secuestrados.
Vale también anotar el gran riesgo de Jaque según esta hipótesis: que César le pusiera conejo al Ejército y secuestrara a la misión humanitaria. O más grave aún, que el Secretariado hubiese reaccionado ante la infiltración que hizo pública Uribe, relevaran a Gafas y César del cuidado de los secuestrados y también secuestraran a la misión humanitaria. ¿Fue por esto que el Ejército diseñó el plan B? ¿la incertidumbre o duda que podría tener César? Tanto el documental como el libro de Torres resaltan ese momento de duda en el que los helicópteros se hallan en posición pero no hay reacción de los guerrilleros. Se la juegan toda, toman la decisión de descender y se acercan a César.
¿Qué habrá pasado por la cabeza de César en esos minutos decisivos? ¿El famoso Qué hacer? ¿será que sí son o no? ¿a quién llamo a confirmar? ¿se perderá esa platica? ¿cuántos años más cuidando a Ingrid y los gringos? ¿hasta que nos tomemos el poder y nos lleven los millones de colombianos que representamos en hombros a la Plaza de Bolívar y la Casa de Nariño? Mejor –empezaría a fantasear– me voy de luna de miel a las playas blancas de Los Roques con un whiskey bien frío y con Dorita en hilo dental, como ese rojo que se puso la otra vez para mí solo en el Apaporis, uy, mamita, qué besos, cómo me despeinaba los bigotes, ya pronto estaremos juntos otra vez mi reina… Y si aborto la operacion, ¿quién se aguanta la lora de Dorita después? "Pero usted sí es terco, ¿por qué no hizo lo que se le dijo? ¿era muy difícil subirse a un helicóptero o es que le tiene miedo a las alturas? ¿qué vamos a hacer ahora? Cuente a ver papá, esta gente no quiere volver, que usted no es un tipo serio". ¿Y qué tal que nos pongan conejo? Ahí sí que ni pa’un lado ni p’al otro. A ver, ¿qué está pasando ahí? ¿quiénes serán esos tipos que se bajaron del helicóptero? ¿Los de la televisión aquí? ¿Y ese hombre que se está acercando? Parece amigable y bien comido, está como barrigoncito, la buena vida, claro, la panza que me espera… Y quién sabe qué otras cavilaciones. César tiene suficiente material como para publicar otro superventas en la literatura del secuestro: Operación Jaque: mi verdad.
Esta hipótesis esclarece también el eslabón perdido en la versión oficial: el origen de Jaque no fue el experimento del engaño electrónico, sino la reacción audaz e inmediata para aprovechar la puerta que, sin darse cuenta, les ofreció el enemigo. E igual que con la exhibición pública de las pruebas de supervivencia de manos del Ejército, el crédito de Jaque iba para éste, “la Operación más exitosa en toda la historia del Ejército y probablemente del mundo”, y se ahorraba el dinero de la recompensa. Una jugada sin duda magistral, inspirada en ese arte tan criollo de poner conejo y lo que la hace, como reclamaron el ministro y los generales, 100% de la inteligencia colombiana.
¿Qué tan verdadera puede ser esta hipótesis? Hasta donde se sabe, ningún medio le ha preguntado al presidente Uribe si hay conexión entre el anuncio que hizo el 13 de junio y la Operación Jaque. Además, en la versión oficial narrada por Torres este mensajero no aparece por ninguna parte. Con la reciente extradición de César, tal parece que el poder jamás llegó a sus manos, de lo contrario habría tenido alguna defensa para evitar que lo enviaran a EEUU y quizás por ello sus grandes dudas cuando llegaron los helicópteros al punto de encuentro. ¿Jaque Mate para César o podría ser aún incorporado a algún programa de testigos y recibir su recompensa? Al fin y al cabo, Doris Adriana ya fue extraditada a EEUU, ¿irán a reunirse finalmente allá? O acaso, en un giro sorprendente en esta historia, ¿resulta que el poder para no ser extraditado cubría a Gafas y no a César? Porque Gafas está en la lista Clinton, lo cual abre un signo de interrogación en la decisión de la Corte de no extraditarlo junto con César…
La Operación Conejo nos ayuda a comprender también el afán del Ejército de no dejar duda sobre su autoría (y su verdad) a través de la versión oficial elaborada por Torres y divulgada por la National Geographic. Aceptar que se valieron de las negociaciones del equipo de Toro con los carceleros sentaría el precedente para una demanda de Toro (abogado al fin y al cabo) y minar la credibilidad del Ejército ante la posibilidad de otra negociación de secuestrados con miembros de la guerrilla. De otra manera, ¿por qué iban a revelar los secretos de inteligencia que utilizaron para la Operación? La versión tenía que ser lo suficientemente convincente como para no desmotivar a futuros colaboradores.
