Invita Caracol
Estancias > Katherine EscobarPor Sentido Común
domingo 17 de agosto de 2008 10:43 COT
Por mucho más que su buen par de piernas, Fanny Mikey pasa hoy a la historia. Su constante, empecinado y brillante encarrete con las tablas, deja inolvidables huellas en el ámbito cultural colombiano. Argentina de nacimiento, judía lituana de origen y colombiana por destino y elección, Fanny construyó a su alrededor una vida de goce y disfrute, centrada en el arte y en el intelecto, sin traicionar jamás principios sociales claros, que hicieron que su labor llegara hasta los rincones más recónditos de nuestra geografía, sembrando allí semillas de cultura.
En Colombia su vida artística se inició en la ciudad de Cali, ciudad que luego de muchos años y muchas vueltas la ha visto morir. Fue allí el alma organizadora del Festival de Arte de Cali, y donde poco a poco se ganó el fervor de los amantes de las artes escénicas y un gran reconocimiento social y humano, razón suficiente para que dejara de lado el repentino deseo que algún día le surgiera, de reencontrarse con su argentinidad, ya perdida para entonces. El trópico de Colombia la había cautivado y jalaba más que la Buenos Aires de su juventud, abandonada por seguir un amor.
Tras su paso por varios grupos de teatro, recordamos su gestión en el Teatro Popular de Bogotá (TPB), del que salió finalmente a mediados de los 70 para fundar en el centro de Bogotá el famoso Café Concierto La Gata Caliente, primer establecimiento de este tipo en Colombia, que funcionaría luego en la calle 100 con 15, en un pequeño y entonces "famoso" edificio redondo.
Por efecto de la Mickey, surgió un mundillo teatral, donde el Gordo Benjumea y otros siguieron su ejemplo y despertaron la noche bogotana para el divertimento inteligente y entretenido, a cambio de la simple tomata de trago. La apertura de este nuevo espacio, común entonces a las grandes ciudades del mundo, aireó el ambiente cultural de Bogotá, acercó el teatro a un buen número de paganos de la actuación, dando paso a una generación más mundana de ciudadanos, distinta de aquella que frecuentaba el As de Copas y demás grilles, o al corrillo de stalinistas criollos que veían el teatro como un espacio exclusivo para la divulgación de la doctrina de Marx. El paso de Fanny al Café Concierto la distanció temporalmente del mamertismo, pero su visión rindió frutos con el tiempo. Podría decirse que Fanny jugó un papel similar al de Luciano Pavarotti con su acercamiento de la ópera al espectador raso, también criticado en su momento.
Con el FITB, Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (o “tiatro”, como sonaba la palabra en boca suya) la señora Mickey internacionalizó a una Bogotá hasta entonces bastante local y mojigata en materia de arte. Fue en la Semana Santa de 1988 cuando su apuesta de reunir a un número grande de grupos de teatro de distintos países en un masivo festival, cuajó para siempre y convirtió a la ciudad en la más enorme sala de teatro del mundo. Actores de muy distintas procedencias y obras teatrales de diferentes estilos y sabores vencieron la barrera del idioma y encendieron en el espíritu de muchos bogotanos la llama del histrionismo, ese que cada dos años revive y se apodera de las calles y auditorios de la añorada Atenas suramericana, para hacerle, como lo hizo Fanny durante toda su vida, un canto a la vida.
Un verdadero acto de fe en Colombia, como se identificó publicitariamente el primer FITB, fue la vida de Fanny Mikey, por lo que ella será siempre para muchos el mejor sinónimo de teatro.
Hoy que tu telón ha caído, gracias Fanny por tanto que nos diste. Y ahora… la función debe continuar.
Muy Sentido Común
martes 19 de agosto de 2008, 09:32 COT
Es una gran pérdida, pero yo creo que ella hubiera sido la primera en decir, el show debe continuar, la vida sigue y que sigan actuando y trabajando por la cultura. Sin embargo es angustiante quiémn se va a mantener a la cabeza del FITB con tanta responsabilidad, entusiasmo y pertenencia después de ella… Te extrañaremos Fanny.
mircoles 20 de agosto de 2008, 09:42 COT
Dashenka:
Comparto plenamente tu comentario. Crucemos los dedos para que el FITB continúe con la misma buena energía que Fanny le aportó.
Me gustó tu blog, felicitaciones! http://partedelaeuforia.blogspot.com/
Sentido Común
mircoles 20 de agosto de 2008, 11:17 COT
resulta muy curioso y dice mucho de la “cultura” colombiana (cultura no como teatro, baile etc) lo que hemos visto los pasados dias. sin negar la gran labor de FM por el teatro en colombia -sin ser ella colombiana-, es triste ver como todo el pais la llora y nadie sabe quienes fueron fals borda o umaña luna tambien fallecidos ultimamente. gente que si ha hecho algo valioso por sacarnos de esta pseudocultura para tomar iniciativa y vivir por nosotros mismos sin yugos ni detras de mentiras, que propusieron algo mas que simplemente “olvidarse” de los problemas un rato y asimismo alimentarlos.
yo no lloro a FalsB ni a FannyM… estaran mejor? no lo se, pero ya hicieron bastante aki. lloro por sus familias donde dejaron un vacio y lloro por los que quedamos aqui porque nos ponemos la soga al cuello solitos enfocados en banalidades mientras la vida nos es robada en nuestras narices y con nuestro ciego consentimiento, ignorando a quienes denuncian esto.
jueves 21 de agosto de 2008, 00:04 COT
Pabloe:
Perdóneme, pero más colombiana que Fanny, ni Claudia de Colombia, ni la Negra Grande…
Para mí la muerte es más bien un momento de rendir honores, no de llanto, especialmente cuando se ha tenido una vida como la de Fanny.
SC