Un animal menos
Homo UrbanisPor Sentido Común
lunes 24 de septiembre de 2007 9:00 COT
NOTA A LOS LECTORES: Con motivo de la corrida de hoy domingo 27 de enero de 2008 en Bogotá, en la cual el matador de vida César Rincón continúa con su lucrativo retiro de los ruedos, en los que se ha ganado la vida a costa de la muerte de inocentes animales, reproduzco la siguiente entrada, publicada en septiembre 24 de 2007, cuando esta patraña de la despedida comenzara en Barcelona. Lo hago de todo corazón para elevar mi voz contra esta atrocidad que algunos ven normal y siguen patrocinando. De este modo me uno con orgullo, respeto y admiración a mi hijo, quien en estos momentos protesta en la plaza contra la matanza anunciada para esta tarde. SENTIDO COMÚN.
Luego de varios años de torturar y asesinar a innumerables toros a lo largo y ancho de los pocos países que en el mundo aún permiten el salvaje espectáculo de la ‘fiesta’ brava, el colombiano César Rincón ha decidido retirarse de su oficio de matarife profesional, y lo ha hecho en una ciudad poco taurina, como es Barcelona, pero donde de todos modos los asistentes, a la mejor usanza del circo romano, han ovacionado sus últimas estocadas a dos animales criados específicamente para ser maltratados y degollados en público.
Celebremos que hoy hay un torero menos, pero no olvidemos que quedan muchos. Mientras esto suceda, cientos de animales inocentes serán vendados y golpeados en la oscuridad de un callejón, les será clavada una puntilla en su lomo para disminuir su fuerza natural, y una vez en el ruedo serán objeto de banderillas (incluso con pólvora) puestas por animalitos de dos patas, recibirán la puya de una larga vara propinada por un animal gordo subido en un caballo, y finalmente su garganta será atravesada por una larga y filuda espada, acto que celebrarán los animales asistentes, ebrios de manzanilla, quienes podrán llegar a pedir que le corten algunos miembros al toro, en señal de satisfacción con la matanza.
¿Alguien sabe que hicieron los toros para merecer esta muerte? Yo aún no lo entiendo.
lunes 24 de septiembre de 2007, 07:35 COT
Es ofensivo, hacia los animales, equipararlos con esta escoria criminal, ídolo de las élites parásitas y mafiosas chibchas que añoran el yugo y las vejaciones del peor país de Europa.
lunes 24 de septiembre de 2007, 09:06 COT
Hola Julián:
El uso de la palabra “animal” en esta nota no tiene como fin ofender a ninguno de los animales del reino. Lo he usado y reiterado para enfatizar el especismo que caracteriza a los humanos, quienes creemos ser algo aparte y mejor que los demás animales.
¿Crees que España es el peor país de Europa? Para mí es uno de los mejores del mundo.
Un saludo!
lunes 24 de septiembre de 2007, 12:49 COT
Como se dijo en el Tumbo: “ojalá muchos sigan su ejemplo”.
Aunque me llamó la atención lo que decía un señor del público (entradísimo en años) cuando lo entrevistaban los de Caracol radio, que transmitieron la cosa en directo (y me cortaron a Diana Uribe los desgraciados). Hablaba con nostalgia de que ya casi nadie va, que hacía mucho tiempo no se veía tanto público, que no hay jóvenes… y luego era cortado por los “expertos” para que cerrara el pico. Se cumple mi predicción de que ese espectáculo decadente se acabará eventualmente por sí solo, que le quedan máximo dos generaciones … y eso.
lunes 24 de septiembre de 2007, 13:33 COT
Hola, Patton:
También me embejucó lo de la cortada a Diana Uribe, tenaz! Cómo es de rico escucharla las mañanas del domingo, no?
