El máximo polinizador

La mayoría de las personas ven las plantas, como parte de la decoración del paisaje, no las ven realmente como seres vivos. La mayoría de las personas entran a una selva y solo ven “monte” y no las diferencian individualmente a cada una.

Si entraran a esa misma selva y vieran a una tarántula, una serpiente, un mono o incluso un ciempiés, los diferenciarían rápidamente, les llamaría la atención y quizás los seguirían para saber lo que hacen. Incluso hasta se acercarían para verlos más de cerca, pero con las plantas, son “monte” y solo molestan nuestro caminar en la selva y mejor las cortamos con un machete.

Creo que ese tipo de mentalidad en cuanto a las plantas tiene mucho que ver con la forma como nos enseña la botánica en el bachillerato. Realmente es una manera aburrida y uno, casi termina odiando cualquier cosa que sea medio verde o al ver algo verde lo asociamos con el fastidio.

A pesar que vivimos en un subcontinente que contiene la mayor variedad de plantas, nosotros no les damos importancia, y eso lleva a que las personas deforesten, quemen la vegetación o simplemente las arrasen, con apenas una que otra queja, la cual nadie quiere oír.

Nuestros indígenas siempre las han respetado y entran a la selva como nosotros entramos a un supermercado, diferencian las hojas, la corteza, las flores y los frutos, para ellos las plantas no solo son alimento, sino también su farmacia, una farmacia enorme, y también sirven como vehículo para comunicarse con sus dioses.

Una selva es un campo de batalla entre plantas, donde existen alianzas estratégicas, traiciones y grandes batallas, sólo que lo hacen calladamente, la mayor parte bajo tierra, y es una guerra química. Las raíces de un árbol, se comunican con la de otro, y se intercambian información química, y hasta nutrientes.

Arriba, la lucha por el sol es despiadada, se trata de crecer lo más rápidamente posible, para darle sombra y matar a las que no son tan rápidas, aunque sean sus hermanos, aquí la familia no cuenta mucho, de hecho es mejor no tener a un familiar en las cercanías, ya que tendría las mismas necesidades de nutrientes y de luz que él mismo. Y eso no es bueno, es mejor luchar contra alguien diferente, al fin y al cabo sus necesidades son diferentes a las propias.

A menos que sea parte de un ejercito invasor, como las salicarias moradas.

 

Las flores fueron un gran invento, en el registro fósil se han conseguido flores de hace 150 millones de años, no sabemos cómo eran, si tenían color o algún olor, o si los frutos tenían algún sabor, o si los dinosaurios sirvieron para esparcir sus semillas.

Pero las modernas flores son todo un milagro; cuando uno la ve no deja de maravillarse. Esas son las que más le llaman la atención a las personas. Las flores son solamente el órgano sexual de las plantas, la evolución de las flores es un campo en extremo interesante.

Las flores van de desde 2 milímetros hasta casi dos metros de diámetro y el tamaño de las plantas con flores van desde un centímetro hasta mas de 110 metros de altura en los eucaliptos

Pero para resumir, en algún momento las flores se dieron cuenta de que era más efectivo que los insectos llevaran sus pólenes directamente a otra flor similar, en vez de dejarlos al vientos y que por suerte se consiga con un órgano femenino, aunque este método, es aún seguido por algunas familias de plantas. Las que evolucionaron con los insectos tuvieron un mayor éxito y crearon una comunidad de mutua dependencia. Las flores evolucionaron para atraer a los insectos y los insectos en ser alimentados por determinadas flores. Se ha dado el caso que los polinizadores han desaparecido, en ese caso las flores aprenden a autofecundarse para continuar el linaje, eso sucede en las plantas con flores que se han convertido en altamente dependientes del polinizador.

Y las costumbres sexuales de las flores van desde el sadomasoquismo descarado como en el género de las Asclepia, a las más sofisticadas trampas sexuales. Por lo menos las orquídeas del genero Ophris no solo desarrollaron la forma de la mosca hembra, si no que también huelen como las hembras de la mosca. Cualquier mosca macho, que la vea, pensara que es una mosca, pero cuando la huele, corre a la hembra en celo y copula con la flor, solo para que la flor le pegue sus polinios en la cabeza, el macho se va, pero ve a otra y sigue copulando con otra flor, pero en este caso al hacerlo introduce el polen en el órgano sexual femenino de la flor. 

Otras Orquídeas de Australia y las del género catacetum atraen al insecto con el olor y cuando este llega le dispara los polinios a la cabeza, el insecto queda aturdido por el golpe y sigue buscado flores, en estos casos son abejas.

Una especie y un hibrido con esa especie

Algunas flores no son tan egoístas, y si le dan algo al insecto, algunas producen néctar para las aves o los insectos, y sus colores no están hechos para agradarnos, si no con el fin de atraer al polinizador, las flores que son polinizadas por insectos por lo regular tienen marcas claras en la longitud de onda que ven los insectos, esto es, en el ultravioleta, por lo menos un insecto no ve a una flor azul, como azul, si no la ve como un blanco muy brillante.

Como el rojo en ultravioleta se ve negro, estas son fecundadas por aves

Las flores han coevolucinado con una infinidad de polinizadores con el fin de obtener el éxito evolutivo.

Y ahora una especulación sobre las flores.

Como muchas personas soy aficionado a coleccionar orquídeas, mi interés va mas allá de la simple belleza de las flores (algunas orquídeas son realmente feas) o de su olor (hay algunas que tienen el olor mas repugnante que alguien se pueda imaginar) si no más bien me interesan en su aspecto genético. Las orquídeas al ser tan especializadas con sus polinizadores, casi no tienen barreras genéticas, ya que dependen del polinizador para mantener su identidad como especie. Eso permite que se puedan cruzar especies tan diferentes, como en la zoología seria un híbrido de cerdo con caballo.

Y claro que eso es interesante. Pero la cultura de los Orquidiotas (como a veces nos llaman) va mas allá. Hay que recordar que las orquídeas son las plantas con mayor grado de evolución, son el equivalente humano en las plantas.

Y por eso a veces no puedo evitar pensar que ellas nos están manipulando, con sus olores, forma y colores para que las continuemos fecundando, nos han convertido al mismo nivel que cualquier ave o insecto, han conseguido al polinizador máximo. Y el método de acelerar su evolución.

A pesar que la familia de las orquídeas tiene unas 35,000 especies, el hombre ha realizado más de 200,000 híbridos con ellas. Las reproducimos en los laboratorios, le aumentamos su carga cromosomita, las clonamos

Nosotros sólo obtenemos placer estético, ellas obtienen ventajas evolutivas, por lo tanto ellas son quienes salen ganando.

Construimos pirámides, naves espaciales, computadoras de poder increíble, solo para terminar haciendo el papel de una abejita.

Y a veces las plantas pueden no ser tan buenas, para los que tengan dudas, lean el relato de Stphen King “La planta".

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