Zelaya, pichón de dictador
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martes 30 de junio de 2009 16:02 COT
El presidente de Honduras, José Manuel Zelaya (izquierda), llega a Managua la noche del domingo 28 de junio de 2009. Lo acompaña el presidente venezolano Hugo Chávez (Foto: Presidencia de la República del Ecuador vía Flickr, licencia CC-BY-NC-SA)
Curiosa la hipocresía de la comunidad internacional, empezando por los presidentes con rabo de paja. Piden airados el regreso del Presidente (o ex presidente) José Manuel Zelaya de Honduras, depuesto por un golpe de Estado. Se rompió la legitimidad, aducen, antes de rasgarse las vestiduras. Olvidan que Zelaya, contagiado de la fiebre reeleccionista que asola el continente, rompió antes con el Estado de derecho, desconociendo decisiones del poder judicial de su país y pasando por encima del poder legislativo, queriendo imponer a como diera lugar su reelección, pese a su ilegalidad manifiesta.
Así las cosas, Zelaya, en los días anteriores al golpe, se había constituido en gobernante de facto, con el silencio cómplice de esos que hora exigen su regreso. Censurable que las fuerzas armadas hondureñas hubieran tomado el mismo camino, pues le corresponde al Poder Legislativo destituirlo de acuerdo con la Constitución pero, apabullado por Zelaya convirtiéndose en invitado de piedra ante el desmadre del poder ejecutivo, era improbable que pudiera hacerlo.
¿Sin talanquera alguna que le pusiera freno, debía la nación hondureña contemplar pasiva la consolidación de la dictadura de Zelaya? En casos como éste es justificable la medida de fuerza si tiene como exclusivo fin recobrar el orden constitucional. Y al parecer esto sucede en Honduras. El ejército no se tomó el poder. Se convirtió en medio para expulsar al que deseaba eternizarse al mando del ejecutivo y se le entregó las riendas del Estado al que por la Constitución corresponde, el presidente del Congreso, y se espera la convocatoria a elecciones en el menor tiempo posible.
- 10 jul 2009 El doble moralismo democrático
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Estos acontecimientos deben servir de reflexión a los países donde las dictaduras de nuevo cuño se apoderan del Estado torciendo las leyes en su favor, instalando en el poder castas corruptas que se venden al mejor postor, desestabilizando los demás poderes y aplastando el disenso física o jurídicamente, con remedos de legalidad.
Situaciones llevadas al límite generan soluciones similares, en un círculo vicioso perverso que erosiona gravemente la democracia. Así los que aducen su permanencia en el poder para defenderla, se convierten en sus peores enemigos, generando dictaduras institucionales que al final terminan justificando las acciones armadas.
martes 30 de junio de 2009, 16:29 COT
no entendi…..o sea..si entendi…y estoy de acuerdo…pero el articulo viniendo del señor Marsares suena sarcastico…
“n casos como éste es justificable la medida de fuerza si tiene como exclusivo fin recobrar el orden constitucional. Y al parecer esto sucede en Honduras. El ejército no se tomó el poder. Se convirtió en medio para expulsar al que deseaba eternizarse al mando del ejecutivo y se le entregó las riendas del Estado al que por la Constitución corresponde, el presidente del Congreso, y se espera la convocatoria a elecciones en el menor tiempo posible.”
Quien es usted y que hizo con el verdadero Marsares?
martes 30 de junio de 2009, 16:46 COT
Marco, pues no sé. No me convence cuando se quita a alguien del poder a la brava …
martes 30 de junio de 2009, 18:36 COT
De acuerdo, pero esto no es lo mismo que decir que “con la guerra acabamos la guerra, o que la única solucion es la fuerza”?
Más que preguntarnos si el golpe de estado fue valido o no o si zelaya fue dictador o no, no es mas importante preguntarnos por la forma? ¿por qué no existen otros mecanismos para vigilar la justicia y la democracia? (¿Donde estan los medios? ¿Donde esta la sociedad civil? ¿Donde esta la comunidad internacional? etc.)
martes 30 de junio de 2009, 18:46 COT
Y bueno, ese argumento de “recobrar” el orden constitucional no es desconocido en la experiencia latinoamerica. ¿Vale la pena centrarse en eso?
Es decir, nosotros como testigos del fracaso de la democracia debemos seguir defendiendo el “Estado de derecho”o debemos crear mecanismos alternativos? Yo voto por la segunda opcion, no me quiero quedar el en siglo pasado.
Saludos
martes 30 de junio de 2009, 20:48 COT
Yo resumo lo que hace falta en la discusión sobre el golpe de pecho en Honduras se resume en una palabra: MEDIDA.
Comienzo aclarando que le digo golpe de pecho para que los simpatizantes no vengan a decirme que no es de estado por esto y lo otro, a pesar de lo que diga la RAE.
