Pinochet, un muerto de facto
Artículo destacadoPor Don Chere
domingo 10 de diciembre de 2006 20:37 COT
Dibujo de un niño chileno
Murió Augusto Pinochet, el dictador que marcó el devenir nacional por más de 30 años de un país completo al sur del mundo.
Es complejo analizar el escenario, ya que acá no se cumple una premisa básica de cualquier análisis. “La historia debe ser objetiva”. Para los que vivimos en Chile es una fecha especial, de reflexión para algunos, de pena o algarabía para otros, sin lugar a dudas un hito, un nuevo capítulo en la historia chilena, de esos que se enseñaran a los chiquitos en el colegio en unos años más.
Como periodista, profesional de las comunicaciones, no puedo dejar de sentir éxtasis con la noticia. En mis cortos 28 años son pocas veces las que he sentido que estoy viendo un cambio en la historia. El atentado a las Torres Gemelas, la muerte del Papa Juan Pablo II y hoy son los tres únicos hitos que mi mente registra. Para cualquier persona que hace del reflejo social una fuente de ingresos, el ver cómo cambia la historia es sinónimo de una emoción difícil de explicar.
Es difícil ser objetivo hoy, por lo mismo opto por salirme del periodista y contar una historia personal, la de mi familia, mis padres, mis tios y mis abuelos, la mía desde que nací un 12 de junio de 1978.
Un hijo de la dictadura
Fue en 1970 cuando comienza esta historia, con la ratificación de Salvador Allende, primer Presidente socialista democráticamente electo en la historia del mundo, por parte del Congreso chileno. Lo suyo no fue por mayoría, en dicha época no existía la segunda vuelta y, con un porcentaje de un 36,6% y un pacto con la Democracia Cristiana chilena se erigía un 4 de septiembre como presidente.
Tal como me contarían mis padres, al poco tiempo de tener conciencia, el desabastecimiento era total. Las colas para conseguir alimentos eran enormes, la inseguridad laboral ante las tomas del proletariados generaban una inestabilidad tremenda, tal como las presiones por parte de Estados Unidos para derrocar a un peligroso paradigma de la lucha ideológica en el contexto de la Guerra Fría.
No es menor acotar que parte de la población pidió un golpe de estado, no es mentir decir que la gente no vivía feliz y que muchos que apoyaron la salida armada a una situación imposible en Chile, después se colgarían de la bandera de la martirización.
Luego que el Congreso chileno declarara inconstitucional el Gobierno de Salvador Allende, en el año 1973, se comenzaría a gestar la historia del golpe. Existe mucha especulación sobre cómo se dio esto.
Lo claro es que Augusto Pinochet, a posterior Presidente ilegítimo y Capitán General de la República (título que sólo tenía hasta dicha época Bernardo O`Higgins padre de la patria), sería el último en sumarse a esta operación, una que dejaría al último bastión de la tradición democrática de Sudamérica sumido en la tradición golpista del continente.
Último discurso de Allende
¿Cómo se puede actuar cuando existe un país dividido con sectores de ambos lados armados? Eso es lo que hasta el día de hoy me pregunto y no logro responder.
Mi respeto por la vida y aprecio a la humanidad me hace imposible concebir la fuerza, pero por otro lado, en situaciones como ésta, no existe ningún referente mundial que hable de una salida no armada, y sin excesos.
Mi madre fue la primera en decir ante su círculo que esta era una dictadura, que Pinochet no se iría en poco tiempo como el había anunciado, que la Democracia Cristiana chilena había vendido al país al promocionar el golpe, pero que sin lugar a dudas, dada la realidad chilena, esto era necesario.
Entre 1973 y 1984 fue época de privación de libertades, de mucho miedo, los toques de queda, los allanamientos, y las desapariciones eran cotidianas. Mi familia se comenzó a enterar de esta realidad por dos situaciones, la primera fue la muerte de la hermana del mejor amigo de mi abuelo, ella era casada con un militar disidente de la dictadura, un ex comandante en Jefe, el General Prats.
