Escenas de infancia
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domingo 19 de septiembre de 2010 11:40 COT
Por Wanderson Cardeño C.
Muchas mañanas me encontré con mi madre en la cocina de nuestra casa que estaba cerca del pueblo donde nací. Siempre me levantaba temprano a ver como los trabajadores de la hacienda sacaban a pastar el ganado a la llanura cerca al río. Nunca lo olvidaré, ella preparaba un delicioso chocolate y un quesito que no volví a sentir. Aquella escena, verla frente al fogón de leña, se quedó grabada en mi memoria. Siempre me llamaba, no supe cómo la oía, considerando que me encontraba muy lejos de allí, pero acertaba y en la entrada de nuestra casa me esperaba, me obligaba a lavarme las manos y a esperar hasta que se enfriara un poco el desayuno.
Algunas noches la imagino con su delantal, su estatura imponente y su voz impositiva pero dulce, la veo y la escucho. También el piso de madera, las gruesas paredes, los colores vivos de las casas del pueblo, el humo elevándose, el olor del bosque… La paz y la dicha de mi infancia.
Y al atardecer, después de ayudarle a mi padre con sus quehaceres, me entretenía mirando el ocaso, guardaba en mi memoria cada nube, cada tonalidad, el paso de la luz a la sombra, el frío viento que bajaba desde las altas montañas, las aves regresando a sus nidos. Luego, casi a oscuras y solo, atravesaba los guayabales donde en mi niñez pasé tantas horas. Recuerdo el color amarillo de sus frutos como pequeños soles colgando de sus ramas, o estrellados contra el suelo como flores sobre la verde hierva, la luz de las luciérnagas, los grillos y otra vez la paz, el encanto canto de la naturaleza.
domingo 19 de septiembre de 2010, 22:01 COT
Wanderson, me vi en escenas con su madre, con usted o acaso con la mia tambìen. o sin usted y con la suya. Y eso que no lo conozco a usted.
Una pregunta, ¿Su madre vive?
lunes 20 de septiembre de 2010, 14:47 COT
Espléndido escrito Wanderson, que alma de poeta la que tienes, igual me he transportado a mis propias escenas de la infancia.
lunes 20 de septiembre de 2010, 16:46 COT
Gracias Wanderson, dicen que la nostalgia solo se siente cuando se tuvieron gratos momentos, me hiciste recordar esos días tan cortos de la infancia y lo feliz que fui con mi madre, mi padre y mis hermanos, en mi amado pueblo.
lunes 20 de septiembre de 2010, 18:52 COT
Un escrito que sirve de oasis a tantas noticias delicadas como son el problema de la U. de A.,, la corrupción, las fosas comunes, la Yisispolítica que sigue salpicando gente, el narcotráfico, la miseria, la desnutrición… pero mejor no sigo, me sumerjo en tus letras para respirar con perfecta armonía y, al lado de una luna llena extasiarme de naturaleza y amor.
Un abrazo y sigue cultivando tu espíritu y tus sentimientos para que esa pluma mojada no se sequé jamás.
lunes 20 de septiembre de 2010, 21:57 COT
Hermosa descripcion de la infancia de todos aquellos que tuvimos la suerte de vivirla en un pueblo …