El cambio radical de Germán Vargas Lleras
Estancias > Salón comunalPor Marsares
jueves 19 de marzo de 2009 16:26 COT
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La declaración de Germán Vargas Lleras de que “Cambio Radical no será un obstáculo en la aprobación” del referendo sigue causando revuelo en el mundo político, sobre todo porque el apoyo es incondicional, es decir, se accedió a aprobar el proyecto en su tránsito por el Senado “sin condiciones”. En otras palabras, apoyarán el cambio de pregunta (“haya ejercido” por “haya sido elegido”) que le abrirá las puertas al presidente Uribe para su segunda reelección en el 2010.
¿Por qué Vargas Lleras dio su brazo a torcer?
La respuesta es dura para un político avezado que ha sorteado varias tormentas en su vida pública y de todas ha salido avante: cuestión de supervivencia. Después del amago de división, en el que un número importante de parlamentarios de Cambio Radical se alienó con Uribe, encabezados por el díscolo Roy Barreras y la aclaración de que el partido no podía convertirse en enemigo de Uribe en el congreso del partido el fin de semana a instancias de Nancy Patricia Gutiérrez, le hicieron ver claro a Vargas Lleras que salvo el apoyo de Gaviria, Valdivieso y Varón, los demás eran gobiernistas por completo.
Si persistía en nadar contra la corriente corría el riesgo no sólo de fracturar la agrupación, sino de paso embolatar su candidatura presidencial y, además, para colmo de males, no sólo quedaría maltrecha su ascendencia en el partido sino que le abriría las puertas a Juan Lozano, alfil del presidente, para que se tomara por asalto la dirección.
Difícil decisión pero obtuvo lo que en este momento necesita desesperadamente: tiempo. Con sus huestes alineadas por ahora, puede capear el temporal y esperar con fe de carbonero que el referendo termine por hundirse, en la Corte Constitucional o en las calles si, como es previsible, la crisis económica que se agudizará este año, y la abstención de siempre que no falla cuando de urnas electorales se trata, muchos de los siete millones y pico de votantes que se requieren, se quedan en casa.
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Sin referendo de por medio, es factible que los díscolos parlamentarios, cuya lealtad va amarrada a la victoria, cierren filas en torno a Vargas Lleras, retomándose su candidatura presidencial, con una buena opción de triunfo frente a la colcha de retazos del partido que Uribe pretende crear para unificar a sus seguidores, un partido conservador ávido de jugar al poder por sí mismo, un partido liberal escaso de ideas y de líderes carismáticos y una izquierda, por enésima vez, dividida.
Obligado por las circunstancias y con una apuesta arriesgada cuyos resultados dependen de terceros, se la juega Vargas Lleras. Pero, como a los demás, ora porque la contaminación uribista no destruya sus aspiraciones.
Por ahora, como lo manifiesta el propio José Obdulio Gaviria, el jefe de Cambio Radical es el presidente Uribe.
sbado 21 de marzo de 2009, 06:40 COT
Como a muchos políticos en Colombia, lo han comprado con los dineros del Plan Colombia. Este dinero es aparentemente limpio porque lo envían los amos desde Washington.
sbado 21 de marzo de 2009, 16:09 COT
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