¿por qué medida? Porque ante la invocación a una hecatombe inminente de la que no hay pruebas tangibles (aunque esta vez al menos es verosímil, lo acepto), los comentaristas parecen perder el sentido de la medida. No pueden ponderar las cosas en su verdadera magnitud, porque hay un imperativo moral para inflar unas y comprimir otras de modo que ayuden a evitar la hecatomba.
La encerrona legislativa contra Zelaya, que probablemente batió varios récord Guiness de velocidad burocrática, merece alguna consideración antes de describirla como un modelo de institucionalidad. El congreso armó una ley para evitar una consulta no vinculante y la aprobó más rápido de lo que Zelaya pudo organizar su consulta, y la armó con los días contados para que apenas funcionara en el caso presente, para después quedar en el atiborrado desván de las leyes con nombre propio con el que cuenta toda república bananera que se respete.
Y claro, el mismo lubricante misterioso que fue capaz de convertir temporalmente una burocracia latinoamericana en un reloj suizo, fue capaz también de producir una sentencia contra el presidente en funciones (¿por qué será que eso no pasa más frecuentemente en el mundo?). Y, cosa de volverse locos, el presidente en cuestión no fue procesado de acuerdo a la ley, sino exiliado.
Por ahí dicen que el aceite lo puso el capital privado, pero no he visto bien eso, puede ser mentira.
En todo caso, qué admirable institucionalidad. Y de las medidas tan liberales que tomó el ejército y el gobierno autonombrado después de eso, ni hablar.
Igual que todo eso aparece distorsionado, también las evidencias de que Zelaya quería volverse un dictador tirano uich. Eso puede ser así, no lo niego, pero único evidente que hizo fue conducirse con la misma arrogancia ante la oposición que tan bien conocemos en Venezuela o Colombia.
Nada de eso le da un ápice de dignidad a Zelaya, caudillo godo pero más oportunista que godo (le dio por arrimarse al eje bolivariano). Como lo hicieron víctima de ese circo romano, anda feliz exibiendo los laureles del martirio, con una popularidad mundial que no se merece.
martes 30 de junio de 2009, 21:17 COT
No pude evitar pensar en Plazas Vega: “aquí defendiendo la democracia, maestro”.
Listo, Zelaya es un dictadorcito en ciernes (godo oportunista, parafraseando a don Lanark). Si, como dicen, el tipo no tenía apoyo ni siquiera de su propio partido en el Congreso y si los militares también le habían dado la espalda, si efectivamente había violado la ley, ¿no era suficiente con encanarlo o al menos abrirle un proceso? Zelaya no podía ni siquiera hacer el referendo o lo que fuera que pretendía realizar (si se hubiera hecho, sería inválido de todos modos). ¿No se “boletearon” como mucho sacándolo en piyama (pobrecito) y empacándolo en un avión a Costa Rica, a que fuera a darle quejas al reelegido Óscar Árias? El tiro les salió por la culata: Zelaya quedó como la víctima y nadie en América Latina, con todo lo que pasó en el siglo XX, va a echarse la soga al cuello patrocinando golpes de estado, mucho menos Obama.
Cierta es la doble moral de los golpistas y ahora “demócratas” Raúl Castro, Hugo Chávez y demás “galas”, así como la ambigüedad de Uribe (que no ha podido salir, pobrecito, de la encrucijada en el alma). Pero también es cierta la doble moral de grupúsculos derechistas que se proclaman a los cuatro vientos “demócratas” pero “reconocen” rápido a los golpistas de su bando ideológico, como esa pálida y burda respuesta al mamertísimo y tirapiedra Foro de São Paulo. Muy “demócratas” los que querían “restaurar” la “democracia” en Honduras, cortando la luz y las comunicaciones, bloqueando los canales internacionales de TV que estaban en la calle informando, repartiendo bala a sus contradictores.
Dudo mucho de que lo de Honduras fuera una “situación extrema” que justificara una medida tan antidemocrática como un golpe de estado por parte de los militares. ¿No es Chávez un ex militar? ¿No es verdad que los militares -así sean retirados- NO DEBEN GOBERNAR?
Muy tierno todo: defendiendo la democracia con golpes de estado. Castigar los asesinatos con la pena de muerte. Castigar las decapitaciones pasando a machete a los condenados. Castigar las violaciones violando al abusador. ¿Lo de Honduras da patente de corso para que en nombre de la “democracia” se perpetren golpes de estado y se “defienda” la democracia cometiendo crímenes? ¿Es ese el mensaje entre líneas de esta entrada?
mircoles 1 de julio de 2009, 00:00 COT
Yo quiero responderle a Julián: El mensaje de esta entrada no es ninguno. El autor de este bodrio nunca trasmite ningún mensaje. Yo no sé por qué usted espera que lo haga.