En Out of Captivity, los interventores gringos relatan la historia de un guerrillero en plena crisis existencial, aburrido de su vida sin sentido en las Farc, que les pregunta que si es cierto lo de la recompensa que le darían a quien ayudase a liberarlos y las fantasías que tiene al contemplar la posibilidad. Poco después este guerrillero se suicida ante la imposibilidad de resolver si se queda con la guerrilla o se va. La mano de Iván Ríos es otro símbolo de cuánto está corrompiendo la política de recompensas a la moral de las Farc. El Secretariado se está familiarizando cada vez más con el calificativo Vendidos. Pero la fantasía de César, Gafas y Doris Adriana que pudo dar origen a la Operación Jaque es más que comprensible: ¿qué ser humano no soñaría con otra vida si tuviera que vivir tantos años en la selva persiguiendo una falsa utopía y cometiendo tantos crímenes de lesa humanidad a nombre de ella?
La Operación Farsa
La tercera hipótesis es la que sostienen las FARC y que presentó Pascual Serrano en Rebelión: qué Jaque ni qué conejo ni qué nada, Gafas y César vendieron a los prisioneros; la Operación Jaque no fue más que un espectáculo mediático, una farsa. El mediador francés Noël Saez parece sostener una versión similar: César y Gafas fueron comprados y el origen real de la Operación Jaque sería la captura de Doris Adriana, que llevaría meses después al contacto de César con el grupo de abogados de Toro:
En febrero de 2008, el presidente Uribe nos informó, a Bernard Kouchner y a mí sobre el arresto de la mujer de César, el guardián de Ingrid. Ella tenía responsabilidades importantes en la guerrilla. Es posible que César se haya volteado en ese momento. Luego, a finales de abril, principios de mayo, un abogado colombiano recibió a un emisario de César, diciendo que él se comprometía a liberar a los secuestrados a condición de no ser extraditado. De hecho, el presidente colombiano declaró que había sido contactado por un comandante de las Farc que había ofrecido liberarlos a cambio de no ser extraditado y que él había aprobado esa condición. Esa operación [Jaque] se ha presentado como una película al mejor estilo de Hollywood. Cuando se conoce bien a las Farc es impensable que esa operación ocurriese tal cual. [T. del A.]
Serrano utiliza la misma fuente que empleamos en la hipótesis de la Operación Conejo, el artículo de El Nuevo Herald, pero omite hablar sobre las diferencias fundamentales en el libreto que tenían planeado Toro y César con el que finalmente se llevó a cabo la Operación Jaque:
"Bueno, otra cosa que resultó distinta fue lo de Aguilar y Farfán. No estaba previsto que quedaran presos ni que fueran a ser extraditados a Estados Unidos”, contó el abogado no identificado.
Como tampoco estaba en el libreto la participación de la Cruz Roja Internacional, Telesur y demás actores que aparecieron en la Operación, elementos que terminaron por confundir o convencer a César de seguir adelante con el traslado de los prisioneros.
La posición final de esta hipótesis es que la Operación Jaque sencillamente sirve como golpe mediático para el Ejército y para encubrir la traición de los guerrilleros carceleros que se vendieron al enemigo (y que para rematar pasaron de traidores a traicionados).
El otro eslabón perdido
Pero hay otro eslabón perdido en la versión oficial de la Operación Jaque: ¿cuál es la conexión entre la Operación Fénix y la Operación Jaque? Prueba de su existencia nos la da una nueva filtración del presidente Uribe:
El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, dijo este jueves [2 de julio de 2009] que si no se hubiera realizado la Operación Fénix en la que fue abatido el vocero de las Farc, "Raúl Reyes", no se habría logrado la liberación de 15 secuestrados.
