Buscando un rayo de luz para vivir
Ciencia y conciencia > ColumnasPor Thilo Hanisch Luque
lunes 6 de noviembre de 2006 8:46 COT
“Helena empuja el carrito y va repartiendo resignada las comidas de la clase turista del vuelo de hoy hasta Madrid. Van apenas tres horas de vuelo, y está por tirar la toalla. Ya no se aguanta a los pasajeros. Y éstos a su vez, en vez de agradecerle, le hacen cara de “al fin” o “estaba como demoradita”. No saben lo duro que es su trabajo de azafata. Pero “ella se lo buscó”, piensa ella, pues nadie en la compañía la obligó a auto promoverse para atender vuelos transatlánticos. Hace un año, cuando aún servía la ruta Bogotá-San Andrés hasta tres veces por día, se sentía una mujer dichosa y comprometida con su trabajo. Ahora de repente sentía que le perdía el gusto a su trabajo. Por primera vez en su vida se sentía extenuada. Pero aún si quisiera, y aunque su compañera Sandra la cubriera un rato, no podría dormir. La idea de morir de una vez y descansar tomaba más fuerza, así como su angustia por su estado anímico. La vida la había tratado bastante bien, y sin embargo, sin explicación alguna, perdía las ganas de vivir.” .
No es un melodrama, ni la columna científica ha cedido su puesto a una literaria. Es la situación hipotética, aunque basada en casos reales, de lo que le sucede a muchos hombres y mujeres que han perdido sus ciclos de sueño y vigilia normales. Algunos lo denominan ciclo circadiano. Y que el ciclo circadiano dependa de un adminículo de 8 mm de diámetro, y considerado hasta hace poco, “un remanente embrionario del cerebro” (algo así como un tejido sobrante, sin función biológica) fue la convicción de muchos científicos hasta bien entrado el siglo XX. Nombre del adminículo: Epífisis, o también, glándula pineal.
La glándula pineal o epífisis
Situada en el techo del diencéfalo, en la denominada fosa pineal, la epífisis tiene el tamaño aproximado de un guisante y pesa 130 miligramos. Se activa y produce la hormona melatonina (también se clasifica como neurotransmisor) en ausencia de la luz, a partir de otra hormona llamada serotonina. La epífisis o glándula pineal es una glándula de secreción interna (endocrina) que forma parte del epitálamo. Es una pequeña formación ovoidea y aplanada, que descansa sobre la lámina cuadrigémina, en el tercer ventrículo cerebral.
Si usted, algún familiar o amigo cercano suyo han sido tratados con fármacos para tratar una depresión, probablemente hayan oído hablar de un grupo farmacológico conocido como los “inhibidores de la recaptación de serotonina”. Sin entrar en odiosos detalles biomoleculares y fisiológicos, uno podría deducir que la idea de evitar la recaptación de la serotonina es aumentar sus niveles cerebrales. Y por ende, una estado depresivo se correlacionaría con bajos niveles serotoninérgicos. Es correcto.
La epífisis sin embargo está más relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño, mediante la melatonina. Por lógica se deduce entonces que en el caso de la azafata de mi pequeño melodrama esta hormona tiene algo que ver con sus desajustes horarios y sus vuelos transatlánticos. Pero podría tratarse también de cualquier persona con mucho estrés, que duerme poco, y además duerme mal. Podría ser cualquiera de nosotros, de hecho. La melatonina es también un poderoso antioxidante; y se ha comprobado que participa en la apoptosis (muerte celular programada) de células cancerosas en el timo. Paradójicamente, niveles demasiado altos de esta hormona tienen también un efecto cancerígeno. Se piensa además que es la responsable de dar el "pitazo inicial" biológico, con vías de dar inicio a la pubertad, y además que su producción disminuye con la edad (lo que explicaría por que la gente tiende a dormir menos con la edad).