Es claro que los columnistas de equinoXio quieren posar de neutrales desconociendo que eso no es posible. Todo hombre neutral es cómplice de alguno de los bandos.
Lo que ocurrió con Zelaya fue un delito militar. Aquí en Colombia sí que estamos acostumbrados a ello aunque precisamente la costumbre es la que nos hace olvidarnos del asunto. Zelaya fue secuestrado por los militares y desterrado. Lo fletaron en un avión como si fuera una carga de café y dejado en un país cercano.
¿Que Zelaya quería convertirse en dictador? ¿Y eso cómo lo saben? ¿Lo saben porque desconocía leyes y normas y decretos? Pues entonces el desconocimiento de esta gente es muy pero muy grande:
¿No desconoció Bush a la ONU, la OEA, la PEA y la VEA cuando invadió Irak?
¿No pasó por encima de la Constitución Alvaraco cuando se reeligió a punta de notarías, embajadas y contratos?
¿No viola Alvaraco el espacio aéreo y terrestre nuestro presidente con tal de obtener lo que quiere? (Secuestro de Granda, captura de S. Trinidad, bombardeo a Reyes etc)
¿No existe en un país tropical sin metros ni trenes un Congreso cuyo 30% de los congresistas están presos por paramilitarismo? Mientras ellos están presos su jefe va por otros 4 años de zonas francas e interceptaciones.
¿No viene siendo un dictador aquel que espías las conversaciones de sus opositores? Porque no me dirán que el DAS siendo de Alvaraco no le comentó a su jefe lo que decían los narcoterroristas de las cortes.
A mí eso de las dictaduras de izquierda no me molesta: me encantan. Me encantaría un Castro, un Stalin, un Ceauceascu, un Pol Pot en Colombia. Me encantaría salir a la calle y encontrarme un reguero de cadáveres todos los días y más me gustaría aún ser uno de esos cadáveres. Cualquier cosa es mejor que seguir respirando el hedor de esta gentuza arrodillada que vive con la cabeza en otro mundo mientras medio país pasa hambre y el otro medio si apenas puede mamarle gallo a las 3 comidas.
¡Que viva Chavez y sus 4 millones de PhDs!
mircoles 1 de julio de 2009, 11:56 COT
Por lo visto Fidel Cano Correa se volvió “comunista” después de viejo…
jueves 2 de julio de 2009, 09:39 COT
Excelente articulo el de Marsares.
Me queda un sabor amargo: ¿Es que no existen mecanismos de revocatoria del mandato ejecutivo en paises latinoamericanos?
Por ejemplo en Canada, la sucesion de Paul Martin por Harper, para mi es un caso concreto de revocatoria de mandato.
Si nuestro paises tuvieran ese tipo de mecanismos politicos de seguro no estarios haciendo estos shows militares o golpes y contragolpes.
Ahora bien, viene el problema de la SOBERANIA. ¿Con que derecho juzgamos a los Hondureños? Se ve que todo el caso no es mas que un asunto interno.
Muy grave que el ALBA este vociferando y anunciando derrocar al gobierno a sangre y fuego al gobierno de transito.
Rechazo profundamente el ultimo comentario de bilioso: por favor no mas violencia en nuestras pantallas de computador….. La ultima escena de querer un Castro o Un Chavez genocida en Colombia llenando la calle de muertos y deseando el mismo ser un muerto, me ha conmovido y enternecido en grado sumo….muy raro, porque el mismo alguna vez mutilo un perrito tan solo para ganar visitantes en su fracasado blog.
Ese tipo de mensajes realmente son molestos y no aportan nada al tema.
Continuemos: fijense que ahora los referendos, consultas populares, plesbicitos, encuestas, cuarta urna, septima papeleta, etc, etc, estan a la orden del dia en Latinoamerica. Nuestras constituciones no son claras a la hora de elegir mandatarios o son tan rigidas que cada 20 minutos hay un gobierno deseando cambiar la constitucion. ¿Estamos ante una Latinoamerica Orwelliana?
Yo creo que la re-eleccion es buena por un periodo extra. Tener tres mandatos de un gobernante ya suena a enquistamiento del poder.
¿Acaso Uribe se comporta como un Zelaya? Fijense que Uribe tiene problemas con la corte suprema…ummm
Si hay golpe de estado en Colombia, y se impone a un candidato Chavista…el ALBA se dara los mismos golpes de pecho y anunciaran la re-entronizacion de Uribe a sangre y fuego??
Yo creo que ser neutral es absolutamente honesto cuando se trata de dar una opinion. Este articulo de Marsares para mi resulta muy merecido para el lector. Queria yo expresar lo mismo, pero Marsares ha encontrado cada palabra y cada idea correcta. Felicitaciones.