La otra es de un tío, que fue detenido en el Estadio Nacional. El no fue torturado, a él no lo hicieron sufrir, pero sí pudo ver muchas cosas que marcarían su vida. Una anécdota de la época es el episodio que él vivió con mis abuelos. Estos vivían cerca del Estadio Nacional, y cuando mi tío fue liberado, fue a la casa de sus tíos a pedir un teléfono para llamar a su padre, hermano de mi abuela. Por miedo no se le abrió la puerta. Nadie quería estar vinculado con presos políticos.
Pinochet refiriéndose a violaciones de derechos humanos (1977)
A partir de 1982 comenzaría el llamado nuevo Chile, ese que después de una grave crisis económica que llevo al sistema bancario a la quiebra, nos deja como potencia de la segunda región más pobre de Sudamérica, ese que habla de privatizaciones y robos, ese que dice de mucha desigualdad a través de un sistema más liberal y capitalista que el propio sistema estadounidense, y que hasta el día de hoy se mantiene, no por legado obligado, sino por opción propia de los Gobiernos imperantes.
Entre 1985 y 1987 las cosas se marcaron con normalidad, tal vez sólo dos hitos marcarían esta época, y los dos marcan mis primeros recuerdos de la dictadura.
El primero recuerdo haberlo visto tendido a los pies de la cama de mis padres, es en 1986 cuando un grupo subversivo del Frente Patriótico Manuel Rodríguez intenta un atentado a la vida del Ex Comandante en Jefe del Ejercito. La importancia no fue menor, era la primera expresión manifiesta contra la dictadura en años, así fue como se volvió a una vieja práctica.
Atentado a Pinochet
En 1972 Fidel Castro vino a visitar a su amigo Salvador Allende, tras quedarse meses en el país, nuestro pueblo empezó a ver con antipatía su estadía en Chile. Así fue como las dueñas de casa salían a la ventana golpeando cacerolas para que se fuera.
Esto se volvió a repetir a partir de 1986 en Chile, la persona non grata ya era otra. 1987 marca el segundo hito. Ese año viene el Papa Juan Pablo II a nuestro país introduciendo en su discurso temas y términos que nunca nadie en público había usado.
La palabra democracia como nunca se escucho en este país, en medio de manifestaciones del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, y un mensaje de paz, el plebiscito de 1989 comenzaba a gestarse. Recuerdo haber estado cerca de Estación Mapocho con mi vieja y mis hermanas esperando ver al Papa, cuando comenzaron las manifestaciones. Recuerdo haber llorado mucho de la desesperación por los gases lacrimógenos que no me dejaban ver, ni respirar.
Recuerdo como entramos al galpón de los Ausin, unos amigos de mi padre, y cómo mi mamá nos abrazó a mi y mis 3 hermanas en un rincón, mientras lamíamos sal de nuestras palmas para paliar los efectos del gas. Las marchas en las calles, las manifestaciones pacíficas, y también las violentas. La franja del NO, y un recuerdo que hasta el día de hoy tendré grabado en mi mente.
Caminaba con mi viejo por Irarrázabal con Pedro de Valdivia, ya estaba oscuro, habrán sido las 8 de la noche de un invierno del 89. Recuerdo que veníamos de la peluquería, paramos en un kiosco a comprar quizás que cosa, cuando la gente comenzó a correr. En medio de la calle, por Avenida Irarrázabal, habían montado de la nada una barricada con fuego para parar el tránsito. Ese clima se vivía a diario en dicha época.
Dedo de Ricardo Lagos
Fue en octubre de ese año que gano el NO. Chile no quería que Pinochet se prolongara por otros 7 años. Un 56% de la población votante había dicho que se quería un plebiscito en un plazo de un año.
Chile, la alegría ya viene
Así comenzaron las campañas políticas, los debates, la vida ciudadana en Chile. De un minuto a otro Chile tenía entre otros candidatos a quien en su minuto apoyó a la dictadura, él sería a fin de cuentas nuestro primer presidente en 17 años.
Patricio Aylwin apoya el Golpe
Comenzaba la época de la hipocresía.
