La ciencia fantástica
Artículo destacadoPor Marsares
lunes 31 de julio de 2006 9:44 COT
Mientras el mundo contempla horrorizado la guerra en el Líbano, se acostumbra a la de Iraq y calla sobre la “invisible” del Congo, pero no por silenciosa menos monstruosa y vergonzante, una revolución en los laboratorios, le apuesta a cambiar el mundo para beneficio de todos.
Muchos recordamos a la bellísima Raquel Welch, cuando el modelo de mujer no era la anorexia sino las curvas que perturban el sueño, viajando en un microsubmario por el torrente sanguíneo de un científico, para llegar al cerebro y destruir un coágulo que lo tenía sumido en un coma profundo.
Ejemplo de imaginación y efectos especiales, El Viaje fantástico nos llevó de la mano por el interior del cuerpo humano. Vimos a los valientes luchar contra los anticuerpos, estar a punto de perder la vida cerca del corazón o enfrentarse a los vientos huracanados provenientes de los pulmones.
La realidad se toma la ciencia ficción
¿Ciencia ficción? En 1966, por supuesto; en 2006, no tanto. Hoy es posible hacer lo mismo, a través de máquinas biológicas construidas por el hombre, de apenas unos cuantos átomos de diámetro, llevando consigo la medicina salvadora a través del cuerpo humano para depositarla en dosis exactas en las células enfermas.
Extensos caminos ha recorrido nuestra especie para llegar a esta realidad que supera la fantasía. En un pequeño laboratorio del siglo XIX, Faraday dio el primer paso de gigante al descubrir que una corriente pequeña circulaba cuando se movía un imán. La inducción electromagnética había sido descubierta.
Muchos años después, cuando el hombre daba sus primeros pasos para viajar hacia las estrellas inscribiendo a Yuri Gagarin como su primer astronauta, el futuro premio Nobel Richard Feynman, le decía en ese inolvidable 1959 a la comunidad científica que también era posible hacerlo en el microcosmos de átomos y moléculas.
La nanotecnología
Pero el mundo debía esperar. La tecnología aún no estaba preparada para estas hazañas, como tampoco lo estuvo con Da Vinci y sus geniales bocetos de máquinas voladoras. Un libro de Eric Dresler que hoy es la Biblia que guía al mundo de lo infinitamente pequeño, Engines of creation, mostró que el futuro tocaba ya nuestras puertas.
Había sido mostrada en sociedad la nanotecnología y con ella la nueva concepción del mundo donde cambian los principios de la física clásica y comienzan los de la física cuántica, donde nada es lo que parece ser porque llegamos al laboratorio de la creación.
Todo es distinto, empezando por la medición misma de ese mundo infinitesimal. Aquí rige el nanómetro, que equivale a una millonésima de milímetro. Un cabello humano es un gigante, sin duda, pues su grosor es de 100.000 nanómetros.
Los arquitectos de la creación
La cabeza da vueltas, es indudable. Llegar a un mundo pero no para contemplar el misterio de la creación, sino para reordenarlo, no da para menos. Claro que para alcanzar esta frontera hubo que poderlo "ver y tocar", y mediante la nanotecnología, ir tras la obtención de las herramientas necesarias para poder manipular eficazmente los átomos.
Lo increíble lo tenemos a nuestro alcance. El ejemplo clásico es el nanotubo de carbono El carbono, en su estado natural puede encontrarse como grafito (empleado para los lápices escolares) o como diamante. La diferencia es la manera como están ordenados sus átomos.
Si los científicos “enrollan” estos átomos en forma de tubo, a la manera de una red, surge un material con increíbles propiedades, como el de ser 100 veces más resistente que el acero pero con una fracción de su peso, mejor conductor de electricidad que el cobre y servir como semiconductores para los computadores.
No existen límites, sólo es cuestión de tiempo para que podamos rediseñar los elementos químicos, la naturaleza, cualquier organismo vivo o inerte, incluso nosotros mismos. El sueño de solucionar los problemas humanos, desde terminar con las sequías, pasando por un Internet 100 veces más rápido que el actual, hasta aplazar la vejez a límites insospechados está a la vuelta de la esquina.
