Tras las claves de Guillermo Arriaga
¿Ar iu toquin tu mí? > ColumnasPor Carlos Vallejo
jueves 17 de mayo de 2007 21:56 COT
Bastaría con decir que se trata del guionista de la trilogía que el director Alejandro González Iñárritu llevo a la pantalla y al éxito, la compuesta por Amores perros, 21 gramos y Babel, para hablar de su talento. Pero este mexicano, además de ello, ya tiene en su hoja de vida una Palma de Oro del Festival de Cannes por el guión de Los tres entierros de Melquíades Estrada, una película poco conocida en Colombia y que es dirigida por Tommy Lee Jones. Y, por si fuera poco, tiene una muy buena obra literaria que no defrauda para nada a quienes habían visto las películas mencionadas: el libro de cuentos Retorno 201 y la novela El búfalo de la noche demuestran que Arriaga tiene claro cómo se cuenta una historia, independientemente de si se trata del lenguaje literario o el audiovisual.
Aquí llegamos a la primera clave. Para Arriaga no hay diferencias entre escribir literatura o cine. En muchas entrevistas ha dicho que para él se trata simplemente del oficio del escritor. En una de ellas, cuando le preguntan si entonces el guión es una pieza literaria, dice: “es lo que procuro: pongo tanto cuidado en el lenguaje y la estructura que lo veo como literatura. Lo que he procurado es, precisamente, llevar estructuras literarias al cine. Si te vendes como alguien dispuesto a hacer lo que sea con tal de que lo filmen, así te van a comprar. Si tú eres alguien que quiere presentar una obra sólida y arriesgada, te van a considerar como lo que eres: un escritor”.
Y para que esa obra sea sólida, como en efecto lo es, llegamos a un punto importante de este tipo al que desde ahora llamaremos escritor, y es su deseo de llegar a la perfección: el guión de Amores Perros fue escrito 36 veces y el de 21 gramos, más de 50. Esta es su segunda clave y nos vamos de una para la tercera, la más importante, la que tiene que ver con la forma en que se ve la vida en sus historias: la crudeza. La crudeza de una supermodelo que por un terrible accidente de tránsito se queda sin una pierna. La crudeza de una familia perdida en el cruce de una esquina y cuyas voces quedan grabadas en un mensaje de celular, con las risas de las niñas que juegan, justo antes de que una camioneta enorme les pase por encima. Y, también, la crudeza que impulsa la vida: como en una maravilla de escena de Amores perros en la que El Chivo, el indigente que recoge perros callejeros y es además un asesino a sueldo, después de que el último perro recogido – el que será llamado negro – mata a todos los demás, simplemente cava una fosa y los quema y con ellos quema su vida y así, por el poder que tienen las grandes hogueras, termina todo y empieza todo de nuevo.
¿Y por qué este escritor se acerca a la vida desde la crudeza? Aquí llegamos a la última clave, el hecho que casi lo define como escritor, la manera en que se acerca al mundo para ofrecénoslo en toda su crudeza: a Guillermo Arriaga le encanta la caza. Y le roba a Miguel Delibes, el escritor español, una frase para definirse: “soy un cazador que escribe”. Y, para terminar, miremos en las propias palabras de Arriaga qué tipo de cazador es, cómo un cazador puede serlo por una aceptación de lo que es la naturaleza, cómo se encuentra en esta práctica con el mensaje que nos trae su obra, cómo la caza define su sensibilidad y su escritura: “siento que vivimos en un mundo cada vez más alienado, donde unos mecanismos de represión muy sutiles están dejando al individuo casi aislado. Son la negación de la muerte, la negación del cuerpo, la negación de la independencia. La cacería se convierte en un antídoto contra la alienación, te pone en unas circunstancias extremas de vida o muerte, crueldad, belleza. Cuando cazas sabes que perteneces a la naturaleza y entiendes tu naturaleza humana. Entiendes que hay una parte de ti conectada a la crueldad, al dolor, y otra a la civilización. Te llenas de barro, pasas frío, acabas hecho una piltrafa, todo para cazar seres bellísimos. Es un pecado, una sensación de que mataste, pero estamos sentados en un trono de sangre. Siempre he dicho que me parece muy inocente el vegetariano que dice: ‘Yo no mato nada’, sin darse cuenta que para sembrar brécol se ha de arrasar miles de hectáreas de bosque y destruirlo ecológicamente. Creo que la especie humana está en peligro de perder contacto con su propia naturaleza y a veces olvidamos que tenemos una naturaleza destructora”.
domingo 20 de mayo de 2007, 15:59 COT
Hola Carlos: ¡BIENVENIDO A equinoXio! Lo de los guiones “crudos” puede ser muy cierto, pero al final creo que es el director el que “modula” la percepción de acuerdo a su propia visión fotográfica y de la escena. Un ejemplo muy traído de los pelos sería el de Almodóvar, cuya crudeza visual y linguística de seguro supera los guiones de sus películas. Supongo que también hay ejemplos al revés. De cualquier manera, nuevamente, bienvenido. Y… “Yes Sir: I”m talking to you!” THILO.
domingo 20 de mayo de 2007, 19:05 COT
Carlos, bienvenido a equinoXio. Una cosa si es cierta, con la última frase de Arriaga y que tu nos traes, confirma esa crudeza que se notan en los guiones de las mencionadas películas.
