No existo
Columnas > Nota con fusaPor Bailarina
jueves 13 de diciembre de 2007 17:46 COT
Esto ya es el colmo. Generalmente soy muy paciente con todos los trámites burocráticos, las filas eternas, los colados, la ineptitud e ineficiencia de los empleados, el mal trato de los funcionarios, porteros, celadores, vigilantes, etc., el “vaya aquí” o “pase acá” o “no, eso no es en esta fila” o “sólo atendemos de 1:30 a 2:30” y ridiculeces de ese estilo, dizque con la tontísima concepción de hacer los procesos más expeditos y facilitarle las cosas al ciudadano. ¡Ja! Hoy me río de eso más que nunca… y eso que se supone estamos en una democracia.
Pues bien: he perdido mi cédula de ciudadanía –robo de bolso con todo– y ya saben ustedes lo que eso significa. Mi C. C. es de Bogotá pero por vivir en Cali pues saqué mi contraseña de nuevo allí y a esperar. Lo único que me tenía contenta es que la nueva foto era mucho más bonita que la anterior y, bueno, ese plus es importante, especialmente cuando las fotos de documentos públicos son un horror.
Sin embargo, en octubre de este año boté mi billetera con la contraseña. Otra vez vuelve y juega el proceso de sacar nueva documentación, pero esta vez llevo 2 meses en esas y nada, no tengo contraseña, ni cédula, ni ningún tipo de documento que certifique que yo soy yo, que efectivamente existo y puedo realizar cualquier proceso bancario, jurídico, político, etc. Por lo tanto, para el sistema y la democracia no existo, soy una indocumentada –que es casi como no tener alma– y nadie puede hacer nada.
Me siento maltratada y violada en mi derecho de tener una documentación y una identidad. Al perder la contraseña, la Registraduría debe expedirme un Certificado de Documento en Trámite con el que puedo identificarme, ir al banco o salir del país si es necesario, hasta que llegue mi nueva cédula con la foto bonita, porque si expido una nueva contraseña pues tendría dos cédulas y eso se supone delito.
Llamo a la Registraduría Nacional del Estado Civil en Bogotá y una señorita muy amablemente me dice: “No te podemos dar ese certificado acá porque tu contraseña fue expedida en Cali, así que tienes que dirigirte a la Registraduría allá y hacer esa vuelta”. Además eso lo dice claritico en la página web, lo entiendo hasta yo que soy una negada para estas vueltas. En el día de ayer fui a la Registraduría en Cali y la vieja bigotona que me atiende me dice: “Ayyyy no, su cédula es de Bogotá, eso no se le puede hacer por acá”. Le explico yo el caso y lo que me dijeron en la Registraduría en Bogotá, y vuelve a decir "no, pero acá no, eso toca escribir a Bogotá una carta y eso demoran en contestar 4 meses, y eso cuando contestan”. Confieso que en ese momento la paciencia de la que soy capaz –que es mucha porque no me gusta dañarme el día por bobadas– se iba agotando. ¿Cómo me respondía de esa forma “y eso cuando contestan”? Mucha inepta, muy equívoco el sistema, todo está mal, ella por estar ahí, la Registraduría por haberla contratado, el sistema por no funcionar y yo por no tener identificación.
¿Y entonces qué hago? “Le toca que esperar a que le llegue la cédula”, con cara de "de malas usted… siguiente".
Yo me pregunto cómo es que pueden pasar este tipo de cosas, por qué todo tiene que ser tan complicado, tan enrevesado… no entiendo cómo a pesar de eso el país funciona, a pesar de lo torpe y paquidérmica que es la burocracia. ¿Por qué la atención de los funcionarios públicos es tan mala? ¿Cómo es posible que no puedan darme una solución diferente a la de "espere que le llegue la cédula" cuando estoy INDOCUMENTADA y eso en este país no sólo es grave sino delicado, porque uno nunca sabe qué pueda pasar?
En realidad toda esta situación me tiene muy contrariada y me lleva a pensar y a entender por qué la corrupción y la trampa. Si sacar un papel tiene que convertirse en una yinkana, pues falsificarlo o pagar para que alguien haga la vuelta más fácil es muchísimo mejor que someterse a los vaivenes de la burocracia. Es una forma más expedita aunque no legal, pero… ¿cuáles son las alternativas que el sistema ofrece?
jueves 13 de diciembre de 2007, 18:54 COT
Bueno, aunque la noche estaba mojada y en el Juan Valdés lo único que hicimos fue escampar y hablar del prójimo, a Julián y a mi nos consta que existes. Incluso, cuando apareciste emparamada (los fantasmas no se mojan ¿cierto?) y Julián sólo atinó a decir: “¿será esa mamasota, la del pantalón rojo?” nos dimos cuenta que sí existías. Así que si nos quieres citar de testigos, daremos fe, que de verdad existes, aunque tengas el corazón en el Huila, el cuerpo en Cali bella y las ganas de venirte, en Bogotá. Tres razones distintas y una sola bailarina verdadera.
jueves 13 de diciembre de 2007, 19:32 COT
Hey, Marsares, yo no uso la palabra “mamasota” (de hecho, es “mamazota”, es un aumentativo). Yo le dije cosas más bonitas, ¿verdad, Bailarina? 😉
jueves 13 de diciembre de 2007, 19:43 COT
No me consta.
jueves 13 de diciembre de 2007, 19:49 COT
No te consta, Marsares, porque eso fue después de que te fuiste.
jueves 13 de diciembre de 2007, 19:58 COT
¿Cómo? Cuenta el chisme completo.
jueves 13 de diciembre de 2007, 20:23 COT
No en este espacio, por favor, Marsares.
jueves 13 de diciembre de 2007, 22:43 COT
Creo que me he perdido de algo en la casa equinoXial… y todo por estar en el balcón.
La impotencia que se siente la evidencias tú. Una vez perdí mi cédula y le pido a Dios de que nunca más me vuelva a suceder lo mismo, creo que es mejor pedir limosna que pasar por ese interminable, agotador y estresante proceso.
Esta entrada es la voz de muchos Colombianos que están pasando por situaciones similares. Las diligencias con el gobierno no son nada gratas.
Un abrazo!
viernes 14 de diciembre de 2007, 10:52 COT
Lully, tienes toda la razón, la burocracia se come al país y lo peor es que nada pasa contra eso.
Por estar en el Balcón, te perdiste de un encuentro entre Jul, Marsares y yo en el Juan Valdéz de las reuniones equinoxiales, algo pasado por agua.
Y ustedes dos muchachitos dejen de estarse mandando la pelota que este no es espacio pa” ventilar privacidades de la casa ola y mucho menos pa” dejarme en ridiculus….Abrazo a los 3; y a ti Marsares muchas gracias por el apoyo y tus palabras. Al menos hay alguien para quien existo.