Por fin El Espectador regresa a diario
Estancias > Sala de PartosPor Julián Ortega Martínez
domingo 11 de mayo de 2008 21:01 COT

Primera plana del periódico El Espectador del 11 de mayo de 2008 (Foto: Julián Ortega Martínez / equinoXio, licencia CC-BY)
Mis lazos sentimentales con el periódico de la familia Cano me impiden pasar por alto esta ocasión tan especial. Hoy, 11 de mayo de 2008, renace El Espectador, el rotativo más antiguo de Colombia, como diario, luego de haberse convertido en semanario en 2001, tras una cruel crisis económica, hecho que, no obstante y tras el regreso de uno de los Cano (Fidel, bisnieto del fundador) a la dirección del periódico, se convirtió en una oportunidad que hoy rinde los frutos del esfuerzo de todos por sacar el periódico adelante.
"El fortalecimiento de la opinión, con una base de columnistas independientes y críticos; el espacio a los artículos y entrevistas profundos y analíticos, así como al desarrollo de los diferentes géneros periodísticos y el impulso a las investigaciones periodísticas" son la base tanto de la recuperación del periódico, que ahora puede circular de nuevo diariamente, como de la etapa que inician hoy, según expresa el señor Cano Correa en el editorial.
Por lo que pude constatar en el primer número de El Espectador como diario, el 34.283, el legado de Guillermo Cano Isaza, asesinado por las balas del narcotráfico que todavía manda en Colombia, seguirá por ahora en buenas manos. Será un reto difícil, con un equipo todavía pequeño pero en crecimiento. Sin embargo, muchos estamos seguros de que la tradición de independencia y de calidad de uno de los ocho mejores diarios del mundo según una encuesta de Le Monde logrará imponerse. El resurgimiento lo veíamos venir con el relanzamiento, el 7 de marzo pasado, de su versión digital, lo que demuestra que las directivas y los accionistas del periódico son conscientes de que el futuro se encuentra en la red. Hasta el legendario José Salgar, icono del periodismo de la vieja escuela, lo reconoce con optimismo. Ya veremos si logran aprovecharlo como debe ser.
- 22 mar 2007: Los 120 años de El Espectador
- 23 abr 2008: La victimización de Mario Uribe, cortesía de El Tiempo
- 2 mar 2008: El cadáver de Raúl Reyes y el sensacionalismo de los medios colombianos
- 31 ene 2007: La venta de El Tiempo, un deber patriótico
La golpeada democracia colombiana recibe un nuevo aire con el regreso de El Espectador como diario, en formato tabloide europeo, cómodo y manejable. Insólito para algunos era el monopolio del diario de la familia Santos (hoy de Planeta) como único diario de circulación nacional. A diferencia de otras publicaciones, El Espectador ha sufrido en carne propia las consecuencias de denunciar lo que muchos en este país prefieren callar. Una vocación de independencia que, si bien no es del todo perfecta para algunos, es bienvenida en esta atribulada y atormentada nación.
Celebramos entonces este renacimiento, que no es otra cosa que la continuación, por la puerta grande, de lo iniciado por Fidel Cano Gutiérrez hace más de 120 años y de la incansable labor de Guillermo Cano Isaza, en cuyo honor entrega la UNESCO el Premio Mundial de la Libertad de Prensa. Aquí estaremos muy pendientes, haciendo el "control social" necesario para que un medio de comunicación de la calidad de El Espectador, como lo decíamos hace poco más de un año, "siga siendo no sólo "espectador" sino protagonista de la historia de este convulsionado y apasionado país tropical", sin servirles a nadie más que a sus lectores, al pueblo colombiano.
domingo 11 de mayo de 2008, 21:57 COT
Si Julian que bueno… yo entro a leer El Tiempo y El Espectador en Internet y por lo general veo en este ultimo noticias que el primero no publica, o les coloca un titulo diferente para no hacer notar que es algo importante.
Bienvenido El Espectador, y sus voces independientes…
lunes 12 de mayo de 2008, 17:17 COT
Ojalá que esta vez, aparte de la opinión, que siempre ha sido su fuerte, mejoren en el cubrimiento noticioso. En los dos años que estuve trabajando allá (1992-94), me di cuenta que las noticias eran cubiertas la mayoría de las veces obedeciendo a la ley del menor esfuerzo, y eso no debe ser así.
martes 13 de mayo de 2008, 04:36 COT
Ya era hora que resucitara el periodismo.
Ojala no que sea tarde para sacar a Colombia de la intoxicación narco-paramilitar en que la han sumido los medios narcotizados como el periódico de los cafres (El Tiempo). Ojala no sea tarde.
Sin embargo me temo que mi Colombia se para-narcotizó y se volvió adicta a las drogas del imperio y lo único que hace falta es la sobredosis que la mande a mejor vida, que la desintegre y le de gusto a alvaro uribe de finalmente obtener la su sueño de la independencia de su Republica Condominio de Antioquia donde él y su cartel de delincuentes podrán gobernar por muchas generaciones sin que el pueblo los moleste.
martes 13 de mayo de 2008, 15:26 COT
Rafa XII:
El cubrimiento "noticioso" se va para la versión en internet. Creo que la prueba de fuego será el impreso de mañana, donde deberíamos ver todo el análisis y el contexto de la extradición de Mancuso y Cía (en internet el cubrimiento fue muy completo). Fidel Cano Correa lo justifica en esta entrevista con El Comercio de Ecuador:
He comprado los tres días el periódico y me ha gustado mucho. Se han ido por esa línea de análisis, opinión, entrevistas, etc. De vez en cuando hay una que otra nota "de registro". Lo que me pregunto es si podrán sostenerlo con un equipo tan reducido.