Bueno, pienso que el final de la tauromáquia no debe quedar supeditado a una terminación natural por agotamiento. Lo invito a que conformemos el FACTI, es decir, Frente Amplio Contra Toreros Idiotas. En Octubre empieza de nuevo la sangría en la Santamaría y debemos enfilar baterías desde ya. De seguro con Julián ya somos 3.
lunes 24 de septiembre de 2007, 13:56 COT
Yo en cambio no celebro el retiro de César Rincón. No soy muy amigo de esas alegrías injustificadas. Un torero no representa la tortura. Los verdaderos representantes de esta inmundicia son los hijos de puta que pagan las entradas. Ellos son el verdadero combustible de esta matanza. El torero en últimas no es más que un sicario.
Por otra parte, yo he sido muy tolerante con los antitaurinos carnívoros pero esa tolerancia ya se comienza a erosionar. Despotricando de la “fiesta brava” con una pizza de peperoni en la cama… Muy coherente el asunto.
lunes 24 de septiembre de 2007, 14:30 COT
Bueno, vamos bien y mejorando. Propongo a Bilioso como auditor del FACTI.
Que el torero, pobrecito, es ajeno a la sangría? Hágame el triple favor, hombre. Si la Fiesta Brava es toda una cadena de calamidades…saludo!
Adenda: sobre la pizza, mejor la Del Huerto. Y ojalá con vinito y no en la cama.
lunes 24 de septiembre de 2007, 15:32 COT
No, no es ajeno pero no es la matanza. Todas las cosas perversas del mundo tienen como patrocinador al dinero y la “fiesta” no es diferente. La fiesta brava no se sostiene por los toreros, se sostiene por las pautas que hacen en las plazas las revistas como Semana y Cambio cuyos dueños son amantes confesos de esta calamidad y se sostiene por las pautas de grandes empresas como Comcel. Por supuesto los asistentes también son los alcahuetes de la matanza.
lunes 24 de septiembre de 2007, 15:47 COT
Este señor no sabe de que habla. Rincón es un orgullo de Colombia y la tauromaquía es un arte fascinante.
Este blog sí es bueno: Voy a los toros
http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_blog.php?id_blog=3356469
Fascinante el magnánimo César Rincón, maestro de maestro y duro de los duros. Lo mejor fue cuando el escuálido Toro gimió como nena, mientras le salía esa deliciosa sangre que tan me fascina además de su carne bien adobada. Muy chillón el toro, no estuvo a la altura de un grande como Rincón. Qué viva la tauromaquía, y Olé!!!!!!!!
lunes 24 de septiembre de 2007, 16:18 COT
El escualido toro gimió como nena y le salía esa sangre que para algunos es tan deliciosa, porque la barbarie humana no se conforma con autodestruirse, si no que de paso ha de llevarse por delante a otros animales, vegetales y minerales.
A nombre del FACTI, me permito convocar a espíritus un poquito más elevados para que nos unamos a los antitaurinos de Bogotá, ante la proximidad de otra temporada de Sangría Fiesta.
lunes 24 de septiembre de 2007, 16:25 COT
Perdone, Bilioso, pero Miguelito me hizo olvidar la respuesta a su comentario. Entendamos que personas como él gustan del martirio y muerte de animales como diversión, pero no es porque Semana paute o no paute en la plaza. Es una actitud ante la vida. Tal vez el entorno familiar puede más que una propaganda o una valla publicitaria. Lo cierto es que, como decía el lema de un viejo periódico, “Atreverse a pensar es empezar a actuar”. Nunca es tarde para cambiar.
martes 2 de octubre de 2007, 23:54 COT
Quisiera ver a Miguelito con una espada clavada en el c… y pidiendo compasión, para decirle que es un chillón. es increible que se sientan orgulloso de su ignorancia.
viernes 5 de octubre de 2007, 08:50 COT
También es considerado una fiesta, en el sentido de congregación.
A mi me gustan los toros y soy joven. Los veo sin ese lado mórbido que los criticos de la tauromaquia siempren intentan declarar por boca de los aficionados. Los toros tienen componentes simbólicos que van mucho más allá de la muerte del toro, componentes que tienen que ver con la muerte como protagonista en nuestras vidas.
