Muñoz vale por dos, una comedia inteligente
Estancias > Medios y cultura popularPor Marsares
domingo 5 de octubre de 2008 16:23 COT
Hay algo que me gusta en particular de Muñoz vale por dos. Los pobres no son animalitos sacados del monte, que no saben sino comer, dormir y hacer el ridículo. En esta telenovela de Caracol Televisión, los que apenas viven con lo justo son seres normales, viviendo en situaciones normales, sin acentos estereotipados ni modales de de cerdos criados con desperdicios.
Román Muñoz (Mauricio Vélez) es el escolta de un rico empresario hotelero (Arturo Castellanos, interepretado por Víctor Mallarino), que a lo sumo se gana tres salarios mínimos, redondeados con horas extras, a quien le alcanza para sostener dos hogares y hacerles el quite a sus consecuencias. Con un humor basado en los equívocos y no en la chabacanería, este seriado de veintiséis capítulos realmente divierte.
El protagonista no es una estampa de hombre destinado a convertirse en millonario en el capítulo 200. Es un ser común y silvestre que se encuentra en cualquier esquina, Como en la canción, “la pinta es lo de menos, pues sos un gordo bueno, alegre y divertido, sos un gordito simpaticón”. Lo mismo pasa con quienes lo rodean. Nada espectacular que pare el tráfico. Bien por el casting.
El humor es tratado con inteligencia y este es un valor apreciable de su buen libreto. Un ejemplo: luego de sacar en libertad a su hijo de una estación de policía y mandarlo con su esposa a la casa, Muñoz aboga ante el comandante por la otra detenida que se encuentra encerrada por irrespeto a la autoridad. Cuando logra su cometido y la besa tratándola como su esposa en presencia del oficial que acaba de ver, minutos antes, como lo hizo de igual forma con la otra señora, basta tan sólo su mirada de asombro en medio de los dos para configurar una escena graciosa de confusión policial.
El único lunar quizás es Mallarino, disfrazado de rico a lo Carlos Slim. La comedia entra en la nevera cuando aparece. Un personaje aburrido, con una bella amante (Helga Díaz) y una esposa ingenua (María Cecilia Botero), que funge como contraste de las ricas vivencias de Muñoz. Esperemos que sus apariciones sean esporádicas por el bien de todos.
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Muñoz vale por dos es un buen intento por rescatar el lenguaje de la comedia colombiana, venida a menos en los últimos tiempos con personajes mazamorreros como en Los Reyes, Nuevo rico, nuevo pobre o Vecinos. Así como la acción no la marcan carros volando, estrelladas múltiples o héroes solitarios matando ejércitos enteros, el humor no se construye con modales bastos, corbatas de colorines o comiendo sancocho con caviar.
Buena propuesta del Canal Caracol que con esta carta sobre la mesa queda en espera de Valentino el argentino de RCN Televisión, para culminar un año de altibajos de rating y calidad que marcó el primetime colombiano.
domingo 5 de octubre de 2008, 17:03 COT
Me gustó esta columna. El programa no me gusta pero estoy de acuerdo en que en él los “pobres” de Muñoz son seres normales.. y eso es para celebrar.
lunes 6 de octubre de 2008, 12:49 COT
A la gente la van cansando por etapas. Primero fueron los inmamables “realities”, que fueron los responsables de que nunca más la programación comenzara y terminara a horas exactas, como lo es en casi todo el mundo y como lo fue durante 50 años, mostrando gente encerrada y/o aislada, haciendo de todo por ganarse un premio y polarizando a sus respectivas hordas de seguidores. Luego fueron los reencauches de programas de hace 20 años y de series gringas, en versiones internacionales con “acento neutro” -o sea, hablando como los mexicanos de la vecindad del Chavo-. Después, un retorno a las raíces y al hablado parcero de las bandas de matones y los prostíbulos, frutos ambos de la cultura criolla del narcotráfico. Y ahora van a llenar la franja estelar con comedias tontas y caricaturescas. ¿Qué viene después…? ¿Naked News criollos? ¿Talk Shows con trapitos al sol, que nunca han pegado por estos lares?
lunes 6 de octubre de 2008, 14:24 COT
Repito que no veo casi TV colombiana, pero eso sí estoy totalmente de acuerdo contigo Marco en tu primer párrafo, detesto el estereotipo del pobre estúpido que no sabe nada de la vida y al rico imbécil que tampoco, sabe nada de la vida como ocurre en Vecinos. Qué se me hace que a sumercé le gustan las novelas del Canal Caracol.
No sé si será buena propuesta o no, no tengo mucho criterio para decirlo, pero tampoco espero mucho del Valentino este, es sólo alimento para el pueblo
jueves 9 de octubre de 2008, 21:02 COT
El Fiscal:
Un alivio ver que los pobres son gente común y corriente.
Rafa XII:
Todo es cuestión de moda. Mire que hasta los chinos ya se metieron con “Betty la fea”. 62 millones de televidentes tiene la versión china. Pero no todo es negativo. “El último matrimonio feliz” de RCN, con sus naturales altibajos, ha tenido un buen desempeño argumental, sin caer en excesos. “El cartel” también salva a la competencia.
Bailarina:
La verdad las telenovelas me aburren pero trato de no perderme los estrenos para saber en qué anda la televisión colombiana. Pero más de unos cuantos capítulos no aguanto. Prefiero Lost, Prison Break e incluso Smalville y me divierte Jack Bauer, no tanto por sus hazañas como por las peripecias de los libretistas para que los nuevos Rambos ganen al menos en la pantalla.
viernes 10 de octubre de 2008, 12:47 COT
Por fortuna existen los planes fuera de casa, y a falta de estos, la Libertadores, la Suramericana, los partidos nocturrnos locales de entre semana y una que otra serie de los canales en donde sí respetan al televidente y empieza la programación siempre el día y a hora de costumbre. Si no, nos llevaba el que sabemos.