Son lo que son
Columnas > La política en taconesPor Pilar Ramírez
sbado 20 de septiembre de 2008 7:52 COT
En medio de desgracias climáticas, decapitados, matanzas del crimen organizado, actos terroristas en Michoacán y candidatas vicepresidenciales cuyo conservadurismo parece despertar simpatías, la Feria Internacional del Libro Universitario de la Universidad Veracruzana (UV) es una flor en el desierto. Diez días de libros y cultura veracruzana, mexicana e internacional son un descanso.
La FILU estuvo dedicada este año al cambio climático y lo anunciaron gráficamente con un cartel muy sugerente que tiene un mapamundi ubicado en el centro de un huevo frito. Sinceramente, me parece que todo mundo habla del cambio climático porque es lo políticamente correcto o lo académicamente pertinente, pero veo que se hace muy poco.
En lo que se refiere a la exposición y venta de libros, se percibe la presencia del editor Joaquín Díez-Canedo, pues la Universidad Veracruzana elevó considerablemente este año su capacidad de convocatoria para lograr la participación de editoriales prestigiosas a diferencia de lo que sucede con la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil donde la oferta es de libreros y no de editoriales, la mayoría de las cuales se encuentran en la Ciudad de México y ante las ventas tan reducidas les resulta muy poco redituable colocar un stand; en la FILU tampoco hay ventas de pánico pero la oferta es atractiva y alguna editoriales trajeron una buena selección donde se pueden revisar las novedades.
Es preciso que los organizadores de ferias de libro reconozcan esta situación para manejar políticas y condiciones diferentes que hagan atractiva la participación a los editores y permitan a los visitantes adquirir libros a mejor precio. En un país como México con una economía que no pone al alcance de la mano los libros y con un nivel de instrucción que no los convierte en artículos de primera necesidad se requieren acciones que compensen la desventaja de la concentración de la oferta editorial en el centro del país.
Por otro lado, en la FILU, el programa cultural ha sido espléndido y reconfortante. Se rindió homenaje a glorias nacionales y/o veracruzanas: Gonzalo Aguirre Beltrán, Emilio Carballido. Dagoberto Guillaumin, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Luisa Josefina Hernández y Enriqueta Ochoa. Se hizo una curiosa pero atractiva selección de cine denominada “El cine que veía Carballido”, donde se programaron Bonnie and Clyde y Espartaco; en la feria también ha habido ocasión para oír hablar de poesía, de literatura, de la fotografía en la frontera norte, de periodismo, se han hecho lecturas dramatizadas de obras de teatro, están programadas una buena cantidad de presentaciones de libros a las que uno siempre debe acercarse con cuidado, pues las presentaciones de libros son como el anuncio del nacimiento de los hijos donde se destacan las virtudes y bellezas del vástago, nunca sus defectos.
La música, como siempre, no podía faltar. En esta edición de la FILU, la Universidad Veracruzana presentó una agradable novedad: realizó un Encuentro Universitario de Son Jarocho al que denominó “Un son con clase” en el que participaron grupos de jóvenes universitarios de distintas ciudades y universidades del estado de Veracruz y del Distrito Federal. Estuvieron los jarochilangos Ramita de Cedro; Recoveco, Yolpakih y Los Macuiles de Xalapa, así como Son Candela de Tlacotalpan.
Durante más de cinco horas los jóvenes dieron lo mejor de su capacidad técnica para la ejecución de jaranas, requintos, leonas, quijadas de burro y panderos y mostraron que la tradición del son jarocho no tiene límite de edad, que una parte de nuestros jóvenes puede combinar sin problema alguno el gusto por varios géneros musicales, pero que tiene un interés especial por preservar las manifestaciones artísticas como la del son jarocho que forma parte incuestionable de la identidad veracruzana pero que se adopta alegremente y con convicción en otras latitudes. El interés de la Universidad Veracruzana por apoyar estas actividades artísticas de los universitarios fue reconocido por los grupos una y otra vez. No está de más destacar estos esfuerzos fértiles que rinden musicales y gratísimos frutos.