Patricio Aylwin asume como Presidente (1990)
Informes como el Rettig o el Valech, acercó a nuestro país a una dolorosa verdad, una que habla de asesinatos, torturas y excesos, pero también quiero decir que el pacto de Gobierno que nos ha regido por 17 años, la Concertación por la democracia nos alejó de otra realidad, una que habla de un Presidente que entre 1970 y 1973 dejó sumido a un país en una miseria máxima.
Salvador Allende – Historia de un Héroe
A su vez algo a mi juicio peor, en mi escala de valores, aprovecharse de la memoria de los muertos, es tan horrible como asesinar, y siento que las compensaciones por los excesos y asesinatos de la dictadura las ha recibido una clase política completa, en desmedro de los familiares que en verdad sufrieron. Creo que eso marca mi divorcio con la clase política plena.
Una vez dije que el 11 de septiembre del 1973 sacaba lo mejor y lo peor de los chilenos. La figura de Pinochet ha sido tan potente en la historia de este país que su sombra ha marcado con fuego nuestra reciente historia. Pinochet fue la excusa de todo, el fin de cualquier discusión, el parche ante errores ajenos, el dolor de víctimas de asesinatos, fue muerte, fue robo, fue torturas, fue excesos y fue la causa de una división que hoy se hace más latente que nunca… 33 años después del golpe, en el día de su muerte.
Cuesta analizar las cosas en este momento. Sólo espero que a partir de hoy, 10 de diciembre del 2006, Chile comience a escribir un nuevo capítulo de la historia, el de la verdadera reconciliación; nos costará años, pero por lo menos existimos muchos que en eso estamos, una generación completa, la mía a la cabeza, los hijos de la dictadura, esos que apuntaban como la generación perdida de Chile.
Informe especial para equinoXio de Jaime Ceresa, Periodista y Editor de Irreverencia.cl
domingo 10 de diciembre de 2006, 21:29 COT
“Es difícil ser objetivo hoy, por lo mismo opto por salirme del periodista y contar una historia personal, la de mi familia, mis padres, mis tios y mis abuelos, la mía desde que nací un 12 de junio de 1978.
Un hijo de la dictadura.”
Pues don Chere, cumpliste tu palabra al pie de la letra: Eres lo menos objetivo y periodístico en este ensayo, (que debiste corregir un poco antes de subirlo, pero se te perdona por el esfuerzo que supone publicarlo tan prontamente).
“La verdad, los honores de Presidentes son sólo para presidentes legítimos…democráticamente electos.-”
Esto comentaste en un post hace unas horas. pero parece que de quien no reconoces legítimo el triunfo es del presidente Allende. Con un 36,6% se gana en la democracia moderna. Su legitimidad nunca se discutió, solo sus ideas.
Uribe Vélez ganó su segnudo mandato con menos de eso (contando los votos de otros y la abstención) y está gobernando. Con sobresaltos, pero gobernando. Ojalá nunca derroquen aquí a ningún presidente con la crueldad que se dió entonces en Chile.
Este suceso, la muerte del villano (o la del héroe, según se mire), origina un debate de lo más apasionante, al menos para mí. Por el momento no voy a debatirte puntualmente nada de lo que dices, hasta que lo lea con cuidado.
Intentaré eso sí, mostrar otra verdad en una próxima crónica de Blogotá, D.C. Te espero por allí.
Un abrazo desde Colombia!
domingo 10 de diciembre de 2006, 21:45 COT
Lo suyo no fue por mayoría, en dicha época no existía la segunda vuelta, y con un porcentaje de un 36,6% y un pacto con la Democracia Cristiana chilena, se erigía un 4 de septiembre como presidente.
Sólo estoy diciendo bajo los parámetros del Chile de hoy, donde la mayoría se establece a cualquiera que gana con el 50% mas 1 de los votos.
En ninguna parte se establece si fue legítima o no..si que se debió ratificar por el Congreso, hecho histórico e irrefutable, consta en los libros.
Chico, sabes porque opino poco de política Colombiana, porque no vivo allá ni entiendo sus procesos.