René Descartes, el filósofo que dio inicio a la era moderna del pensamiento, y quién era de naturaleza más bien racionalista, y no empírica (como sería de esperarse de un científico común y corriente), fue el único occidental que en 1662 ya consideraba que la glándula pineal era algo más que un vestigio. Según él: "controlaba el flujo del espíritu animal por movimientos a través de nervios motores, y de esta manera influenciaba también los movimientos generales del cuerpo. El pensó que los estímulos para la función pineal procedían de impulsos visuales de la retina, esto último es de notable perspicacia, tan efectiva que es cierto hoy."
Serotonina y melatonina
Además de melatonina y serotonina, en la epífisis se produce noradrenalina e histamina. La serotonina es un precursor de la melatonina, como ya veíamos. La enzima que transforma N-acetil serotonina a melatonina es la hidroxi-indol-o-metil transferasa (HIOMT) que está presente sólo en la epífisis. La serotonina por su parte se produce a partir del triptófanoque es un aminoácido esencial. Como probablemente sabrán, las proteínas se componen de aminoácidos. Y los aminoácidos esenciales son aquellos que nuestro cuerpo no produce, y por ende, debemos ingerir con las comidas.
Si, ya sé lo que están pensando y tienen razón. La salud no depende sólo de los hábitos del sueño, sino de nuestra dieta, y miles de cosas más. Pero procuraré no salirme del tema. La cuestión es que la secreción endocrina de esta hormona depende de un estímulo, que en este caso es la ausencia de la luz (técnicamente depende en realidad del desestímulo, si lo quieren ver así). Es la única hormona del cuerpo humano, cuya secreción se relaciona con un fenómeno ambiental, dicho sea de paso.
La función de la melatonina es inhibitoria: estimula el sueño y se relaciona también con los estados de ánimo, las emociones y los estados depresivos. Afecta al funcionamiento vascular y la frecuencia del latido cardiaco, regula la secreción de hormonas; como la del crecimiento. Como es una molécula fabricada a partir de la serotonina, guarda gran semejanza molecular y funcional.
Aquí es donde viene la paradoja, sin embargo. Si la melatonina y la serotonina se parecen, es de esperarse que actúen sobre receptores semejantes, y que por ende, tengan efectos similares. Sin embargo altos niveles de melatonina se correlacionan con depresión, en contradiciendo la fisiología de la serotonina. Esto es especialmente cierto para los países nórdicos, como Noruega, Suecia, Finlandia o Rusia. ¿Cómo se explica esta aparente contradicción?
El trastorno afectivo estacional y el "jet lag"
El trastorno afectivo estacional es una forma de depresión que aparece durante el invierno, cuando las horas de luz del día disminuyen progresivamente. La teoría no comprobada del todo es que se produce un exceso de melatonina, y queda menos serotonina disponible. Aunque se parezcan molecularmente, la afinidad por el receptor de la serotonina por la melatonina es mucho más baja, y por ende el efecto neto es que hay un menor estímulo de los receptores de serotonina, y por ende depresión (recuérdese que decíamos que la depresión se correlaciona con bajos niveles de serotonina).
En teoría, si los niveles de serotonina son normales, por ende aplicar melatonina no producirá depresión, porque no se está diciendo que la melatonina en sí produzca la depresión, sino que al ser producida en exceso, hay menos serotonina.
Por otro lado el fenómeno padecido por la azafata Helena al inicio, y por quienes hacen viajes largos en avión y por ende sufren un desajuste horario se conoce como "jet lag". De hecho muchos trabajadores de la industria aeronáutica como los pilotos, azafatas, y también "viajeros frecuentes" utilizan la melatonina bajo precripción médica para prevenir este fenómeno, aunque no se encuentra disponible en todos los países. Precisamente porque muchos científicos y médicos no entienden aún la diferencia entre un déficit de srotonina y un exceso de melatonina.
