Calendario Nuevo Milenio – Kalendarium Mundi
Artículo destacadoPor Fabio Villegas Botero
lunes 14 de febrero de 2011 7:28 COT
Introducción
Hace mucho tiempo la humanidad viene buscando la simplificación y universalización de las diferentes medidas. El mayor logro ha sido el sistema métrico decimal. Sin embargo los revolucionarios franceses, sus autores, aunque crearon y pusieron en práctica durante 13 años el "Calendario Revolucionario" en 1792, y hasta idearon un reloj decimal, fracasaron en su intento de imponerlos ni siquiera en Francia.
Desde 1834 en que el abate Mastrofini y más adelante Augusto Compte presentaron una primera propuesta de calendario perpetuo para reemplazar el gregoriano, se ha estado buscando uno nuevo que tenga 2 características: la principal, que sea "perpetuo", de modo que siempre un mismo día del mes caiga en el mismo día de la semana y, por consiguiente, pueda ser "universal", o sea, que lo acepten gustosos todos los países, todos los pueblos, todas las culturas, todas las religiones del mundo.
Aunque se ha avanzado poco, sí se ha logrado clarificar los propósitos y limar resistencias. Un gran avance es la declaración del Concilio Vaticano Segundo que admite la posibilidad de colocar la fiesta de la Pascua (la Semana Santa), en una fecha fija todos los años, a diferencia de ahora que cambia cada año de acuerdo con un antiquísimo calendario lunisolar.
En cuanto a la posible universalización, el hecho real es que cada día el calendario gregoriano se utiliza más, a pesar de sus imperfecciones. Sin embargo subsisten otros calendarios importantes: el judío y el chino de 12 meses lunares y solo 354 días, aunque cada 2 o 3 años añaden un mes 13 para ajustarse al año solar, y el musulmán que es de 12 meses lunares y 354 días solamente. Desde su creación en el año 622 se nos han adelantado más de 40 años.
Este Calendario Nuevo Milenio se puede llamar KALENDARIUM MUNDI pues tiene una estructura sencilla y dinámica que responde mejor que el gregoriano a las necesidades y potencialidades del mundo y del hombre en el nuevo milenio.
¿Por qué un nuevo calendario?
Por las inconsistencias milenarias de los actuales, aun del gregoriano. Veamos sus problemas principales.
Los meses son de 28, 29, 30 o 31 días, sin ninguna secuencia lógica, lo que ocasiona el que cada uno de los meses comience en días diferentes al anterior y algunos se extiendan por el espacio de 6 semanas, aunque incompletas. Basta mirar cualquier calendario.
Los días del mes caen en diferentes días de la semana. Por ejemplo, el día 1 de los meses del año 2000 cayeron sucesivamente en sábado, martes, miércoles, sábado, lunes, jueves, sábado, martes, viernes, domingo, miércoles, viernes.
Para organizar una cita, una compra, un depósito, un préstamo, un vencimiento, una fiesta, una conferencia o cualquier evento hay que tener siempre a la mano un calendario para ver en qué día de la semana caerá. La planificación del estudio, los negocios, todas las actividades humanas, implica grandes dificultades.
Los años bisiestos se ajustan al final de febrero y no a fin del año. Adicionalmente la Pascua del judaísmo y el cristianismo es movible y origina otra serie de fiestas movibles.
Tiene algunas coincidencias que para muchos son de mal agüero como los martes y viernes 13 que ocurren con frecuencia.
De los otros calendarios principales, el judío y el chino tienen meses más simétricos: una secuencia alternativa de 29 y 30 días para acomodarse al mes lunar que es de 29,56 días. Pero como los 12 meses solo suman 354 días, más o menos cada 2 o 3 años tienen que añadir un mes más, el 13, que dificulta sobremanera cualquier planeación de actividades. El judío comienza generalmente en setiembre y el chino entre enero y febrero. El musulmán tiene la misma secuencia alternativa de meses de 29 y 30 días. Pero el año es solo de 354 días, 11 días más corto que el gregoriano y el solar. El Ramadán, su principal celebración, se adelanta año tras año en nuestro calendario.
Calendario Nuevo Milenio, Kalendarium Mundi
Este calendario es perpetuo. Siempre un mismo día del mes cae en idéntico día de la semana. La característica principal que lo distingue de todos los calendarios actuales es que la semana va a ser más corta, de solo 6 días, en vez de los 7 de la semana actual.
Estructura
- El año consta de 12 meses iguales de 30 días cada uno, los cuales suman 360 días. Al final se añade una semana de 5 o 6 días para completar los 365 o 366 del año solar. Tiene en total 61 semanas, 9 más que el año actual de solo 52.
- El año se divide en 2 semestres iguales de 30 semanas completas y 180 días cada uno. Igualmente en 4 trimestres iguales de 15 semanas completas y 90 días cada uno.
- El mes consta de 5 semanas completas de 6 días cada una, para un total de 30 días.