Un saludo especial y saludos de bienvenida nuevamente.
domingo 20 de mayo de 2007, 21:55 COT
Interesante acercamiento a este director. Un poco tarde, pero bienvenido a equinoXio, ala. Cada semana estaremos esperando tu columna, que pinta muy bien, por cierto. Un saludo.
lunes 21 de mayo de 2007, 09:37 COT
El oficio de escritor es una de los más arduos. Debe tenerse la terquedad del guaquero y la capacidad de asombro del niño. Igual la paciencia del científico y la ilusión del enamorado. Guiillermo Arriaga tiene estas dotes y de ahí sus maravillosas historias donde reivindica la parte humana que todos tenemos, así en nuestra cotidianeidad lo neguemos. Pese a la crudeza de sus relatos, en el fondo queda la esperanza de que quizás, en la siguiente esquina, se encuentre algo mejor. Bien, Carlos, por traernos estas pinceladas de Arriaga. Una referencia para observar mejor sus próximos trabajos.
lunes 21 de mayo de 2007, 23:55 COT
Carlos
La crudeza ha tomado un puesto de protagonista en todo. Y en el cine se debe, creo, a dos razones fundamentales: la condición humana y la necesidad de las compañías multinacionales de explotar al máximo aquellos tópicos más cercanos al lado oscuro de los hombres -y mujeres- para mejorar sus ganancias.
Lo que no me llega, de veras, es el asunto de la caza. Y no soy vegetariano. La caza, hoy, es una prolongación innecesaria de las antiguas condiciones de la sobrevivencia. Hoy muchos hombres prefieren matar a sus semejantes. Les reulta más tremendo y emocionante. ¿Eso hace el crimen atractivo?
Finalmente, bienvenido a este universo de equinoXios batalladores.
martes 22 de mayo de 2007, 09:00 COT
Ciencia y conciencia: y sí, claro quer es el director el que nos trae lo que podríamos llamar versión final, pero no olvide que en este caso también se hablaba de la obra literaria del tipo, q
martes 22 de mayo de 2007, 09:16 COT
El anterior se fue de puro despiste:
Ciencia y conciencia: y sí, claro que es el director el que nos trae lo que podríamos llamar versión final, pero no olvide que en este caso también se hablaba de la obra literaria del tipo, que tiene similares características.
Germán: sí, es más o menos la misma forma de asumirlo.
Julián: bueno, bacano.
Marsares: eso es tal vez una de las mejores cosas. Que siempre está ese fondo.
Carlos Uribe: puede que sea asì, pero esta a la que nos referimos es una crudeza que nace de un tipo que ve la parte cruda de la vida y se sienta a escribir. Si a las multinacionales les interesa es otro asunto: el tipo està escribiendo y, ademàs, por hablar de una sola vaina, Amores perros no es el producto de una multinacional. Y tampoco se trata, en este caso, de estar de acuerdo o no con la caza: es sòlo algo que al tipo le gusta y que en parte explica còmo se acerca a sus historias. Y, tal vez, por ello Arriaga pueda ser llamado un bàrbaro que escribe. Lo que nos debe importar en este caso es si este bàrbaro lo hace bien. Gracias por su comentario, y por no ser vegetariano, jajajajja
martes 22 de mayo de 2007, 10:03 COT
Mae Govannen Yáviérenna: Bienvenido a equinoXio, Carlos.
La principal clave de Guillermo Arriaga, pienso, es simplemente la clave fundamental para entender al género humano. El ser humano es un depredador por naturaleza: entender y sublimar esa circunstancia es la vía para separarnos de las bestias.
Algo que me gusta, además, del director, es que sabe tratar la crudeza sin reducirla a vulgar morbosidad, una lección que la mayoría de los escritores y periodistas deberían aprender.
mircoles 23 de mayo de 2007, 04:05 COT
En referencia al comentario sobre el vegetarianismo, quisiera añadir algo. El ser humano es un ser violento no sólo con los animales sino con los de su misma especie. Eso no significa que no debamos avanzar en el camino del respeto a todo ser que es capaz de sentir. (Un humano, un perro, un cerdo, una gallina, etc. son capaces de sentir. Un tomate no). Existe la violencia de género, el racismo, la homofobia, etc. Sin embargo que existan no significa que no debamos intentar erradicarlos.
El ser humano es omnívoro; puede obtener todos los nutrientes que necesita de legumbres, cereales, hortalizas, frutos secos, frutas, etc. Todo el mundo ve la diferencia entre comerse a otro humano y comerse unas lentejas, o entre comerse a un perro o comerse un plato de pasta. La misma diferencia existe entre comerse un plato de arroz o comerse un ternero o un cordero.