Saludos.-
domingo 10 de diciembre de 2006, 21:52 COT
Creo que objetivo si fue, en los últimos días solo he escuchado comentarios fragmentados y muy parcializados, ahora creo que comprendo mejor la circunstancia. Gracias por el informe.
domingo 10 de diciembre de 2006, 22:48 COT
Jaime:
Excelente informe no sólo por su objetividad y equilibrio, sino también por provenir de un chileno que ha vivido por igual las hieles de la dictadura y las "mieles" de la democracia. En el resto del mundo hemos siempre contemplado a Chile teniendo como referente el martirio de Allende y la traición de Pinochet, su verdugo.
Esta visión que nos muestras tiene como mérito analizar fríamente los que también fueron crasos errores de Allende, y la democracia amañada que se construye hoy en Chile, donde so pretexto de fortalecerla, se está construyendo un unanimismo que atenta contra su esencia misma.
Lejos de las agencias de prensa que multiplican los lugares comunes, este artículo nos muestra una visión diferente. Me uno a Filipogs, para darte las gracias por este panorama diferente de Chile.
domingo 10 de diciembre de 2006, 22:58 COT
[…] Cuesta analizar las cosas hoy. Sólo espero que a partir de hoy 10 de diciembre del 2006, Chile comience a escribir un nuevo capítulo de la historia, el de la verdadera reconciliación, nos costará años, pero por lo menos existimos muchos que en eso estamos, una generación completa, la mía a la cabeza, los hijos de la dictadura, esos que apuntaban como la generación perdida de Chile. * Columna publicada originalmente hoy por el autor en Revista equinoXio […]
lunes 11 de diciembre de 2006, 00:37 COT
Chico, el que no entendiste bien fuiste tu: Desde que se inventó la democracia, cuando las reglas permiten que alguien gane con el X% y lo obtiene, pues gana y se entiende que esa es la mayoría relativa. En Colombia hoy es igual que allí, la mitad más uno o se va a segunda vuelta. Te aseguro que si hubiese habido 2da vuelta en aquel entonces, Allende hubiese ganado porque era la tendencia mayoritaria.
Respeto profundamente tu visión subjetivamente acusada, y curiosamente calificada de objetiva por los comentaristas que me precedieron. Basas tu opinión en vivencias personales y ello es válido, pues de recuerdos estamos hechos. No obstante tu juventud y seguramente una preparación en un campo apolítico, te impiden ver la injusticia que hay detrás del ciclo que hoy se cierra con la muerte de Pinochet.
Los procesos sociales no deberían ser interrumpidos por acciones unilaterales de facto, menos con hechos tan sangrientas como allí sucedió. Las dictaduras militares de aquella época (Strossner, Videla, Pinochet, etc.) cercenaron buena parte de los cerebros y de las ilusiones que hubieran podido acercar a nuestros países al primer mundo de manera pacífica y civilizada. Se necesitaron 30 años para volver a la ruta, pero ahí vamos.
Chile, como Colombia, no ha escapado al pánico creado por la inverosímil guerra fría frente a la palabra comunismo, que tanto aterra (y con sobrada razón) a muchos. Desde entonces todos los movimientos de corte social son desprestigiados y sus dirigentes calificados de populistas.
Te cuento que las elegantes señoras que golpeaban cacerolas cada ocho días no eran propiamente madres de hogares campesinos u obreros. Eran señoras ‘bien’, amas de casa acomodadas, esposas de los ejecutivos de multinacionales, de industriales, comerciantes acaudalados o dueños de buenas tierras y bienes de producción que en tu país, como en el nuestro, están en muy pocas manos. Era muy poca gente para tumbar a gritos a un gobierno, por lo que recurrieron al desprestigio, la propaganda negativa y finalmente a los cañones y a la sangre.