La finalidad de los toros no es joder al animalito.
Es una tragedia tener que matarlo, pero como en la tragedia griega, la parte trágica se nos muestra para mostrarnos algo. Ese algo es lo que se ha distorsionado y es ese componente simbólico de la danza de dos animales junto a un tercer componente que compensa todo: LA INMINENTE MUERTE DE CUAQLUIERA DE LOS DOS.
Un saludo
Alejandro.
viernes 5 de octubre de 2007, 14:59 COT
Alejandro, bellaco, lo suyo definitivamente es el eufemismo. Tragedia griega mis pelotas; no nos dore la píldora con esas pendejadas pues mientras usted y los demás sádicos están convirtiendo el sufrimiento en arte, en intangibles, yo le puedo tirar ese argumento en segundos hablándole de fisiología. Ni usted ni ningún otro pervertido taurino van a opacar el dolor de un animal con su dialéctica obtusa.
Ah y no me venga a hablar del consumo de carne porque soy vegetariano a mucho honor y me he pasado la vida curando animales para que usted y su puta parentela los maten.
viernes 5 de octubre de 2007, 22:59 COT
Calma Gustavo y Bilioso, que con ofensas no es como vamos a defender la vida. Poco a poco estas personas que celebran festivamente el dolor y el sufrimiento de otro animal irán tomando conciencia de la brutalidad que encierra el toreo. Es solo esperar su crecimiento espiritual.
Alejandro Ordoñez y Gustavo Valencia: Les recomiendo esta página http://www.encierrohumano.com/toros.asp
sbado 6 de octubre de 2007, 11:34 COT
Súmenme a FACTI.
Si algo tienen los que gustan de los toros es una gran capacidad para hablar de forma poética y rebuscarse argumentos reforzados para justificar su afición. No es sino para oir las transmisiones de Ivan Parra (Soyvan Parra como él se autodenomina) para deleitarse con el festival de la palabra rebuscada y el adorno lingüístico. Y bueno, la lambonería llevada al extremo.
sbado 6 de octubre de 2007, 19:15 COT
Patton, completamente de acuerdo. A vuelta de correo (eléctrónico) se le estarán enviando su escarapela, su carné, sus pegatinas de "¿Sed de sangre?, córtese algo", su pito, su cartel de "No más sangre de toro, ahora que la ponga la mamá del torero", sus volantes de "La tauromaquia es nociva para la salud", su camiseta finamente estampada y su gorrita con cuernos. Saludo. FACTI / Sala de Prensa
lunes 8 de octubre de 2007, 09:13 COT
Esa patente de corso que da un capote es premio de consolación para el que encontró arte en las mil formas que inventamos para matarnos entre animales.
En las corridas por lo menos alguna vez gana el toro, en las guerras siempre gana la muerte (aunque sólo haya ganado tiempo, porque igual siempre gana)
Si México soy yo, entonces México les manda un saludo. Rebeca
lunes 8 de octubre de 2007, 23:06 COT
Qué rico recibir un saludo de México. Lamentablemente es otro de los pocos países que permiten la matanza pública de toros. Te invitamos a formar parte del FACTI y te devolvemos el saludo desde Colombia.
lunes 28 de enero de 2008, 01:22 COT
Cesar rincón vence al toro de la misma manera en que Uribe y El Tiempo han vencido a los colombianos, a punta de muletasos, ya muy pronto viene la estocada final y que colombia descance en paz.
lunes 28 de enero de 2008, 07:32 COT
SC.
Qué pena que este tipo de espectáculos sea entretenido, interesante y atractivo para algunos seres humanos. Tanto como el boxeo, las peleas de gallo y de perros.