- La semana consta de solo 6 días de lunes a domingo en este orden: lunes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Se conservan principalmente los 3 últimos días de la semana por ser los más sagrados de las 3 grandes religiones monoteístas: el viernes para los musulmanes, el sábado para los judíos y el domingo para los cristianos. Pero se elimina el martes por varias razones:
- Primera y principal, por ser un día dedicado al dios de la guerra tanto en español como en inglés y en alemán y quizás en varios idiomas más. Segunda para eliminar la ambigüedad de la inicial M (martes – miércoles) en el español y T (Tuesday – Thursday) en el inglés. Tercera, porque el martes es considerado como día de mal agüero, especialmente si cae el 13 del mes. Hay un refrán español que dice "en martes, ni te cases ni te embarques".
- Se trabaja durante 4, máximo 5 días, y se descansa 2 días, mínimo 1, generalmente el domingo.
- La semana 61 corresponde a los últimos 5 o 6 días del año y se coloca después de los 360 de los 12 meses. Se llama "Findiaño" (Yearend) y debe ser de descanso o vacaciones. En los años normales es de 5 días: miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. En los bisiestos de 6: lunes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Cualidades del calendario Nuevo Milenio
- Es mucho más armónico y uniforme que todos los actuales ya que los trimestres son iguales, de 15 semanas cada uno, mientras en el gregoriano el tercero y el cuarto son más largos (92 días) que el primero (90) y el segundo (91); y en el judío y el chino el último es de 4 meses (118 días) cada 2 o 3 años. Igualmente los semestres son iguales, de 30 semanas cada uno (180 días), mientras en el gregoriano el segundo (184) es más largo que el primero (181), al igual que en el judío y el chino en que el segundo es de 7 meses cada 2 o 3 años.
- Los números básicos que se manejan tienen mucha mayor simetría: 5, 6, 12, 15, 30, 60, 90, 180, 360:
- 5 semanas el mes,
- 6 días la semana,
- 12 meses el año,
- 15 semanas el trimestre,
- 30 días el mes y 30 semanas el semestre,
- 60 semanas el año,
- 90 días el trimestre,
- 180 días el semestre,
- 360 días el año
Sólo al final se añade una semana de descanso de 5 o 6 días, según que el año sea normal o bisiesto.
- Las unidades de medida del tiempo para la economía, el estudio, la investigación, la vida familiar, cívica y aun religiosa son de gran precisión y de relaciones muy armónicas:
- Año de 360 días y 60 semanas.
- Semestre de 180 días y 30 semanas.
- Trimestre de 90 días y 15 semanas.
- Mes de 5 semanas.
- Semana de solo 6 días (4 de trabajo y 2 de descanso).
- La semana "Findiaño", tras 60 semanas, 12 meses, 4 trimestres y 2 semestres, le da cierta variedad al calendario y rompe una posible monotonía que se le podría reprochar. Además ayuda a separar más radicalmente un año de otro, fuera de que es un tiempo de distensión, reflexión, balance, encuentros familiares y de amigos, y finalmente de fiesta.
- Las semanas de solo 6 días propiciarán una productividad nunca alcanzada hasta ahora. Serán menos días de trabajo continuos, seguidos de un descanso más temprano y ojalá más largo, 4 de trabajo y 2 de descanso. Se fatiga menos y se reinicia el trabajo más descansado.
- Hay 9 semanas más que en el actual calendario y con ello 9 fines de semana (weekends) más de descanso, 9 sábados y domingos adicionales. Esto propiciará una mayor integración de las familias, mayor alegría y convivencia entre los amigos, mayor estímulo para los deportistas, para el turismo de fines de semana, para el culto religioso, para todas las actividades de la cultura y el espíritu.
- El ritmo total de vida será más organizado, más dinámico, menos fatigoso.
- El estrés desaparecerá casi por completo.
- La ecología reportará beneficios incalculables. El hecho de disminuir un 18% la actividad laboral de cada semana reduce notablemente la contaminación de fábricas, vehículos, vertimientos y otros agentes deletéreos, y permite alcanzar una economía mucho más sustentable que con cualquier otro calendario.
- Sería largo enumerar otros beneficios, pero cada uno los encontrará de inmediato.
- Con todo hay uno trascendental que no se puede olvidar. Este calendario se presta como ningún otro para pacificar los países y el mundo entero. Basta decretar como días de tregua, en medio de cualquier guerra, los 61 finsemanas (weekends) (sábado y domingo), las 4 semanas de fin de trimestre y la semana "findiaño" (yearend), para que muy pronto los combatientes no quieran regresar a la lucha y depongan las armas, los odios, las venganzas.
Beneficios importantes
- Los 4 trimestres completamente iguales le dan un ritmo muy uniforme a todas las actividades humanas. En realidad el trimestre, más que el mes, se ha convertido en una medida fundamental de la economía, del proceso educativo, del devenir cultural, de mil y mil actividades de las personas, los países, el mundo entero. Para el manejo de la economía —producción, distribución, finanzas—, esta medida fija e igual permitirá unas comparaciones que hoy son de gran imprecisión, si no casi imposibles.
- Se eliminan ciertos agüeros que perturban a muchas personas:
- Los martes y viernes 13, ya que este siempre será lunes.
