Por favor, ¡colectividad!
Estancias > Primera planaPor Julián Rosero Navarrete
mircoles 11 de marzo de 2009 0:24 COT
La semana pasada hubo el despliegue mediático más subutilizado de la historia de la televisión nacional al tratar de cubrir las “movilizaciones” de ciudadanos en contra del Pico y Placa todo el día para la ciudad de Bogotá. Como siempre, es necesario resaltar cualquier tipo de manifestación ciudadana pues, proviniendo del pueblo, en algo debe tener la razón. No obstante, en este caso, para el nivel de movilización que hubo no fue necesario tanto despliegue de medios. Era obvio que se necesitaba un cubrimiento extraordinario para desprestigiar la administración de Samuel Moreno Rojas, alcalde de Bogotá.
En primer lugar, es necesario tener la sensatez de aceptar algunas de las peticiones de los manifestantes. El asunto que establecer el pico y placa todo el día no solucionará de manera estructural los problemas de movilidad en la capital; de hecho, esa medida resulta tan inocua para solucionar ese problema de una vez por todas como las soluciones que le da la Seguridad Democrática al conflicto armado. Sin embargo, como medida temporal para mitigar en algo los problemas de movilidad generados por la fase III de Transmilenio y la reparación de una que otra vía en la capital, no es del todo descabellada. Es más, resulta necesario disminuir el flujo vehicular y qué mejor medida temporal que esa mientras culminan las obras. ¿O alguien tiene alguna otra opción viable y eficaz para evitar el caos vehicular mientras construyen lo que tienen que construir?
En segundo lugar, así como es necesario ser sensato para aceptar ciertas peticiones y alegatos, también resulta necesario ser sensato para aceptar cómo es de curiosa la actitud del colombiano frente a los errores y aciertos de las administraciones públicas. Era bastante jocoso ver comerciantes, agremiaciones, vendedores y hasta estudiantes universitarios protestando contra el pico y placa, vociferando de la manera más vehemente el estribillo “¡ese alcalde no sirvió!”, pero saber que para asuntos como la terrible malla vial de Transmilenio, producto de la fragmentación y ruptura constante de las losas que no sólo produce caos en el flujo vehicular, sino el derroche de millones y millones de pesos del erario distrital en arreglos, estos manifestantes se quedan totalmente cruzados de brazos.
En lo que lleva funcionando el sistema Transmilenio, salvo aisladas asonadas animadas por usuarios inconformes por el pésimo servicio, no se ha visto ni la primera manifestación ni el más mínimo despliegue mediático por los millones de pesos que se derrochan en el constante arreglo de la malla vial. Sólo para poner un ejemplo, en la calle 45 existe un perenne trancón por el constante arreglo de las losas que corresponde a ese sector. Es más, no hace un año que las arreglaron y de nuevo se encuentran totalmente rotas. ¿Alguien se ha pronunciado? ¿RCN ha hecho alguna evaluación y cubrimiento de esto? No, pues todos están ocupados con el asunto del pico y placa.
Así pues, invito a la ciudadanía a movilizarse, pero en pro de la colectividad. Si se levantara el asunto del pico y placa todo el día, la movilidad en la ciudad trascendería los niveles de caos y llevaría a escenarios totalmente dantescos. Se tendría entonces que detener las obras de la Fase III de Transmilenio y, como estas ya están contratadas, las demandas contra el Distrito no se harían esperar. Ahora, “la llave del derroche” no sólo sería para arreglar las losas marca Acme sino para pagar las multas y demandas por frenar la construcción del mencionado proyecto. Por tanto, tomando las palabras del alcalde, ¡paciencia! mientras pasan estas obras.
Nota: A los comerciantes, independientemente del pico y placa, se les afectarán las ventas también por la complicada movilidad a causa de las obras. Sobre todo en la carrera décima. Y ni hablar de la contracción de la demanda debido a que nuestra economía no estaba tan “blindada” contra la crisis internacional…
mircoles 11 de marzo de 2009, 02:02 COT
Su nota final pone el dedo en la llaga:
1. Los comerciantes de San Andresito y el comercio formal dicen estar siendo afectados por el pico y placa. ¿si usted tiene que comprar un regalo, mercado, medicamentos o un equipo de sonido deja de hacerlo por el pico y placa? Incluso los vendedores de carros que tanto se quejan han visto aumentar sus ventas en el tiempo que lleva la medida.