Encuentro lindo que repitieras este post como homenaje a tu hijo adolescente, que parece va por un camino alternativo bien interesante y congruente. Por lo que he leído también es vegetariano. Me recuerda mi juventud, con ideales, incomprendida y en parte sufrida y muerta se susto también (dictadura en Chile).Muchos cariños y gracias por este post, nunca está demás poner en el tapete el tema.
lunes 28 de enero de 2008, 08:06 COT
Don Sentido,,, Estos post deben ser repetidos no una sino muchas veces, al ser esta una campaña en contra del toreo, pues no hay que dejar de insistir hasta que sean escuchadas nuestras voces de protesta. Igual que las campañas en contra o a favor de una causa… no hay que abandonarlas… hay que insistir sobre ellas. Estoy totalmente en desacuerdo con esta “fiesta” cruel, pues la crueldad es crueldad siempre, no importa si es en los seres humanos o en los animales….
lunes 28 de enero de 2008, 16:30 COT
Marta,
La diferencia entre esta matanza y el boxeo, es que en el boxeo (así como en otros deportes afines) los participantes son humanos que entendiendo perfectamente (esto es discutible, ya sé) las consecuencias, han aceptado darse en la jeta. Además no son comunes los encuentros que terminan con la muerte de uno de los participantes, y prácticamente nunca es ésta intencional.
Mientras que en el toreo, el objetivo (que se cumple un 99,9% de las veces) es asesinar al torito de la forma más brutal posible. Por no mencionar que este último está en posición de desventaja frente al hijuep… torero.
Alejandro,
¿La finalidad de los toros no es joder al animalito? ¿Entonces por qué el animalito acaba jodido en el 99,9% de los casos? Y si es que la tortura esta (perdón, el espectáculo) se trata de “la inminente muerte de cualquiera de los dos”, ¿por qué siempre se hace lo posible por proteger al tauricida (perdón, al torero), pero no al toro?
Curiosidad nomás.
Y Bilioso,
¿Ya dejó de comer pescado?
lunes 28 de enero de 2008, 19:34 COT
Hola SC:
¿Fibonacci, eres tú con otro nombre?.
Pero bueno le voy a contestar a él.
Lo que veo en común en el boxeo ( y otros deportes afines),la tauromaquia, la peleas de gallos y perros, es la fascinación de un grupo grande de personas que viven de esto y de otro grupo mayor, que disfruta tanto de esta forma de violencia, que paga por verla y apuesta y goza con otras actividades ligadas. Si cada vez menos personas gustaran de estos espectáculos crueles ya no se harían estas”fiestas”. Creo que los sociólogos lo deben tener muy estudiado.
Un abrazo a ambos.
martes 29 de enero de 2008, 00:19 COT
A todos los comentaristas de esta segunda aparición del post "Un animal menos":
Gracias por sumarse a este rechazo a la tauromaquia. Como siempre, por el correo interno he recibido algunas voces de apoyo que prefieren no aparecer en público. A ellos también gracias, porque entre todos iremos creando conciencia en personas receptivas. El mensaje único es amor. Amando desterraremos el odio y la crueldad. Amando sembraremos vida, felicidad y esperanza.
A propósito, Martica, Fibonacci no soy yo, ni yo soy Fibonacci. Fibonacci fue quien dijo "Cierto hombre tenía una pareja de conejos juntos en un lugar cerrado y uno desea saber cuántos son creados a partir de este par en un año cuando es su naturaleza parir otro par en un simple mes, y en el segundo mes los nacidos parir también". Con esto se adjudicó el mérito de haber redactado el descubrimiento hindú de la sucesión de los números enteros. Un abrazo muy grande.
martes 29 de enero de 2008, 09:38 COT
Marta,
Aquello de “la fascinación de un grupo grande de personas que viven de esto” lo veo yo en muchas otras actividades (me niego a considerar al tauricidio o a la cacería como “deportes”), con diversos grados de moralidad. ¿No pasa también en el fútbol?