Saludos y enhorabuena por el debate, cada opinion (incluso la de bilioso) ha enriquecido muchisimo este incierto tema del golpe o contragolpe Hondureño
jueves 2 de julio de 2009, 19:48 COT
dotjorge;
En la filosofía política, y en las disciplinas jurídicas, por supuesto, ha sido permanente la discusión sobre el derecho de los pueblos a rebelarse contra los regímenes opresores, incluso por las vías de hecho ya que en ellos reposa la soberanía. Los ejemplos abundan en la historia y en nuestra región. Recordemos a los Montoneros en Argentina, los Tupamaros en Uruguay, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en Chile, el FMLN en El Salvador y el FSLN en Nicaragua, contra dictaduras, algunas de las cuales se “legalizaron” a través de elecciones amañadas, como en el caso de Batista, en Cuba, Trujillo en República Dominicana, Somoza Debayle en Nicaragua, y Stroessner, los cuales apelaron a “reformas constitucionales” para posibilitar las reelecciones, por uno, dos o más períodos. En Colombia, el general Rojas Pinilla fue retirado del poder por una junta militar, cuando pretendió eternizarse en el poder, desobedeciendo los pactos con los partidos políticos tradicionales. Como se ve, la historia se repite en nuestros tiempos, y Zelaya iba camino de hacerlo, siguiendo el ejemplo de la región. El rompimiento de la institucionalidad, genera, para infortunio de la democracia, soluciones de fuerza y a esto Zelaya llevó a su país, cuya maltrecha democracia no tiene la fortaleza para enfrentar los ánimos reeleccionistas por la vía jurídica. Zelaya provocó el golpe de estado y su país vuelve a empezar la larga y pesada cuesta de la construcción de un estado democrático.
(Marsares sigue ahí, conmigo, también padeciendo de incertidumbres, pues hablar de estos temas no es fácil, menos en medio de dolorosas experiencias de muchos años en este lado del mundo)
julian:
A mi tampoco. La democracia debe defenderse a ultranza y los mecanismos dispuestos en ella para remediar los entuertos de sus gobernantes. ¿Pero qué hacer cuando se encuentra maniatada o convertida en rey de burlas? Decisiones difíciles, pues muchas de las veces, las soluciones violentas terminan enterrándola. Esperemos que en Honduras, se retorne pronto a la normalidad.
maria paula:
La fuerza es la última solución, luego de fracasar las salidas institucionales. Lo ideal es que a los dictadores se les derrota por la legalidad, pero si la ley son ellos, la última medida es la fuerza, o esperar su fallecimiento. El mundo nos proporciona muchos ejemplos en uno u otro sentido. Respecto a los otros medios que cita, a diario vemos que no pasan de meras constancias. Priman los intereses, pese a que los organismos de derechos humanos, vivan denunciando los atropellos. Recordemos a Ruanda, Cambodia, Darfur, y tantos lugares donde genocidios han provocado una intervención tardía. O un simple mirar para otro lado.
Respecto al “Estado de derecho”, que ha evolucionado hacia el “Estado social de derecho” cuya máxima expresión la tienen las democracias de los países nórdicos, es el pilar de la democracia. Otras alternativas como las llamadas “democracias populares” de la antigua Cortina de hierro, o los regímenes estalinistas que ahora propugnan resucitar en el llamado socialismo del siglo XXI, donde el equilibrio de los poderes desaparece entronizando uno solo en cabeza de un gobernante y su partido único, son alternativas que asustan. Hay que fortalecer el “Estado social de derecho” con sus garantías fundamentales que permiten la convivencia entre la diversidad, instaurando una democracia participativa.
Lanark:
Es cierto lo del poder legislativo hondureño, pero con sus defectos y falencias, incluyendo la corrupción y la metida de la mano de los que se creían perjudicados con la administración de Zelaya, se estaba dentro de los cauces institucionales, y le correspondía a Zelaya dar la pelea jurídica, sin llegar a las vías de hecho, pues con ello no hizo más que dar motivos de sobra a sus opositores para terminar de quebrar el orden jurídico que él mismo había propiciado. El abrió la Caja de Pandora. En vez de enfrentar al capital privado y sus cómplices en el terreno de las urnas, sin papeletas acomodadas, cometió el mismo pecado de ellos, pretender eternizarse en el poder, dejando al garete su legitimidad.