La caja de Pandora
Pero no todo es color de rosa. La caja de Pandora de que hablara Dresler se abre, mostrando los riesgos de una investigación sin control que puede llegar a socavar las bases mismas de nuestra sociedad. Acá no valen las buenas intenciones. Como le sucedió a Alfred Nobel. Inventó la dinamita para el progreso de la humanidad, y terminó ayudando a hacer más cruentas las guerras.
Hoy no es diferente. El ejército de Estados Unidos ya se metió de lleno en la nanotecnología, pero este no es el mayor de los peligros. Se ha descubierto que las nanopartículas pueden evadir el sistema autoinmunológico del cuerpo humano, excelente para curar enfermedades, pero preocupante si se trata de nanopartículas de otra especie.
Los riesgos se enumeran ante un mundo sorprendido y maravillado y la ausencia de regulación torna preocupante el avance científico. Ya se han patentado hierbas medicinales (China) y óxidos provenientes de 33 elementos de la tabla periódica (U. Harvard), para poner sólo dos ejemplos La vida convertida en monopolio.
Urge que esta discusión salte del plano académico a la vida diaria. Que las organizaciones sociales y políticas tomen riendas en el asunto. Que el ciudadano exija sus derechos. La nanotecnología llegó a nuestras vidas y las está cambiando de manera drástica. Cabe solo asegurarnos que sea para bien de todos.
lunes 31 de julio de 2006, 19:53 COT
Yo creo que todos estos inventos mal utilizados van a acabar con el mundo, la naturaleza humana no es tan filantrópica, prueba de ello es lo que pasa hoy en Irak y Libano. Buen trabajo, no había pensado tantas cosas que se derivan de estos invesntos
lunes 31 de julio de 2006, 20:07 COT
Recuerdo que en la película de Cowboy Bebop sale a colación el tema de la nanotecnología: un laboratorio, custodiado por guardias que parecen militares, desarrolla un virus mortal mediante la nanotecnología (parece un “robot” proteínico), cuya vacuna es portada por un hombre que unos años antes había “muerto” en una guerra. El tipo enloquece (como efecto de la vacuna) y planea esparcir la letal arma la noche de brujas del 2071…
Interesante tema, Marsares.
mircoles 2 de agosto de 2006, 10:10 COT
Felipe:
La nanotecnología ya está cambiando nuestro mundo. Los avances se multiplican día por día. No obstante, con ellos vienen los peligros que todo invento trae consigo: su mala utilización. De nosotros depende que eso suceda.
Julián:
La ciencia ficción se ha nutrido mucho de la nanotecnología, pero se ha quedado corta. Los nanotubos de carbono, para poner un ejemplo, ya penetran en nuestra vida. En la alta tecnología de los deportes, nuevos materiales para vencer la resistencia del agua, han cambiado la manera de competir. Telas inteligentes que monitorean el cuerpo constantemente ya están en prototipo. Los mismos bloqueadores solares que se emplean en las playas, ya tienen esta tecnología. La ciencia ficción llega a nuestras vidas como realidad.
mircoles 2 de agosto de 2006, 20:57 COT
HELLO.. QUERIDO MARSARES…
LA NANOTECNOLOGIA.. TEMA TAN FASCINANTE COMO MAGICO..Un nanómetro es la millonésmia parte de un milímetro. Para comprender el potencial de esta tecnología es clave saber que las propiedades físicas y químicas de la materia cambian a escala nanométrica, lo cual se denomina efecto cuántico.. y Bueno, gracias a la querida fisica cuantica.. se ha podido hacer ya realidad.. ya no es como los libros de ciencia ficción porque ya es una realidad.
Hace poco, bueno ni tan poco.. que una compañía NTT CORP, japonesa.. mejoró los transistores de silicio y los mejoró porque ahora con un sólo movimiento de electrones individuales.. es encendido y apagado..siendo de gran importancia en la nanoelectrónica de baja potencia..lo que permite mejorar mas los circuitos integrados..