"Si no se hubiera hecho el bombardeo sobre el campamento del terrorista ‘Raúl Reyes’, la ‘Operación Jaque’ no habría sido posible".
En un encuentro con alcades en Bogotá, el jefe de Estado reiteró que la presencia de "Reyes" era impedimento para la Operación Jaque.
"Porque ese terrorista desde allá controlaba que mantuvieran a los secuestrados en cautiverio. Para poder nosotros adelantar la ‘Operación Jaque’, fue necesario aislar a ese secuestrador de la cadena que mantenía en el cautiverio, que mantenía en la esclavitud, que mantenía en las peores condiciones a nuestros compatriotas. Está relacionado un tema con el otro".
¿Acaso el gran escollo para agrupar a los secuestrados en un mismo punto para intercambiarlos, como lo estaban negociando César y Gafas, era Raúl Reyes y su control sobre los secuestrados?
Sabemos que Doris Adriana fue capturada a principios de febrero de 2008. Es probable que la negociación haya empezado en los días o semanas siguientes. ¿Qué tan avanzadas estaban las negociaciones entre Saez y Raúl Reyes en marzo de 2008? Según Saez, a Reyes lo mataron 3 días antes de lograr la liberación inminente de los secuestrados. ¿Es entonces probable que el Gobierno tomara la decisión de eliminar a Reyes para que la liberación no se diera a través del canal Saez-Córdoba-Chávez sino del de Doris Adriana-César-Toro (y el conejo final)? Podemos imaginarnos lo que esto significaría: abrir la posibilidad de nuevo de que las Farc recibieran el anhelado estatuto de beligerancia, por iniciativa de Venezuela o Francia. Eliminar a Reyes era imperativo entonces.
¿O es acaso una simple frase retórica de Uribe para justificar la violación de la soberanía del territorio ecuatoriano con la Operación Fénix?
Más intrigante aún es que en el libro de Torres la Operación Jaque empieza en abril, no antes (Segunda parte, capítulo II): ¿por qué habla entonces Uribe de este nexo?
¿O cuál fue la información que se encontró en los computadores de Raúl Reyes que facilitó la Operación Jaque? En el libro de Torres, la única mención a la Operación Fénix se hace en calidad de factor motivador para la moral del Ejército, no como un elemento de inteligencia relevante para la Operación Jaque. ¿Cuál es entonces la relación entre ambas Operaciones? Tendremos que esperar quizás a una nueva filtración del presidente Uribe para esclarecer este eslabón en la versión oficial. De momento, la balanza se inclina más hacia las hipótesis de las Operaciones Conejo y Farsa.
¿Y entonces?
Conocer el verdadero origen de la Operación Jaque es relevante para saber qué dirección seguir para lograr la liberación de los demás secuestrados. Por ejemplo, si se comprueba la hipótesis de la Operación Conejo, el Gobierno habría lastimado seriamente la estrategia de la política de recompensas: además de correr el riesgo de fugarse con los secuestrados, los guerrilleros sabrían que es probable que el Gobierno no cumpla con lo prometido. Esta política ya no sería viable. O que el Gobierno crea la versión a medias del Ejército y les dé esperanzas a los secuestrados diciéndoles que vendrán operaciones Jaque 2, Jaque 3 y Jaque 4 sin necesidad de actores o mediadores internos o externos.
Entra también en juego la evaluación que estará haciendo el Secretariado sobre el grado de corrupción generado por la política de recompensas: de pronto es mejor salir de todos los secuestrados, negociarlos cuanto antes, evitar que se sigan fugando guerrilleros vendidos con secuestrados y los dejen sin cartas de negociación. Podría ser el camino que quieren transitar ahora con la liberación a cuentagotas de los secuestrados a través de Piedad Córdoba. Como una nota al margen, asusta preguntarse cómo estarán manejando el narcotráfico entre sus filas en medio de tanta incomunicación, un negocio que deja dinero en efectivo y que ya ha provocado varias fugas millonarias.
El valor de los mediadores como Saëz se hace más evidente y relevante: no se puede dejar a la corrupción de los guerrilleros la liberación de los demás secuestrados. Lo ideal es encontrar la forma de negociar su liberación. Claro, la utopía sería llegar a un acuerdo en el que se lograse la desmovilización de las Farc, pero todavía falta bastante, desafortunadamente, para escribir esta crónica.