Julián:
Como dice el político: una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Zelaya, con sus llamados populistas y su torpeza política, estaba ad portas de provocar una guerra civil, enfrentando a parte de la población, con el resto, imponiendo sus propios puntos de vista. Ahora, no debemos mirar a Honduras con la óptica de otros países cuya democracia no es tan débil. Honduras, como la mayor parte de Centroamérica, no posee instituciones fuertes, estilo Costa Rica, que son capaces de procesar a un presidente. Ni siquiera Colombia, cuyo poder judicial tiene una gran fortaleza, ha podido juzgar a un presidente, porque su fiscal, el congreso, jamás lo ha permitido. En Honduras, la prepotencia de Zelaya tenía arrinconado al legislativo y de no haber sido por la intervención militar, muy posiblemente cierra el Congreso, construye un nuevo orden jurídico a su acomodo y se eterniza en el poder. Zelaya trajo de regreso a los militares. Tal para cual. La presión internacional, ahora, debe centrarse en exigir que se elija por las urnas a un nuevo presidente, que se ajuste al ordenamiento constitucional, y el ejército siga en sus cuarteles, como parece que lo está ahora. Tanto pecado carga Zelaya que ahora, en sus declaraciones a los medios de prensa, promete que de regresar al poder no va a insistir en ser reelegido. Y el mensaje “entre líneas” es que debe fortalecerse la democracia, con sus errores y tropiezos, para que no se llegue al extremo de utilizarse estos remedios, que muchas veces –no todas- fungen como enterradores de la democracia que dicen defender.
Schlecter:
Los mecanismo de revocatoria si existen, pero sólo en el papel. Aquí tuvimos un presidente elegido con dinero de los narcotraficantes y ahí sigue tan campante. Tenemos un presidente cuya reelección es ilegítima, y ahí sigue tan campante. Para no hablar de los vecinos, que han hecho de las constituciones su rey de burlas, como en el nuestro, claro está. Ahora, prevalidos de su populismo que les consigue un abrumador apoyo popular, tuercen la ley, estrujan la constitución, la moldean a su amaño, para conseguir el fin último, reelegirse indefinidamente ellos mismos o a sus sirvientes, como en el pasado. Estamos, infortunadamente repitiendo la historia.
jueves 2 de julio de 2009, 20:03 COT
Raro que Marsares no se haya referido al bloqueo mediático, ni a los toques de queda (¿ley marcial?) ni a las demás medidas del “democrático” gobierno de facto.
viernes 3 de julio de 2009, 10:13 COT
Julián:
Reitero que no estoy de acuerdo con las soluciones de fuerza y que sólo en casos excepcionales, se les puede dar cabida únicamente con el fin de restablecer los cauces democráticos. Se viven momentos de confusión en Honduras, y tanto seguidores como adversarios de Zelaya, defienden sus tesis, los unos pidiendo que regrese, y los otros que se le detenga y se le procese por corrupción. Es claro, que la inestabilidad obliga al recorte de las libertades individuales, mecanismo democrático que contemplan la mayoría de constituciones del mundo. Pero este recorte debe ser transitorio, destinado únicamente a preservar el orden público y fortalecer el orden constitucional. Lo que habría que ver es si las medidas tomadas por el presidente interino se ajustan a las leyes hondureñas o si se han presentado excesos y abusos por parte de la policía, que es la que está enfrentando en las calles los desórdenes. El poder judicial hasta ahora es partidario de procesar a Zelaya y no ha denunciado que durante estos días se esté desobedeciendo la ley. Esto es lo que hasta ahora se sabe de Honduras, pese a la guerra mediática que se está viviendo, aunque los corresponsales independientes hablan de una relativa normalidad. Pero hasta no tener suficientes elementos de juicio, es difícil pronunciarse en una u otra forma.
viernes 3 de julio de 2009, 12:16 COT
Cito textualmente a Marsares:
“En casos como éste es justificable la medida de fuerza si tiene como exclusivo fin recobrar el orden constitucional. Y al parecer esto sucede en Honduras. El ejército no se tomó el poder. Se convirtió en medio para expulsar al que deseaba eternizarse al mando del ejecutivo y se le entregó las riendas del Estado al que por la Constitución corresponde, el presidente del Congreso, y se espera la convocatoria a elecciones en el menor tiempo posible.”
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En un foro dije que los golpes de estado eran un mal necesario para las democracias, pues significaban un punto y aparte para llevar la situación institucional de un país a su cauce normal cuando se haya salido de su curso por causas graves. Lo malo es que casi siempre el remedio resulta igual o peor que la enfermedad.
viernes 3 de julio de 2009, 22:31 COT
Tome este mensaje de un anonimo en el periodico el mundo.es, me parece interesante la informacion de caballero o dama que lo escribio.