Algo debo confesarte después de todo esto que he dicho: no estoy seguro de qué hubiera podido pasar si estas personas no hacen lo que hicieron, pues menos estoy seguro de si con la izquierda democrática tu país hubiese encontrado el equilibrio social y la justicia anhelada, porque creo que toda radicalización es nociva para la sociedad, y todos los ideales pierden su rumbo cuando los hombres se ciegan con el poder alcanzado. Es la historia de Cuba y de la Venezuela de hoy y ojalá no toque seguir bajando el cuento hacia Brasil, Argentina o Uruguay. ¿Será el folklore lo que nos aleja de sociedades más evolucionadas que si llegan exitosamente al socialismo? ¿O será simplemente falta de elevar cada quien su espíritu? Me temo que es más esto último.
lunes 11 de diciembre de 2006, 08:40 COT
Bueno, te lo dije en tu página y lo reitero acá. No creo que alguien pueda haber quedado indiferente a lo que ocurrió ayer en Chile, para bien o para mal desde el año “70 en adelante esto nos marcó a muchos, hayamos vivido esa época o hayamos crecido en dictadura.
Para mí son días extraños, porque no puedo dejar de pensar qué hubiera sido de nuestro país sin la intervención militar. Qué habría pasado si las cosas hubieran seguido igual, dónde estaríamos ahora.
De igual forma pienso en aquellos que sufrieron la muerte, desaparición y/o tortura de algún cercano y debe ser realmente algo que no se olvida jamás.
Aún así, yo no puedo dejar de agradecer la intervención militar, condeno totalmente los excesos y los desvíos de dinero, pero sin lugar a duda y aunque muchos no lo reconozcan nunca, gran parte de lo que Chile es ahora se lo debemos a su gobierno.
Un abrazo.
lunes 11 de diciembre de 2006, 16:33 COT
Buen informe, gracias por ilustrarnos.
Saludos desde Cali, Colombia.
http://carloscuentero.blogspot.com/
lunes 11 de diciembre de 2006, 16:40 COT
Pinochet de alguna forma polarizó al pais. Aun me custa ver en prensa manifestaciones entre simpatizantes y detractores, los unos defendiendo a su paladín mientras los otros bailan sobre su tumba, lo cual de cierta forma es un triunfo a medias porque a fin de cuentas se salio con la suya.
lunes 11 de diciembre de 2006, 16:51 COT
De todos modos, el sanguinario deja su “legado”: su apellido se vuelve famoso (y sinónimo, diría yo) de brutalidad e ignorancia, así sus fementidos seguidores pidan estatuas y honores de Estado y se sigan bañando en la sangre de las víctimas.
Ojalá Satanás o quien sea le esté cobrando lo que la justicia terrenal no pudo (o no quiso).
lunes 11 de diciembre de 2006, 18:52 COT
[…] Pero es importante creer en que ayer 10 de diciembre nació un nuevo Chile, y esa tarea que tomará años hay que empezarla ya, es un deber generacional. Partidarios de Pinochet en La Escuela Militar (Imagen grabada con celular) […]
lunes 11 de diciembre de 2006, 19:50 COT
Jaime:
Escribir cuando se tiene conocimiento de causa y además se es hijo de esa dictadura, tiene un valor loable. Más cuando lo hace un periodista objetivo y anàlitico como tù. Muy completo informe e ilustración.
Será que la concienci de Pinochet lo dejará descansar en paz? Bueno, se me olvidaba que èl no debe tener conciencia ni saber que es eso.
Ahora, los dineros que están en el exterior por parte de los herederos, se recuperarán?…
Bueno, un abracito equinoXial para tì Jaime!
martes 12 de diciembre de 2006, 13:11 COT
Buen informe, y aunque algunos lo critican, me parece imparcial. Pinochet fue el peor remedio para una enfernedad que aquejaba a Chile, el socialismo utopico aplicado sin inteligencia, generó muerte y la perdida de la democracia por dos decadas y algo más. Que esto nos quede de lección a todos los pueblos sudamericanos, es la democracia la que hay que defender, no un partido politico ni una teoria economica, todo golpista lo primero que promete son prontas elecciones pero siempre terminan atornillados al poder y coartando las libertades individuales. Pero Chile también tiene el mertiro de haberse sacudido de esa horrible dictadura de manera civilizada y con pundonor. Muerto el dictador solo queda esperar que la democracia se profundice aun más en Chile y sudaramerica!!
martes 12 de diciembre de 2006, 17:54 COT
Pinochet mató a digamos una persona por cada setecientas que mató Pol Pot. Pero por cada uno que odia al liberador camboyano hay setecientos que odian a Pinochet. Es un ejemplo del poder y vigencia del discurso totalitario
Ustedes olvidan un hecho bien conocido de Pinochet:
El estuvo en intercambio en colombia algunos años antes de 1973, haciendo ciertos cursos en la General Santander.