El teléfono celular y la melatonina
Según investigaciones del Dr. Hyland de la Universidad de Warwick en Gran Bretaña, las microondas de los teléfonos móviles son de la misma frecuencia que las ondas cerebrales alfa, y estas ondas podrían producir alteracionas de las neuronas secretoras de la epífisis: "una alteración en su producción con lleva desarreglos del sueño y otras, tales como depresión, cansancio y, en el extremo, propensión al suicidio." Los que quieran profundizar en este aspecto, pueden seguir el hipervínculo correspondiente.
Y bueno, para terminar, los que hayan leído el artículo anterior, verán que el exceso de sol puede ser tan malo como su defecto, al igual que ocurre con la melatonina. Otros aspectos importantes que no se tocaron: la vitamina D (que en realidad no es una vitamina, sino una hormona) requiere de rayos ultravioleta para ser una molécula funcional. Y sin esta hormona, la regulación del calcio en el hueso se puede alterar, produciendo huesos frágiles y débiles. Seguramente hay muchas otras razones que se me olvidan, o que no conozco. Ya veremos en el próximo artículo. Hasta entonces.
NOTA: este artículo tiene propósitos informativos y científicos. Ninguna parte de su contenido debe tomarse como indicación médica o farmacológica. Si tiene alguna duda sobre su salud, consulte a su médico.
lunes 6 de noviembre de 2006, 09:36 COT
Muchas gracias por toda esta información que de manera didáctica proporcionas. Es mucho lo que se aprende.
Me dejó preocupadolo del celular. Lo digo por el cansancio y estrés.
Saludos.
lunes 6 de noviembre de 2006, 12:44 COT
Hola Jaime: La verdad es que si se comprobara que es cierto que estas ondas de radio, tienen algún efecto directo, probablemente habría que ver si los sujetos de los estudios no están expuestos a otro tipo de contaminación o radiación en el espectro electromagnético. Cité el artículo porque la mayoría de especulaciones sobre efectos de las ondas de radio, o campos electromagnéticos sobre la salud humana son especulaciones con fundamentos no científicos, lo cual no implica que no sean ciertas, sólo que no hay pruebas científicas.
Por otro lado muchos inventos humanos que se creían inocuos e inofensivos, se comprobaron dañinos décadas después. Entonces como que selecciono lo que creo debo informar, basado en cierto criterio de plausibilidad científica y credibilidad, pero soy tan humano como cualquier otro, y puedo estar errado. Por ende sólo cité el artículo, sin profundizar en el mismo.
Dicen por ahí que una golondrina no hace verano, lo mismo creo sucede con los malos hábitos. Pero si usted tiene un trastorno del sueño, duerme mal y a deshoras, y ha perdido su ciclo circadiano, eso ya es otra cosa, y ahí si probablemente enfrentamos un problema de salud.
Gracias por su comentario. Un saludo.
THILO
lunes 6 de noviembre de 2006, 12:54 COT
Adoro dormir. Cuando no duermo lo suficiente me da dolor de cabeza y suelo comer más de lo normal. De ahí mi disciplina con las 7 horas que mi cuerpo me pide.
Es normal que cuando trasnochemos consumamos más alimentos de lo normal?
Es una lectura interesante contigo porque planteas el tema en forma cientifica, algo que desconozco. De hecho hay términos que no entiendo muy bien, pero algo se me queda. Enviaré este enlace a familiares.
Gracias Thilo y recibe mi abrazo de felicitación.
lunes 6 de noviembre de 2006, 13:10 COT
Hola Lully. Bueno me has descrito un ciclo circadiano con pequeñas variaciones, parecería que eres una persona con hábitos saludables en este aspecto. No tengo una respuesta a tu pregunta, salvo que en la dieta requerimos de triptófano (entre muchos otros aminoacidos, nutrientes y vitaminas) para ser saludables.
Ahora que cambiando de tema, me pregunto, ¿que sueña Lully mientras duerme? Sería un tema interesante para tus reflexiones al desnudo.
