Abriendo puertas
Austral > ColumnasPor Julio Suárez Anturi
mircoles 2 de agosto de 2006 9:00 COT
A veces se presentan coyunturas en las que los eventos confluyen casi atropelladamente, y es cosa de vivir una de ellas.
De más, la expectativa por el estado de salud del mandatario cubano Fidel Castro: sin duda alguna haberle transmitido el mando, así sea de manera provisional, a su hermano Raúl señala un hito y la posibilidad cierta de que las cosas van a comenzar a cambiar en la isla.
Se suma la reciente adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur, Mercosur, a solamente unas semanas de haber abandonado la Comunidad Andina de Naciones, Can.
Este movimiento tiene mayores alcances que el simple malestar de Venezuela por la modificación que hicieron Colombia, Ecuador y Perú al artículo sobre medicamentos, con el propósito de allanar sus caminos para respectivos Tratados de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos.
Por cierto que algunos visualizan al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como un sucesor de Fidel Castro en la región, en cuanto a su mensaje libertario frente a Estados Unidos, no obstante las diferencias de estilo y vocación de cada uno de ellos.
Lo cierto es que Hugo Chávez no sabe ya cómo granjearse simpatías, ora con Brasil, ora con Chile, ora con Bolivia o Uruguay.
Pero más allá de la coyuntura, igualmente hay eventos que acumulan, como la tradición de aciertos y errores que trae la Can.
No se puede olvidar que este esfuerzo integracionista proviene de 27 años de cumplimientos e incumplimiento del llamado Pacto Andino, el cual se convirtió en Can en 1996.
Resulta curioso que cuando el viejo Pacto Andino se remozó en Comunidad Andina de Naciones, Chile, que había formado parte del primero desde su fundación en 1969 y se había retirado en 1976 por decisión del régimen militar de Augusto Pinochet, no retornó en ese momento a la institución naciente.
Antes bien, justo en ese 1996 Chile decide adherir al Mercado Común del Sur, Mercosur, el mismo al que adhiere Venezuela –hace unos pocos días– y mucho antes Bolivia.
Pero es hoy cuando Chile expresa su intensión de regresar a la Can.
Los nuevos vientos son de convivencia y oportunidades.
Como lo señaló León Valencia en un artículo que reseñé esta semana en Salón Comunal, de equinoXio, la preponderancia de lo económico está dando paso a la preponderancia de lo político.
Muchos países, mucho tiempo atrás, ya lo comprendieron. ¿Colombia lo apreciará de la misma manera, y se atreverá a cambiar la agenda que le ha impuesto las autollamadas "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia" –Farc–, agenda focalizada en el secuestro, la extorsión, la destrucción de caseríos, las masacres y el narcotráfico, y, por contra, en la Seguridad Democrática del presidente Álvaro Uribe?
Aún los bloques, Mercosur y Can, han tenido acercamientos de integración.
Lo hicieron en 1998 y lo reiteraron en el 2003. Pero el proceso es complejo, visto desde el punto de vista de cada uno de los países –Brasil o Uruguay, Ecuador o Colombia, por ejemplo–, y de cada uno de los bloques –que en sí, no son homogéneos uno y otro.
Lo evidente es que todos, como en la canción, están abren puertas: Venezuela hacia el sur, Chile hacia el norte de Suramérica, Brasil en la subregión entera, igual que Argentina, y desde lejos lo hace México, como una especie de aliado natural.
¿Y Colombia?
¿Ensimismada en el hipnótico viaje histórico de las Farc y el narcotráfico, y de ambos juntos?
¿Enceguecida y aislada?
La señal enviada desde Chile es para tomarse en cuenta. Una señal bien nítida, por lo demás, como quiera que una fuente la Cancillería confirmó que "se han hecho los análisis jurídicos, comerciales y políticos, y no hemos visto ningún problema para entrar a la Can".
Por lo demás, Chile es "observador" de la Can desde el 2004, junto con México y Panamá. Todo lo cual indica que pronto se verá a Michelle Bachelet en el Palacio de Nariño, en Bogotá, y el Palacio de Gobierno en Quito.
Ya es momento de que Colombia supere la extenuante narcotización de sus relaciones exteriores, y busque socios distintos a los Estados Unidos.
¿O, no?
mircoles 2 de agosto de 2006, 12:30 COT
Julio, la “agenda” no la imponen solamente las FARC o las AUC, también los “empresarios” que sólo miran hacia el norte. La Comunidad Sudamericana de Naciones (que es prácticamente Can + Mercosur) debería ser una realidad, más allá de ideologías y de rencores.
jueves 3 de agosto de 2006, 08:34 COT
El llamado es a observar y establecer relaciones con otras naciones, mas alla de los ideologemas, justamente. Los empresarios siempre buscaran la linea del menor esfuerzo para comercializar sus productos, pues producirlos ya es, de acuerdo con las legislaciones tributarias y de incentivos internas, toda una proeza. Pero ademas, a los empresarios les gusta la estabilidad, economica y juridica, la cual ven con algo de recelo entre sus pares de Latinoamerica. Sin embargo, sabemos que unos y otros paises pueden ofrecer beneficios para llevar adelante un comercio ganancioso y ordenado. Pero el asunto es, Julian, dejar esa obsesiva focalizacion de la realidad en funcion de los mencionados criminales de izquierda y de derecha. Abrazo.