El “grupo mayor, que disfruta tanto de esta forma de violencia”, ¿no aplicaría también a otras cosas que tradicionalmente se consideran “violentas”? Por ejemplo las artes marciales o los videojuegos violentos, o los pogos. ¿Es malo que a la gente le guste eso? No se está matando a nadie, y el que recibe la paliza ya sabía que probablemente la iba a recibir.
SC,
Fibonacci (el primero) fue un matemático italiano que, más que la sucesión, tuvo el mérito de haber introducido los números arábigos a occidente, cuando eran los romanos los que prevalecían en aquel entonces. Yo soy un simple admirador de aquél.
martes 29 de enero de 2008, 10:27 COT
Es contradictorio pensar que en este momento del universo ,se perpetuen espectaculos donde: la crueldad,el vino y las falsas emociones se concideren triunfales.
Los circulos cerrados de la tauromaquia y los que viven y la patrocinan durante todo el año que le aportan a la cultura o al respeto de las buenas costumbres en defenza contra todo tipo de violencia ????
mircoles 30 de enero de 2008, 23:20 COT
Fransj: Bueno, el vinito sí es muy bueno para la vida y la salud. No lo metamos en la corrida.
jueves 31 de enero de 2008, 16:54 COT
Yo también me sumo a la FACTI. Cualquier forma de abuso, maltrato, atropello o brutalidad contra cualquier animal -incluyase el hombre- es rechazada por mí de plano. Por supuesto que respeto la opinión de Alejandro -que me parece sensata y no muy apasionada- y la de otros que disfrutan de la fiesta brava, pero en realidad no estoy de acuerdo. Sigo diciendo que este tipo de cosas me recuerdan a Nerón y su circo romano. Estas cosas son propias de grupos humanos bien sean o de la antiguedad o que se quedaron en ella como las tribus del África que aún practican canibalismo y otro tipo de barbaries. Entonces yo me pregunto…¿Cuál avance hacia adelante, cuál progreso?. Esto lo único que me demuestra es la animalidad, una vez más en su instinto más puro del hombre que por cierto es la más salvaje a mi modo de ver porque además es pensada y calculada para satisfacer placeres. Se me antoja que hay en esto algo de perverso, pero…¿qué ser humano no lo es?
jueves 31 de enero de 2008, 18:22 COT
Como bilioso todavia esta vivo? No te vayas a morir viejo que Colombia necesita de tus payasadas.
En esta si te apoyo soy tambien enemigo acerrimo de ese espectaculo de muerte de los pobres toros.
Ojala a esos torreros de m****a los empitonaran por el c**o.
domingo 10 de febrero de 2008, 11:00 COT
Bailarina:Sí, de acuerdo contigo, es cuestión de crecimiento espiritual.
Eragon: Fíjate como en cosas como los toros o las FARC muchos nos parecemos, a pesar de nuestras diferencias. Un saludo!
lunes 25 de febrero de 2008, 20:01 COT
cada vez que hablan de lo malo que hay en la fiesta brava lo unico que hacen es hacer que muchos de los taurinos como yo amemos mas la fiesta brava. Es torturante para los toros nadie ha dicho lo contrario pero ¿que es mas torturante ver morir un toro o ver a tu madre y a tu familia aguantar hambre? o mucho peor ¿les gustaria ver que personas que aman, tienen que caer en trabajos indignos donde llegan personas sin sentimientos que las ven como un objeto que genera placer? no, cierto. Es duro ver un toro morir por su falta de casta pero es mucho mas duro ver morir a tu familia de hambre o en manos de inescrupulosos. que vivan los toros y que se respete esta fiesta asi como nosotros respetamos las demas culturas.
jueves 20 de marzo de 2008, 01:48 COT
“que vivan los toros y que se respete esta fiesta asi como nosotros respetamos las demas culturas.”
Julián:
La tauromaquia no es una fiesta y mucho menos una cultura. Es tan solo el pequeño y sórdido mundillo de seres de precaria evolución , quienes irrespetan al resto de la humanidad, al irrespetar el sagrado don de la vida, acción que ejercen con crueldad y sevicia.