2. Quienes aducen al pico y placa el bajón de las ventas y la contracción del mercado, olvidan que la economía mundial está en crisis y que Colombia no es la excepción; tapan así el sol con los dedos al pensar que una medida en un mes afecte la economía local que ya viene dando muestras de desaceleración hace meses. ¿Será que el pico y placa está afectando la construcción porque los obreros dejan de ir dos días a la obra a falta de carro?
De acuerdo con Julián: hay que pronunciarse frente a las cosas, pero hay que marchar haca un norte claro y no seguir simplemente a Vicente.
jueves 12 de marzo de 2009, 00:56 COT
Tocayo, en lo básico estoy de acuerdo con sumercé, con todo y que, como es sabido, odio al nieto de dictador.
De todos modos, al margen de la inocuidad de la medida para solucionar el problema de la movilidad en Bogotá, es cuestionable cómo se tomó la medida (con base en una encuesta que, como escribiera Eduardo Sarmiento, no precisamente un economista “del régimen”, “no fue interpretada, ni leída puntualmente”), lo que al menos proyecta un cierto cortoplacismo típico de nuestra apasionada tierra tropical. El manejo en apariencia improvisado de SamuEL no es ninguna novedad, tanto así que poca falta hizo Torombolo cuando se fue de vacaciones (algunos creen que la alcaldesa de facto es Clara López, “la Germán Montoya del siglo XXI”).
Sobre el otro asunto, probablemente la Radio Cadena Narcoparamilitar no se haya tomado la molestia de investigar nada sobre las losas de TM, pues no es su trabajo (le corresponde azuzar a la opinión pública contra Venezuela y Ecuador y servir de vehículo de propaganda del régimen), pero esta semana la competencia ha estado sacando unos informes en los que se demuestra que el sistema de transporte público de la capital es insuficiente en las zonas periféricas -donde más se necesita-, como en el Tintal, Codito/Lijacá y Patio Bonito, por ejemplo. A eso súmele Transmilenio a reventar (en esto último hablo con conocimiento de causa, desde luego).
Y bueno, puede que no haya drama porque “los obreros dejan de ir dos días a la obra a falta de carro”, pero sí hay muchos sectores populares de la ciudad donde aquellos que, por ejemplo, transportan alimentos desde las centrales de abastos, deben quedarse encerrados en las mismas dos días a la semana. No solamente los ricos tienen vehículos particulares. Después del primer balance oficial de la medida, quedará ver con qué salen una vez el ICA entregue su concepto y el gobierno distrital se reúna con los afectados. A ver qué tan “democráticos” resultan los del PDA, porque en Bogotá parece que simplemente hay cambio en quiénes ocupan los puestos y poca participación. En ese sentido es pertinente el llamado que hace el columnista hacia el final de su texto.
jueves 12 de marzo de 2009, 12:07 COT
Muchachos,
Pues en primer lugar, pese a que milito en el PDA y amarillo hasta no poder, soy conciente que la alcaldía de Samuel no ha sido lo “último en guarachas”. Sin embargo, también hay que aceptar que gran parte de la supuesta “pésima” gestión se debe a una sobredimensión de los desaciertos y un ínfimo y casi nulo cubriemiento de los aciertos.
De hecho, ahora, cuando la crisis mundial muestre su peor rostro en Colombia, sobretodo cuando se refleje en una pobre dinámica en Bogotá, no le echaran la culpa a la falta de previsión del Gobierno, ni su política de gasto y poco ahorro por acabar con los de “las far”, ni a la flexibilidad normativa en materia de flujos internacionales de capital, ni a ninguna de las imprudencias del Gobierno, sino al Pico y Placa de Samuel. Eso es lo que realmente me trasnocha un poco …
De otra parte, en cuanto a la pasividad de la ciudadanía, esto es una especie de llamado de atención para TODOS, en cuanto a que alejen su espíritu sectario a la hora de reclamar por la correcta provisión de bien público. Me parece un tanto torpe por parte de muchos en movilizarse por la “solución” de Samuel, y no por la “embarrada” de las “peñalozas”, por no ser este último personaje perteneciente a lo que los acérrimos seguidores del régimen llaman “polo-farc”.
En fin, reflexión y colectividad ante todo!