De esos dias tengo una foto que se tomo mi papa (“El Viejo”) con Pinochet y es para todos nosotros un orgullo exhibirla a los visitantes de la Casa.
Durante años continuo la amistad con los Pinochet y mi familia.
Bueno…
Tambien recuerdo el dia en que literalmente nos partimos de la risa al ver la genialidad de Pinochet, la cosa ocurrio asi:
Mauricio Gomez y Yamit Amat fueron a entrevistarlo, durante todo el tiempo Pinochet que sabia quien era Gomez solo se dirigio a ese periodista y nunca determino a Amat, al terminar la entrevista Pinochet tuvo piedad de Amat y le dijo:
¿Y usted va a preguntar algo?
Tanta fue la antipatia que le tomo Amat al Pinocho que para el noticiero “24 Horas” hablaba pestes de Chile, creyendo que estaba en Colombia o algo asi en donde el era rey.
En menos de 24 horas termino finalizando la transmision del noticiero via Radio Rivadavia en argentina….deportado
No podiamos de la risa…en la casa.
Aun me rio…
martes 12 de diciembre de 2006, 19:53 COT
¿Y todavía te bañas en la sangre de las víctimas del dictador, Stanley? ¿Es bueno para la piel?
mircoles 13 de diciembre de 2006, 01:03 COT
Stanley! Sobrino mío, no te veía desde que tenías 5 años…¿todavía estan sonrientes en tu casa?
http://www.equinoxio.org/titere/adios-a-las-armas-052/
mircoles 13 de diciembre de 2006, 11:20 COT
Stanley,
Tu comentario me parece de pésimo gusto.
mircoles 13 de diciembre de 2006, 12:53 COT
Bueno pues la verdad estoy en la casa equinoxial, ustedes presentan de una forma los hechos, yo la entiendo de otra y la he vivido de otra, desde el bando que ustedes satanizan.
No veo porque tan agresivos con una voz disidente.
¿Ese es el respeto que tiene la izquierda hacia aquellos que no comparten sus ideales?
¿Es esta marginacion a la que me vere sometido el dia en que sus ideales imperen en Colombia?
Saludos
mircoles 13 de diciembre de 2006, 12:59 COT
Murió un sujeto con las agallas necesarias para ser tan cobarde. Atacó a traición y siempre tapó con mentiras sus felonías. Mató en su territorio y mando matar fuera de él, incluso en Washington se cumplieron sus órdenes de muerte. Como cualquier bravucón de su talla, fue sumiso ante los fuertes, al punto de apoyar al enemigo de sus ex compinches de al lado. Mientras la economía tomó vuelo de la mano de audaces cultores de nuevas doctrinas, el Estado perdió laicidad.
Requerido a responder por sus hazañas, empleó patéticos subterfugios y con una sonrisa inmensa se paró de la silla de ruedas donde fingía confinación. El Derecho de Amparo, el mismo que negó a tantos durante su gobierno, aseguró compasión para su condición de anciano enfermo. Y como todo un Forrest Gump, carga consigo la atribución de la autoría intelectual de sus andanzas, al punto que muchos lamentan que su muerte supone impunidad. Recuerden que Kissinger no se ha muerto.
mircoles 13 de diciembre de 2006, 20:40 COT
Stanley, please, estás pensando que ¿hasta yo soy de izquierda? Me tienes desconcertada, es como si no me conocieras de tiempo atrás. Stanley, objetividad al referirte al grupo, solo te pido eso, objetividad, y te lo digo yo que soy conocedora del potencial humano, productivo, anàlitico que se respira en la casa equinoXial. Un abrazo afectuoso a pesar de todo… buena onda, buena vibra… disfruta de la blogosfera y de esta linda casa equinoXial que siempre te ha abierto los brazos.