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La SUSTITUCIÓN DE ZELAYA ESTÁ CONTEMPLADA en la CARTA MAGNA hondureña.- La Constitución hondureña prohíbe expresamente no sólo postularse a la reeleccción presidencial, sino también promover cualquier propuesta en dicho sentido. Dicha Carta Magna dice expresamente que quien promueva dichas ideas debe ser removido del cargo.El ex-presidente fue informado reiteradamente de sus intenciones ilegales por la Suprema Corte, el Tribunal Electoral, el Congreso y la mayoría de sus correligionarios políticos. DESTITUIR A ZELAYA FUÉ RIGUROSAMENTE CONSTITUCIONAL y trasladarlo a otro país fue más respetuoso y expeditivo que un prolongado juicio político que podría paralizar a Honduras por muchos años. La ONU, OEA, UE, EEUU etc. cometieron el error de juzgar antes de conocer los hechos y las leyes hondureñas, perfilándose así como antidemócratas, intervencionistas o por lo menos hipócritas. Honduras es un país soberano y cualquier injerencia de otros paises, de la ONU, la OEA… está fuera de lugar.
domingo 5 de julio de 2009, 11:02 COT
Rafa XII:
Hay algo a tener en cuenta, además. La orden de captura de Zelaya fue emitida por la Corte Suprema de Justicia, y el ejército la cumplió de acuerdo con el ordenamiento legal. Aunque el paso siguiente debió haber sido ponerlo a disposición del juez competente para procesarlo, prefirió enviarlo fuera del país. La medida es torpe, pero podría encontrar alguna explicación si con ello se buscaba evitar que, con su presencia en el país durante el juicio, se desestabilizara Honduras, corriéndose el riesgo de una guerra civil, incluso con intervención extranjera. Al parecer se escogió el mal menor: la condena internacional.
Schlecter:
Diciente resulta que el acto de presentación del nuevo presidente de la república (de acuerdo con la Constitución hondureña, el presidente del Congreso), estuviera acompañado de las cabezas de los otros dos poderes, la Corte Suprema de Justicia y el Congreso de la República, lo que indica que no fueron afectados por esta medida de fuerza y siguen funcionando de acuerdo con las leyes, en completa normalidad. También que el apoyo al nuevo presidente venga de todos los sectores, incluida la Iglesia católica, y el propio partido de Zelaya. También que las mayores manifestaciones populares sean a favor de Micheletti. Aunque mis puntos de vista fueron al comienzo solitarios, en una histérica cascada de manifestaciones a favor de Zelaya, un violador del estado de derecho y cabeza de puente del chavismo, ahora que las cabezas se están enfriando y regresa la cordura, crecen las voces que encuentran explicaciones razonables a la medida de fuerza, y la señalan no como el clásico cuartelazo de otras épocas, sino como una respuesta armada dentro de las instituciones a quien, desde el poder ejecutivo, pretendió romper las instituciones democráticas de Honduras. Como se ve, el mundo no es el blanco y negro que pretenden los políticos, sino una suma de grises que requiere mayores reflexiones. Al margen: Ingeniosa la frase de Vladdo sobre el tema: “Vladdomanía opina que lo de Honduras no fue un golpe sino un totazo”.
domingo 5 de julio de 2009, 15:28 COT
en una histérica cascada de manifestaciones a favor de Zelaya
¿Cuál “cascada de manifestaciones a favor de Zelaya”? Censurar un golpe de estado, independientemente de los motivos, de quiénes sean los golpistas o los derrocados, como una salida para una situación que podría haber sido resuelta de una manera esa sí “democrática”, no significa apoyar al chavista y portador del virus reeleccionista Manuel Zelaya. Deploro esta frase del autor de la entrada y rechazo que se me acuse de apoyar a tan siniestro personaje, que no está muy lejano de los “demócratas” golpistas cuyas imposiciones de toques de queda, bloqueos mediáticos, promociones de la desinformación y restricciones de las libertades individuales Marsares celebra con aparente euforia.
domingo 5 de julio de 2009, 17:53 COT
Lo que yo veo y creo que lo ve también Marsares (ya es mucho decir que ambos estemos viendo lo mismo) es que había que sacarlo del poder sí o sí porque estaba violando flagrantemente la constitución, y la manera de sacarlo, aunque no fue la más decorosa, fue la más práctica, porque a pesar de los reclamos de Julián por salidas democráticas, hay veces que es mejor o menos malo, ir a la fija. Al menos los golpistas tuvieron la deferencia de dejarlo con vida y no fusilarlo como hicieron en Rumania con Ceacescu cuando terminó su infame dictadura. No es que haya que apluadir a los golpistas porque no mataron a Zelaya, pero si lo hubieran matado, la situación estaría peor.
lunes 6 de julio de 2009, 19:11 COT
Julián:
Cuando escribí esa expresión pensé en Chávez y su coro de áulicos, dándose golpes de pecho, mientras ellos, en sus países tuercen la democracia a su acomodo. También en los otros gobernantes que exigieron la expulsión de Honduras de la OEA, pero voltean la cara para otro lado ante las violaciones sistemáticas de la Constitución en muchos países, como las constituyentes manipuladas del Ecuador o los referendos de Venezuela o Colombia, o las mañosas alianzas de Ortega con Alemán, para sitiar en el pasado a presidentes que no son de su agrado. Jamás pasó por mi mente descalificar a los foristas, cuyas opiniones valoro por ser idealistas defensores de la democracia, aun cuando ella se encuentre maniatada al pie del patíbulo, sin esperanza de redención.