Gracias a Macladu y a Tequendamia por sus comentarios.
martes 13 de mayo de 2008, 21:22 COT
Es de las mejores noticias que he recibido por estos días. ¡Enhorabuena!
Me gustó Julián también tu último coment y esa objetividad analítica hace que el diario El Espectador seduzca a más lectores, entre ellos, por supuesto, yo.
Un abrazo equinoXial!
mircoles 14 de mayo de 2008, 12:33 COT
Bueno, yo me refería a la época en la que estuve allá y a una anterior (los años 80) cuando mi padre fue suscriptor. En ese entonces daba grima ver el poco despliegue que se le dio a noticias tan cruciales como la extradición de Lehder, la victoria de Lucho Herrera en España, el asesinato de Galán, el de Pizarro y en el de Jaramillo, la bomba del Das, la fuga y muerte de Escobar, etc. Así a vuelo de pájaro, en esos hechos, El Tiempo, El País y El Colombiano decicaron cuadernillos completos a cada evento. En cambio El Espectador despachó ese hechos en cuatro páginas. No se puede decir que era por falta de plata, porque aún en el 92-93 estaban disfrutando de la gran bonanza comercial que tuvieron con el concurso de Javier y los cursos de costura de Paola Turbay.
No me malinterpreten, El Espectador ha sido una gran casa periodística, pero ha sido manejada pésimamente.
jueves 15 de mayo de 2008, 09:52 COT
Diario pobre pero honrado
jueves 15 de mayo de 2008, 12:31 COT
A propósito de lo dicho por Rafa XII, es bueno aclarar algunas cosas. A raíz de las denuncias que El Espectador hizo respecto al Grupo Grancolombiano que tuvo su máximo esplendor en el Gobierno de Turbay Ayala y que comenzó su debacle en 1983, al periódico de los Cano el grupo le retiró toda la pauta publicitaria, causándole gran deterioro económico. Luego de la muerte de Guillermo Cano, se produjo en 1989 la bomba contra sus instalaciones que repercutió en una grave crisis financiera de la que no se pudo levantar el diario, aparte de que los carteles lo tenían vetado en las principales ciudades del país, reduciéndose su circulación a Bogotá y otras pocas ciudades. Aunque consiguió empréstitos, no hubo manera de conseguir el punto de equilibrio. Por eso, a raíz de lo que cita Rafa, pese a su gran prestigio, El Espectador no pudo responder con eficacia a muchos de los retos periodísticos de entonces lo que disminuyó como era de suponer sus lectores y la posibilidad de sobrevivir. Un círculo vicioso que sólo pudo romperse con su venta a los Santodomingo.
sbado 17 de mayo de 2008, 11:24 COT
Yo creo que el registro noticioso en la prensa escrita no tiene que ser tan minucioso, para eso esta la radio y la t.v. e incluso el internet. Por ejemplo los títulos con los que usualmente abren diarios como El Tiempo o El Colombiano se me hacen inútiles, estériles y hasta ridículos porque básicamente son el títular de rcn t.v. en las noticias de 12 horas antes que es lo mismo que ha venido desarrollando Caracol Radio durante esas 12 horas.
El periódico no puede competir con eso y su nicho está en el análisis. Hoy esos dos diarios abren con cosas como “Teodolindo Avendaño tras las rejas”; ese titular lo estamos viendo y oyendo desde ayer a la hora del almuerzo y en las notas interiores evidentemente se dedican a un registro noticioso de la captura del señor. Como lector me hubiera parecido mucho más interesante que me contaran quienes son los aliados políticos de Teodolindo, cual es la relación de las consignaciones que lo llevaron a la cárcel y cual es el panorama para Sabas y Palacio. Ahí es que debe competir la prensa escrita y ese es su fuerte, lo demás es la repetición de la repetidera.
domingo 18 de mayo de 2008, 12:14 COT
Por supuesto que estamos hablando de la prensa escrita de hace 20 años o más, cuando no había internet ni televisión por cable y en Inravisión había solamente tres noticieros de media hora, no de tres horas y media como ahora. En esa época, los periódicos eran el referente máximo en cuanto a la profundidad de la información.
domingo 18 de mayo de 2008, 12:31 COT
Con Rafa debo estar de acuerdo en que en otras épocas no muy lejanas, las personas “bien informadas” buscábamos esa profundidad en los periódicos, profundidad que ni la radio ni mucho menos la televisión de dos canales (con la censura de doña Noemí Sanín, por ejemplo) nos suministraban. Pero también es cierto que las batallas de don Guillermo Cano con el grupo Grancolombiano y el primo del otrora “camarada” Josiobdulio terminaron ocasionando la asfixia financiera de la que nos hablaba Marsares, quien junto a Rafa XII hablan con conocimiento de causa por haber tenido el honroso privilegio de trabajar en el diario de los Cano.
Juan Diego da en el clavo y en ese sentido Fidel Cano Correa está de acuerdo con él. Así las cosas, alegra mucho que El Espectador, de nuevo, esté a la vanguardia y dedique sus páginas impresas al análisis y el contexto de las noticias que nos llegan con la rapidez del rayo por interné, televisión y radio. Ese es el futuro de los medios impresos.