jueves 14 de diciembre de 2006, 12:19 COT
¿Agresivos? El de los comentarios sangrientos y de mal gusto eres tú. De hecho, el que menos velas en este entierro eres tú, que haces cosas iguales o peores en tu blog. Tú eres el que nos ha faltado al respeto todo este tiempo. Coge oficio o deja de fastidiar y compórtate. Pinochet fue un tirano asesino, igual que Pol Pot, Franco, Hitler, Fidel, Mogabe, Stalin, Videla y demás lacras que todos conocemos y que esperamos (los que queden vivos) que no dejen este mundo impunes de sus atrocidades.
viernes 15 de diciembre de 2006, 09:03 COT
Julián, por Dios, tranquilo. En lo personal, me gusta Schlecter en equinoXio. Disfruto mucho verlo llegar con sus múltiples disfraces, haciendo pilatunas, inventando historias, posando de niño malo. A él le gusta llamar la atención. Unas veces posa como víctima, otras como serio comentarista, unas más como fiscal, y la mayoría, como bufón. Schlecter, no te preocupes, cuando lleguemos al poder tú estarás como invitado para que nos alegres los descansos del duro trajín diario, bailando en la cuerda floja.
viernes 15 de diciembre de 2006, 13:34 COT
Marsares eres muy parecido a Schlecter. ¿Son gemelos?
viernes 15 de diciembre de 2006, 14:49 COT
¿Schlecter, sumercé ahora se llama Tulipa?
viernes 15 de diciembre de 2006, 21:43 COT
Julian te Falto Trujillo.
Recuerdo que Rojas Pinilla durante algun tiempo se exilio en Republica Dominicana.
Vean paso a recordarles un poco acerca de los dictadores, pero esta vez los dictadores literarios como el descrito por Asturia y el de Gabo. En cierta forma Gabo fue un visionario, basta ver los ultimos tiempos del dictador de Gabo para compararlos con los de Stroessner o los de Pinochet.
Algunos tiranos mueren en la cama de cancer, otros mueren en atentados como el ya citado Trujillo o como Somoza.
El que escribe dice solo haber visto unos cuantos hechos interesantes, personalmente, pero yo le puedo decir que hay mas hechos importantes quizas igual o mayores que los citados (Torres Gemelas, JP II y Pinochet)
Pero la muerte de Pinochet no es un gran hecho, realmente no.
Un abuelo sometido a la cizaña de sus perseguidores.
Yo prefiero recordarlo como lo recordo emocionado el nieto.
Quisiera asolicitarles que me ayuden a interceder para que ese joven sea restituido en su cargo.
Marsares.
Ta bonita, su comentario, incluso se me alcanzo a subir el pulso.
Nada mal, nada mal.
Por fin alguien inteligente en equinoXio.
Algo de humor no es malo para el alma, eso me recuerda otra anecdota:
Una amiga Ukraniana (no me pregunte como la conoci) veia una foto del unos niños Irlandeses del dia de San Patricio, sonrientes, hermosos.
Y me dijo: en mi pais nunca vi niños sonrientes.
(El hecho ocurrio hace tan solo un año y Ella (asi se llama Ella ) no es vieja.
PD: (La conversacion se desarrollo en una lengua comun a los dos: el frances)
Saludos
viernes 15 de diciembre de 2006, 21:46 COT
Fe de erratas.
quise decir Ta bonito , su comentario…etc
y no ta bonita, su comentario.
Si es posible corrijanlo para que quede con sentido. (y eliminar este comentario, quedan autorizados y no hago print screen)
Saludos
viernes 15 de diciembre de 2006, 21:52 COT
Lully, en verdad siento mucho haberte llamdo Izquierdista. A veces me sorprendo mucho de cuanta maldad se puede escribir en Internet.
Corrijo:
Lully no es izquierdista.
viernes 15 de diciembre de 2006, 21:54 COT
Tulipa.