- Los años bisiestos, aunque se seguirán presentando con el mismo ritmo, cambian un día más de trabajo al final de febrero, por uno adicional de descanso en la semana findiaño.
- El tiempo de trabajo y descanso está mucho mejor distribuído en este calendario que en ningún otro. El mes, el trimestre, el semestre, el año mismo, siempre comienzan y terminan con semanas completas de lunes a domingo. No hay cortes de cuentas a mitad de semana, ni en días inesperados como sucede con los actuales calendarios de todo el mundo.
- Desaparecerán las fiestas movibles (Pascua y sus derivadas) que trastornan enormemente los calendarios actuales. El Concilio Vaticano Segundo el 4 de diciembre de 1963 lo aceptó de antemano: "El Sacrosanto Concilio declara que… no se opone a que la fiesta de Pascua se fije en un domingo determinado dentro del calendario". Se sugiere fijar la Pascua el último domingo de marzo, de modo que toda la Semana Santa o Mayor ocupe la última semana de dicho mes que sería de recogimiento y vacaciones.
- En cuanto a otros festivos es imposible eliminarlos todos. Se dejarán en cada país los principales, tanto civiles como religiosos. Cada quien celebrará sus matrimonios, cumpleaños y demás fiestas en el día de la semana en que caigan. Pero se sugiere que al final de cada trimestre haya una o más semanas de vacaciones, de preferencia colectivas. Cada trimestre será como una semana de semanas, con 13 o 14 de trabajo y al final 1 o 2 de descanso.
- Se procurará que las vacaciones se concedan y disfruten en las últimas semanas de cada trimestre, quizás con intensificación al final de cada semestre en coincidencia con el invierno y el verano tanto del hemisferio norte como del sur.
- Se sugiere también que las principales actividades de la sociedad se realicen no solo por períodos anuales o semestrales, sino también y mucho más, por trimestres. Con esto la educación, el trabajo y aun la vida política, se desarrollarían por trimestres completos, con un ritmo más acelerado y mucho más eficiente.
- Con lo anterior se logrará que buena parte de las vacaciones de los estudiantes coincida con las de sus padres y se conviertan en vacaciones familiares, con gran provecho para padres e hijos y toda la sociedad, a la vez que para el turismo.
- Como el año se compone de meses y trimestres de semanas completas se presta para racionalizar los vencimientos y pagos y todas las actividades financieras de tanta importancia en el desarrollo económico y social.
- Este nuevo calendario ayudará mucho a un desarrollo sustentable y a la recuperación ecológica del planeta, ya que no solo en los fines de semana, sino durante una semana como mínimo al final de cada trimestre, se le dará un respiro al ambiente, con un cese casi total de la contaminación de fábricas y automotores. Este solo beneficio podría ser suficiente para adoptarlo.
- Se pueden intensificar muchísimo el deporte, el ocio creativo, las artes y, en especial, el turismo. Hoy las temporadas altas se reducen a 2 principales, supremamente congestionadas. Todos tienen que viajar al mismo tiempo y la ocupación de los transportes, la hotelería, los restaurantes, las playas, todos los sitios turísticos se vuelve muy costosa e inmanejable.
Con este calendario se abrirían 4 temporadas altas, cada una de 3 o 4 semanas como mínimo, al final de cada trimestre. El resto se dedicaría al turismo de la tercera edad, de los niños y estudiantes para su descanso, estudio, investigación y compenetración con más y más pueblos y culturas en un mundo progresiva y aceleradamente globalizado.
¿Quién debe tomar la determinación?
Primeramente se debe dar a conocer ampliamente al público.
Luego será una autoridad política, ojalá en pleno acuerdo con la cultural y la religiosa, la que lo determine para un determinado país, un continente, el mundo entero. Ojalá sean las grandes organizaciones continentales: UE, OEA, Uniones de países asiáticos, africanos y australianos, y sobre todo la ONU, con todas sus entidades subsidiarias, UNESCO, OIT, OMS, OMC, etc. las que lo impongan.
Si cambiamos de siglo y de milenio, ¿por qué no de calendario?
lunes 14 de febrero de 2011, 13:29 COT
Este calendario Nuevo Milenio es una propuesta bastante inquietante que, con las Cualidades expresadas sobre los días más cortos con descansos igualmente más cercanos, traería consigo un sosiego al mundo acelerado y agitado que estamos viviendo en la actualidad.
Ponderada y documentada esta entrada querido Fabio.
Un abrazo!
lunes 14 de febrero de 2011, 15:34 COT
Una excelente propuesta, muy bien argumentada y con sentido. La verdad ya es hora de que nos alejemos de la mirada tradicional y anacrónica con la cual hemos venido entendiendo el tiempo,y aquí el Doctor Fabio sí que nos da luces para los cambios del nuevo milenio.
lunes 14 de febrero de 2011, 22:00 COT
Que me envuelvan ese argumento de que eliminarían el martes porque está dedicado al dios de la guerra y porque es “de mala suerte”. Eso echa por tierra cualquier validez científica de esta propuesta. Cojan oficio.