SALUDOS. THILO
lunes 6 de noviembre de 2006, 13:29 COT
jajaja!!! de verdad Thilo que siembras una inquietud especial en mí. Había pensado en escribir un post sobre el sueño y de verdad me motivas aún más a hacerlo. Esta entrada tuya habia querido leerla en algún blog y diste con mi deseo. Quería ahondar en él antes de aventurarme a hacerlo. Lo que se sueña… verdaderamente es el subconsciente que está trabajando o deseos reprimidos?
Mira que abordaste un tema que nunca dejará de ser atractivo para el mundo. Desde el psicoanálisis hay muchas inquietudes y depronto tu nos puedes afianzar.
Recibe un beso!
martes 7 de noviembre de 2006, 07:47 COT
Muy bueno el artículo Thilo. Le exige a uno como lector porque lo obliga a pensar en los procesos químicos del organismo en lugar de acudir a presentarlos solo como excusa para correr a recetar inmediatamente.
Y en eso caen casi todos los periódicos y revistas de hoy en día: tomar datos o hallazgos científicos (siempre contingentes y provisionales) y alegremente convertirlos en verdades absolutas y un recetario: si está deprimido tome melatonina, si está descalcificado haga esto otro, si quiere vivir más años toma vitamina X… en fin que es ridículo toda esta parafernalia facilista de consejos infundados.
La seriedad con que presentas la información me gusta y me parece admirable.
Para lo demás nos mandas donde el médico y con todos razón porque ellos son los profesionales de la salud, no los periódicos que popularizan pseudociencia, para vender ejemplares y publicidad.
Con tus artículos, THILO, equinoXio y la blogosfera ganan. Porque presentas conocimiento en lugar de vender “ciencia” como en un baratillo ocasional y para todos los gustos, ocasiones y desórdenes físicos o psíquicos.
martes 7 de noviembre de 2006, 10:37 COT
Hola Álvaro: muchas gracias por tus comentarios positivos, y cuya sustentación me hacen ver que son muy sinceros.
Te cuento una anécdota chistosa: hace un par de años, en la Revista Cambio, si no estoy mal, en la sección de chismografía científica leía yo un escueto articulito sobre el Cáncer de cérvix, también conocido cuello (CERVICAL) uterino por Papiloma Virus. ¿La foto utilizada para ilustrar el artículo? Un dibujo esquemático de la columna CERVICAL.
martes 7 de noviembre de 2006, 16:25 COT
¡No lo puedo creer! ¿y quien podra ser esa tal Papiloma?
En fin un dato más que evidencia lo que que te estaba planteando.
martes 7 de noviembre de 2006, 16:54 COT
Vaya, Thilo, la ciencia es una cajita de sorpresas. Lo que nos hablas sobre la melatonina es sorprendente. De ahí que la oscuridad la hace funcionar debidamente y razón tienes en llamar la atención sobre los países nórdicos. Sobre este tema puede ilustrarnos Alvaro quien vive hace mucho tiempo en Noruega y debe haber experimentado las consecuencias de la falta de luz en el largo invierno nórdico. Como siempre, fascinante el mundo que abres a nuestros ojos.
martes 7 de noviembre de 2006, 16:57 COT
OOps, creo que no me di a entender, o me estás jugando una broma 🙂
El Ca de cuello uterino en la vagina se asocia a una infección por dos subtipos del virus (Human Papilloma Virus HPV), pero pusieron una foto no del cuello uterino, sino del cuello que sostiene nuestra cabeza………..
martes 7 de noviembre de 2006, 22:36 COT
El anterior mensaje era para Álvaro, este es para Marsares: habría que preguntarle si le da duro en el ánimo la falta de luz. Yo personalmente volví a Alemania dos veces para Navidad, y dormía delicioso…, y eso que mi familia puede ser deprimente a veces… 🙂