Además, el ser humano es un agente moral. Puede elegir. Miles de millones de personas en el mundo viven y han vivido durante siglos sin usar ni matar animales.
Si uno se encontrase en una isla desierta y tuviese que matar a un animal para sobrevivir porque no existiese ningún vegetal que pudiese comer para subsistir, entonces podríamos hablar de un concepto de necesidad.
Sin embargo, hacinamos y privamos de todo tipo de necesidades básicas a seres sintientes (les privamos de espacios vitales, de movimiento, de sus crías, etc.) y los matamos sólo porque nos gusta el sabor de su carne, leche, huevos, pieles, nos gusta utilizarles y torturarles como entretenimiento o deporte, etc. Usamos y matamos animales sin necesidad y causar sufrimiento y muerte sin necesidad no puede catalogarse como una actitud ética sino como reprobable.
Además las dietas basadas en carne generan deforestación, contaminación, ineficiencia (pues necesitan mucha más tierra, más energía, más agua, etc.) (Ver último informe FAO sobre ganadería). Una dieta basada en carne no podría alimentar a toda la población mundial. Una dieta vegana sí.
Finalmente, hay una máxima que acabaría con muchos de los problemas que tenemos hoy en día: No hagas a nadie (a todo ser que pueda sufrirlo) aquello que no te gustaría que te hiciesen a ti. Al perro le duelen las patadas, al humano también. Al humano le duelen los golpes al cerdo también. Los animales necesitan espacio, correr, jugar, interactuar, relacionarse y formar lazos afectivos, cuidar de sus crías y vivir. Los humanos también.
mircoles 23 de mayo de 2007, 10:54 COT
la verdad conocìa poco de Arriaga, salvo por lo de los guiones pero me llama la atención. Se ve que el hombre se esfuerza por ser un buen escritor más que un guionista de películas que ganan muchos premios (cosa que muchos guionistas jóvenes tiene en la cabeza, solo los premios) y creo que su perfección literaria se ve en el cine. 🙂
mircoles 23 de mayo de 2007, 12:50 COT
Mornatur: esa es una de sus mayores vistudes. Entiende la naturaleza humana y no cae en el morbo. Es genial.
María Luisa: menos mal que Arriaga no lo ve así. Por eso puede mostrar en sus películas un mundo sincero, alejado de la perfección improbable de quienes quieren, luchando contra la corriente, que sea mejor. Un mundo más cercano a la realidad que su comentario.
Ruby: muy buena apreciación esa de que su perfección literaria se ve en el cine. Es lo que él quiere.
jueves 24 de mayo de 2007, 16:16 COT
No puedo evitar un comentario como respuesta a Maria Luisa: hey, pensé que hablábamos de cine…
Pero ya que estamos, y aunque no sé mucho sobre biología, ecología y alimentación, no creo que el ser humano fuera el mismo sin una dieta de carnes – así sea de manera secundaria.
Y una aclaración importante: disto mucho de ser vegetariano – lo de “más largo que una semana sin carne” lo entiendo a la perfección – pero eso no quiere decir que sea una persona cruel, como implicas en tu comentario. Estoy abierta y completa – y hasta violentamente – en contra de las peleas de gallos o de perros y me avergüenza provenir de una ciudad en la que se rinde culto a la bárbara crueldad que se llama tauromaquia. Prefiero millones de veces ver un tigre vivo y hermoso en toda su majestad – así sea a través de un monitor – y bichitos como la marta, la chinchilla, los roedores, los zorros, y todos los que se suelen usar sólo por la piel me parecen más bellos vivos y en libertad que como parte de un abrigo. Pero jamás cambiaría una buena costillita o una porción de carne bien asada por la mejor ensalada del mundo, con la sola salvedad de que prefiero, obviamente, que el ser que me brinda de esa manera sus beneficios haya muerto de manera rápida e indolora.
Y así como muchas personas en todo el mundo, como afirmas (afirmación que encuentro difícil de creer, y lo puedo argumentar) han subsistido sin carne, miles de personas aún hoy subsisten con una dieta racional de carne para mantener la cual no necesitan violentar el medio ambiente en el que habitan. ¿Ellos también son culpables del deterioro ambiental? No lo creo. Sé que el culpable es el manejo industrial que se da a la alimentación, y el inmenso desperdicio que eso genera, y el inmenso montón de estupideces innecesarias para cuya obtención se requiere la muerte de seres vivos.
Y finalmente, ¿cómo es eso de que un tomate no siente? Las plantas son seres vivos también.
jueves 24 de mayo de 2007, 18:20 COT
Mornatur: sì, hablàbamos de cine. Esto se me pareciò por un segundo a un programa malìsimo, que creo que vi joven en Cali por Telemalìsimo, y que tenìa un muy mal nombre tambièn: Hablemos de cine y algo màs. Creo que voy a cambiarle el nombre a la columna por èse. Jajjajajajajja.
jueves 24 de mayo de 2007, 22:32 COT
Ahora si me hicieron reír………
sbado 26 de mayo de 2007, 23:43 COT
jajjajajjaa. Sì, hablemos de cine, y riàmonos.