Rafa XII:
De acuerdo. El peligro de que Chávez, aparte del corrupto Ortega, continuara penetrando en Centroamérica con sus delirios totalitarios, destruyendo la frágil y naciente democracia de Honduras, causando un efecto dominó en Centroamérica, era muy grande. Con Zelaya fuera, la influencia chavista queda maltrecha y eso ya es una buena noticia. Por fortuna, pese a su intervención descarada en las marchas pro Zelaya, las instituciones democráticas de Honduras se repondrán de este suceso, y en algunos meses retomarán el camino, sin venezolanos de por medio.
lunes 6 de julio de 2009, 20:36 COT
Hay algo muy notorio en esta crisis Hondureña: La unanimidad internacional para condenar el procedimiento del “gobierno de transicion constitucional”.
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Al unisono, Colombia, Venezuela, USA, la OEA, La ONU, Los paises de la Europa Rica, etc, etc, condenan el hecho de este “golpe dictatorial” tan solo porque Micheletti no es mas que un “pinche” diputado. (Opinion de Zelaya sobre Roberto Micheletti, segun wikipedia es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_en_Honduras_de_2009#Antecedentes).
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Pareciera que para ser gobernante (aunque sea de una banana republic) hay que contar con el apoyo de varios “cacaos” mundiales. Ahora si comienzo a creer que el mundo es propiedad de los Masones de grado 33…. Seguro el tal Micheletti no estaba en los planes de nadie.
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Muy extraño que se obligue a la brava a Honduras a aceptar la “democracia”
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¿Quien es mas dictatorial el poder internacional que quiere imponer a un muy cuestionado Zelaya o Los “golpistas” hondureños empeñados en hacer cumplir la Constitucion del pais.
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Fijense que el paralelo con Colombia y el bloque chavista es bastante diciente: Todos han modificado a su gusto las constituciones, hasta convertirse en figuras de “Dictadores Democraticos” o “Caudillos Constitucionales”.
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Segun parece a la ONU (o los masones) esto le viene como anillo al dedo.
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Solo por pura rebeldia y por espiritu romantico me gusta lo que hace Micheletti, es un paisillo dimuto, pobre y solo, contra el bloqueo, politico, economico que le impone el mundo.
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Y algunos lloran y se dan golpes de pecho, porque a Cuba UN solo pais lo tiene “bloqueado”.
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Por favor dejemos que Micheletti convoque las elecciones de Noviembre y que en Enero entregue el poder al electo popularmente.
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Yo creo que Michelleti no jugara sucio y piensa sostenerse tan solo mientras encuentre a alguien que si respete el estado de derecho.
lunes 13 de julio de 2009, 06:47 COT
Comparto todo lo que dice Lanark y Julián. Creo que los antizelayistas no necesitaron hacer todas las estupideces políticas que han hecho para neutralizar a Zelaya, y menos con todo el poder judicial y legislativo en sus manos. Represión, censura de prensa antimichelettista, detenciones extrajudiciales no es ejemplo de democracia, así como el tinte racista y xenófobo de sus funcionarios. El hecho de que por un lado el gobierno de facto diga que quiere detener a Zelaya y por otro no lo deje llegar al país, también demuestra lo poco seria que es esa mal llamada “salida constitucional”.
Demócrata que se respete debe condenar cualquier golpe de Estado, tenga la ideología que tenga. En ninguna parte de la Constitución hondureña dice que hay que sacar a un presidente constitucional a mano armada y a la fuerza y menos “destituyendo” a un presidente con una renuncia cuya legitimidad no está comprobada. Tanto los izquierdistas que apoyan las reelecciones de sus líderes como los derechistas que hacen lo mismo no tienen autoridad moral para criticar las intenciones reeleccionistas de Zelaya. Y en ese sentido, esta entrada comprueba que la democracia se defiende solo cuando a cada uno le conviene.
Pasar por alto ese GOLPE DE ESTADO, es dar por hecho que es aceptable derrocar violando la ley a cualquier presidente que no gusta de ciertos actores políticos. Y eso atenta contra la estabilidad de todos los países democráticos. En lugar de mejorar la situación, la empeora. Lo único inteligente que debieron hacer los enemigos de Zelaya era destituirlo, tenían las instituciones suficientes para lograrlo.
Ahora Zelaya es vendido como el mártir, y Micheletti como el dictador que en verdad también es si hablamos de dictadores.
El hecho de que gran parte de la comunidad internacional tenga rabo de paja no da derecho a justificar semejante desacierto.
lunes 13 de julio de 2009, 09:48 COT
Tigre, yo creo que si vamos a condenar el uso de la fuerza para hacerse al poder, como ocurrio en Honduras cuando los militares exiliaron a Zelaya a punta de armas y en horas de la mañana. Pues tambien debemos condenar a las FARC por su conducta anti-democratica.