Marsares es el malo de la pareja de gemelos.
Pero admitamoslo yo soy mas guapo.
viernes 15 de diciembre de 2006, 22:06 COT
Y en cuanto a Pol Pot yo esperaba una respuesta asi:
En el marco de la guerra de Vietnam, las fuerzas armadas de EEUU, con el pretexto de cortar las líneas de abastecimiento del vietcong bombardearon sistemáticamente la población civil camboyana. Según cifras de la misma CIA, los muertos civiles camboyanos fueron 600 mil.
Ahora bien, entendiendo cabalmente este contexto que le tocaba vivir al pueblo camboyano, comprenderemos los motivos del surgimiento en Camboya de una organización de corte comunista y nacionalista llamada Jemeres Rojos, de Pol Pot, quienes recibieron el absoluto apoyo de la población camboyana, que vio en ellos una organización de resistencia a los ataques noerteamericanos.
Al cabo de un período sangriento en el que los EEUU asesinaron a todo lo que se movía en la zona de la frontera camboyana con Vietnam, los Jemeres Rojos se hicieron con el poder.
La locura de los Jemeres se manifestó inmediatamente, con una particular interpretación de la famosa lucha de clases de Marx, empezaron a asesinar a todo aquel que no fuera pobre o miserable, no solo a los burgueses sino a los intelectuales o personas célebres (el sufrido pueblo de Camboya había salido de la sangría norteamericana para meterse en una sangría nacional).
No pasó mucho tiempo hasta que los comunistas de Vietnam (flamantes vencedores de la guerra) atendiendo los reclamos de la población camboyana, liberaron al país vecino del régimen de los Jemeres, quienes se vieron obligados a refugiarse en Tailandia donde recibieron apoyo de EEUU, en virtud del conflicto diplomático que estos (los EEUU) mantenían con su enemigo vietnamita.
En resumen, los Jemeres fueron una reacción al genocidio gratuito de EEUU sobre camboya. Luego fueron derrocados por los comunistas de Vietnam. Luego se refugiaron en Tailandia donde recibieron apoyo de EEUU.
Dicho lo dicho, las personas honestas deben entender el grado de manipulación a la que están sometidos cuando miserables como SCHLECTER –y sus clones- nos quieren decir que Pol Pol y su sangría fueron producto de la ideología comunista. La historia los refuta. Los Jemeres Rojos fueron producto de la locura norteamericana.
Saludos.
sbado 16 de diciembre de 2006, 11:09 COT
Schlecter: El último párrafo lo hubiera escrito así:
“Dicho lo dicho, las personas honestas deben entender el grado de engaño a la que están sometidas cuando bufones como SCHLECTER –y sus clones- nos quieren hacer creer Pol Pol y su novia fueron alumnos del cirque du Soleil. La historia los refuta. Los Jemeres Rojos fueron producto de su taller de clones.
sbado 16 de diciembre de 2006, 17:04 COT
Marsares, te comprendo. Eres el gemelo, feo, tonto y pobretón de Schlecter. Para otra vida será.
domingo 17 de diciembre de 2006, 10:40 COT
30 Marsares.
Rta:
Caballero noto que usted no tiene claras las nociones de historia y por esa razon intenta tapar sus fallas con groseria.
Caballero tambien le indico que esta discusion se termina ahora mismo.
No me agrada participar de esta manera.
Si ustedes consideran molestos mis comentarios entonces me niego a volver a participar en su pagina.
Que tengan un buen dia.
Saludos
viernes 12 de enero de 2007, 15:12 COT
[…] Tres dictadores se nos han ido en los últimos meses. Hussein en la horca, Pinochet en la cama y Fidel… Sí, Fidel, aunque siga con su sombra tutelar sobre Cuba, ya empezó a morir. ¿La prueba? Raúl está hablando de apertura. Solo esperan enterrarlo para empezar a desmontar su obra. Esa es el triste epílogo. Como los faraones, lo hecho también se entierra con ellos. Otros siguen sus pasos como Chávez, un patético remedo de Castro, pero con plata. […]