Pero la natiocenologia no sólo ha demostrado ayuda en la electrónica. sino en la salud…Hace poco leí en el MIT ( iNSTITUTO DE TECNOLOGIA DE MASSACHUSSETS) un experimento que hicieron con unos " ratoncillos de laboratorio" y simularon una lesion traumática cerebral , afectando directamente los nervios de la via óptica de los ratoncitos y quedaron ciegos..
Según el informe, con una inyección de solución de nanopartículas se reparó los nervios ópticos y restauraron su vista y así las neuronas dañadas podrían regenerarse.. aunque esto todavía está en estudios y falta mucho más.. es un buen comienzo.
Y también sé que los nanotubos de carbono.. pueden actuar como superconductores a temperaturas muy elevadas que son muy útiles en la informática cuántica molecular.
Y la nanotecnología ha avanzado tanto tanto, que hasta ya hay un robot que puede imitar el tacto humano a partir de ella.. jeje
Así que para mi es algo positivo.. La ciencia siempre estará ahí. para ayudar. Depende sólo del hombre el uso que se le dé, que podría ser autodestructivo.. Espero, por nuestro bien, que se sepa utilizar todas estas maravillas que nos da la ciencia. la vida.. y la creatividad de muchos.. excelente post…
Espero algun día se pueda comprobar el efecto túnel.. jeje y asi conocerte jejjej-
Saludos, un placer comentar.. Espero no te moleste lo largo y enredado. jejjee.. Saludos.
jueves 3 de agosto de 2006, 08:48 COT
Fascinante, don Marsares, el tema propuesto. Uno pensaria que todo apunta a contribuir a unas mejores condiciones de vida en todo el planeta, sin exclusiones. Pero ya se veran el raponeo de patentes y el uso belico de un paso que brinda la milimetrica observacion de la existencia. Abrazo.
jueves 3 de agosto de 2006, 11:52 COT
Tify:
Realmente fascinante tu contribución. El experimento de los ratones que citas, es una prueba fehaciente de los enormes avances que la ciencia está realizando para beneficio de la humanidad. Y parodiando a Georges Clemenceau, "la ciencia es un asunto demasiado importante para dejársela a los científicos", por lo que la sociedad misma debe enterarse con suficiencia del trasegar de la nanotecnología en el laboratorio de la vida.
Julio:
Infortunadamente es así. No obstante, hay que mirar con optimismo el futuro. Pese a los primates que nos gobiernan y a los políticos que todo lo corrompen, se encuentra una sociedad que mira con esperanza estos avances para derrotar muchos de los males que nos aquejan. El futuro nanotecnológico ya golpea nuestras puertas. Debemos aprender a manejarlo para nuestro bienestar.
jueves 3 de agosto de 2006, 22:25 COT
Me parecio estupendo el artículo, y a mi modo de ver todo lo que se descubre es bueno si se le da un buen manejo, pero puede hacer mucho daño si cae en malas manos,. como el ejemplo que pones de la dinamita. Te felicito, es un artículo muy completo
viernes 4 de agosto de 2006, 06:57 COT
Janet:
Aunque es inevitable que cada invemto que pueda ser ùtil a sus intereses, los poderosos no tardan en sacarle todo el provecho, tambièn lo es que los avances de la ciencia continùan transformando nuestra vida, permitièndonos vislumbrar un mejor futuro.
viernes 4 de agosto de 2006, 18:51 COT
Muy interesante el asunto, Marsares. Sobre el buen o mal uso de este tipo de tecnologias, quiero creer en lo que alguna vez me dijo alguien: todo objeto en el universo contiene a su opuesto. Aquello que sana, puede dañar. Y creo que es necesario asumir ese riesgo si esta posibilidad de creacion de maquinas biologicas puede cambiar la medicina moderna. Abrazo, desde la pileta quieta.
viernes 4 de agosto de 2006, 23:13 COT
Ranita:
Claro que sí. Hay que correr el riesgo. La primera vez que el hombre tuvo un sueño, presintió su pesadilla, pero sin embargo, siguiò soñando.
viernes 18 de agosto de 2006, 15:48 COT
Qué ñoña de vida nos espera! La tecnología siempre nos ha prometido un mundo mejor pero solo ha logrado un mundo más perverso.