Usar las armas para establecer un nuevo gobierno no es el camino democratico.
Igual debemos condenar al señor Castro: Se hizo al poder mediante la sangre y el fuego.
Ahora bien ¿que es “Democracia”?:
Desde mi humilde punto de vista se resume asi: “Te abren las urnas cada 4 años para elegir a otro representante de aquellos que ya estan enquistados en el poder”
Claro tambien es posible que te abran las urnas para “consultarte” si deseas que los mismo que ya estan en el poder siga indefinidamente gobernandote.
Eso no es democracia….no de la manera como es vendida.
La democracia en grecia, era un metodo para asegurar que los ricos y poderosos (nobles y comerciantes) tuvieran voz y voto en la asamblea, pero jamas al “pueblo” tenia acceso a estas asambleas…. desde este punto de vista, si que hay “democracia” en el mundo: Los ricos tienen voz y voto para ser elegidos por el manoseado pueblo que incautamente cree que esta participando libremente de un ejercicio de libertad.
Saludos
lunes 13 de julio de 2009, 09:54 COT
Coletilla: A todas estas ¿Quien era Zelaya? El hijo de una familia riquisima de Honduras, enquistada en el poder. Los Zelaya eran (mejor SON) unos parasitos de marca mayor, en colombia los llmariamos Caciques al estilo los Sabas, Vives, Mosqueras, Lleras, Samper…etc, etc. Oligarquia dirian en Venezuela. Yque en latinoameirca equivale a las familias de Somozas, Noboas, Torrijos, PRIS, etc, etc….
Asi que este señor Zelaya (y su hermano Micheletti) son de esos que se turnan el poder de Honduras.
Tan ambisioso era el tal Zelaya que de rico hacendado paso a “adalid chavista” mejor “asociado bolivariano”
lunes 13 de julio de 2009, 10:31 COT
Sólo una corrección idiomática para Schlecter. En español NUNCA se pluralizan los apellidos.
martes 14 de julio de 2009, 10:39 COT
¿El penúltimo párrafo es una amenaza velada a Uribe? ¿Apoyaría Marsares un eventual golpe de estado contra Álvaro Uribe Vélez?
jueves 16 de julio de 2009, 10:11 COT
eso pasa amigos… cuando las personas elegidas demograticamente por el pueblo se van de abuso como el pichon de dictador de zelaya…gloria a las fuerzas armadas de honduras que sin son forjadoras de libertades..no como las ven ezolanas que se arrastran por el piso ante el brujo y asqueroso santero de hugo chavez frias al cual tarde o temprano tendra que pagar por sus crimenes contra los jovenes ancianos y niños de nuestra patria.. pronto llegara la livertad de venezula y nos enrrunbaremos hacia un destino mejor del que nos prometio hace diez años la rata asquerosa esta que sueña con ser la reencarnacion de sadan husein.. y por su mal comportamiento va la revivir ahora a los verdaderos curpables de esta tragedia y esta masacre que vamos a tener que pasar para librar a venezuela hablo de los asquerosos adecos y copeyanos.
sbado 1 de agosto de 2009, 17:37 COT
Muy interesante las opiniones vertidas por ustedes, personas versadas y estudiadas, y hasta cierto punto con experiencia en golpes de estado de sus respectivos paises. Si no de muy cerca. Hay mezclas de verdades y medias verdades, es cierto la mala administración en ciertos aspectos del Ing. Manuel Zelaya, cuyos origenes deberían ser mejor conocidos por ustedes, pero que administración es perfecta, nos dio un aumento al salario mínimo (entre otras cosas) para citar un ejemplo, y la respuesta de la empresa privada fue la de despidos masivos y cierre de muchas empresas, sin que esto afectara las economías de la misma empresa privada… El sr. MIcheletti, empresario desde su cuna, oligarca, rico, oportunista, entre muchos apelativos que se le merecen a lo largo de casi 30 años de experiencia dentro del congreso nacional, político de oficio, negociador. Aqui en su pueblo natal se le admira porque se ha destacado por tener una actitud ¨populista¨ para obtener votos y perpetuarse como diputado, además de su desprecio hacia los que ya no les son utiles a sus propósitos, además de estar ligado fuertemente con los grupos madederos del pais que están dejando sin bosques al mismo. Aqui en Honduras solo hay dos partidos políticos, dentro de ellos políticos de oficio. Juzguen ustedes a partir de ahi. Golpes de estado? Hay para más. Vengan y vean, vengan y vivan la realidad de un país que lo mantienen a ¨pan y circo¨ dicho de otra manera, alcohol, futbol y fanatismo religioso ciego…