El gobierno de Uribe y las soluciones “temporales”: ¡un noviazgo perverso!
Columnas > EconomíaPor Julián Rosero Navarrete
mircoles 12 de mayo de 2010 12:47 COT
Si en algo los Marcos Palacio de la segunda mitad del siglo XXI deben estar de acuerdo es en clasificar en sus estudios históricos al gobierno de Uribe como aquel que no fue capaz de brindarles a los problemas una solución estructural: para frenar el terrorismo de los insurgentes usó, como para apagar fuego con gasolina, el terrorismo de Estado; para acabar con la pobreza dio gala de una fuerte política asistencialista que se limitó a “medio aliviarla” con subsidios mensuales; para aumentar el empleo se creyó y religiosamente siguió la “teoría de la copa rebosada”: darles gabelas a los grandes capitalistas con la ilusión de que a éstos, algún día, se les rebosaría la riqueza, la cual caería sobre la población en forma de empleo. En fin. Muchas “soluciones” pero los problemas, como uñas de hippie, ¡ahí, creciendo!
Ahora bien, trayendo a colación la devastación en materia social y económica que los sistemas financieros paralelos e ilegales produjeron en el suroccidente colombiano, ha pasado casi 1 año y medio y nada de soluciones estructurales. En aras de no extender la presente columna en disertaciones del “por qué”, algo que la opinión pública debe saber es que los Esquemas Ponzi o “pirámides” son fenómenos presentes en todas las economías de mercado del mundo. Incluso se podría aseverar sin mayor reflexión que, en economías como la estadounidense, el fenómeno podría apreciarse hasta en cada esquina. Así pues, el problema no es que existan dichas pirámides. El problema, y de mucho cuidado, es que éstas se multipliquen y desplacen a los sistemas financieros formales y legales.
Obviamente, lo anterior tiene sus razones; en primer lugar, si alguien pide un microcrédito en una entidad bancaria y ésta le sale con que los intereses se van a liquidar al 33% efectivo anual más una comisión del 7,5% y de otra parte, la misma persona quiere abrir un CDT y le dicen que por las condiciones del mercado éste no superará el 4% efectivo anual, existe un serio problema estructural en los procesos financieros de la economía colombiana. A la diferencia entre las dos tasas se le conoce como margen de intermediación el cual, en este caso específico, puede llegar a ser hasta de 30 puntos; 30 puntos de diferencia en donde la banca tradicional juega a “todos ponen, yo gano y no reparto nada”. Es imperioso además sumarle algo adicional a lo anterior: Colombia es tan rica, la gente es tan pudiente que, sin más tapujos, se da el lujo de pagar por mantener un sector financiero que pelea por el primer puesto del más caro del continente. Por tanto, ¿cómo no iban a surgir esquemas paralelos e ilegales?
Si en Colombia, tras el terremoto social y económico que produjeron las pirámides, todos esperaban una solución estructural, ¡pues no! Se los llevó el estribillo presidencial “trabajar, trabajar y trabajar”, pero a cambio de no tener un rédito decente tras un producto financiero y pagar altísimos costos por tenerlo. Se hablaron de créditos blandos, pero como la banca es tan implacable a la hora de cobrar y a la vez tan torpe a la hora de mejorar su eficiencia, esto no tuvo ningún efecto. Se quiso hacer una “reforma financiera” pero ésta no pasó de “refritar” lo que existía en materia de Defensor del Cliente junto con sus multifondos, que sólo le terminó destiñendo lo “financiero” y la empezó a vestir de “pensional”. Para resumir, el gobierno de Álvaro Uribe no tuvo los pantalones para hacer una reforma estructural en materia financiera, en la cual pusiera en cintura al sector, planteara los mecanismos jurídicos y operativos para que éste fuera más eficiente (por ende no tan caro) y abanderara la democratización y acceso masivo al crédito. Pero… ¡no pudo! ¡no lo dejaron! ¡no le dio la gana!
La solución que hoy por hoy se está planteando es instaurar Zonas Francas en los territorios devastados por el fenómeno de los sistemas financieros paralelos. ¿Zonas Francas? ¿Por qué? ¿Qué culpa tiene el suroccidente de sufrir por profundos problemas como el mencionado en la presente columna? Las Zonas Francas, como están concebidas, sólo atraerán inversionistas fanáticos de la producción extractiva e incluso, en línea con una intervención que el senador Juan Fernando Cristo hizo en algún debate sobre el tema, sólo se pondrán ahí amigos del gobierno. ¿Será esto una solución estructural, o sólo será una solución tipo “Seguridad Democrática”? Es prudente entonces que la población y los nuevos legisladores piensen en estas temáticas. Que de una vez por todas, planteen soluciones estructurales y dejen de darles analgésicos a los “cánceres” que sufre el país en general.
NOTA: Este es un llamado para todos aquellos legisladores jóvenes y “nuevos” que buscaron matizar su forma tradicional de conseguir votos con un discurso de “renovación”. Ojalá que así como se explayaron en recursos y burocracia para lograr votación en las zonas devastadas por el fenómeno aquí descrito, tengan también la osadía de encaminar las reformas que el suroccidente y Colombia necesitan.
mircoles 12 de mayo de 2010, 17:49 COT
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: La administración saliente no tuvo los pantalones para hacer una reforma estructural en materia financiera, en la cual pusiera en cintura al sector, planteara los mecanismos para que fuera más eficiente y abanderara la demo……
mircoles 19 de mayo de 2010, 19:17 COT
Uribe es un tipo mediocre y totalmente despistado, todo lo que el haga tendrá que ser deshecho por quien lo suceda. En la historia, el reinado de Uribe se conocerá como los 8 años que el país jamás debió haber perdido. En la década en que EEUU dejó de ser una superpotencia , Uribe le hizo el feo al resto del mundo y se le puso en cuatro a los gringos. Con Uribe el país se atrasó otras dos décadas.